Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

76| Messagi

SHIRLEY

*

Tras ese momento extraño en el aseo con Luca, regresamos al salón. El ambiente no se ha destensado, más bien ha empeorado, y tan solo leo confusión en el semblante de Marco.

Algo está llamando mi atención y esa es Isabelle. Creía que estaría de mal humor después de la conversación que alcancé a escuchar, pero al contrario parece algo... ¿Triste? Ante esa actitud no puedo dejar de pensar en cual debe ser la razón. Quizá lo que ella siente por Luca es algo más que mero sexo, aunque lo encubra de esa manera.

Después de aguantar el tipo todo lo que podemos, ella interviene.

—Creo que me voy a casa. —Se masajea las sienes con los dedos—. No me encuentro muy bien.

Marco parece compungido por tan repentino comentario y tras recorrer con la vista cada rincón de la estancia en menos de un minuto, se pone en pie y dice:

—No, mujer. Si te encuentras mal nos vamos.

Se le nota preocupado por su mujer y eso hace que sienta de nuevo esa lástima por él; víctima de un engaño a dos bandas.

—Disculpad —dice Isabelle—. Estaba todo muy rico. Muchas gracias por invitarnos.

Apenas nos mira y me da la sensación de que sus ojos destellan más de lo habitual.

—Gracias chicos. La próxima vez os invitaremos a la nuestra —afirma mi cuñado.

—Está bien, no os preocupéis —respondo esforzándome en sonreír.

En cuestión de segundos, podemos escuchar el sonido de la puerta de la entrada, dejándonos solos de nuevo.

—¿Qué le has dicho? —suelto entonces.

Luca arruga la cara exageradamente.

—¿Qué...? —masculla—. ¿Cómo que qué le he dicho?

—Ha empezado a estar rara desde que ha salido del baño contigo.

—¿Y es culpa mía? Dime, ¿quién la ha mandado allí, en primer lugar?

Aprieto los labios, conteniendo mis palabras y pensando qué replicar, cuando Luca vuelve a hablar.

—Está bien que estés molesta conmigo, pero ella no tiene la culpa.

Me da rabia que la defienda. Mi corazón se siente con el orgullo herido, pues aun siento cosas por él, eso no cambia de la noche a la mañana.

Antes de decir nada de lo que pueda arrepentirme o, peor aún, cualquier cosa que pueda delatar mis intenciones, me levanto callada y me encierro en mi habitación.

Desbloqueo mi móvil y voy directa en busca de ese nuevo contacto que tengo registrado.

Hola, espero no molestar.

Espero unos instantes hasta que llega la respuesta.

Hola, Shirley. Tranquila, no molestas! :) Sucede algo?

Pienso un par de segundos si lanzar la pregunta que tengo en mente y, finalmente, lo hago.

Isabelle se encuentra mejor?

Sí! Gracias por preocuparte. No sé qué le habrá pasado.

Me alegro de que esté mejor.

Realmente ni me alegro ni me disgusto, me es indiferente. Dejo el móvil en la mesita y cierro los ojos, mientras mis dedos delatan lo ansiosa que estoy debido al incesable juego de manos que tienen. No me ha gustado nada que Luca dijera que no sé nada de Isabelle, como si fuera una santa. Aún recuerdo cómo se río de mí cuando fuimos a comer con sus padres. Esas cosas no las hace una buena persona. Simplemente se había dado cuenta de lo que sentía antes que yo misma y había decidido usar mis sentimientos de niña ilusa en mi contra.

La impotencia y la frustración van tomando forma en mi interior cuando otra vibración de mi teléfono hace que disminuyan. Agarro el aparato y observo que es otro mensaje de Marco.

Por cierto, ya sabes que cuando quieras quedamos y me cuentas eso que dices que te preocupa. Te he visto bastante desanimada esta noche, espero que estés algo mejor.

Se me escapa una sonrisa satisfecha y a la vez cierta pena. Marco es demasiado bueno para este mundo, lo tengo claro.

Cuando te venga bien. Mañana o cualquier día de la semana que viene. Yo estoy libre. Te avisaré. Gracias por ser tan atento conmigo.

No me las des. Me caes genial

Mis ojos brillan al comprobar que estoy más cerca de lo que pensaba de dar el primer paso, pero recuerdo que mi propósito no será efectivo si no mantengo hilado todo, aunque eso signifique acostarme con el enemigo.

Me pongo en pie y salgo al salón lo más silenciosamente posible, donde descubro a Luca sentado en el sillón, fumando. Repiqueteo con el nudillo la pared con el fin de advertirle de que me encuentro aquí.

—¿No vas a la cama? —pregunto.

—Estoy ocupado.

—¿Ocupado? —Es obvio que no.

—Pensando.

Absurdo.

—¿En qué?

—En qué debo hacer para que vuelvas a confiar en mí.

Siento a la Shirley débil asomarse, pero tengo que empujarla lejos de aquí.

—Buena suerte, Luca, ni yo sé cómo será eso posible —le digo, antes de regresar a mi habitación.

De nuevo en la cama, conecto la cámara a mi móvil mediante un USB, agudizo el oído para discernir la conversación que aparece en la pantalla, en esas imágenes del baño. Decido conectar los auriculares y echar el pestillo, no quiero que por la razón que sea descubra que he hecho esto.

La imagen aparece, están en el aseo, hablando.

—¿Qué haces aquí? —pregunta al ver a Isabelle entrando al baño.

—Shirley me ha dicho que estabas aquí; que no te encontrabas bien.

—Me encuentro perfectamente, puedes irte.

Me sorprende la frialdad directa con que Luca le habla.

—¿En serio me estás echando? —Camina lentamente hacia a él—. ¿Sabes qué? Creo que tu querida estaba poniéndote a prueba.

—Puede ser, por eso tampoco esperes nada de mí.

No sé cómo tomarme su comentario. ¿Lo haría si no le estuviera poniendo a prueba?

Isabelle se aproxima y envuelve sus brazos en su cuello.

—¿Crees que espera encontrarnos haciendo algo?

Ella acerca su rostro al de Luca, cubriendo sus labios con los suyos. Apenas dura esa acción un par de segundos, pues rápidamente Luca la aparta con brusquedad.

Me arde ver ese beso, por muy efímero que sea, pero capturo ese fotograma y lo guardo en galería. Ya tengo lo que quería, aun así, continúo reproduciendo la grabación.

—¿Y no te preocupa que quien lo haga sea mi hermano? —replica él—. Shirley sabe perfectamente todo lo que hemos estado haciendo.

—¿Cómo se ha enterado?

—Tú tienes parte de culpa. Encontró mi otro teléfono.

Isabelle se cruza de brazos y aprieta los labios.

—Eso es que no lo guardarías muy bien.

—No me vengas con gilipolleces. Podría haber seguido rebuscando, podría haber encontrado algún indicio de lo que hice. Podría haberte expuesto. Bueno, podría exponerte.

¿Encontrar lo que hizo? ¿El qué?

Ella reacciona de forma extraña, se remueve en su posición y luego airea su cabello.

—En realidad no me importa.

—No me hagas reír. Claro que te importa. Sé que intentas disimularlo, pero es obvio que después de todo te has acabado enamorando de él.

No entiendo lo que quiere decir. Son marido y mujer, deberían estar enamorados.

El resto, es lo mismo que escuché desde la puerta, pero me fijo en los segundos de después, esos en los que Luca no salía. Veo como se frota la cabeza, como suspira y como se frota los ojos. Quizá estoy confundida, pero parece que tenía la nariz y los ojos enrojecidos, brillaban mucho. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro