ⓘ Drabble, única parte.

Él nunca aceptó esa misión y tampoco nunca va a terminar de aceptarla por completo. Quedará en su memoria hasta que muera.

La sangre salpica su cara y al instante siente unos brazos sujetarlo por la cintura, lo alejan y solo puede pensar en San, San, San.

ㅡ¡Tienes que calmarte, Wooyoung!ㅡle grita una voz que pasados los segundos reconoce como Seonghwa, el mismo que en esos momentos sostiene la cara arruinada de Hongjoong.

El mundo se vuelve difuso y confuso, ¿calma? Una risa que se convierte en carcajada brota de su boca al mismo tiempo que las lágrimas ruedan por sus mejillas, ambas manos tironeando de su cabello.

El nombre de San escapa de sus labios junto a un sollozo, uno roto y ahogado que se pierde en el aire del bunker. Oye un par de llantos más pero es lo último que le importa en esos momentos, fija su mirada en el lazo color rojo que cuelga entre sus manos y lo aprieta, para luego frotarlo intentando sacar las manchas oscuras de sangre que lo adornan.

ㅡNo se supone que terminaría así, por favor, vuelve a miㅡmurmuró al aire, esperando que sus súplicas sean escuchadas y que de alguna manera San entrara por esa puerta para abrazarlo y decirle que todo estaba bien.

Aún podía sentirlo. Podía sentir la mano cálida pasar por su mejilla y llegar a su mentón, acompañada por esa mirada brillante y una sonrisa que le gritaba lo siento por todos lados. Claro, antes no había entendido esa mueca triste en los labios de su compañero pero cuando lo vio correr hacia el androide, finalmente se dio cuenta.

El amor de su vida le decía adiós.

San abrazó al enemigo por los hombros tumbándolo con la fuerza que la adrenalina le daba en esos momentos, rodaron juntos algunos metros para luego sumirse en un forcejeo donde los golpes apenas eran distinguibles.

ㅡ¡Corran!ㅡles gritó en el medio de la pelea, esperando estar ganando tiempo.

Wooyoung que había caído sentado en el suelo lo miró atontado y sin poder procesar la distancia que lo separaba de su pareja, se arrastró más cerca.

ㅡWooyoung, noㅡSan le advirtió cuando por el rabillo del ojo lo vio acercarseㅡ¡Debes irte y no mirar atrás!

Cuanto más escuchaba más negaba con la cabeza y se sacudía en llanto. Sintió movimiento detrás suyo pero sus ojos estaban pegados a San que a pesar del gran entrenamiento que tenía estaba lentamente perdiendo la pelea. Gritó su nombre, le gritó que volviera, que no se iba a ir sin él y que lo amaba, todo mientras las lágrimas goteaban al suelo.

ㅡVámonos, vámonosㅡescuchó a Hongjoong decirle al mismo tiempo que lo tomaba por debajo de los hombros e intentaba levantarlo.

Se sacudió desesperado de las manos del mayor sobretodo cuando escuchó el grito adolorido de San, ambos compañeros girándose con el dolor más intenso en sus corazones para ver a Choi siendo acorralado y asfixiado contra el suelo por el androide. Sus piernas reaccionaron solas pero cuando quiso correr Hongjoong ya lo tenía entre sus brazos y la mano de San en el suelo se levantó solo para señalarle que no lo hiciera.

ㅡ¿San? ¡San!ㅡde nuevo en el suelo gritó por él y se revolvió para zafarse del agarre que no lo dejaba socorrerlo.

Con un esfuerzo inhumano, el mayor giró su cabeza dejando ver una pequeña sonrisa acompañada de una lágrima que le recorrió el rostro hasta caer en el suelo y susurró algo que se entendió como un 'perdón'. Los brazos de Kim reforzaron su agarre cuando el ruido de algo roto sonó en el aire y los ojos de San perdieron ese brillo que tanto lo distinguía para quedar estáticos y abiertos.
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espués de eso Wooyoung recuerda muy poco, ser arrastrado, el lugar prendiéndose fuego, Yunho gritándole, Yeosang juntando sus frentes y llorando.

Dejó caer su cabeza en donde quiera que estuviera y miró el techo, la novena sinfonía de Beethoven, la oda a la alegría, resonando en algún disco olvidado.