"Oh, Dios mío, Jinsoul, estaba empezando a preocuparme". Jungeun susurró en el momento en que la mayor apareció ante ella en la biblioteca: "Pensé que algo te había pasado".

"Aww, te preocupas por mí." Jinsoul bromeó ligeramente.

Jungeun sintió instantáneamente el calor subir por su cuello, pero puso los ojos en blanco e ignoró el comentario de la contraria.

Ambas estaban de regreso en la biblioteca de Appletown, o mejor dicho, del Colegio Público de la ciudad de Appletown. Aquí era donde siempre terminaban las últimas noches, ya que ahora eran básicamente personas sin hogar en esta nueva dimensión. También servía como una forma de punto de encuentro, donde se veían al final del día y discutían los eventos del día.

Por suerte para ellas, nadie más había pasado la noche en la biblioteca desde que habían entrado en esta nueva dimensión por lo que podían hablar libremente.

"Oye", dijo Jinsoul, "te traje algo de comida".

Jinsoul se quitó el bolso del hombro y lo colocó en la mesa frente a ella mientras sacaba un par de bocadillos, repostería, dos botellas de agua, una manzana y un plátano.

"No es mucho." La mayor dijo mientras miraba la comida que había puesto delante de ella.

"Es suficiente." Jungeun respondió mientras se acercaba y agarraba una de las reposterías dándole un gran mordisco, "esta todavía está bastante caliente".

Jinsoul le sonrió, estaba de muy buen humor. Miró en silencio a la chica frente a ella mientras comía apresuradamente la comida que tenía delante. Jinsoul se encontró mirando los labios de Jungeun mientras masticaba lentamente.

"Entonces." La menor dijo mientras tomaba un sorbo de agua, "¿cómo te fue en tu trabajo de niñera?"

Jinsoul sonrió para sí misma. "Fue realmente genial".

"¿Oh si?" Preguntó Jungeun mientras comenzaba a pelar lentamente el plátano, "Cuéntame."

"Es genial poder volver a ver a mi familia, los he extrañado muchísimo". Jinsoul respondió mientras miraba a la distancia.

Era una noche oscura y tranquila y la única luz parecía provenir de la biblioteca donde estaban sentadas.

Jungeun miró a la chica frente a ella, quien tenía una leve sonrisa en su rostro. Le gustaba que Jinsoul se viera tan relajada, nunca la había visto tan en paz en los pocos días que la conocía y secretamente se enojó consigo misma por las palabras que iba a decir.

"Jinsoul." La menor comenzó suavemente, "sabes que no podemos quedarnos aquí, ¿verdad?"

Los ojos de Jinsoul instantáneamente se encendieron cuando se volvió para mirar a Jungeun, "¿y por qué no?"

Jungeun miró a la chica parpadeando como si acabara de hacer la pregunta más estúpida de su vida.

"¿Hablas en serio? Esta no es nuestra dimensión. No pertenecemos aquí".

"No pertenezco a ningún lado". Jinsoul respondió bruscamente.

Jungeun sintió que la ira crecía dentro de ella, "Jinsoul, ni siquiera existes aquí".

"Sí." La mayor replicó, "pero prefiero no existir aquí que volver a nuestra dimensión. Existir es literalmente todo lo que hago allá. No estoy viviendo, solo estoy viva. Y lo odio".

Jungeun suspiró, cerró los ojos y se pellizcó el puente de la nariz. Tomó una cola para el cabello que estaba en su muñeca y lo ató antes de volver su atención a la obstinada chica frente a ella.

"Jinsoul. Tenemos que volver a casa. Nuestros amigos y familias reales deben estar muy preocupados por nosotras, simplemente desaparecimos misteriosamente. Por mucho que odie decirlo, estas personas aquí no son tu familia".

Jinsoul salió disparada de su asiento, "¡Es fácil para ti decirlo! Tienes una familia completa esperándote en casa. Estoy segura de que odias el hecho de que existas aquí, ¿no es así? No eres el centro de atención en la vida de tus padres, nadie realmente te conoce, ¡simplemente estás viviendo a la sombra de ti misma en esta dimensión!"

El rostro de Jungeun se contorsionó en una expresión de ira cuando Jinsoul habló, eso no detuvo a la mayor de la ira y el dolor que ahora se había apoderado de su cuerpo.

"¿Sabes algo? No tienes idea de lo que se siente perder a dos miembros de tu familia en un día". Jinsoul dijo en voz peligrosamente baja mientras se agarraba a la mesa frente a ella, "¡No tienes idea de lo que es ver morir a tus seres queridos! ¡Verlos mientras exhalan su último aliento! ¡Incapaz de hacer algo al respecto!"

Jinsoul estaba jadeando pesadamente cuando terminó y Jungeun se sentó con los ojos muy abiertos. Se preguntaba cómo exactamente había cambiado drásticamente el estado de ánimo de Jinsoul en el lapso de unos minutos.

Jungeun cruzó los brazos sobre el pecho y se apoyó contra la mesa, mirando a la contraria, que se había hundido en su asiento y ahora la estaba mirando.

"Bueno." Jungeun dijo manteniendo el nivel de voz, "así que dime Jinsoul, si viviéramos en esta dimensión, ¿cómo funcionaría? ¿Seguiremos viviendo en la biblioteca de nuestro colegio? ¿Viviríamos de las barras de proteínas y la comida que te las arreglas para sacar de contrabando de tu pequeño "trabajo" de niñera?" La rubia menor levantó las manos para hacer las comillas. "¿Así es como vamos a vivir por el resto de nuestras vidas? ¿Sin planes futuros? ¿Qué sucede cuando tu supuesta familia ya no necesite una niñera? ¿Nos convertimos en carroñeros? ¿Vagamos por las calles el resto de nuestras vidas en busca de comida?"

Jungeun terminó e instantáneamente sintió una punzada en su corazón. Con solo mirar a Jinsoul a los ojos, supo que su punto la había golpeado severamente. Tal vez no debería haberlo dicho así, tal vez debería haber sido más amable al respecto.

Hubo unos minutos de silencio en los que ninguna dijo nada a la otra.

"Tienes razón."

Jungeun miró de repente a la chica sentada frente a ella. Jinsoul estaba mirando a la mesa, una expresión sombría se extendía por su rostro.

"Tienes razón." Jinsoul repitió. Se sentía desesperada, derrotada. Quedarse en esta dimensión no iba a resolver repentinamente sus problemas, no volvería a construir a su familia y a convertirlos en una familia feliz. En lo que a ellos respectaba, estaba muerta. Ella no existía. Eso era todo lo que había al respecto. Pensó en su madre en casa, sabía que su madre probablemente estaba enferma de preocupación e inmediatamente se sintió extremadamente culpable.

"Pero, ¿cómo vamos a volver?" La mayor preguntó mientras suspiraba.

Jungeun, que todavía estaba en estado de shock porque Jinsoul incluso había estado de acuerdo con ella, se aclaró la garganta y se sentó.

"Bueno", comenzó Jungeun, "estaba pensando que tenemos que esperar hasta que las condiciones sean exactamente las mismas que cuando llegamos. Cuando cruzamos a esta dimensión estaba lloviendo y era cerca de la medianoche, ¿recuerdas? Además, estábamos tocando La estatua de Appleton cuando cayó un rayo, creo que eso es todo".

Jinsoul asintió con la cabeza pensando en cómo estaba apoyada contra la estatua y había jalado a Jungeun hacia ella cuando el papel se incendió. Parecía que el rayo que había golpeado la estatua había pasado a través de ella y había sido transferido a la menor y así fue como cruzaron. Estaba bastante impresionada por la inteligencia de la chica frente a ella, Jungeun realmente lo había pensado todo.

"Además", continuó la chica, "verifiqué el pronóstico del tiempo y va a haber una tormenta en dos días".

¡¿Dos días?!

Jinsoul sintió que se le caía el corazón, tenía muy poco tiempo para estar con su familia. Ella no expresó estas preocupaciones, sino que simplemente asintió con la cabeza. No había llovido durante los últimos días, así que tenía sentido que iba a empezar a llover de nuevo, si el clima aquí era como el clima en Appletown, una tormenta de lluvia estaba muy atrasada.

"Jinsoul, lo siento mucho por todo." Jungeun dijo, su voz era suave.

"No te preocupes por eso." La mayor dijo, su voz tembló un poco, "no es tu culpa".

"Tampoco la tuya." Jungeun respondió rápidamente pero Jinsoul lo dudaba.

La mayor sentía que de alguna manera ella era la culpable de cada desgracia que había sucedido en su vida. No había sido lo suficientemente fuerte como para sacar a su padre y a su hermana del carro cuando pasó el accidente. Ella no había sido lo suficientemente fuerte como para llorarlos adecuadamente y superar su muerte. No había sido lo suficientemente fuerte para ser la hija que sabía que su madre quería que fuera. Que su madre necesitaba. Sentía que en realidad no había nada extraordinario en ella ni en nada de lo que hacía.

"Deberíamos dormir un poco", murmuró Jinsoul.

Jungeun, que la había estado observando atentamente, asintió lentamente. Cogió la botella de agua de la mesa y siguió a la contraria hasta los sofás. Su corazón dolía por la chica que estaba parada frente a ella, deseaba poder hacerla sentir mejor, deseaba que las cosas fueran diferentes. Deseaba haberla encontrado en diferentes circunstancias.

Pero, por supuesto, ¿Quién consigue lo que desea?