Estela deliciosa y maravillosa; Fugaz y asombrosa para el paladar del sentir. Suave y elegante forma de vestir en pliegues salvajes movedizos flamenates y humeantes del cosmos.

Eres parte del Río de todo el entramado universal; cargas en tu disposición peces metálicos que exaltan reflejos perspicaces, ricos en antigüedad y composición, que ningún pescador alcanza por ahora.

Te veo a través de mis ojos, con ayuda de un telescopio; eres tan extraño y distante, tan lejano y brillante, que eres una exquisita pieza de arte. Una obra natural, no surgida de ninguna mano ni extremidad mortal.

Eres una mítica justicia de las nubes, de las estrellas, chocando y pasando de largo según un juicio arbitrario pero justo. La laguna de la galaxia es tu sitio, gran ballena de ropa viva y voraz. Darme un recordatorio de la grandeza universal es tu desdén, mientras que en mi corazón de polluelo es el más grande premio aleatorio.

Dame un espectáculo al llegar en manada, cruzando el río que está sobre nuestras cabezas en pareja; haznos sentir que eres imparable, amigable y admirable.

Estela deliciosa y maravillosa, ¿qué no eres tú, cometa, más que placer en toda meta?¿acaso no eres la más grande metáfora de todos los demás?¿no eres, si mal no va mi juicio, todo aquello que se veía cruzar y es amado por todos por igual?.

Que grandiosa meta la de surcar mi cabeza, ¡Fugaz y asombrosa para el paladar del sentir y el existir!.