Nos encontramos con estos como una sorpresa, un vacío de nuestra mente y de la propia física. Una entidad hambrienta que traga sin pararse, sin carecer de cansancio y proclamando una amenazadora succión. Son un abismo que devuelve la mirada, a la vez que llama a todo que se se viese cercano a su lugar, succionando y succionando todo ente sin mirar.

No son vida, son algo desconocido; son el resultado de la muerte de un dios, de una luz lejana y cercana que propicia una visión perpleja.

Son agujeros en el gran océano del mundo, perpetrando a lo desconocido; a lo imposible de ver. Son misterios, una criatura devastadora y que se sienta para devorar en el gran banquete de las estrellas. Se alimenta de todo, sin mirar en lo absoluto.

Son un enigma; son un miedo entre las grandes manchas. Pero incluso en el gran desorden hay un orden. Su concepción es aterradora, más que cualquiera aplastadora. Pero su belleza reside en su desconocimiento, ¿qué habrá detrás de este?¿qué alivios o desagrado me pueden contraer?.

¡tal vez no sepa nada!¡pero tampoco te temo!¡tan solo espero poder comprenderte algún día, y reir de los tontos temores que algun día yo excedía!.