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ꕤ「capitulo 8」


Taehyung

— Buenos días — saludo a Jungkook juntando nuestros labios, para después dejar otro beso en la mejilla de mi sobrino.

— Sientate y desayuna.

Hago caso y me siento, observando lo preparado por Jungkook — Todo se ve delicioso.

— Espero que te guste — me sonríe tan lindo que mi corazón se acelera de inmediato — Baekhyun, me preguntaba, quizás... ¿podemos salir a pasear los tres? — propone Jungkook.

Está muy animado y de buen humor.

Y quién no lo estaría después del buen sexo que tuvimos.

— Me encanta la idea —contesto.

Desayunamos sumergidos en silencio mientras recuerdo como si fuesen videos en mi memoria todo lo sucedido en la cama con Jungkook, mordiéndome los labios recordé la maratón de sexo, y eso que fue el primer día junto a él. Entiendo porque Jungkook está con un humor estupendo y sobre todo, con aquellos ojos que no han dejado de brillar desde que conectamos nuestros cuerpos.

—¿En qué piensas, amor?— pregunta Jungkook sacándome de mis pensamientos.

—Nada, cariño — aseguro —¿No tienes que trabajar en la fábrica? —pregunto curioso.

Tengo entendido que Jungkook trabaja con su padre en una fábrica de algodón que le pertenece a su familia.

Baekhyun me contó que Jungkook gana muy poco ahí, las ventas bajaron y la fábrica está a punto de quebrar.

— Le he pedido a mi padre que me de estos días libres. El lunes regreso a trabajar... —informa y no pasa desapercibido para mi aquel leve sonrojo en sus mejillas — Quiero salir con ustedes, en familia y divertirnos como tanto deseas — con un nervioso tono, termina de hablar.

Debe amar mucho a mi hermano como para simplemente dejar su trabajo por él.

Estoy consciente que no puedo acostumbrarme a él o no querré irme de su lado.

No ahora que he probado sus besos, sus caricias y más.

— Gracias, mi amor — aquello lo digo con sinceridad, aunque ese acto no sea realmente para mi.

—Pienso que sería bueno invitar a Taehyung a tu fiesta... —pronuncia mi nombre de la nada — Festejen juntos ese día especial, porque veinticinco años no se cumplen siempre — esbosa una gran sonrisa como buscando convencerme.

Me sorprendo por lo que escucho de sus labios.

— No creo que Taehyung desee venir si nosotros nunca lo invitamos a algún evento familiar — murmuro nostálgico.

— Te he pedido muchas veces que lo invites a cualquier evento importante, pero tú me has contestado que Taehyung está ocupado como para venir a esta ciudad que tanto odia —contesta Jungkook con un tono entrecortado — Ahora que has hecho las pases con él, creo que debes intentar convencerlo de venir.

No puedo creer lo que estoy escuchando.

Baekhyun, él...

Todo este tiempo Baek evitó que viniera a Incheon. Él no quería que los visite y no entendía sus razones.

—Taehyung llegará a Incheon para celebrar nuestro cumpleaños número veinticinco —aseguro con molestia en mi voz.

Cuando terminen los seis meses que acordamos, tan solo unas semanas después es nuestro cumpleaños y estaré presente como Taehyung ante todos.

Baekhyun se enterará que conmigo no debió meterse.

Planeo que Baekhyun deje de ser el bueno que todos creen y esa será mi venganza, su reputación ahora será la dañada.

—Taehyung, regresará —murmura Jungkook a lo bajo, así que fijo mi vista en él.

Está sonriendo, una sonrisa tan cautivante.

— Taehyung regresa después de años a Incheon y festejaremos juntos nuestro cumpleaños —le dí mi palabra.

—Me alegra oír eso —comenta Jungkook recogiendo de la mesa lo que usamos en el desayuno.




— ¡Qué asco de ropa! — chillo horrorizado viendo el ropero de Baekhyun.

Camisetas de colores apagados, pantalones enormes y ropas interiores de abuelo.

¿De verdad Baek usa de estas ropas interiores?

Hago una mueca, imaginandolo puesto — Necesito ir de compras urgente — me digo a mi mismo.

Opto por ponerme una camiseta blanca de Baekhyun y uso uno de los pantalones que traje en la maleta. Me arreglo el cabello y me maquillo suavemente.

—Tengo que mandarle un mensaje a Minnie — recuerdo.

Guardo el celular y dinero en efectivo en un pequeño bolso y salgo de la habitación para reunirme con mi "esposo"... que bien sonaba eso.

—So-hee, por favor — escucho la voz de Jungkook cuando estoy a unos pasos de la sala.

Me acerco para ver y lo encuentro empujando suavemente a una mujer con curvas por todos lados que está acorralandolo con una clase de pastel en sus manos.

—¿Qué significa esto? — reclamo curveando una ceja.

Baekhyun y yo somos pelicastaños, piel hermosa a simple vista y quizás unas curvas perfectas. La tal So-hee es una rival físicamente fuerte, pero nunca me deje amedentrar por alguien más llamativo.

— Baek, querido, regresaste — saluda y noto el desinterés en su voz — Traje un pastel para Jungkook, pero él no quiere recibirlo — explicó haciendo un intento de puchero.

Miro a Jungkook, este solo desvía la mirada a cualquier parte de la sala.

— Jungkook ve por Junseo, ya sabes, para salir a dar nuestro paseo en familia — pido a Jungkook. Este se aleja de So-hee para ir a la habitación por el niño.

Una vez solos, escaneo de arriba a abajo a la mujer.

— Regresaste igual de fofo del viaje. No veo algún cambio en ti — dijo burlándose de mí.

Me acerco a ella con una mirada amenazante.

— Escúchame, queridita — ella me toma atención — No me gusta que le andes preparando pasteles a mi esposo porque para eso estoy yo —abre los ojos de más, poniéndose nerviosa por unos momentos pero se repone — Mejor vete de aquí o conocerás el enojo de un esposo celoso.

Ella se ríe.

— ¿Celoso? — ríe más fuerte — Eso quiere decir que me crees un peligro para tu matrimonio, me crees mejor que tú, aunque eso es más que evidente — siguió burlándose.

— Querida, tú ... mejor que yo, no eres. Si supieras lo sensacional que puedo llegar a ser, tu no serías nada a mi lado — hablo entre dientes con un tono enojado logrando que la sonrisa se borre de su rostro.

Frunce las cejas en molestia.

—El obsesionado religioso de la ciudad ha sacado las garras — se acerca demasiado a mi — Escúchame fingido, porque eso es lo que eres y ahora me vengo dando cuenta, yo puedo tener al hombre que se me de la gana y tu esposo no será la excepción — intenta ganarme en la discusión.

Suelto un suspiro.

¿Es en serio?

Ya harto del asunto, ahora soy quien ríe — Si tienes al hombre que tu quieres, bien por ti querida, pero con mi hombre antes tienes que tener bien puestas las siliconas para intentar quitármelo — alzo la voz, dejandola sorprendída.

Levanta una de sus manos para darme una bofetada pero soy más rápido, tomo el pastel que trajo y se lo lanzo al rostro.

— Maldito — chilló escandalosamente.

Jungkook aparece con Junseo en brazos y al ver lo que hice, observa sorprendido.

—Gracias por el pastel, estuvo muy delicioso — digo empujandola suavemente hacía la salida.

— Esto no se queda así, te has ganado una enemiga —advierte saliendo furiosa.

—¿Por qué hiciste eso?  — me recrimina Jungkook parándose a mi lado.

— ¿La defiendes? —contraataco a lo que él niega rápidamente.

— Es la primera vez que me haces una escena de celos. Esto me sorprende — noto que decía la verdad — Cuando ella se mudó al lado, en la primera semana de conocernos me intentó besar, dijiste que yo le gusto pero lo tomaste normal y ahora tu haces esto... — Y si, esta muy sorprendido por mi acción.

La ira se reduce en mi cuerpo.

Es que...

Baekhyun es un estúpido que le estaba entregando a su esposo en bandeja de oro a aquella mujer.

— Ya me canse que te toque tanto — me excuso.

— Esta bien, comprendo cariño — deja un beso en mis labios — Vamos a dar el paseo y de paso compramos algunas cosas que nos hacen falta.

Asiento y salimos de casa en familia.

—Pa —estira sus brazitos hacía mi.

Lo tomo en brazos y al instante siento como Junseo toca mi pecho sobre la ropa dejándome consternado.

— Sé que le has quitado la lactancia hace meses porque te hace doler, pero él quiere seguir — explica Jungkook caminando a mi lado — Aunque creo que se seco, anoche cuando chupe tus... — él se sonroja quedándose callado, y entendí rápidamente a que se refería.

¿Lactancia?

Es cuando recuerdo que Junseo tiene un año apenas. Baekhyun no me dió la información completa sobre él y me siento perdido en algunas cosas.

— Lo siento bebé, pero estoy adolorido — le hablo a mi supuesto hijo.

Él me observa curioso pero se mantiene en silencio entre mis brazos dejando de insistir con mi pecho.

Continuamos con nuestra caminata hacía el mercado. Algunas señoras que antes hablaron mal de mi, me saludan con amabilidad en el camino al ser Baekhyun.

Si tan solo supieran quien soy en realidad, les regresaría la hipócresia.

Taehyung.

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