Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ꕤ「capitulo 21」


Taehyung

Han pasado meses y sigo enamorado de Jungkook, pasar este tiempo hermoso a su lado no ha permitido que pueda dejar de amarlo. Aprendi a adorar esta vida...

Una vida que no me pertenece. Una vida donde Junseo y Jungkook son mi mayor felicidad.

Ahora siento tristeza, también estoy nervioso, porque el plazo del intercambio se terminó y no sé nada de Baekhyun. Eso me preocupa.

Necesito saber su paradero.

— Amor me voy a trabajar — Jungkook me saca de mis pensamientos cuando habla y me envuelve entre sus brazos, dando cortos besos en mis labios.

— ¡Que te vaya bien, amor!

Él asintió acercándose a mis labios por otro beso, esta vez más duradero y después posa sus labios en la frente de su bebé, lo besa con cariño — Cuídense mis amores, nos vemos más tarde — se despide y se aleja de nosotros, saliendo de casa.

Nuestra relación ha sido muy bonita en estos meses y por un momento llegué a pensar que él podía amarme de nuevo si sabe que soy Taehyung, pero sigo teniendo miedo de decirle la verdad.

Llegue lejos con mi mentira.

— ¿Qué hago? — pregunto mirando a Junseo. Él me mira y sonríe metiéndose su papilla de frutas a la boca.

Resignado me siento junto a su silla especial donde el niño esta comiendo y sigo desayunando mis huevos revueltos con tocino y el jugo que me preparé.

¡Tremendo apetito que tengo!

Pero ese apetito pasa a segundo plano por lo que sucedió después. Tras comer con gusto mi desayuno, de la nada sentí la sensación de asco y malestar.

Corrí al baño para expulsar todo lo que tenía en mi estómago.

— ¡¿Qué me está pasando?! — pregunto mirándome en el espejo.

Náuseas, vómitos, dolor de cabeza y muchos mareos es lo que siento desde hace semanas.

¿Estaré enfermo de algo?

El sonido de la puerta principal siendo tocada me saca de mi debate mental.

Imagine que fuera cualquier persona menos Baekhyun con una sonrisa arrogante, un traje apretado color platino, el cual es mío, y unos lentes de sol.

¿Lentes de sol?

Bufo y ruedo los ojos.

— Regrese a mi hogar, ahora puedes irte hermanito — anuncia entrando a la casa.

La sensación de malestar regresa pero esta vez es por culpa de mi gemelo.

Observo como Baekhyun carga a Junseo y este se pone a llorar.

— Soy tu papito, ¿Cómo se comportó mi bebé precioso? — le habla de forma aniñada pero el niño seguía llorando y eso molestó a mi hermano.

¿Qué esperaba?

Que el niño lo reciba con aplausos y risas.

— Baek, ¿Por qué has regresado? — pregunto sin ocultar mi enojo.

Él me mira como si fuera alguien de la realeza, con total superioridad.

— ¿Pensaste que podías quedarte con mi esposo e hijo? — se ríe de mi.

Eso no debe estar pasándome a mi.

Baekhyun no debería reirse ni humillarme, yo debo hacerlo con él.

— Sabía que regresarias porque no eres como yo querido y nunca serás ni la mitad — aclaré — Solo mírate, derrotado y es por eso que regresaste — ahora soy yo él que ríe.

Baekhyun borró su sonrisa y me sentí mejor con eso.

Tomo las maletas que trajo y los llevo a la habitación dejando de lado a mi hermano con su hijo. Baek trajo ropa mía y eso es una felicidad grande porque no usaría más la ropa espantosa de religioso que usa Baekhyun.

— Es hora de otro cambio, dejaré de ser tú — dijo Baek entrando a la habitación y sacando algo de ropa del ropero para después meterse al baño.

De la maleta que trajo, saco una camisa roja con cuello en forma de V y un pantalón de cuero que se apegó a mi como si fuera otra piel. Me maquillo con mucho más vida y no podía faltar el brillo en mis labios.

— Este soy yo — sonrio.

Me siento orgulloso de mi forma de vestir, maquillar o expresarme, y ya no me importa lo que digan los demás — Soy único — me guiño el ojo a mi mismo.

Baekhyun salió del baño con una camiseta verde holgada y unos vaqueros pasados de moda.

Solo ropa y apariencias de una persona santa porque él esta tan o más podrido que yo.

— Este soy yo — dijo Baek, sin muchos ánimos.

— Como sea. Dame mis cosas personales — exijo.

Me entrega en un bolso mis documentos de identidad y yo le dí los suyos. Luego intercambiamos nuestros celulares, ambos fuimos astutos porque borramos los mensajes como si ocultaramos algo.

Somos iguales en ese sentido.

— Alistare mis cosas para irme querido — le aviso.

Él asintió y salió de la habítacion.

Reuno mis joyas y otras pertenencias más, acomodandolas en las maletas que trajo Baekhyun. En el proceso trato de no llorar porque me ire de la casa que considere mi hogar y regresaría a mi miserable vida en Nueva York.

— No podré saber si me amarías de nuevo — susurro lleno de tristeza.

No lo pienso más y arrastro las maletas hacía la sala. Y me acerco triste a Junseo.

— Hola pequeño, soy tu tío Tae — me presento tal como soy — Te quiero mucho pequeño, te ganaste un pedacito de mi corazón — lo abrazo con fuerza.

— Al parecer mi hijo sigue pensando que eres su padre — miro a mi hermano con el ceño fruncido — Solo míralo, se ve felíz cuando está contigo — dijo furioso.

Lo ignoro y me centro en acariciar a Junseo por última vez.

Y otra vez esos estúpidos mareos regresan pero me sujeto de algo para no caerme.

— Mierda — me pongo mal.

Dejo a Junseo en brazos de su padre.

— Amor regresé — se escucha la voz de Jungkook.

— Doble mierda — susurro Baek.

Baekhyun y yo nos miramos con nerviosismo.

No.

Eso arruinaría mis planes de irme sin que se diera cuenta.

Jungkook llegó a donde estabamos y pestañeó varias veces, viendo a ambos sin comprender.

— Hola, querido. Tanto tiempo sin vernos — yo saludo y le guiño el ojo.

Jungkook sonrío y se acerca a mi para apretarme la mano — Taehyung, sin duda. Que bueno verte de nuevo — actua amable conmigo.

Mi corazón se rompe en dos cuando lo observo alejarse de mi y acercarse a Baek para plantarle un beso en los labios.

— Papá me dió el día libre porque por el momento no hay mucho que hacer — contó Jungkook y sé que es mentira.

Aunque él no me lo haya contado, sé que la fábrica de su familia está en quiebra y he escuchado chismes de que estan despidiendo empleados por falta de pago.

— ¿Planeas quedarte con nosotros, Tae? — pregunta Jungkook curioso al ver mis maletas.

Antes que respondiera, Baekhyun lo hace por mi.

— Se irá a un hotel — asegura él.

Si se nota que tiene ganas de que me vaya de su casa.

— De ninguna manera Taehyung, tú te quedas con nosotros. Has recibido a Baek en tu departamento durante dos semanas, lo justo es que te quedes aquí — asegura Jungkook.

Baekhyun me observa con molestia y me hace señas para que no acepte.

Lo hacía más difícil para mi.

— No quiero incomodar — apesar de tratar de evitarlo, mi voz denota nervios.

— Tenemos una habitación disponible — Jungkook se aproxima a llevar mis maletas hacía la habítacion sin que le diera una respuesta.

Ay, no.

— Unos días y te vas o tendremos problemas los dos — sonó una amenaza por parte de Baek.

¿Qué está pasando?

No entiendo porque todo sucedía tan rápido.

El dolor de cabeza que tengo no me deja pensar las cosas con claridad y no sé que hago, y entonces... recién, ante la amenaza de Baekhyun, me dí cuenta que no debería hacerle caso a él y marcharme tan rápido.

— Me iré cuando se me de la gana — lo miro fijamente y logro calmar a la fiera salvaje que es conmigo.

Jungkook regresa con nosotros, él traía una sonrisa hermosa que tan solo ese gesto podía calmar mi dolor de cabeza pero estando mi hermano presente no hace efecto a su totalidad.

— Ya que Taehyung regreso después de años... ¿Les parece si salimos a pasear a la plaza o a donde ustedes quieran? — propone Jungkook entusiasmado.

— Conmigo no cuenten, mis pies me duelen — responde Baek poniendo su típica expresión de chupar limón lo que no paso desapercibido por Jungkook quien confundído lo escanea con la mirada.

— Entonces, vamos Taehyung. Te enseñaré como cambió Incheon en tu ausencia, ¿No te importa, amor?— consulta Jungkook observando a su "esposo".

— Ash, que pesado eres te dije que conmigo no cuenten... salgan ustedes pero el niño se queda conmigo — se expresa con indiferencia.

Jungkook se pone triste ante la conducta de su amado esposo.

— Vamos, querido. Enseñame — Trato de alegrarlo.

Asintió y salimos juntos de la casa. Como siempre las personas me miraron con desagrado y repulsión, a lo que enderece la mirada y me reí.

— No les hagas caso — aconseja Jungkook cuando nota la situación.

— No me importa lo que piense está gente de mi — contesto seguro para adelantar los pasos con movimientos sensuales.

— Hola Baek — me saluda una señora que va a misa también.

— Soy Taehyung, el gemelo rebelde — le guiño un ojo y continuo mi camino con Jungkook, dejando a la señora en shook.

Con eso basta para que medio pueblo se entere que regrese.

¿En qué estuve pensando al querer irme de aquí?

— Aún no me iré — murmuro por lo bajo.

— ¿Qué dices? — Jungkook me observa curioso.

—Nada, querido — respondo.

Y enrollo mi brazo con el suyo para seguir caminando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro