Namjoon había llegado a casa después de su World Tour estaba mas que feliz de estar en casa después de varios meses, tomo una botella de agua del refrigerador y tomo de esta hasta que no quedo ni una sola gota. Se había encontrado con el chico del cubre bocas varias veces en tiendas, parques, fiestas y obviamente en sus conciertos, no sabia como había conseguido entrar su arma a cada uno de sus conciertos, pero no iba a negar que se sentía seguro sabiendo que el estaba ahí. Quito todas sus prendas dejando solo su ropa interior y se tiro en su cama para dormir tranquilamente, había mandado a cambiar la contraseña de seguridad para entrar a la casa así que el pálido chico no podría volver a entrar sin su consentimiento. Cuando abrió sus ojos en la madrugada se encontró con una sombra en la habitación, encendió su lampara y maldijo en voz baja cuando vio a Jin en el umbral de la puerta mirándolo calmado, Namjoon tomo la cobija y se tapo rápidamente al ver que su mirada estaba fija en su cuerpo sintiendo una electricidad recorrer todo su cuerpo.

  — Q-que... ¡¿Como demonios entro?!— Grito Namjoon nervioso. Cuando sus ojos se acostumbraron a la claridad vio al pálido llorando con la cara en rojo y las venas de la cien notorias.

Jin se abalanzo al cuerpo de Namjoon rodeando su cuello con sus largas manos haciendo presión, el menor intentaba tomar un poco de respiración mientras golpeaba sus brazos intentando safarse pero eso solo hizo que el mayor apretara mas el agarre así que golpeo la cara del contrario con la fuerza que le quedaba al instante vio un morado formarse en la mejilla ajena pero este no se rendía y cada vez apretaba mas su agarre. Namjoon pataleo y siguió golpeando sus brazos aunque no conseguía nada, sentía sus pulmones arder al igual que su cuello, su rostro estaba lleno de lagrimas y rojo por el esfuerzo. Jin no pensaba claramente, solo quería verlo muerto, quería que dejara de ser feliz, quería que pagara por lo que hizo aunque Namjoon no había hecho nada para merecer todo el sufrimiento que estaba teniendo en su corta vida, Jin lloraba y sollozaba apretando mas su agarre aunque pareciera imposible y cuando vio que el menor dejo de rebelarse lo soltó dejando a este a punto de perder la conciencia.

   — Debí matarte ese día, ¡debí matarte maldita sea! — Golpeo suave el pecho del menor que respiraba forzado todavía llorando — Debí hacerlo antes de que me gustaras, hubiera sido mas fácil Namjoon.

Jin con lagrimas amargas se acostó al lado del menor depositando su cabeza en el pecho de este que todavía no había podido regularizar su respiración. Namjoon quería hablar pero su garganta dolía y ardía tanto que cuando intento hacerlo salio un quejido roto de esta y sintió un inmenso dolor. Recordó las palabras de Hoseok.

  — ¿Crees que el sienta lo mismo?... 

Tal vez lo sentía pero ¿Que persona intenta matar a quien le gusta?

  — ...No digo que apoye tu locura al cien por ciento 

pero Nam dijiste que es peligroso ¿Acaso no tienes sentido común?  

Si, Hoseok tenia razón. Namjoon estaba errado. Se sentía tan curioso de saber quien era aquel chico que ligo sus sentimientos en el proceso y como un niño se dejo dejo llevar de la curiosidad de lo oculto, de aquello prohibido y casi moría por ello.

Este es el capitulo mas corto que he hecho pero queria dejarlo hasta ahi y dejarlos con la duda.

 Lo siento por lo corto del cap. Esta es la primera actualizacion que hago en el dia de hoy asi que pendientes.

Dejen su voto y comentario.

Gracias por el apoyo y por ser pacientes.

Annyeong.