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Capitulo 1


Otro año más y Dalia tenía que seguir viviendo en aquel mundo donde odiaba estar. No le gustaba relacionarse con las personas, detestaba el calor que el sol daba y el ruido mezclado con las luces artificiales le causaba jaqueca. No podía soportar pasar esto, siempre había sido una mujer solitaria por lo que las relaciones con los demás se limitaban a lo estrictamente necesario.

En su trabajo no podía ser peor. Era reportera en un canal de televisión hace dos años y aunque fuera poco tiempo ya estaba cansada de eso. Al parecer su vida necesitaba algo distinto, un respiro, un lugar donde se sintiera bien y alguien con quien en realidad quisiera relacionarse. Pero no sucedía así, por lo que hacía presión en su cabeza para que consiguiera soportar esto. ¿Hasta cuándo? Ni siquiera ella misma lo sabía.

-¡Dalia! - escucho como uno de los camarógrafos que le habían asignado este año la llamaba.

El se acerco a paso rápido hacia ella.

-El jefe te necesita. Al parecer te encomendaran un nuevo...

-Déjalo así, con que digas que me necesita es más que suficiente. No hables de más. - le dijo Dalia interrumpiéndolo.

Camino con tranquilidad hasta la oficina de su jefe. Estaba segura que sería un nuevo reportaje, solo esperaba que no tuviera que ver con el clima. Toco la puerta dos veces y al escuchar el aval para que entrara prosiguió hasta su escritorio quedando de pie ante él.

-Me dijeron que me necesitaba.

-Sí, siéntate. - le dijo él extendiendo su mano señalando la silla al otro lado de su escritorio.

-No hay necesidad. Escuchare todo de pie.

-Está bien. - Hizo una pausa para luego continuar - Hace poco se han venido presentando unos asesinatos en la carretera que conduce al Valle Torrado. Se han encontrado ya tres cuerpos de mujeres bastante jóvenes en los escasos dos meses que llevamos de este año. Lo que quiero es que sigas de cerca esos asesinatos y te unas a la policía que los investiga para que cada semana me reportes lo que adelantan las autoridades. Quiero que te encargues de esto, por lo que ya hable con un contacto que te permitirá información primordial conforme avanza la investigación. Prepárate para salir esta misma noche al Valle Torrado. Pagaremos tu estadía allá. Llévate al equipo que se te asigno este año y si necesitamos que reportes en vivo lo que está sucediendo, espero que lo hagas con todo el gusto.

Y conforme a lo que él dijo así fue. Salieron esa misma noche un grupo de cinco personas en un carro que la misma empresa había asignado. Dos de ellos entusiasmados pues era la primera vez que trabajaban fuera de las instalaciones del canal.

Dalia había podía hablar con el contacto con el cual su jefe quería que se relacionara. A través del teléfono le hizo unas cuantas preguntas indagando acerca de los asesinatos, mientras ella trataba de escribir con la incomodidad que el espacio le ofrecía. Pudo darse cuenta además que esta persona era alguien que seguía los asesinatos muy de cerca, como tal no era el detective encargado de la investigación, pero si alguien que tenia que ver con todo lo concerniente a la supervisión de lo que se realizaba en este caso. Como era de esperarse el nunca se encontraría con ella personalmente, se tomo la decisión de que todo seria por teléfono como en ese momento y que obviamente no obtendría su nombre.

Después de cinco horas de trayecto llegaron al Valle Torrado, donde se hospedaron en un hotel no muy lujoso y más contemporáneo como era aquel lugar.

A la mañana siguiente los despertaba la noticia de que otro cuerpo había sido encontrado muy cerca a la mitad de la carretera que conducía al Valle. Prepararon todo rápidamente y condujeron más o menos dos horas de camino hasta el lugar, donde habían hallado lo que se suponía que era una joven.

La escena para algunas personas era grotesca de ver, pues aparcaban sus carros a un lado de la carretera y salían presurosos a mirar, pero así como rápidamente llegaban se iban, ya que no resistían ver ese cuerpo en condiciones reprobables. Sus compañeros poco se acercaron, tomaron unas cuantas fotos antes que se lo prohibieran y se retiraron con cara de incomodidad. Todo lo contrario pasó con Dalia, pues rápidamente detallo el cuerpo como si sus ojos quisieran comérsela. La mujer parecía haber sido exprimida hasta morir. Su cuerpo poseía un color grisáceo. Su piel se había tornado flácida, el olor era insoportable y su rostro era casi irreconocible. Se podían ver algunos fluidos fuera de sus oídos y tenía grandes ampollas en su piel. Sus ojos hundidos hacia el interior de su cráneo la hacían ver espeluznante y su boca entreabierta dejaba ver algunos bichos voladores que se había posado allí. No continuo detallando aquella escena pues las personas encargadas del levantamiento del cuerpo empezaron a alejar a la poca gente que se atrevía a ver la joven.

La persona aliada se encargo de contarle a través del teléfono y con unas cuantas imágenes que envió a su celular, que la muchacha había muerto desangrada, que habían exprimido de ella hasta su última gota de sangre y que llevaba al parecer cuatro días de muerta. Su cabello se encontró en algún momento cubierto de sangre y por eso los restos en el. Como si un animal la hubiera arañado habían hecho grandes heridas en varias partes de su cuerpo, por lo que se cree que a través de ellas termino por desangrarse. Le faltaba el dedo corazón de su mano izquierda y le confirmo que estuvo viva alrededor de 36 a 48 horas, sufriendo como su cuerpo derramaba sangre como si fuese agua saliendo de un grifo.

Dalia en su cuarto aun continuaba mirando las imágenes que aquella persona le había enviado. Aunque a simple vista eran grotescas empezó a acercarlas para verlas mejor. Se podían observar las grandes heridas en sus piernas como si hubieran tomado el cuchillo y lo arrastraran sobre su cuerpo dejando ver como algunas partes les faltaban pedazos de piel o se hacían hacia un lado quedando al descubierto un gran agujero. La cara de la joven parecía la de un pez exhibido en el supermercado con la diferencia de que ellos se veían frescos. Por alguna razón le causaba un poco de satisfacción mirar esas imágenes una y otra vez pero al mismo tiempo se preguntaba el motivo del porque matar a una persona de esta manera. Mil ideas se le vinieron a la cabeza pero fue interrumpida inesperadamente.

-¿Sabes lo que dicen? Que se trata de un vampiro y que se está bebiendo la sangre de las jovencitas. - le contaba uno de sus compañeros.

-No pongas atención a eso. O es que ¿acaso le dirás al Jefe que a los del Valle los acecha un vampiro? - le dijo Dalia con una pequeña risilla y saliendo del cuarto para contestar una llamada.

Saco de su bolsillo el celular que vibraba fuertemente avisando que con solo nombrarlo era de mala suerte.

-¿Cómo ha estado Jefe?

- No entiendo porque no hiciste el reportaje en vivo cuando encontraron el cuerpo de esa mujer. Pensabas que no me daría cuenta. Quiero que mañana en la mañana entrevistes a algunas personas y me envíes el reportaje.

Dalia no alcanzo a decir nada mas, él colgó abruptamente mientras ella maldecía que tuviera que ser en la mañana.

***

-¿Qué te parece si nos hacemos debajo de ese gran árbol. Además deja ver una de las sedes de la policía aquí en el Valle? - decía Dalia actuando como si le entusiasmara la idea.

- No Dalia. Allí no. Si aprovechamos la luz del sol saldrá mejor la toma. La sombra del árbol no nos servirá de nada. - decía uno de sus compañeros ya bastante enojado pues llevaba horas insistiéndole. - Se hará aquí donde da el sol y punto.

Dalia no siguió insistiendo, era inútil y la paciencia de ella también ya se había terminado. Pidió que fuera rápido y corrió hacia el sitio donde empezaría el rodaje. Se miro al espejo antes y noto algunas grandes y oscuras ojeras en su rostro, se retoco un poco el maquillaje y pido insistentemente que comenzaran.

Entrevisto dos personas y hablo un poco de lo que estaba sucediendo en ese lugar, luego de algunas tomas volvió bajo el árbol y empezó a sentir picazón en sus brazos debido al sol. Su cara se torno un poco roja y vio como una ampolla se asomaba en su mano derecha. Dejo a sus compañeros y salió a paso rápido hacia el hotel. Odiaba el sol, para lo único que a ella le servía era para sacarle manchas y quemaduras en su piel.

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