Cena de ensueño ❤💍
[Llamada cosmofónica]
-Milo! Milo estas ahí?
-Y... donde piensas que estoy si te estas comunicando conmigo directamente-
-Ahhh.. ¿donde estás?
-... pues en el estudio
-Con cuantas chicas estabas?
-Mmm... con cinco, pero luego que yo no les dije mucho se fueron... a ver... creo que solo con Mina
-Mmm... Mina... (-_-) te tiene confianza?
-Ahora... ¿que le digo? Esta bien Milo, tendrás que ser sincero pero no tanto- -Bien... no! Digo que no tengo mucha confianza solo cuando hablamos para los guiones y... hoy, en la noche... tendremos una... cena
-Cena?!!!
-Descuida! Te voy a llevar (*w*)
-Bueno, bueno... pero... no estoy en una... buena forma para ir (👉👈)
-Deja eso, estas perfecto
-Entonces me voy a alistar-
[Fin de la llamada cosmofónica]
A Milo nunca se le había cruzado por la cabeza ir con Camus, y eso? Pues por que tampoco pensaba ir a esa cena pero le paso por la cabeza una idea. Si llevaría a Camus a esa cena tal vez las demás actrices sean más lejanas y tengan más respeto hacía él.
Entonces, antes de ir a casa confirmo su presencia en aquella cena, que claro el director tuvo mucho que ver por que el tenía el pensamiento que si los actores se llevaban bien, la actuación sería más natural y fácil.
No paso mucho tiempo y Milo ya se encontraba en casa, espero tal vez por comer algo delicioso... como los labios de Camus por ejemplo.
Pero lo que encontró fue un tiradero de ropa en la entrada y un Camus depre en el sillon. No era lo que se esperaba pero al menos no era algo tan aterrador como los constantes celos de Camus, que si bien no eran muy molestos pero si daban miedo.
-Ahora por que estás con esa carita precioso?- se acercó el heleno, pasando por encima de toda esa ropa -Deja ese pan de lado- lo sacó de su boca pues el francés estaba ahí como estatua con carita triste y pan en la boca
-Nada me da bien, todo me hace ver deforme- se quejó como niño pequeño decepcionado de que no existe Santa Claus
-No digas eso, tu te ves hermoso con todo... además es muy bonito que la ropa resalte tu pancita
-Si, lo dices por que no eres tu el que lleva a los bebés!- reclamó
-Pero si lo hiciera de igual manera no querría ocultarlo para nada
-Yo no dije que lo quería ocultar, para nada- lo miró -Solo me quiero ver bien ante todas esa personas... yo se que van a ir bien vestidos y todo eso
-Entonces... te parece si vamos con ropa de pareja?- sonrió -Una ropa elegante pero de pareja
-Eso es... muy cursi y...
-De esa manera estaremos bien encuadrados
-Que cosas dices- sonrió un poco -Pero sigo sintiendo que todos me van a mirar raro...-bajó su cabeza, al parecer esto era serio
-Anda, yo te compraré algo nuevo para que dejes en tus talones a todos!... bueno... menos a mi
-Menos a ti?- río -Lo siento pero soy más elegante que tu
-Entonces cual es tu duda? Es obvio que vas a ser uno de los mejores vestidos de esa cena
-Entonces, supongo que está bien
Al fin el bichito había logrado convencer al francés. Pensaba que sería algo menos serio o cualquier pataleta que fueran producto de sus hormonas tan alborotadas pero al parecer eso si fue serio, se le veía con baja autoestima en ese instante.
Tenía que asegurar que se sintiera bien durante toda la cena por el bien de toda su amada familia.
[...]
Después de haber realizado las compras, ambos ya estaban listos para ir a esa cena tan importante.
[Camus]
No estaba nervioso aunque pareciera, pero si estaba algo tímido.
No es fácil creer que yo tenga una faceta como esa pero la causa por la que fui tan distante con los demás cuando era más joven, era exactamente por que era tímido en cierta y minúscula parte. Y si, ahora estaba así, pero me puse más tímido cuando entré al restaurante que, por ser un pueblo pequeño el lugar no era tan grande y amplio pero si superaba en demasía el comedor de la casa donde estamos Milo y yo.
-Estás bien?- preguntó Milo
-Si- asentí con la cabeza, quería parecer seguro de mi mismo, lo más reconfortante fue que Milo tomo mi mano con suavidad dando a entender que él me entendía
Varios vinieron en pareja, por no decir la mayoria pero siempre había alguno o alguna que estaba ahí sin nadie.
Lo que hacía sentir en cierta manera "raro" era el hecho que en cada saludo que yo daba, la persona se emocionaba por el estado en el cual yo estaba.
Me gustaba en cierta manera pero sentía que después de eso algunos comentarios iban directo a mi.
En la cena no fue tan de mi agrado, de por si fue aquellos comentarios de algunos actores y actrices acerca de como había decidido vestirme, pues según ellos no estaba bien vestirme de esta manera estando en cinta y que hubiera sido mejor que me haya vestido con una ropa de maternidad para mujer. Y no! Eso no era lo peor, lo peor era esa risas que supuestamente no eran mal intencionadas además de que me ignoraban por completo cuando decía algo y a Milo lo hacían cambiar de tema cuando empezaba a hablar de mi.
Esta vez pude controlar bien mis sentimientos y estaba agradecido a todos lo dioses por que allá pasado eso. No me mostré muy sensible por él como me trataban pero para ser sel todo sincero, quería salir huyendo de ese lugar para ser más yo, más natural y no quedarme callado.
Sabía que en ese lugar, ahí es donde Milo recibiría mucha paga t exactamente esa era la razón por la cual yo soportaba todo eso.
-Me disculpan, debo retirarme un momento- habló Milo, se paró y se alejó
¿Por qué hacía eso? ¿Me dejaba solo?
-Y como se llamará su hijo joven Camus?- preguntó uno de los actores
-Pues... son dos... sus nombres seran Isaac y Hyoga- conteste suave
-Vaya! Son dos, y que nombres tan
-Uno es muy común- intervino una actriz
-Uno es muy extraño- agregó otro
-Sería mejor algo como... Rick, Eduardo... Francesc, Richard, Dawkins, Anthony
-Tantos nombres de elegancia... aunque Isaac esa... pasable
-Acaso son sus hijo?- intervino una joven rubia -Ya me estan sacando de mis casillas, dejen en paz al joven
-Ay si! Ya salio la señorita defensora del pueblo
-Solo que a veces exageran
Yo decidí quedarme callado por esta única vez, la única vez en que yo no dijera nada por que no quise poner en juego el empleo de Milo.
[...]
-Amor ¿te sientes bien?
No tenía por que preguntar, que cuando me dijo eso yo me puse sensible.
-Me dices amor? Deja de llamarme así, me molesta
-Estas molesto por como te trataron? Bien- suspiró -Yo no te defendí como debía aunque quise hacerlo... y también se que tu no contestaste como quisiste y todo poooor...- dejó que continuará, me conocía bien como para hacer eso
-Por tu trabajo
-Exacto, así que me tomé el tiempo de hacer algo...- me tomó de la mano y me dirigió a otro restaurante, era más pequeño que el otro pero definitivamente era bonito.
-Una cena solo para nosotros dos- sonrió -Ahí esta niestra mesa- señalo
Había globos y rosas por todas partes, la comida estaba ya servida, dos velas que acompañaban la mesa y dos copas ¿de agua? Estoy seguro que es por mi estado.
-Cuando... hiciste todo esto?
-Te recuerdas cuando me salí? Y luego volví medio despeinado?
-Si, hasta había pensado otra cosa- rodé los ojos
-Era para coordinar todo esto, sabía que por tu expresión que no estabas bien ahí así que te traje aquí... espero me puedas perdonar, no te defendí como mi gran amado que eres
-Esta bien, supongo que esto no me lo esperaba...
Nos dirigimos hacía la mesa, el me hizo sentar pero él se quedo parado.
-No vas a cenar conmigo?
-Camus...- por alguna razón se estaba poniendo nervioso -No era de esta manera... de hecho... no sabía ni cuando lo iba a hacer... el hecho es que...
-Que?- hasta yo me estaba poniendo nervioso
-Pues... creo que no habría otra oportunidad... te lo juro que quería que fuera mejor!
-Que cosa?!
-Pues...- se arrodilló ante mí
Esto no era posible, ¿estaba pasando? Espera... de verdad... ¿era posible? Como es que él estaba haciendo esto... Ahora y no antes... espera... no... realmente mi corazón estaba latiendo a mil, estaba realmente emocionado y nisiquiera de si es por mis hormonas pero... quería gritar.
-Tu...- me enseñó un caja -Te podrías casar conmigo?- me enseñó un anillo
Definitivamente me iba a desmayar, me había quedado paralizado ¿por qué? No me salían las palabras y empezaba a balbucear, mis manos estaban sudando y el sentimiento de alegría no podía ser mejor.
La personas que estaban cerca empezaron a emocionarse también, lo cual me ponía peor.
Me puse a dudar por un momento. ¡ahora no cerebro! Esto ponía en peor estado las cosas... quería responder pero sentía que no estaba preparado.
Pero si ya tenía dentro dos hijos nuestros! Pero... aún así... responder se me hacía tan difícil.
-Camus?
-Y-yo...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro