☀ Capítulo 7 ☀
Tras aquella extraña reconciliación las cosas volvieron a su sitio y el ambiente entre ambos de veía notablemente más relajado, inclusive su compañerismo y cercanía habían incrementado.
SeokJin tuvo que prometer no decirle a absolutamente nadie sobre su empleo de medio tiempo tras soltar un par de exclamaciones de regocijo al haber sido llamado por su nombre finalmente por parte de Min YoonGi; había resultado toda una sorpresa dejar de escuchar el tan acostumbrado e impersonal "Kim" que solía salir de los delgados labios del pelinegro, y de hecho encontró bastante agradable el sonido de su nombre dicho por la voz ronca y acento extraño de YoonGi.
Por su parte, el pálido se vio gratamente sorprendido las siguientes noches que había regresado al campus, tras un largo día de soportar la cansina tarea humana de labora para conseguir materia con la cual obtener bienes necesarios por medio del trueque, encontrando a un sonriente chico castaño de grandes ojos marrones esperándolo tranquilamente sentado en el remedo de sala que tenían en la habitación para poder recibirlo con un alegre "¿Qué tal tu día?", un termo con café y las ya acostumbradas galletas, aunque esta vez estaban perfectamente acomodadas en una caja transparente de plástico con el nombre de una pastelería cercana impreso en la parte superior.
Aquella situación se volvió normal entre ambos, inclusive en ocasiones SeokJin se ofrecía a ayudarle con algún proyecto o con ir a buscar cualquier libro que llegase a necesitar de la biblioteca y, de esa manera, aligerar su carga diaria. YoonGi no podría estar más agradecido con el castaño, a pesar de que aquellos gestos eran con el propósito de demostrar que podía confiar en él y enmendar sus errores, y no por las razones que el pelinegro en verdad deseaba pero se negaba a aceptar, pues la pequeña capa de hierro que se había formado encerrando así su corazón para protegerlo de ser herido se estaba reblandeciendo con cada gesto, cada sonrisa, cada mirada dirigida hacia él que bien sabía no cargaban otro sentimiento mayor a algo meramente amistoso o en ocasiones fraternal.
Y aquí estaba ahora, a casi las once de la noche llegando recién a su dormitorio, sintiéndose especialmente exhausto después de tener que quedarse tiempo extra ayudando a descargar las cantidades ingentes de granos de café que se pedían al final de cada semana para dar abasto.
Ya imaginaba los regaños de SeokJin por haber llegado tan tarde siendo que "Debía dormir ocho horas mínimas para tener un buen rendimiento en la mañana", según le decía cada vez que se atrevía a quedarse despierto más allá de la media noche. Sin embargo, esto no sucedió.
Extrañado paseó la vista por la oscura habitación donde no había señales de vida; o eso pensó hasta que logro escuchar hipidos suaves proferidos por un bulto de sábanas en la cama perteneciente a su castaño compañero. Se acercó con cautela al notar que dicho bulto temblaba, alargando su mano derecha con la intención de tocarlo.
— ¿Hyung? —
Al sonido de su voz ronca aquél bulto se removió y pudo notar cómo los hipidos se detenían. Al poco tiempo pudo ver algunos mechones de cabello asomarse desde algún lugar debajo de aquella manta. Con cuidado y lentitud retiró la suave tela revelando un tembloroso chico de grandes orbes chocolate ahora llenos de tristeza mientras gruesas gotas saladas mojaban la piel enrojecida e hinchada haciéndole preguntarse cuánto tiempo llevaba su compañero en ese estado.
Sin mediar palabra y con genuina preocupación lo observó, SeokJin siempre se mantenía alegre y positivo, jamás había llegado a verlo llorar por ninguna circunstancia.
— ¿Qué sucedió? —no pudo decir más, SeokJin sollozó nuevamente haciéndolo entrar en pánico.
Tampoco pudo moverse, apenas le dio tiempo de reajustar su centro de masa para evitar caer al verse empujado por el peso del cuerpo contrario. SeokJin se arrojó a abrazarlo. YoonGi no lo movió, al contrario, por primera vez abrazó a SeokJin con manos temblorosas, manteniéndose en silencio tratando de reconfortarlo dándole palmadas en la espalda.
Pasaron varios minutos antes de que SeokJin dejase de sollozar. YoonGi se animó a preguntar nuevamente "¿Qué pasó?"; contrario a lo que esperaba, SeokJin se soltó y alcanzó su móvil tratando de secarse los ojos con el dorso de su mano, tras verlo pasearse entre sus mensajes un par de segundos se encontró leyendo un mensaje proveniente de una chica agendada con el nombre "Jisoo <3".
Entonces entendió la razón por la que nunca lo había visto salir con alguna chica de la Universidad, Kim SeokJin ya tenía una novia... Resaltemos el "tenía".
"Jisoo <3:
No voy a decir que lo
lamento porque estaría
mintiendo. Espero que
lo entiendas y puedas ser
feliz con alguien más.
Justo ahora no quiero
un novio que vive en otra
ciudad.
Trataré de buscar a otra
persona.
Terminamos."
Frío, directo y doloroso.
Vio como los ojos de SeokJin se llenaban de lágrimas nuevamente, esta vez, él lo abrazó primero, sintiendo algo removerse en su interior de forma desagradable al escuchar su voz quebrada.
— Me estuvo engañando durante seis meses... Me lo dijo una de sus amigas, pero no le quise creer. —la voz afectada por el llanto hacía que YoonGi se sintiera terriblemente molesto con aquella chica— Yo... Creo que ella solo buscaba una excusa para terminar conmigo. —
— ¿Cuánto tiempo...? —
— Tres años. —
No le extrañaba aquella reacción en él, a pesar de parecer frío YoonGi no era una piedra y bien sabía lo que dolía un corazón roto. No dijo más, no quiso preguntar, decidió dejar que SeokJin se lo contara cuando estuviera dispuesto.
Esa misma noche se dio cuenta de algo:
Detestaba ver esa expresión en el rostro de Kim SeokJin y, aunque no lo admitiría en voz alta por mero orgullo, no iba a permitir que nada ni nadie lo dañara; quería ver siempre una sonrisa en sus labios, quería siempre oírlo reír y sería un payaso para él si era necesario.
Él mismo se encargaría de hacerlo sonreír, lo ayudaría a sanar su corazón y lo apoyaría para que se enamorara de alguien que si valiera la pena.
Por mucho que le doliera.
Porque tal vez era momento de aceptar... Que se había enamorado de un imposible.
Se había enamorado de Kim SeokJin.
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