
Capítulo XLIX:
"Las malas acciones, aunque toda la tierra las oculte, se descubren al fin a la vista humana" William Shakespeare, Hamlet.
Esa frase la hube comprobado, ya que después de meses en que un hombre intento ocultar su culpabilidad, ayer hubo sido juzgado con todo el peso de la ley que su obra tan aberrante debía merecer.
Hoy me encontraba junto a Jungkook y la luna. Ella desde el cielo nos acompañaba mientras Jungkook se encargaba de pigmentar mis párpados inferiores con color negro, tal y como él lo hacía siempre consigo mismo.
— No me mire así o va a sonrojarme — bromeaba con él en el momento en el que yacía tan cerca de mi rostro que podía sentir su respiración.
— Sus ojos son más cerrados que los míos por eso estoy intentando que se vea lo mejor posible — explico con una sonrisa — mire hacia arriba por favor — tome su palabra e intente relajarme lo más que podía, mientras sentía como el pincel casi entraba a mi ojo.
— ¿Me veo lindo? — pregunte en una risa.
— Usted siempre se ve hermoso. Ya he terminado puede mirar.
Me volví hacia el espejo del tocador y cuando me vi realmente me sorprendió el resultado.
— Oh... — hice algunas cuantas expresiones frente al espejo acercándome además al mismo — ahora parezco un hombre rudo, me gusta. — alce mi largo cabello para intentar cambiar mi estilo — ahora entiendo porque usa esto debajo de sus ojos.
— Yo lo veo más que rudo...sensual — susurro en mi oreja para luego succionar la misma.
— Jungkook no sea atrevido, tiene que cuidar su herida — exprese excitado.
— No me importa — sus labios dejaron mi oreja para ahora corretear en mi cuello y hacerlo propio. Debido a esto no pude resistirme más, y al volverme a él lo sujete de la nuca para estrellar mis labios contra los suyos.
Me levante luego de la silla en donde me encontraba y guíe sus pasos hacia la pared, donde lo acorrale tomándolo del cuello para dejar besos en la línea de su mandíbula. Él por su parte tomo mi mano libre y la posicionó sobre su miembro, el cual sujete de inmediato comenzando a satisfacerlo con movimientos ascendentes y descendentes.
Al sentir a sus manos desesperadas sobre mi trasero tome estas y las aprisione contra la pared. Por algún motivo quería tener el control de la situación. Besé su cuello paseando mi lengua desde el mismo hasta su mejilla y cuando el calor fue insoportable, me deshice tanto de mi camisa como de la suya. Pero yo no poseía tiempo para despojarme de toda nuestra vestimenta, necesitaba hacerlo mio ahora. Por lo que después de prepararlo extraje el miembro de mi pantalón y lo penetre sin decencia alguna contra la pared.
— ¡Mmg! ¡Haa! — gimió cuando lo tome de las caderas para concluir en movimientos más certeros que hacían más profunda la penetración.
— ¿Así L-le gusta? — pregunte sobre su oreja antes de darle una lamida.
Y al no escuchar respuesta de su parte halé de su cabello hacia atrás, continuando con mis furiosas embestidas.
— ¿No va a responderme? — volví a preguntar sobre su cuello mordiendo el mismo.
— ¡Haa! ¡Siii!
— Usted es tan erótico... - jadee las palabras.
Relato en tercera persona:
— Siempre quise aprender a leer, pero nunca tuve la oportunidad — le explicaba Michael a Amelia en la cocina, mientras engullían la cena.
— Claro que si tuviste oportunidad, yo te estaba enseñando. Pero al parecer tienes medio cerebro — se quejo Hope quien lavaba los platos.
— Oye eso no es verdad, lo que sucede es que cada vez que me equivocaba recibía un manotazo de tu parte — le recordó.
— Si, tal vez por eso quedaste medio tonto — dijo entre risas.
— Ja-ja que gracioso eres Hope.
— ¿Qué es ese ruido? — pregunto Amelia intentando descifrar que eran esos quejidos, pero Hope y Michael conocían muy bien lo que era. Debido a esto al verse a los ojos intentaron no estallar en risa y desviar la atención de la castaña.
— Lo siento — se disculpo Michael después de toser falsamente.
— ¿Ah? ¿Qué?
Pero los gemidos eran más que evidentes, por lo que el de rulos optó por toser con más fuerza.
— Lo siento de verdad, maldita tos — se quejo carraspeando.
— No tiene porque fingir una tos, ya se lo que es — expreso Amelia dejando su plato a un lado como si el hambre se le hubiese esfumado — ay por Dios, Jimin... — se lamento con una mano en su frente y negó con la cabeza.
— Mmm si te sirve de consuelo... — Michael se acercó a ella — Jimin es el que está dando.
— ¡¿Qué?! — grito aturdida de pies a cabeza.
— ¡Cállate, idiota! — Hope reprendió una vez más a Michael palmeando su cabeza. Entretanto los tres fingían no escuchar el gran escándalo.
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Jimin:
Caminaba esta mañana a la oficina del capitán con la intención de hablar con Amelia. Necesitaba aclarar algunas cosas y sentía que este era el momento indicado para ello.
Ingrese y la contemple comiendo de su desayuno (al parecer ya había tomado confianza).
— Buenos días señorita Amelia — le salude acercándome a ella.
— Buenos días Jimin — me devolvió el saludo con su voz baja. Ensimismada en acabar su desayuno.
— Tal parece que le agrada la comida de Hope ¿no? — le sonreí.
— Podría decirse que si — respondió aun con su rostro en el plato. Hoy se le veía más tímida de lo normal y me preguntaba la razón.
— Amelia me gustaría hablar con usted sobre su destino — le dije, más sin embargo, ella me observó confundida — digo, no creo que quiera ser ahora un pirata — explique con cierta burla, pero ella continuaba sin responder. Por lo que sentí que tal vez no estaba siendo tan empático y decidí arreglar la situación — pero si desea quedarse con nosotros no tendré ningún problema. Hablaré con Jungkook y usted podrá acomodarse aquí.
— Jimin — me llamó dejando los cubiertos sobre el plato, limpiando luego sus labios con una servilleta — no se que hacer — expreso con desasosiego — en cuestión de días ni mundo se ha vuelto otra vez de cabeza. No me siento parte de ningún lugar y sufro de mucha vergüenza.
— No debe preocuparse tanto Amelia. Usted aun conserva el trono de Weistreing aunque George ya no este, y yo no pienso abandonarla hasta saber que usted estará bien — mis palabras tal vez pudieron convencerla porque me observó inerte y un destello de luz hizo brillar a sus ojos.
— Creo que las palabras sobran para explicar esto — me sonrió y yo le devolví la sonrisa, cuando entonces se coloco de pie y comenzó a deshacerse de su vestido.
Había entendido todo mal y yo no supe que hacer, más que bajar la mirada y sonrojarme por completo.
— A-Amelia esto no es conveniente... — ocultaba mis ojos tras de mi mano cuando escuche como el vestido cayó al suelo. Pero gracias al rabillo de mi ojo fui capaz de notar que ella aun conservaba ropa y eso logro calmarme.
Bajo la fina tela de un vestido interno rosa se lograba apreciar gran parte de su piel, y temblé avergonzándome luego cuando mis ojos encontraron sus senos. No entendí (o no quise entender) que estaba ocurriendo, hasta que ella coloco su mano sobre su vientre y observe atónito como este se encontraba un tanto abultado.
— La razón por la que George organizó el baile fue para informarle a todos de mi embarazo — explico con acentuada tristeza, pero yo no cabía en sí. Se me hacia bochornoso no haberlo sospechado antes — yo no lo amaba, pero él me obligó y ahora no sé que hacer con este bebé.
— Ese hijo de puta... — masculle maldiciendo a su cadáver cuando ella entonces rompió en llanto, y yo no pude mantener más mi distancia. Por lo que decidí abrigarla en mi pecho.
— No se que hacer Jimin. Yo no quiero un bebé y mucho menos de ese hombre — decía con su voz temblorosa y con su rostro perdido en mi pectoral — esto no debería estar pasando...yo debería estar casada con usted — al escucharla decir aquello detuve las caricias en su espalda, pues me temí de que ella se encontraba mal interpretando todo — deberíamos estar felices en nuestro palacio, mientras esperamos a nuestro hijo.
— Mmm Amelia esto no es oportuno — dije alejándome lo suficiente de su cuerpo.
— ¿En serio desea vivir una vida así Jimin? Llena de delitos, nunca pisando tierra y entre puros varones.
— Disculpe Amelia, pero yo nunca pertenecí a esa otra vida. Mi familia se encuentra aquí, en esta nave. — reafirme mi postura.
— Esto es inaudito. Intente comprenderlo Jimin, de verdad que lo intente, pero después de escucharlos anoche... — abrí mis ojos cuando la oí mencionar eso — supe que solo eran unos depravados.
— Amelia me temo que esta confundiendo la cosas. Mi enamoramiento hacia Jungkook no ocurrió en cuestión de días, fue un proceso arduo y tardío en donde tuvimos que ponernos a prueba muchas veces antes de llegar a este momento — hable con firmeza, pero ella se mostraba enojada.
— ¿Me va a decir que piensa pasar toda su vida con él?
— Y si así me lo propongo ¿qué tiene que ver usted en todo esto? — no deseaba que esto fuera a mayores por lo que me comprometí en controlar mi ira.
— Jimin le estoy ofreciendo venir conmigo. Yo le cedería mi trono y podríamos vivir en mi castillo ¿todo esto no le resulta mejor que vivir de un lado a otro? ¿No extraña su vida como príncipe? — me cuestionó y yo bufé al no creer esto de ella.
— ¿Como puede tener la desfachatez de proponerme dejar a Jungkook? ¿Se ha desquiciado acaso? — con las manos en mis caderas y mi corazón punzante intentaba dejar las cosas en su lugar.
— Le ofrezco esto porque me preocupo por usted y es mi forma de agradecer lo que hizo por mi, además...un príncipe como usted no está apto para vivir con piratas.
— No permitiré que coloque en tela de juicio mi carácter. Aunque usted no lo sepa he tenido que robar, asesinar, mutilar y hasta torturar para poder estar aquí. Amelia usted no tiene ni la menor idea de lo que habla y es mejor que terminemos esta conversación aquí.
— Esto es un escándalo. Por Dios santo que nadie se llegue a enterar de esto — refunfuño y yo camine hacia la puerta.
— La llevaré a su palacio, pero será lo último que haga por usted — le advertí — y por cierto yo no me acuesto con Jungkook por ser un maldito depravado, me acuesto con él porque lo amo — exclame con furia antes de abandonar la habitación.
Las personas siempre llegaban a sorprenderme, incluso cuando creí que ya no vería algo nuevo de estas.
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Una semana más tarde Hope se había encargado de hacerle llegar una carta escrita por Amelia a uno de sus guardias; en donde ella se encargaba de otorgar la dirección del lugar en donde yacía. De esta forma su gente podría ir a buscarla sin que nosotros tuviésemos el mínimo contacto con ellos.
Después de lo ocurrido en mi castillo no era apropiado hacernos ver, debido a eso no tuvimos de otra más que ingeniar este plan.
El barco encallo por el atardecer dentro de una gran cueva hecha de piedra, la cual se encontraba sobre el mar. Hope y yo remábamos con la idea de acompañar a Amelia hacia aquella costa de Italia en donde sabíamos que sería buscada. Todo esto mientras Jungkook se encargaba de un asunto importante en la misma costa.
Relato en tercera persona:
Según los conocimientos de Joel este había sido perdonado por el capitán luego de meses de castigo en la celda, pues hasta donde sabía no hubo encontrado indicio alguno de su culpabilidad. Por lo que ahora le había permitido salir y acompañarlo hacia un tipo de reunión pactada por otro capitán pirata.
Tal parecía que los años de experiencia de Joel no eran suficientes, pues sin sospecha alguna acompañaba al capitán Jungkook hacia su propia muerte.
— ¿Esta seguro de la dirección capitán? — le pregunto Joel quien ya se mostraba agotado por la caminata.
— Tú tienes el mapa y la dirección en la mano. Eres tú quien debería saberlo — se expresó sin ánimos.
— Lo se capitán — seco el sudor de su frente — solo que me parece algo extraño de que el capitán Miguel anunciará una reunión en este lugar.
— Si...tiene razón, es bastante extraño.
Caminaron hasta llegar al inicio de una cueva, en donde se suponía sería la tan esperada reunión con el capitán Miguel y su tripulación.
— Es el lugar, debemos entrar capitán... — Joel detuvo cualquier acción a ejecutar cuando creyó que sus ojos lo engañaban — ¿capitán? — Jungkook lo apuntaba ahora con una pistola, con su rostro inexpresivo e inerte — capitán ¿qué hace? Debemos continuar... — pero el capitán no se movía — deje de jugar capitán, debemos irnos.
— ¿Te parece que estoy jugando, Joel? — su pecho subía y bajaba con fuerza conforme a su respiración comenzaba a descontrolarse, así como sus ojos parecían no querer parpadear.
Joel entendió entonces la situación y dio un giró sobre sus talones para contemplar al capitán como se debía.
— Antes de que ocurra cualquier cosa déjeme preguntarle algo ¿como lo descubrió? — pregunto con un sonrisa altanera, creyendo verse inmutable.
— Yo no he sido. Fue Jimin.
El barbudo solo una pequeña risa para luego volver su mirada al hombre frente a él.
— Vaya, al parecer ese chico ha servido para algo más que solo para cogérselo a usted.
— ¡Insolente! ¡¿Como te atreves a hablarle así a tu capitán?! — vocifero escuchándose el eco retumbar en los muros de piedra.
— Usted no es mi capitán, nunca lo ha sido. Solo es un mocoso mimado y pretencioso que juega a ser un capitán — lo acuso con eje de burla.
Jungkook por su parte rogaba poder controlarse, pues sabía que aunque deseara con su alma asesinar al despreciable frente a él no era oportuno hacerlo...todavía.
— Confiar en ti ha sido el peor error que he podido cometer en mi vida.
— No. Su error fue no matar a ese chico tal y como lo decía el tratado. Solo lo utilizo para zacear sus necesidades y luego nos obligó a todos a fingir que él era uno de los nuestros. Error tras error capitán ¿y aún así piensa que es sabio?
— ¿Para quien trabajas desgraciado? — pregunto intentando olvidar lo anterior dicho por el barbudo.
— Puso en primer lugar a ese inútil que apenas y si conoce, y a Michell y a mi que le hemos servido por años nos trato como basura. Tan solo por decirle la verdad. Ese chico no lo ama y ya es hora de que despierte de su ensueño.
— No estoy aquí para oír tus lamentos. Habla o te haré hablar — le advirtió recortando distancia.
— Lo abandonará capitán tal y como todos lo hacen, porque usted está solo. Lo siguen por temor y no por respeto y eso es tan deprimente — regreso a burlarse.
— Cállate... — mascullo.
— No durará ni un solo año sin mi ¡se lo aseguro!
— ¡¿Para quien trabajas?!
El estrés ya no pudo ser contenido por lo que Jungkook optó por dispararle en su pierna izquierda.
— ¡Aaah! — grito el barbudo cayendo al suelo bufando de dolor y cuando tomo su pistola para atacar al capitán notó que esta no poseía balas, lo cual le hizo expresar temor en ahora su pálido rostro.
— ¡¿Me cree tan idiota como para dejarlo armado?! — exclamó acercándose a él y pateando lejos la pistola vacía — ¡miserable, ruin, déspota! ¡Bazofia humana! — extrajo entonces el cuchillo de su pantalón y apuñaló una de las mejillas del hombre haciéndolo gruñir en el acto — asesinaste a mi Yawaca sabiendo cuanto la amaba ¡y te reías de mi mientras yo culpaba a Jimin! ¡¿Como alguien puede ser tan despreciable en esta vida?!
— C-capi...¡Aah! — Jungkook movió de manera agresiva el cuchillo dentro de la boca de Joel, cortando aun más su mejilla.
— Sino deseas que corte tus dedos es mejor que hables ¿para quien trabajas? — regreso a preguntar apuntando el arma a su frente.
— G- George...siempre fue él...
— ¡¿Qué mierdas estas diciendo?
El barbudo respiraba con dificultad, intentando no ahogarse con su propia sangre.
— Yo...¡D-dios! ¡Aaah! — bufo una vez más cuando el capitán piso con fuerza su pierna herida. — yo trabajo para él...desde hace cuatro años...
— ¡¿Qué más sabes, desgraciado?! — pregunto escupiendo fuego desde su garganta.
— Toda la armada le sirve a él...Michell me comento que George vive...
— ¡No! ¡Él está muerto! ¡Yo lo mate! — grito observando como el barbudo se asfixiaba con su propio sufrimiento.
— L-le avisaron a través de una carta...que esta vivo y viene hacia n-nosotros...
— ¿Qué...
El capitán entro en pánico, de ser real lo que le decía Joel lo más probable era que el rescate de Amelia no fuese otra cosa que una emboscada.
Atónito y sin saber como comportarse rasgo la mejilla de Joel destruyendo la línea de su boca, y sin más se echo a correr.
Estaba lejos, pero eso no le importo, él corría a toda la destreza que sus pies y piernas pudieran otorgarle. Al correr con urgencia entre la maleza consiguió resbalarse e hirió uno de sus talones, más sin embargo, se levantó al instante ignorando el dolor y sintiendo como su corazón intentaba salirse del pecho. Las lágrimas llegaron a él por verse como el único culpable si le llegaba a ocurrir algo a Jimin.
¿Como pude dejarlo solo? — se cuestionó.
Creyó fallecer antes de llegar a la playa, pues el aire comenzaba a faltarle y sus piernas ya no resistían su desespero, al punto en el que temblaban con cada pisada. Se sintió ahogado entre sus lágrimas y la agonía, tratando además de arribar a Jimin lo más pronto posible, pero entonces cuando se encontró cerca de la orilla del mar y pensando haber llegado a tiempo, se escucho un disparo junto al grito de una mujer. No fue capaz de contemplar lo sucedido, pero se sintió morir en ese mismo instante.
Jimin:
Llegamos a la orilla de la playa y me oculte debajo de un muelle. En esta ocasión usaba una capa con capucha la cual cubría gran parte de mi cuerpo y vestimentas. Observaba entonces desde mi punto de vista como Hope también cubierto bajaba del bote junto a Amelia.
Pero supe que algo andaba mal en el momento en el que contemple como un hombre de apariencia sospechosa, salía de detrás de los matorrales y se dirigía a ellos. Actúe rápido escabulléndome entre el agua utilizando la oscuridad de la tarde. Mis suposiciones habían sido las correctas, pues aquel hombre extrajo un arma de fuego de su pantalón y se posicionó a espaldas de Hope sin que este lo notará.
Corrí entonces con audacia y antes de que tan siquiera el hombre fuese capaz de hacer algo, enterré un cuchillo en su garganta a la par de cubrir su boca para que este no producirá ningún sonido. Lamentablemente mi plan fracaso, ya que el hombre dejo escapar una bala al aire y Amelia grito espantada por mi acción.
De un momento a otro comenzaron a escucharse pasos junto a disparos y supimos así que nos habían acorralado.
— ¡Corran! ¡Corran! — bufo Hope.
Avanzamos a paso veloz hacia los matorrales queriendo perder a los hombres, pero tal parecía que estos eran demasiados para solo nosotros dos.
Tropezamos con varios árboles hasta que observe una roca gigante en donde podíamos escondernos, pero no contaba con que ya nos habían alcanzado y esta roca ahora solo nos servía para protegernos de los disparos.
— ¡Mierda! — expreso Hope sacando su pistola y propiciando varios disparos a quienes nos atacaban — ¡sabía que esto no era una buena idea! ¡¿Y ahora que haremos?!
— ¡No lo se! ¡Solo dispara! — dije ejecutando su misma acción mientras observaba a Amelia cubrirse los oídos de los ensordecedores disparos.
— ¡Entréguense o no tendremos piedad! — escuche decir se quienes nos atacaban.
— ¡Jimin! — grito Amelia aterrada llorando a mares.
Salí de la roca otra vez apuntado y disparando a todo, sin saber tan siquiera si lograba herir a alguien. Mi corazón retumbaba y le pedía al cielo para que me sacara con vida de esta situación.
— ¡¿Qué diablos?! — exclame cuando mis súplicas parecieron ser respondidas.
Los soldados que nos atacaban estaban siendo ahora heridos de muerte por personas que se hallaban escondidas detrás de los árboles. Sentí dolor luego cuando las uñas de Amelia se enterraron en mi brazo.
— ¡Aborten! ¡Aborten! — les oí decir a los soldados quienes apenas estaban saliendo con vida.
Los observe huir intentando entender la situación y entonces la respuesta arribo en mis ojos.
— ¡Aquí están capitán! — grito Michael y al girar la mirada vi a mi ángel, a mi ángel del infierno.
— ¡Jimin! — todo temor se despojo de mi ser cuando ambos corrimos al otro, para abrigarnos en un merecido abrazo.
— ¡Jungkook! — lo besé y fui correspondido por sus labios desesperados.
— ¡Oh Dios Jimin! ¡Casi muero al pensar que usted... — me abrazo una vez más atacando mis labios una y otra vez — ¿se encuentra bien? ¿Lo han herido? — me preguntaba mientras él mismo revisaba mi cuerpo en busca de heridas.
— Estoy bien porque usted me ha salvado — le sonreí, sosteniendo su cuerpo entre mis brazos.
Habíamos sobrevivido una vez más al mundo cruel que insistía indefinidamente en acabar con nosotros. Pero algún día nuestra suerte iba a terminar y eso de hecho sería mucho más pronto de lo que creí.
Muchas gracias por leer 🤗 ❤️❤️
Ya quedan pocos capítulos para el final 😢.
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