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Segunda parte

El alto alzó ambas cejas.

"Y por esa razón preguntas por el anzuelo" concluyó, cruzando sus tatuados brazos sobre su pecho, observando al chico de piel pálida mirarlo con ese par de penetrantes ojos negros.

Kyungsoo asintió.

Podía ser de mal gusto, pero solía analizar las expresión corporal de la personas cada vez que soltaba algún dato que podría ser totalmente fuera de su entendimiento, pero el desconocido simplemente estaba viéndolo... y eso era todo.

"¿Y que tengo que ver yo en todo lo que me dices?" soltó finalmente, desconcertándolo.

El bajo parpadeó, sin haber esperado esa pregunta, por lo que el moreno continuó.

"Yo solo estaba tomando un descanso en esta isla, y tu vela terminó aquí. Como no vi ningún movimiento en ella, me acerqué y te encontré inconsciente." y antes de siquiera darse cuenta, su dedo había pasado superficialmente por sus labios "Estaban morados, y estaban agrietados, así que era darte oxígeno o comenzarías a tener alucinaciones que te llevarían a matarte. Sí, los delfines no son tan lindos como los pintan."

El moreno miró el mar como si estuviera recordando alguna experiencia desagradable, sin tener en cuenta su presencia.

"Bueno, como decía." regresó la vista a él "Yo solo estaba siendo un buen isleño salvando la vida de otro isleño, y tú me amenazas respecto al anzuelo de Kai."

"Yo no te estoy amenazando."

"Lindo, no me dejas ir." sonrió, una curvatura que comenzaba a parecerle molesta a Kyungsoo.

¿Qué eran esos aires de "Me como al mundo"?

Rodó los ojos, pasando a su lado y buscó su vela con la mirada, encontrándola a unos metros de él. Cuando llegó a ella, corroboró que todo se encontrara en su lugar y se dejó caer sentado con cansancio.

Le dolía la cabeza y se sentía desorientado, en ese momento se arrepentía de haberse quedado dormido. Si lo que dijo el desconocido era cierto, entonces casi se muere de no haber parado en esa isla.

Sus nervios estaban a flor de piel, no había tomado en cuenta el que habrían animales encantados más allá de su isla que podrían atacarlos sin razón, y él no sabía cómo evitarlos. En lo poco que había navegado durante su niñez, los animales siempre habían sido inofensivos y era muy raro encontrarlos cerca de su isla.

Observó la tatuada espalda.

Él si sabía.

Abrió la boca para preguntar, pero la volvió a cerrar, negando con la cabeza.

Debía estar loco como para pedirle ayuda a un desconocido.

"Gracias." murmuró momentos después, cuando vio la arena ser tocada por el sol. La tomó entre sus dedos sin ver al contrario, que intuía, debía estar sonriendo.

"De nada." escuchó.

Pero Kyungsoo aún así no alzó la cabeza, era demasiado orgulloso y lo bastante intolerante como para volver a verlo sonreír con suficiencia.

"Bueno, cariño. Creo que hasta aquí llegó nuestro encuentro." la juguetona voz se volvió a escuchar, pero Kyungsoo le daba la espalda en busca de la comida que guardó en su vela.

Una falsa tos se volvió a escuchar. Lo ignoró de nuevo y le dio un mordisco al plátano que había terminado por agarrar.

Si esperaba a que anocheciera, volvería a ver la constelación de Kai claramente. No dormiría hasta llegar, y encontraría al semidios.

¿Realmente lo haría?

Frunció los labios.

Si habían personas que conocían más que él respecto al océano, significaba que habían quienes sabían cómo llegar a Kai, por lo que tal vez seguir directamente su constelación no significaba encontrarlo a él.

Observó al cielo ensimismado. El cielo se estaba oscureciendo, por lo que el mar pronto también lo haría. Su madre siempre solía decirle que el cielo era reflejo del océano, por lo que los días de verano eran los más brillantes, y los atardeceres eran lo mejor del día. Ver al mar de un azul vibrante, por un efímero momento ser tocado por los colores del sol era su momento favorito.

Así que se detuvo un momento a verlo.

Mientras el sol descendía, las estrellas saludaron el cielo, apareciendo y presenciando la despedida del sol. En cada momento parecían brillar aún más, aunque solamente la inmesidad del sol estaba ocultándose para alumbrar otras tierras.

La constelación de Kai apareció nuevamente frente a sus ojos.

"Fue un gusto salvarte la vida."

Pero Kyungsoo solo le prestaba atención al conjunto de estrellas, buscando la respuesta a un pregunta que ni siquiera tenía formulada.

Ni siquiera percibió el bufido soltado de parte de la única persona además de él en la isla.

Hasta que un familiar remezón se sacudió bajo él, poniéndolo en alerta.

"Mierda."

Kyungsoo se regresó al moreno de mirada espantada, y se levantó esperando a que el temblor terminara. Debía seguir avanzando, si hubo otro remezón significaba que su isla corría con la misma suerte.

Empujó su vela, sintiendo la mente despejada, como si aquel temblor hubiese sido una señal para que dejara de pensar demasiado las cosas.

Enderezó el puño de escota como había visto hacer a los pescadores de su isla, y echó un último vistazo al desconocido que lo había ayudado a recuperar la consciencia.

"Oye, ¿Estás bien?" preguntó cuando lo vio quieto en su lugar.

El par de ojos caramelo lo miraron con seriedad por primera vez "¿Por qué no lo estaría?"

"¿Por qué no respondes las preguntas que te hago?"

El moreno se estaba ganando otra razón para desagradarle.

"¿Por qué haces tantas preguntas?" contraatacó, volviendo a su posición habitual.

Kyungsoo subió a su vela, sin voltear a mirarlo y dispuesto a partir, hasta que escuchó su voz de nuevo.

"Espera, espera" habló apresuradamente el alto "Disculpa, ¿Sí? Es solo que estoy un poco paranoico, cariño."

"No me llames así."

"¿Cómo debería llamarte si no es así?"

"Simplemente no lo hagas."

El alto luchó por no girar los ojos, sin comprender la actitud complicada del más bajo. Aún así extendió la mano con una sonrisa rígida "Mi nombre es Jongin."

"Bien por ti."

"Oh, vamos" Jongin insistió, tomando su muñeca con cuidado y haciendo que sus pies vuelvan a tocar la arena. Kyungsoo lo observó sobre sus pesadas pestañas con desconfianza "Soy de la isla Molokai"

Era emocionante conocer a alguien de una isla que no fuera la suya, pero no lo mostraría.

"Kahai" respondió de manera cortante.

Fue clara su expresión de sorpresa.

"¿Existe?"

¿Qué clase de pregunta era esa?

"De ahí vengo." quitó su brazo del agarre del moreno y lo observó, esperando a que hablara. "¿Qué quieres?"

"Si realmente existe Kahai..." Jongin murmuró perdido en sus pensamientos, ganándose la curiosidad del bajo. Lo observó fijamente hasta que el par de orbes caramelos conectaron con los suyos. "Tú... cómo..."

Antes de que Jongin pudiera continuar, fue tirado de él al ver algo sobre su hombro. El más bajo volteó, y sintió como una mano cubría su nariz. Se removió entre los brazos del más alto, pero no se movió.

"No respires, ¿Ves ese gas saliendo del agua?" Kyungsoo prestó a atención a sus palabras, abriendo los ojos cuando vio un vapor rosáceo emerger del mar. Sintió el aliento del moreno en su oreja "Lo producen las sirenas, significa que están cerca. Carajo." una maldición escapó de sus labios al ver un movimiento extraño en el mar, por lo que Jongin lo tiró consigo tras una roca. "Si nos ven, no nos dejaran en paz."

Kyungsoo apartó la mano del moreno de su rostro, tomando bocanadas de aire sin hacer mucha bulla.

"¿Y tú por qué respiras?"

Una pequeña risita infantil salió del contrario "Pensé que eran de nuevo los delfines, mi error"

El cuerpo encorvado tras la roca, se asomó ligeramente. Algunos mechones caían en la frente del moreno, mismos que llevó tras su oreja antes de volver a esconderse, soltando otra maldición entre dientes.

"Tenemos que aprovechar."

"¿Qué?"

"Están hurgando mis cosas." volvió a asomarse y lo empujó hacia un lado "No creo que mi vela vuelva a estar en buen estado. No se qué de divertido le ven las sirenas el destruir cosas."

"¿De qué estás hablando?"

"Si no nos apresuramos, tu vela será la siguiente."

"¿Piensas ir conmigo?"

"¿Acaso me dejarás morir aquí?" gritó en un susurro el moreno.

Kyungsoo enarcó una ceja.

"Es decir que estoy salvando tu vida."

"Cariño, si no te apresuras tampoco te llegarás a salvar a ti."

"Entonces estamos a mano." se detuvo cuando el moreno lo tomó de los hombros para que avanzara.

Jongin rodó los ojos, asintiendo y empujándolo hacia su vela. "No hagas mucho ruido."

Cuando el moreno se subió con excesivo cuidado a la vela, y tomó el remo sin generar mucho ruido, el más bajo lo siguió. La posibilidad de que las sonadas sirenas no los notaran, eran mínimas, pero Kyungsoo prefirió no decir nada ante el repentino nerviosismo en el contrario.

Él debía saber más sobre ello.

En cambio él jamás había visto una sirena en su vida.

Creía que cómo en las historias de su madre, al igual que los semidioses, las sirenas habían dejado de tener contacto con los humanos.

Observó a Jongin. Pareció que el alivio finalmente se estaba reflejando en su rostro mientras ponía la vela en movimiento, hasta que algo los detuvo bruscamente, tambaleándolos.

Un siseo frente a ellos, llamó su vista.

La silueta de una figura femenina de ojos brillantes escarlata se dejó ver. A pesar del oscuro mar, gracias a la luz de la luna podía llegar a notar su cabello anaranjado, y tal vez la piel un tanto grisácea.

Pero sus ojos eran realmente atrayentes.

El remo que Jongin sostenía fue a parar frente a él. "A los ojos no."

"Hola, Jongin." la aterciopelada voz de la sirena se dirigió al alto.

"Lamentablemente no traigo nada brillante para ti hoy, Seulgi." la dureza en su voz, hizo que Kyungsoo volteara hacia él.

Una pequeña risa salió de la mujer, que se acercó hacia donde estaba Jongin.

"Pero si traes a alguien de mi interés, ¿Quién es él?" muy contrario a lo que le dijo, el moreno si la observó a los ojos "Huele diferente."

"No es de aquí."

Jongin remó, con clara expresión de fastidio en el rostro mientras la sirena nadaba a la par.

"¿BoA está lo suficientemente satisfecha con su desempeño como para que estén de flojas?" continuó, señalando al grupo de sirenas que se entretenían viendo las cosas del moreno.

Kyungsoo los miró intercaladamente en completo silencio, tratando de entender sobre lo que estaban hablando.

¿Qué tanto sabía Jongin del océano?

"¿Y tú ya lo encontraste?"

Jongin se tensó, volteando rápidamente hacia la criatura.

"¿Qué es lo que quieres, Seulgi?"

La mujer tenía los dientes afilados, se dio cuenta de ello cuando sonrío hacia él. "¿Cuál es tu nombre?"

Kyungsoo no supo por qué lo hizo, pero abrió los labios para responder "Kyungsoo"

Los ojos escarlata parpadearon con interés "¿De donde vienes?"

"Kahai" respondió en automático.

La comisura de los labios de la sirena se alzaron "Últimamente los isleños de Kahai se están mostrando... Me pregunto, ¿Cómo es eso posible?" preguntó para sí misma.

"¿De qué hablas?" preguntó Jongin, cortando el estado que mantenía a Kyungsoo en una clase de ensoñación.

"¿Isleños? Podría ser-"

Pero la sirena siseó, callando lo que fuera a decir.

"Suficiente charla, bonito." la voz de Seulgi llegó a sus oídos, adormeciéndolo abruptamente.

Lo último que llegó a sus oídos fue un "Te dije que no la mires" junto a la vista de brillantes ojos verdes.











La imagen de su hermano invadió sus pensamientos desde el primer momento en que abrió los ojos.

Oscuridad, el sonido del mar tapando sus oídos, y jadeos en busca de auxilio.

"¡Minho!"

Se sentó rápidamente, buscando con la mirada rastro alguno de su hermano, encontrando solo una espalda cubierta de tatuajes.

Kyungsoo tomó su cabeza, sintiendo las pulsaciones por la pesadilla que estuvo atormentándolo en lo que estuvo inconsciente. Todo había pasado demasiado rápido.

Miró a su alrededor con mayor claridad, encontrando solo al mar rodeando su vela. Debían estar lejos de las criaturas por las que Jongin estaba paranoico.

Aunque no parecían haberle hecho algo, ni parecían haberle robado algo.

Recordó la conversación con la sirena la noche anterior que involucraba a su hermano, y se giró nuevamente hacia el moreno.

"¿Dónde está?"

Una risa seca no se hizo esperar "No pretendes que Seulgi se quede a esperar a que despiertes, ¿O sí?"

El tono hostil no pasó desapercibido para Kyungsoo, pero no lo conocía lo suficiente como para andarle preguntando por qué le respondía de esa manera.

Y tampoco le importaba realmente.

"¿Por qué me dormí?"

"No se, dime tú. Te dije que no la mires a los ojos." Jongin le lanzó una rápida mirada, negando con la cabeza y pasándole un cuenco de agua. "Bebe, no has tomado agua desde hace tres días."

Se burló sin creérselo, y leyó el rostro afilado buscando rastro de su broma "¿Hablas en serio?"

"Cariño, yo siempre hablo en serio." volteando nuevamente, Jongin le dio la espalda mirando el mar frente a él. "Y también lo hacía cuando te dije que no la miraras a los ojos, las sirenas se alimentan de tu energía hasta dejarte en ese estado" señaló, volviendo a negar.

Pero a Kyungsoo que no le importaba la clase de historia de Jongin en ese momento, balbuceó ansioso "¿Me dormí por tres días?"

En vez de responderle, Jongin decidió ignorarlo y guardar silencio.

La conversación que había tenido con Seulgi después de que Kyungsoo cayera dormido, seguía rondando en su cabeza.

Si estaba en lo correcto, solo era cuestión de tiempo para que vinieran por él.












"Si hemos estado por tres días en el mar, ¿Dónde estamos?"

"¿Qué soy? ¿Tu brújula?" Kyungsoo lo miró fastidiado, reprimiendo las ganas de responderle mal. Después de todo, el moreno que ahora parecía haberse comido un erizo de mar vivo, había cuidado de él.

El moreno por su parte, no creía haber escuchado a alguien reclamar tanto en su vida.

"No, pero pareces conocer bastante bien el océano."

Sin quitar la expresión neutral de su rostro, respondió "Solo se lo que un isleño corriente sabe."

"No es cierto." más cómodo por el comportamiento serio de Jongin, Kyungsoo se sentó a su lado, observando su reflejo en el océano. Desde que había partido su viaje en busca de Kai, no se sentía tan mal con el mar, se sentía acompañado. O tal vez era porque estuvo por días navegando y era la única compañía que tuvo en ese tiempo. "En Kahai nadie sabe de esas cosas, lo que yo se lo que aprendí de mi madre, pero aún así no sabía lo que tú si sabes. O tal vez nunca hubo necesidad de mencionarlo."

"Tu madre..."

"Mi madre murió hace unos años" se estiró desde su sitio, y señaló el tatuaje en su cadera que se perdía en su pelvis "Lo hice cuando ella partió, ella tenía uno igual."

No podía describir la expresión del moreno, y por su parte no sabía por qué estaba contándole sobre él. Tal vez era porque Jongin era un completo desconocido, y porque siéndolo, no lo había dejado a la deriva.

No lo miraba como la gente de su isla.

Se quedaron en silencio durante unos segundos, hasta que la rasposa voz del más alto se dejó escuchar.

"¿Y cómo terminaste aquí?"

Kyungsoo tanteó con sus dedos su propio tatuaje, recordando la razón tras su viaje.

"Kahai se está hundiendo." sus ojos vieron los de Jongin mirarlo con sorpresa "¿Difícil de creer, no? Pero últimamente habíamos tenido bajas, los pescadores no traían peces, el mar se hizo violento y raíz de eso Minho..." cerró los ojos con pesar, como si le costara decirlo "Mi hermano desapareció" Kyungsoo tomó el collar que colgaba de su cuello con la yema de sus dedos "No hemos encontrado rastro suyo, pero estoy en ello." sonrió mirando con esperanza al moreno "Si la sirena mencionó a alguien más de Kahai, entonces debe ser él. Mamá tenía razón."

El sol quemaba bajo sus cabezas y comenzaba a hacer calor, por lo que el moreno que hasta ese momento mantenía el cabello suelto hasta los hombros, lo sujetó nuevamente, haciendo una pequeña bola y enredándola con su propio cabello.

La vista de Kyungsoo fue a parar a los tatuajes que cubrían su cuerpo.

"¿Tu mamá?" decir que estaba avergonzado era poco, pero aún así asintió, apartando la mirada cuando sintió la mirada de Jongin en él.

"Soñé con ella, y me dijo que él estaba bien." buscó en la mirada de Jongin algo que le dijera que pensaba que estaba demente por dejarse llevar por un sueño, pero él solo estaba prestando atención a sus palabras con la misma expresión calmada "Y me dijo que debía ir por Kai..."

Calló un momento volviendo a recordar el sueño de su madre.

"Y cuando me lo dijo... Estaba el anzuelo..."

El cielo es el reflejo del mar.

Las palabras de su madre se repitieron en su cabeza.

"La constelación nos lleva al anzuelo." murmuró como si la respuesta hubiese estado siempre ahí.

Bueno, en realidad siempre estuvo ahí.

Volteó a mirar de nuevo a Jongin, pero este ya no lo miraba de vuelta.

Kyungsoo volvió a mirar el mar con una mirada determinada y asintió, recogiendo sus piernas y abrazándolas en su pecho.

"En Molokai no pasamos por una situación así..." empezó Jongin.

"¿No?"

"Bueno, no lo sé." una sonrisa incómoda lo llevó a rascarse la nuca "Hace un tiempo que no regreso."

El moreno dejó de remar un momento, perdiendo su vista en algún punto del cielo. "Abandoné mi isla, quería huir del peso en mis hombros." relamió sus labio y colocó las manos en sus rodillas, pensando "Si lo que dices es verdad, quiere decir que los dioses se cansaron de buscar a Kai."

"¿No dejaste gente atrás al abandonar tu isla?"

"Deje más de lo que crees." soltó con pesar, como si le costara decirlo. Pero aún así se inclinó juguetonamente hacia el más bajo "Ninguna prometida, si es lo que te interesa."

Kyungsoo lo empujó por el brazo, reprimiendo la sonrisa en su rostro.

"Me agradas más sin tus bromas."

"Sí, como digas." Jongin fijó su vista al frente nuevamente, volviendo a remar.

Se sumieron en su cómodo silencio, en lo que el más bajo regresó la vista a sus tatuajes. Ahora que lo veía de más cerca, los grabados oscuros que envolvían su cuerpo no eran tan desconocidos para él. Contaban la historia que ya conocía, con la única diferencia en el estilo de dibujo.

Pero, ¿Por qué grabarse toda la historia de Kai en el cuerpo?

Cuando Kyungsoo abrió la boca para preguntar por sus tatuajes, el moreno lo interrumpió, señalando la isla frente a él.

Cuando el de piel pálida dirigió la mirada a la pequeña isla, tuvo que enfocar bien su vista para ver claramente.

La forma del anzuelo que tanto tenía grabado en sus sueños y en el cielo, estaba ahí. En una pequeña isla de arena blanca. A la vista de cualquiera, y a merced de quien sea.

"¿Cómo...?"

"¿Realmente lo ves?" la pregunta de Jongin lo confundió.

"¿Por qué no lo vería?" pero en vez de responder, Jongin remó más rápido, con la vista fija en el anzuelo. La mirada anhelante en los ojos del moreno alertó a Kyungsoo. "¿Cómo sabías a donde ir?"

Jongin regresó su vista a él por un momento, y al hacerlo su mirada cambió, como si cayera en cuenta de algo "Kyungsoo, todo el mundo sabe cómo llegar al anzuelo."

La respuesta lo confundió aún más.

Ninguno de los dos volvió a hablar, hasta parar en la pequeña isla.

Kyungsoo saltó de la vela, y se acercó con curiosidad al anzuelo, era casi de su tamaño y estaba enterrado entre un escombro de piedras que lo mantenía parado. Tenía detalles azules en toda su extensión que brillaban a la luz del sol, por lo que no pudo resistirse a tocarlo con la yema de sus dedos.

Una pequeña emoción se instaló en su pecho, recordando las historias que su mamá le contaba sobre lo que hizo el semidios con el anzuelo.

Volteó en busca de Jongin, encontrándolo bajando cuidadosamente de la vela.

El moreno lo observó de vuelta y llegó a su lado.

"¿Y bien?" Kyungsoo sonrió.

"¿Qué?" preguntó como si no supiera.

"Tú eres el que conoce de esto."

Jongin miró a Kyungsoo por un momento y sonrió de manera de incómoda.

El más bajo alzó una ceja. Hace instantes, el moreno se veía lo suficientemente emocionado en llegar a la isla, y en ese momento ni siquiera quería ver el anzuelo.

Rodó los ojos, ignorando su extraño comportamiento.

Agarró el anzuelo y tiró de él, dispuesto a sacarlo de ese escombro.

No se movió.

Se subió con cuidado, y volvió a tirar de él, utilizando sus dos manos como ayuda, pero el anzuelo no cedía.

No sabe por cuantos minutos estuvo así, pero comenzaba a frustrarse.

"Creo que debes tirar más fuerte." la voz del moreno lo hizo alzar la cabeza.

"¿Si hablabas?" Kyungsoo lo miró fastidiado, y soltó en anzuelo. Llegó hasta Jongin "Saca el anzuelo."

"¿Perdón?"

"Inténtalo tú." repitió, cruzándose de brazos, esperando a que el contrario se moviera.

Jongin lo miró con pesar, y negó.

"No quiero."

"Jongin, mi isla está en riesgo. En este momento eres la única ayuda que tengo."

Un gran mohín se formó en los labios gruesos del moreno, pero una mirada de su parte lo hizo quejarse en voz alta, se acercó y volvió a dar la vuelta en negación. Después de seguir la misma secuencia por un momento, el más alto se acercó al anzuelo resignado, y tomándolo como él lo había hecho, tiró de él. 

Un aura de tonos azules se percibió alrededor del anzuelo cuando Jongin lo tocó desde el mango.

Y logró sacarlo.

Sin esfuerzo.

Kyungsoo lo miró.

Jongin no lo hizo, prácticamente lanzó el anzuelo a sus manos, y se sentó en la arena casi a orillas del mar. Dándole la espalda e ignorando lo que el bajito acababa de ver.

El más bajo dirigió la vista al gran anzuelo en sus manos y volvió a mirar al moreno.

¿Quién era?

"Supongo que no funciona decir que aflojaste el agarre del anzuelo y que por eso lo saqué, ¿No?"

No parecía que Jongin tratara de cambiar lo que fuera que estuviera pasando por su cabeza, se veía lo suficientemente perdido en su propios pensamientos. Pero aún así trataba de bromear con él.

"Si tienes esa cara no podría creerte." admitió acercándose.

"Deberías irte, Kyungsoo." sugirió, sin voltear a mirarlo.

"No creas que no lo haré."

Definitivamente no quería estar cerca de él. 

"Entonces, ¿Qué estás esperando?"

Kyungsoo tenía tantas ganas de golpearlo.

"¿Dónde está mi hermano? Sin mentiras."

Jongin le lanzó una mirada rápida "¿Por qué sabría dónde está tu hermano?"

"La sirena-"

"Kyungsoo, Seulgi solo dijo lo que escuchaste."

"¿Por qué debería de creerte?" bufó.

"Porque es lo que hay. Además, solo te he ayudado, ¿Por qué te mentiría?" la voz de Jongin comenzaba a elevarse, por lo que Kyungsoo solo se alteró aún más.

"Tal vez porque cada cosa que me has dicho hasta el momento parece una mentira" lanzó el anzuelo a su lado y lo señaló "Dime, ¿Por qué pudiste sacarlo?"

Jongin guardó silencio.

"Será mejor que te vayas."

"¿Dónde está mi hermano?" volvió a preguntar.

El moreno se levantó, enfrentándolo. "No lo sé."

Kyungsoo vio el par de ojos arder con enojo "¿Por qué estás tan enojado? Acá el único que resultó engañado fui yo, ¿Isleño corriente? Si, claro. Por eso me ayudaste tanto."

La expresión en el rostro del más alto se suavizó "No soy quien crees, Kyungsoo."

"Sí, como-te-llames." la voz de alguien más interrumpió su discusión. Una sonrisa más que desagradable para Jongin se dejó mostrar. "Jongin definitivamente no es Kai."

Kyungsoo volteó hacia el dueño de la voz, encontrando a un chico recostado bajo una palmera, escuchando su conversación. Tras él habían más desconocidos, isleños que tenían el pecho manchado de colores y el rostro cubierto con una mascara de coco. Definitivamente no se veían agradables con los anzuelos y flechas que traían entre sus manos, pero los cocos en sus caras se veían ridículos.

"Key."

"Al parecer, finalmente encontraste el anzuelo de mi hermanito." el desconocido se acercó, sonriendo cuando vio el anzuelo mágico en la arena. Kyungsoo se apresuró a recogerlo y a apuntarlo frente a él "Oh." la sonrisa burlona no se hizo esperar "¿Piensas golpearme con eso?"

"Key, basta."

"No espero que me llames tío, ¿Pero no crees que solo decirme Key es demasiado?"

Jongin no se inmutó cuando el contrario se acercó hasta quedar frente a él "¿Qué haces aquí?"

El hombre de cabellera rubia sonrió, ignorándolo y mirando a Kyungsoo "¿Cómo es posible que me veas? ¿Hijo de quién eres?"

Kyungsoo a penas parpadeó.

No era momento para pensar demasiado las cosas, pero definitivamente el isleño de Kahai tenía demasiado información que procesar. En primer lugar, Jongin era hijo de Kai, hace minutos creía que el chico era el mismo Kai, pero el hecho de que en realidad fuera su hijo lo sorprendía más.

¿Cómo Kai logró tener un hijo si estaba escondido?

¿Y cómo era posible que el hermano de Kai se encontrara en ese momento frente a ellos? ¿Y qué clase de pregunta era esa? ¿Hijo de quién era?

Cuando el semidios no vio respuesta en el muchacho de piel pálida, se volvió a dirigir al más alto con seriedad. "Tenemos que hablar, Jongin."

"Deja que él se vaya." señaló al más bajo.

Key negó divertido "No encuentras el anzuelo por años, conoces a este chico, ¿Y finalmente lo haces? Creo que hay una historia bastante interesante atrás de esto, y quiero que de primera mano me la cuentes tú, sobrino. Además, ya diste tu posición solo con tocar ese anzuelo, lo que me parece una estupidez."

"No iré contigo."

"No pregunté." Key giró hacia los isleños de pecho entintado "Tráiganlos."











"Ve a recibir a tu padre, hace días no sales de casa."

El alto observó a su madre y negó, moviendo hábilmente sus manos en la collar de flores que hacía. Por nada del mundo saldría de su casa.

"¿Con que cara vería al líder si Bialy se fue de repente bajo mi cuidado?"

"¿Hablas de su hijo menor?" Chanyeol asintió. La mujer suspiró, colocando un plato de maíz en en el piso, esperando a que su gallina saliera a comer en cualquier momento. "Solo era cuestión de tiempo para que ese loco terminara de irse de la isla."

"¡Mamá!" reprochó, viendo como su gallina se asomaba tras las piernas de su mamá y comenzaba a picotear del plato extendido "Yo vi cómo la isla se hundía."

No sabía que tan mal de la cabeza estaba Kyungsoo, pero ese era un hecho.

La señora arrebató el collar de flores de las manos de su hijo y señaló la entrada. Chanyeol no había dejado de decir incoherencias desde que el loco de la isla se había ido "Deja de hablar tonterías y anda a recibir a tu padre, ya debe de haber regresado la embarcación."

El alto la miró fastidiado, pero aún así se levantó, tomando a su gallina entre sus brazos.

"Deja que Koko termine de comer."

"No quiero" respondió.

Y antes de que su mamá le lanzara algo por su insolencia, salió corriendo en dirección a la playa.

Desde que Kyungsoo se había ido ya había pasado casi una semana, Chanyeol no tuvo la cara para enfrentar al líder de la isla, por lo que cuando vio el último rastro del bajito desaparecer en el mar, no tuvo mejor idea que esconderse en su casa. La imagen de la pequeña isla en la que solía amenazar Kyungsoo con dejarlo hundiéndose no dejaba sus pensamientos.

¿Cuánta razón tenía el bajito?

¿Realmente habrá ido a buscar a Kai?

¿Lo habrá encontrado?

¿Seguirá vivo?

Mientras el alto caminaba, jugueteaba con la cresta de su gallina pensando en las posibilidades del estado de Kyungsoo.

Kyungsoo y él no eran amigos, pero le preocupaba lo que pudiera pasarle. 

Cuando sintió la arena tocar sus pies, alzó la vista hacia el mar, rogando no encontrarse con el padre del menor.

Frunció el ceño cuando vio un cuerpo tirado a las orillas.

Estuvo a punto de pasarlo como alguien que estaba tomando el sol, pero cuando las olas cubrieron el cuerpo sin inmutarse, decidió acercarse apresurado.

Deberían darle un descanso.

Juraba que si estaba muerto lo iba llevar de vuelta al mar, no iba a responsabilizarse de la muerte.

Cuando llegó al cuerpo inmóvil, soltó a su gallina, espantado.

Era el hermano mayor de Kyungsoo.

"¡Koko, no es comida!" agitó su mano, alejando al ave cuando esta comenzó a picotear el rostro de Minho.

Chanyeol gritó cuando vio el par de ojos grandes abrirse de repente. El sucesor del líder se sentó mientras eliminaba el agua en sus pulmones bajo la mirada del amigo de su hermano.

El menor casi cae de espaldas.

"¡Estás vivo!"



















"¿Por qué sacaste el anzuelo?" reprochó Kyungsoo.

"Alguien me lo pidió, ¿Por qué más lo haría?" respondió el moreno a sus espaldas.

"Si nos iban a interceptar de esta manera hubieses avisado por lo menos, hijo de Kai." enfatizó lo último.

Jongin apretó el amarre en sus muñecas, ganándose un quejido de su parte. Ambos estaban atados espalda contra espalda, por lo que no veían al otro.

Y el moreno no tenía ganas de escuchar los reclamos del más bajo.

"Tienes que pensar en lo que harás." recomendó, tentado a reposar su cabeza en la otra. El cuello le empezaba a doler.

"¿Crees que pienso contar contigo?"

"Por eso digo que tú lo harás, yo me quedaré aquí." después de pensarlo, recostó su cabeza en el hombro del pálido.

Kyungsoo lo miró de reojo y negó. No entendía qué era lo que conseguía Jongin con todo eso, desde que Key los había dejado ahí tenía una actitud tan relajada respecto a lo que fuera a pasar que solo quería golpearle el rostro.

Escuchó un ruido entre los arbustos y se tensó, mirando alerta el lugar proveniente.

"¿Escuchaste eso?"

"¿Qué tanto sabes de semidioses?"

"No tanto como tú, al parecer."

Rodó los ojos, él también estaba cansado de estar en la misma posición, pero no se apoyaría en el moreno.

"¿Por qué estás tan enojado?" el tono de molestia se hizo presente en su voz. "Técnicamente no te engañé."

"Estabas buscando el anzuelo de tu padre, y me utilizaste para llegar hasta él."

"En primer lugar no tenía idea de que funcionaría." chasqueó la lengua "He pasado años buscando ese anzuelo, pero el océano siempre desviaba mi camino o simplemente no me llevaba a nada. Cuando te vi, solo pensé en salvarte y adiós isleño de piel blanca. Pero cuando mencionaste que venías de Kahai, y que buscabas a mi padre, pensé que había una pequeña posibilidad."

"¿Posibilidad respecto a qué?" el bajito se enderezó, soltando un quejido cuando hizo tronar su espalda, escuchó un Si quieres te puedes recostar de Jongin, pero respondió un: "Solo continúa."

"En primer lugar debes saber que ninguna de las islas de Kai ha podido llegar a la de Kahai." comenzó, observando el cielo oscurecido "Así como mi situación con el anzuelo, algo impedía que llegáramos a Kahai. Era como si estuviera siendo protegido por alguien, por eso comenzó a correrse la leyenda de que algo muy importante provenía de allí."

"¿Y pensaste que porque venía de Kahai esa vez sería diferente?"

"En pocas palabras." silbó, volteándose a mirar los ojos negros con atrevimiento "¿No me confundí, o sí?"

Kyungsoo observó el par de ojos caramelo, odiando el atisbo de sonrisa que se asomaba en sus labios.

"¿Por qué eres tan raro?"

"¿A qué te refieres?"

"Sigues ocultando cosas, pero me sonríes de esa manera. Te quiero golpear"

A pesar de no encontrar expresión en su rostro, Jongin sonrió aún más grande.

"¿Te gusta mi sonrisa?"

"Deja de intentar cambiar la atmósfera y no desvíes el tema."

"Entonces..." un mohín se formó en los labios de Jongin "encontré el anzuelo, pero pensé en todo lo que conllevaba eso y terminé por arrepentirme. Además por alguna razón lo había encontrado contigo, así que pensé que estaría bien que tu te quedaras con él."

"¿Y pensabas dejarme enfrentar a todo semidios o bestia marina que vaya tras el anzuelo?"

"Eres fuerte, bonito. Has sobrevivido a delfines y sirenas."

"Jongin."

El moreno se rió.

"Habían más posibilidades de que muriera de esa manera."

"¿A qué te refieres?"

"No puedo tocar el océano."

"¿Qué dices?"

"Cuando los dioses maldijeron a Kai, incapacitaron la posibilidad de que pudiera esconderse en el mar."

Kyungsoo asintió, entendía eso. Solo que no pensó que la maldición también recaería en su hijo.

"¿Qué sucede cuando lo tocas?"

"Mi piel comienza a arder y a inflamarse." respondió "Hace unos años tuve la última visita de mi padre, fue una despedida. Y se disculpó por todo lo que hizo."

Kyungsoi quiso girar a verlo, pero Jongin parecía bastante perdido en sus pensamientos.

"Pero... ¿Cómo es que Kai logró escabullirse si tiene en sus manos el corazón del océano?"

"Ya no lo tiene."

El bajo parpadeó sorprendido.

"Aún así..."

"Y tampoco tiene el anzuelo" murmuró, cerrando los ojos "Creo que mi padre sabe que nunca tendrá el perdón de los dioses, y no tuvo el valor de devolver el corazón por miedo a su destino. Así que dejó a un lado lo que lo hacía Kai y prefirió perderse y comenzar a vivir como un mortal."

"¿Sabes dónde está?"

Jongin sonrió.

"Si supiera no estaría aquí."

"Tu padre es un imbécil"

"No hace falta que lo digas, lo sé."

Kyungsoo por primera vez sintió pena por el contrario. Era como si Jongin estuviera resignado a vivir de esa manera.

"¿Qué estás buscando?"

"Quería el perdón de los dioses" balbuceó, como si tratara de un sueño lejano "En Molokai yo era el sucesor del líder, así que estaba ocupado preparándome en ello. En ese entonces no se había manifestado el problema con el océano, pero después de la visita de mi padre comencé a experimentar con ello, así que mis labores se vieron interrumpidas. Los chamanes dijeron que se trataba de alguna alergia. Y me engañé creyéndolo, hasta que comenzó a presentarse en mis hermanos menores. Así que una noche tomé una vela y me fui a buscar una solución, vagué por el mar, conocí toda clase de seres marinos, semidioses. Nadie quería ayudarle al hijo de un exiliado. Hasta que me topé con Key."

"Tu tío..."

"Sí, no es fácil confiar en él. Es demasiado demandante, pero fue mejor que ser rechazado por... todos."

"¿Y si te ayudó por qué nos tiene amarrados?"

Comenzaba a creer que el sentido común no funcionaba con ellos.

"Ustedes se querían ir, ¿Cómo no esperabas que los amarre?" la extraña presencia de Key volvió a aparecerse frente a ellos, sobresaltándolos.

"Debes dejar de hacer eso." advirtió Jongin.

Key lo miró fastidiado.

"Creo que es mejor que duermas." recomendó, antes de que los hombres enmascarados lo obligaran a beber entre forcejeos un líquido que a los segundos lo hizo dormir. "Mejor"

Kyungsoo sintió el peso del moreno caer encima de él.

"Quítenmelo de encima." pidió, demasiado exhausto como para soportar el peso de alguien más.

Key lo señaló, y pronto los hombres, o Kakamora, como hacía llamarse aquella tribu, lo desataron y dejaron el cuerpo del moreno tirado en la arena.

"Quiero hablar contigo."

Kyungsoo lo observó mientras sobaba sus muñecas por el forcejeo.

"¿Hace cuánto estás escuchando?"

"Yo escucho todo, este o no presente puedo escuchar todo en este pequeño espacio." respondió el semidios, llevando una mano a su pecho "¿En serio no sabes quien soy?"

"Si se quién eres." 

"Entonces, ¿Podemos hablar un momento?" señaló un camino, sonriendo amablemente.

Kyungsoo lo miró confundido y lo siguió, pero eso no detuvo realizar la pregunta que le iba hacer a Jongin antes de que apareciera.

Si había escuchado su conversación, debía estar al tanto.

"¿Quién tiene el corazón?"

Su isla seguía siendo su prioridad. Así que tal vez estaría bien empezar por ahí.

El semblante de Key se ensombreció de repente.

"Lo tiene él." apuntó con la cabeza al cuerpo inconsciente de Jongin.

O tal vez no.  

















Hola, aquí está la segunda parte de esta historia 🙌❤️

La verdad es que a pesar de que sean capítulos largos, siento que no termino de explicar bien las cosas. Así que si no entienden algo, pregunten con confianza 😔👊

Cada vez siento que se aleja más de la película por tantas cosas que me invento, pero pues como la mayoría no ha visto Moana pues ni cuenta 👉👈

Bueno, voten y comenten si les gustó 😔👊

Ya pal siguiente que espero sea el último, terminaré de explicar lo que no se terminó de explicar aquí.

Ayós 😔👊❤️






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