Capítulo 6
Taehyung:
Es hoy...
Hoy comienza todo.
Anoche lo pensé demasiado y llegué a la conclusión de que solo debo hacer una cosa para sobrevivir a esto: Ser paciente.
Sí, eso significa que no debo gritarle, no estresarme y no perder el control. Debo calmarme y así todo saldrá bien. De esa forma llevaremos las cosas con calma y será más fácil de soportar.
Estoy y no estoy listo.
—Pero puedo hacerlo— Solté un profundo suspiro, terminado de cepillar mi cabello. No sé en qué momento creció tanto. Antes me llegaba a la altura del pecho y ahora está por encima de mi trasero.
—¡Emperador Kim!— Dos ligeros golpes sonaron en la puerta, junto a la voz de ese chico de anoche. Mi corazón casi se me sale del pecho.
—¿S-si?— Rápidamente me recogí el cabello, me puse mi sombrero encima, asegurándome de que no se viera ni un solo cabello.
—¡El desayuno está listo, el capitán lo está esperando!— Oh Dios, no estoy listo, no lo estoy, definitivamente no lo estoy.
—¡Ya v-voy!
Estuve inmóvil y en silencio hasta que escuché sus pasos marcharse de la puerta y fui a cerciorarme de que así fuera.
—Que alivio...— Regresé a la cama y guardé mis cosas dispersas encima—Ahora sí...llegó el momento.
Voy a volverme más fuerte. Voy a lograrlo.
Jungkook:
—Ya viene— Avisó Jimin, yéndose de largo a la cocina.
—¿Y le avisaste dónde quedaba el comedor?— Tarde, ya se fue a devorar la fruta recién cortada. Bufé pesadamente.
Me paré de mi silla y fui a buscar al Emperador. Ya no estaba en su cuarto cuando llegué. Mierda.
Tomé enseguida el pasillo diagonal al que vine y solo tuve que avanzar unos cuantos pasos para encontrarlo. Está mirando la vela encendida encima de la mesita junto a la pared.
—Buenos días— Le dije acercándome. Se sobresaltó de inmediato, volteando a verme con una expresión asustadiza que al instante se volvió furiosa.
Me crucé de brazos, aguantando mis ganas de reírme de él.
—Buenos d-días...— Susurró cabizbajo, cruzándose de brazos también.
—¿Qué hacías?
—Am...solo...estaba viendo la vela, es...muy extraña— Su mirada regresó vagamente a la vela encendida. Sonreí confundido.
—¿Extraña por qué?— Me acerqué un poco más.
—Porque tiene una forma que no había visto antes, y es de color lila— Giró a verme— Y huele bien.
—Es una vela aromática que me regalaron hace un tiempo— Lo miré de reojo. Parece impresionarle demasiado una simple vela.
—¿Se la regalaron o la robó?— Dijo de repente.
—Oye no todo el tiempo robo cosas— Me reí entre dientes. Él se encogió de hombros y me lanzó una mirada incrédula— Oh vamos ¿no me crees?
—Umm...— Metió sus manos en los bolsillos.
—Bueno piensa lo que quieras pero no la robé— Le sonreí, más de inmediato apartó su mirada asintiendo— Vamos, te llevaré al comedor.
No demoró en seguirme el paso y durante el corto trayecto nos mantuvimos en total silencio, hasta que llegamos y la bulla de mis tripulantes se hizo presente de forma abrupta.
—¿Este es el comedor...?— Preguntó en un susurro, mirando sus alrededores con esa expresión tan propia de él. Desagrado.
—Sí— Seguimos avanzando— ¿Por qué lo preguntas?— Lanzaron un trozo de pan quemado cerca de nosotros.
—Porque...todos están aquí y ¿qué demonios fue eso?— Miró aterrado el pan que pasó volando cerca suyo. Fue inevitable reírme, y enseguida su mirada se endureció furiosamente.
—Solo era un pan. Te acostumbrarás— En eso vi a lo lejos mi silla y mi plato, está vacío ¡mi plato está vacío!— ¡Malditas ratas! ¡ya verán! oye ya regreso ¿si? — Le dije rápidamente y me fui.
Taehyung:
—¡USTEDES!— Jeon gritó de repente, señalando bruscamente a dos tipos sentados en las mesas del al frente. De inmediato se fue corriendo tras ellos en medio de risas, y ellos también se rieron, de hecho, ¡todos se están riendo!
¿Qué es esto...?
¡¿Qué es todo esto?!
¡Está corriendo por todo el comedor y a nadie parece molestarle! ¡Solo se ríen como idiotas! Además, ¡¿qué hacen todos aquí?! Se supone que él es Capitán, ¡debería comer solo! Y deberían respetarlo, ¡pero esto parece un bar de maniáticos! ¡un circo de gente salvaje y sin clase! ¡¿Qué demonios hago aquí?!
Me voy a desmayar.
—Oh Dios...— En serio no lo puedo creer. El "temible" pirata Jeon Jungkook se acaba de tirar encima de sus tripulantes y les está robando su comida como un completo demente.
Es un salvaje, todos lo son. Estoy traumado.
—Emperador, ya está aquí. Buenos días— El chico de anoche caminó hacia mí, riendo levemente—Lo sé, toda esta gente está loca, solo manténgase alejado y podrá sobrevivir. Mejor venga a la cocina, le serviré el desayuno allá— Se dio la vuelta y se fue.
—Huh...— Nada de esto tiene sentido, pero bueno, no hay de otra.
Antes de seguir a ese chico, me volteé a ver al capitán. Luce como alguien tan distinto a mí...
Me pregunto si realmente podremos llevarnos bien algún día...
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