Taehyung:

—Sí lo sé, lo sé por la vez que...a-ah, olvídalo, sí sé donde queda, ya m-me voy. ¡A-adiós!— Me fui cuanto antes, casi corriendo, y accidentalmente cerré la puerta sin medir mi fuerza. Eso probablemente fue muy confuso y patético, ¡pero es que me dio muchísima pena! aunque seguro él ni siquiera se acuerda de eso.

Fui rápido a mi habitación para tomar una toalla y luego seguí directo hacia el baño. Apenas llegué me encerré y sentí que pude respirar aliviado.Me sentí seguro, solo yo con mis miles de pensamientos.

—Yo...y-ya te he visto sin ropa, Jungkook...— Inconscientemente exhalé con pesadez, con los latidos de mi corazón irrumpiendo en medio del silencio.Lo sentí como un huracán de adrenalina regándose por todo mi cuerpo— Jungkook...

Tu pecho era amplio, tus hombros se notaban firmes, tus pectorales se marcaban, tus brazos se veían fuertes, tu torso era rudo, te veías tan inexplicablemente masculino y grande, y tu piel...podía sentirse tibia con solo una mirada.

Luegoestaba ese tentador sendero de vellos, repartiéndose hasta abajo, donde yacía tu...

—¡¿En qué mierda estás pensando, Taehyung?! ¡AHHH!— Cubrí rápidamente mi boca para callar un grito que de todas formas salió. ¡Ahora mis mejillas están ardiendo como nunca! ¡como si mi cara estuviera hirviendo o a punto de estallar! ¡y siento que estoy gritando y hablando muy rápido mentalmente! ¡incluso podría desmayarme!— Oh, maldita mente traidora y r-retorcida, ¡¿c-cómo pudiste hacerme pensar algo así?! Dios...

Caminé enseguida hasta uno de los barriles y empecé a quitarme la ropa. Juro que intenté pensar en otra cosa, en lo que sea, aunque no tuviera ni el más mínimo sentido, pero me siento tan avergonzado ahora...que es imposible pensar en algo más.

—Carajo...— Me siento impuro e incorrecto, aunque no es la primera vez que me siento así...porque esa noche escribí en mis pergaminos lo que pasó, escribí todo lo que sentí al verlo sin nada cubriéndolo, el como mis emociones se dispersaron sin control por todo mi cuerpo, como si no tuviera ni el más mínimo control sobre eso. Escribí de mí, de él, de la tensión que sentí entre nosotros, y...no pude evitar desear algo más.

Lo deseé a él.

Lo deseé carnalmente, deseé tenerlo para mí, deseé su cercanía, deseé que me viera, que me tocara...e hiciera conmigo lo que quisiera, porque quería sentirme suyo, necesitaba sentirlo así. Sin importar que aquello sea considerado el acto sodomita más grave y ofensivo para Dios y la iglesia.

—¿Qué hago pensando en estas cosas? son a-aberraciones— Terminé de desvestirme y dejé la ropa a un costado del barril, también me recogí el cabello para no mojarlo, aunque algunos mechones se salieron de todas formas— No quiero pensar en esto, no está bien, es asqueroso, p-pero...

Me pregunto si Jungkook podría desearme, si podría pensar en mí de "esa" manera.

¿Qué se necesita para ser deseado? mi cuerpo no es lindo, y...está dañado.

—¿Te sentirías cómodo tocándome?— Deslicé mi mano por encima de mi pectoral derecho, justo en una de mis cicatrices. Sé que no es tan grande como las demás, de hecho es de las más pequeñas, pero sí es muy notoria porque fue hecha con una varilla caliente, y pues mi piel se quemó en toda esa zona. Ahora se ve espeluznante, como si estuviera podrido. Así que no importa lo que haga para intentar arreglarlo, simplemente es una de las cicatrices que llevaré por siempre—Okey...ya tengo mi respuesta, n-no lo harías.

Me sequé rápidamente mis lágrimas antes de que rodaran por mis mejillas, ya me estaba costando mucho retenerlas.

Ni siquiera sé en qué momento me puse así, pero respiré hondo y calmado una y otra vez, repitiéndome que eso no era importante y que todo estaría bien, así que no perdí más el tiempo y comencé a vaciar agua en uno de los barriles.

Ahora lo importante es darme un baño y luego ponerme bonito para mi cita con Jungkookie. No quiero volver a arruinar todo con mis cosas tontas.

Jungkook:

Creo que pedirle ayuda a Jimin y a Jin para que me ayudarán a vestirme adecuadamente no fue una buena idea. Debí confiar en mí instinto de la moda ¡porque ahora parezco una papa fea!

—Jimin, ¿de verdad es necesario ponerme este moño? no me gusta, me está asfixiando— Intenté acomodármelo un poco, pero el elástico me rebotó fuertemente como venganza. Estoy harto.

—Es muy necesario, cuando Taehyung te vea dirá "wow, qué elegante" y se va a enamorar más, apostemos el barco.

—Pero me está picando mucho, me aprieta-

—La belleza cuesta querido, ahora ven acá, te voy a peinar— Dijo Jin, mostrándome un enorme peine. ¡Definitivamente no!

—No, no y no, eso sí que no, mi pelo no— Aproveché que Jimin se distrajo buscando algo en su bolsa y me quité el moño, también me desabotoné los primeros botones de mi camisa ¡y al fin pude respirar!

—Vamos capitán, no puedes presentarte con ese pelo de loco.

—¿Cómo qué de loco? ¿qué tiene de malo? está bien para mí— Pasé mis manos por mi cabello para darle un poco más de forma, y usé mis dedos para desenredarlo. Así se ve bien, últimamente me he peinado así para Tae.

—¡Mira!— Jimin se volteó de repente con un pequeño envase en sus manos. Jin asintió sonriendo.

—¿Eso qué es?

—Colonia de frambuesa y miel, la compré a unos egipcios en la isla que estuvimos antes de conocer a Taehyung. Tienes que usar esto sí o sí.

—Amm, está bien— Creo que es una buena idea. Tae siempre usa una colonia de naranja y canela, antes no podía reconocer con exactitud esa deliciosa mezcla de olores que brotaba de él cada vez que estábamos cerca, pero lo supe cuando lo llevé a su habitación esa vez que se quedó dormido en mis brazos. Allí la fragancia se sentía mucho más fuerte, se sentía tan él.

Ay no, ya lo extrañé de nuevo. Necesito verlo, necesito que tengamos nuestra cita ya.

—Oigan, el día de mañana, cuando lleguemos a la costa, quiero que me hagan un favor— Les dije a ambos. Enseguida me prestaron toda su atención— Necesito que se queden con Taehyung por unas horas, yo me iré a hacer algo importante.

—¿Cómo así? ¿qué cosa?

—Bueno es que...quiero comprarle algo que él desea, pero tiene que ser una sorpresa, así que por favor distráiganlo, quédense con él mientras yo vuelvo.

—Umm, está bi-

—¿Y también me pueden prestar una cinta métrica? de esas que se usan para saber las medidas de una persona, creo que tú tienes Jimin— Le sonreí grande.

—Sí tengo, pero te la voy a prestar solo si me dejas peinarte aunque sea un poquito ese mechón de allí— Me hizo ojitos. Lo odio.

—Ah...de acuerdo. Me caen muy mal ¿saben?

Jin me miró indignado porque él ni siquiera había dicho nada, ya hasta había guardado su peine. Fue gracioso, Jimin se rió mucho de él, y como la risa de Jimin es demasiado chistosa, Jin y yo también nos reímos hasta que nos dolió la barriga. Después siguieron ayudándome a lucir "mejor" y me dieron algunos consejos. Todo fue muy divertido, siempre lo es si están ellos.

Taehyung:

Ya terminé de bañarme. No sé cuánto tiempo me habré tardado pero ya me siento muy animado porque al fin pude darme mi baño relajante y renovador. Ese siempre es un momento muy sagrado e importante para mí ¡así que estoy muy feliz! y limpio sobretodo.

Me aseguré de dejar todo lo que usé en su lugar y luego regresé a mi habitación. Toda mi ropa estaba dispersa por la cama, así que me puse a guardar todo muy rápido, incluyendo mi vestido.

Mi corazón se estrujó de tristeza, pero esta vez la intensidad del dolor fue diferente...como si finalmente se empezara a desvanecer de mi alma. Lo sentí como un gran paso, por más pequeño que haya sido.

Y me sentí orgulloso de mí.

Guardé cada trozo de tela en mi bolso, solo será hasta llegar a la costa porque allí voy a deshacerme de el para siempre. Nunca me hizo bien conservarlo, pero...no lo sé, me aferraba a tenerlo, aunque me doliera. Ya no volverá a ser así.Es una promesa conmigo mismo.

Al final me decidí por usar una camisa verde, un pantalón negro, y mi corsé por supuesto. Luego fui a cepillar mi cabello y me hice unas trencitas, pero esta vez me quedaron más bonitas porque las hice entrelazando mi cabello con una cinta blanca.

—Bueno...y-ya estoy listo, ahora sí— Cielos, mentiría si dijera que no estoy muriéndome de nervios, o sea ya estaba muy nervioso desde antes, pero ahorita mis nervios incrementaron de golpe, tanto que ya me siento temblar, ¡pero no me importa, voy a salir y tendré mi cita!

Ni siquiera me detuve a pensarlo, solo lo hice. Salí de la habitación y no paré de alentarme mentalmente hasta que llegué al comedor. Ya no había nadie como hace un rato, pero todo lucía muy bonito y arreglado.Sentí muy lindo en mi pecho.

En el centro había una mesa grande con mucha comida y velas, de las velas bonitas que tienen olores, así que me acerqué para olerlas antes de que apareciera alguien y pensara que soy raro.Es que me gustan mucho las velitas. Cuando vivía en el palacio, me gustaba ver la pequeña flama que tenían sobre la mecha hasta quedarme dormido, me daban calor cuando lo necesitaba y de alguna manera me transmitían mucha paz y tranquilidad.

Por eso cuando vine a este barco me sorprendió mucho ver que existía una vela con una forma extraña, de color llamativo, y sobre todo, ¡desprendía un olor semejante a la canela! Ahh, puede que eso no tenga mucho sentido pero a mí me parece muy fascinante.

—Esa huele a un poco a fresa— De pronto escuché la voz de Jungkook acercarse por detrás. Me volteé a verlo de inmediato, con los latidos de mi corazón volcándose fuertemente contra mmi pecho.

En ese momento tuve un pequeño dejavú.Yo viendo una vela aromática y él asustándome con su repentina aparición. Así tuvimos una de nuestras primeras interacciones.

No ha pasado mucho tiempo desde esa vez...pero hemos cambiado mucho.

—Kook, me asustaste, tonto— Ambos levantamos una sonrisa inmediata, pero yo me avergoncé muy rápido y desvié la mirada— Amm...te ves bien, muy bien.

Hoy ha arreglado su cabello más que de costumbre, su ropa luce sumamente impecable y percibo un dulce aroma acompañándolo. Se ve como un príncipe.

—Gracias, me puse así para ti, quería impresionarte— Avanzó hasta mí con una genuina sonrisa— Tú te ves como el ser más precioso del mundo, mi Emperador— Me sostuvo de las mejillas con muchísima suavidad y acomodó tiernamente mis mechones de cabello detrás de mis orejas.

—Jungkook...— Sentí su respiración acariciar mi piel, estando cada vez más cerca de mí. Eso inconscientemente me hizo remojar mis labios, pero giré mi cara cuando estuvo a punto de besarme— Te doy besitos después ¿sí? créeme que si te beso ahora querré hacerlo por mucho tiempo y luego te vas a aburrir.

—¿Qué?— Me sostuvo de la cintura apenas notó mis intensiones de alejarme.Me sonrojé muy fuerte— ¿No me quieres dar besitos porque crees que me voy a aburrir?

—Am...no a-así, no lo sé— Está muy cerca, su mirada se siente...dominante, parece estarme analizando con detalle.

¡Ya me puse demasiado nervioso!

—Entonces todo este tiempo...—Su sonrisa se tornó dulce y confundida— Oh...ahora entiendo porqué siempre me das besos cortitos, ¿es por eso? ¿crees que voy a aburrirme? ¿cómo podría, eh? Sí desde que me despierto hasta que me duermo, lo único que quiero es estar contigo y besarte todo el tiempo. Jamás podría aburrirme de tus besos, mi amor.

—¿Me d-dijiste mi a- — Me calló con un fugaz besito ruidoso, corto y sutil, casi como un roce. Luego me soltó y tomó asiento en su silla, como si nada hubiera pasado.

—Solo por esta ocasión dejemos los besos para después, porque luego tendrás que aguantarme toda la noche. Pienso comerte a besos, mi amor.

Mientras tanto, en Chester (base imperial de la gran familia Kim) se encontraba la reina, sus hijas y cientos de soldados del palacio, listos para zarpar al mar en busca del único heredero al trono, Kim Taehyung.

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