꒰ CAPÍTULO O2 ꒱ ❟ ❝ ocean eyes ❞
ACT ONE • ─ 𓇻 ─ • INVADER

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• ─ ¡LAZOS DE AMISTAD! UN NUEVO INTEGRANTE PARA LA TRIPULACIÓN SOMBRERO DE PAJA. ─ •

Navegando por las temibles aguas de la Grand Line, un barco familiar se abrió paso en el horizonte arrastrado por corrientes de agua. Se trataba de una carabela muy dañada, desde el mástil hasta la proa. Parecía haber tenido una increíble y fabulosa aventura por aquel bravo océano recientemente ─ sus daños confirmaban que así había sido ─. La gente lo conocía como el Going Merry Go, un barco dedicado a transportar quizás a la tripulación más problemática que había zarpado en el último año. Desde la navegante pelirroja amante de las mandarinas; el cazador de piratas malhumorado; el tierno e indefenso doctor; el chico mentiroso; el cocinero mujeriego; la inteligente arqueóloga hasta su torpe capitán glotón. Todos ellos llenaban de armonía el magullado barco. Cada daño tenía un significado espacial, llenos de aventuras y peleas, porque los rasguños más insignificantes eran también los más especiales. Iba a extrañar las peleas de Zoro y Sanji; los gritos de Nami; las mentiras de Usopp; la gentileza de Chopper; los escalofriantes comentarios de Robin y las armónicas carcajadas del capitán. Estaba a punto de decirle adiós a sus tripulantes, pero antes de hacerlo debía navegar por las terribles aguas de la Ruta Marítima una vez más con la finalidad de llevarlos hasta la isla cercana. 

El barco de Sombrero de Paja estaba listo para dar un último viaje. 

Corriendo sobre la cubierta con una ancha sonrisa estaba Luffy Sombrero de Paja persiguiendo con entusiasmo a un pequeño reno color café y de nariz azul. Al parecer había robado el último trozo de carne del capitán. Aquello posiblemente se había vuelto el mayor logro de Chopper en semanas, quitarle la carne a Luffy era como quitarle la vida ─ y se lo merecía.─ El chico le robó tan descaradamente su comida del plato durante el desayuno y era un buen momento de cobrárselas. A Luffy le parecía divertido porque creía que estaba jugando. Aunque el médico no lo sentía así porque pensaba que su capitán estaba molesto con él por gastarle una broma. 

Tony corrió con dirección a donde reposaba un adormilado Zoro y se escondió detrás de unos barriles junto al dueño de las tres katanas. Sombrero de Paja se abalanzó contra él, sin pensar o calcular con exactitud dónde iba a caer y terminó sofocando al cazador de piratas. El joven D. solo le regaló una sonrisa inocente al de cabellos verdes y huyó de allí de inmediato antes de que su amigo pudiera reaccionar a tal golpe. En cambio, Chopper tembloroso se acercó a ver como estaba Roronoa. Este lo único que hizo fue levantarse e irse a la cocina con el resto de los tripulantes.

La diosa Nami ─ como Sanji solía llamarla ─ pelaba unas cuantas mandarinas que había tomado de su huerto para que el cocinero le preparara un rico jugo.  Robin, se divertía con ese libro de romance que consiguió por unos cuantos berries en la última ciudad que visitaron, la forma en la que los protagonistas se habían enamorado le causaba ternura y tenía que admitir que se moría de ganas por presenciar un amor tan cliché como ese, tal vez solo tal vez uno de sus compañeros podría darle ese gusto.    

Todos hacían algo menos Zoro porque él solo se dedicaba a dormir o beber sake, nada fuera de lo habitual hasta se podría decir que era el más aburrido de la tripulación.

─ ¡Cabeza de musgo! ¿Has visto a Usopp? ─ le preguntó de inmediato el rubio al recién llegado. ─ No vino a desayunar y me preocupa.

El cazador soltó un gran bostezo demostrando lo poco que le importaba el asunto aunque al final tuvo que contestar la pregunta de su compañero sin tantos rodeos.

─ No.

─ ¿Estabas en la cubierta? ─ lo cuestiono el cocinero. ─ ¿Seguro que no lo viste? ─  volvió a insistir. 

─ No.

Sanji comenzaba a irritarse por la forma vaga de contestar del pirata.

─ Cocinero-San ─ llamó Robin cerrado su libro de golpe y se dirigió al del cigarrillo respetuoso como siempre. ─ Narizón-San está reparando el Merry. Al parecer había unos cuantos daños que necesitaban atención.

Era verdad, ese chico de nariz larga era el más preocupado por los recientes daños al Going Merry Go.  Había muchas cosas que lo tenían un tanto inquieto referente al barco y una de ellas era que no lograba comprender quién lo reparó cuando estaban en Skypiea.

─ A mi igual me preocupa el estado del Going Merry. ─ comentó Nami dejando las cáscaras de mandarina sobre la mesa para mirar a sus compañeros con una expresión triste ─ Quizás es un buen momento de llevarlo a reparar.

─ Tienes razón Navegante-San ─ asintió la arqueóloga dudosa ─. Aunque ya no creo que con eso sea suficiente.

─ ¿A qué te refieres Robin? ─ cuestión la de cabello corto tratando de entender lo que su amiga quería decirles. 

─ Necesitamos un  carpintero a bordo. ─ respondió Robin intentando hacerles ver que ya no era suficiente con ellos para atender al Merry. ─ Aunque Narizón-San hace su mayor esfuerzo para solucionar los daños, lo cierto es que el Going Merry necesita ayuda de un experto en barcos ─ opinó.

Zoro cabeceó mostrándose desinteresado ante el tema que tenía a todos con un mal sabor de boca. A Sanji se le hizo difícil no molestarlo, le dio una patada lo suficientemente fuerte como para tumbarlo de la silla.

─ ¡DESPIERTA DE UNA MALDITA VEZ CABEZA DE CHORLITO! ─ le gritó. 

Así comenzó una de sus tantas disputas que hizo que Nami los detuviera de un golpe. La pelirroja estaba preocupada no solo por el estado de Merry sino también por lo que pensara su nakama si no había una solución para el barco. Pensó que era momento de utilizar el tesoro que habían obtenido en la isla del cielo.  Si lo cambiaba por dinero, posiblemente tendrían lo suficiente para reparar el Merry o mínimo para que un profesional lo revisara.

El doctor entró luciendo cansado ─  la realidad era que Luffy lo hizo correr por toda la cubierta sin descanso ─ cuando lo atrapó lo único que hizo fue tocar la punta de su azulada nariz. Evidentemente Monkey solo jugaba. 

El del chaleco rojo se sintió algo cansado y se fue a dormir a la cabeza del Merry después de eso.

─ 𐇴 𐬹. 𓆛 ゚ 𐬹 𓇻゜𐬹 ─

Tal como lo había mencionado la arqueóloga del barco. Esa mañana Usopp se había dispuesto a tapar más grietas en la madera del barco, por ello había bajado a la parte inferior del Merry donde se llevó un susto de muerte. Apoyada en unos barriles de sake se encontraba una chica de cabellera castaña que vestía una ropa extraña e inusual ─ parecía haber salido de un fino lugar ─. Parte de su cabello esponjado y oscuro cubría su rostro así que le era imposible saber con exactitud qué tan atractiva era. A Usopp le dio la impresión de que se había bebido casi todo su sake. Tenía pruebas, una de ellas eran sus mejillas rojas y el leve hipo que se alcanzaba a escuchar salir de su boca. 

Al de nariz larga le daba miedo acercarse.

«¿Cómo abordó el Merry? ¿En qué momento?» Se preguntaba el moreno. 

Intentó gritarles al resto de sus compañeros, pero en cuanto abrió la boca para emitir sonido ella se le abalanzó encima tapándole la boca. No era fuerte así que podría ganarle con facilidad aun así ni siquiera lo intentó, le daba miedo intentar hacer algo, ella parecía ser igual de aterradora que Nami.

─ ¡Oi, nariz larga! ─ exclamó la chica ─ ¡Ni se te ocurra gritar...hip!

No lo había pensado porque no podía ni moverse del miedo y hasta comenzaba a sentirse enfermo.

─ No voy a hacerte daño. ─ Adrie le dedicó una sonrisa amplia, llena de confianza. El chico dejó de temblar, le pido sutilmente que se alejara un poco de él. ─ Lo siento no pretendía derribarte ─ se disculpó ─. Yo solo buscaba un transporte.

El tirador se tranquilizó un poquito y se sorprendió al escuchar el rugido en el estómago de la mujer.

─ ¿Tienen comida? ─ preguntó al francotirador de los Mugiwaras. ─ Necesito algo más para ingerir que no sea solo sake.

Él solo la observó. Confirmó que era una persona cero refinada también alguien que parecía no haber comido en semanas o incluso dormido. Tenía un aspecto horrible. Adrie no era guapa y carecía de un físico saludable. Ella vestía con una larga falda azul llena de bordados blancos, unas sandalias y una blusa turquesa que revelaba gran parte de su huesudo cuerpo. La castaña se llevó las manos al estómago cuando este volvió a rugir; llevaba un día entero sin comer. Lo más cerca que estaba para probar un bocado era ese aroma de la deliciosa comida que preparaba el cocinero de los Sombrero de Paja. Usopp podía tomar eso como una ventaja para poder regresar a la cubierta del barco e informar al resto de sus compañeros sobre la invasora del Going Merry Go, sin embargo, esa jovencita le transmitía mucha confianza, así que por primera vez en mucho tiempo decidió no acudir a sus amigos.

Al final y después de estar en silencio un par de minutos fue capaz de responder asintiendo con la cabeza.

─ ¡Aaaah! Por cierto, me llamo Adrie ─ se presentó extendiendo su mano al chico. ─ Te pido una disculpa por subir a tu barco yo... ─ se detuvo un tiempo para pensar que decir por qué no sabía si decirle la verdad al muchacho o solo esperar hasta toparse con Luffy. ─ Yo necesitaba un medio para escapar y vi este barco. ─ no mintió, pero tampoco fue honesta del todo.

El de cabello negro agarró aire y con un fuerte valor se presentó.

─ ¡Soy el temible capitán Usopp! ─ exclamó con orgullo aunque la muchacha no pudo ocultar su desconfianza ante tales palabras sus ojos azulados transmitían duda. 

No era muy creíble. 

¿Acaso le estaba mintiendo? Claro que sí, se sabía que Usopp solía ser un fabuloso mentiroso. Sus falsas historias lograban traer alegría a quienes las escuchaban, a todos, incluida ella.

─ ¿Eres el capitán de esta carabela? ─ intento averiguar en el momento que se sentó sobre uno de los barriles vacíos ─. Debes saber que este viejo barco está a punto de fallecer. ─ señaló. 

─ ¡No te atrevas a decir esas cosas! ─ exclamó Usopp con enfado. ─ El Going Merry Go ha demostrado ser muy fuerte. Ha estado navegando por la Grand Line sin problemas y hasta nos llevó a la isla del cielo.─ 

La castaña alzó sus brazos en señal de paz al notar lo alterado que se había puesto el tirador.

─ ¿Por qué te importa tanto este barco? ─ le cuestiono ella ─. ¿No debería ser tu tripulación lo más importante? Un capitán ve por el bienestar de sus nakamas y es por eso que tú no eres un verdadero capitán. ─ opinó Rackham tomando un mechón de su cabello para jugar. 

─ El Going Merry es mi hogar. Navegar en este barco me hace sentir que estoy cerca de mis amigos en especial de Kaya.─ Usopp miro a la chica por unos minutos ─ Tú no lo entenderías.

─ Te equivocas puede entenderlo perfectamente ─ respondió la castaña moviendo sus manos nerviosas. ─ ¿Y quién es esa tal Kaya? ¿Tu novia? ─ trato de cambiar el tema con aquella pregunta. 

─ Para nada, ella es una amiga muy preciada ─ contestó nervioso.

─ Entiendo. 

Ella no dijo nada más porque ni siquiera lo conocía para estar interesándose por cosas que no eran de su incumbencia. Aunque también era consciente que debía ganarse puntos con el moreno, se acercó  a él para sujetarle el martillo esta acción hizo que Usopp se sobresaltara y diera tres pasos hacia atrás.

─ Te ayudaré a reparar los daños del barco. ─ la muchacha llevó sus manos hacia un agujero en la madera de donde brotaba agua salada.

─ Gracias Adrie, pero no comprendo por qué lo haces ─ admitió el chico.

─ Bueno dijiste que el Going Merry era como un hogar ─ recordó ella. ─ Yo no tengo uno y por eso te ayudo. ─ confesó con nostalgia. 

Se puso feliz al notar la gentileza de la jovencita. Después de minutos, los dos se dedicaron a tapar los hoyos y otros daños del Going Merry. El francotirador era alguien chistoso y a Adrie le parecía divertido tenerlo allí contándole historias. Incluso le había contado cuando se encontraron con un almirante de la marina hace poco y había congelado a Luffy ─ cabe mencionar que la muchacha estaba haciendo notas de todo en su cabeza─. También le contó cuando fueron a Alabasta para ayudar a Viví y la vez que su nakama tuvo que trepar una montaña solo para buscar un médico para Nami. Honestamente, a la castaña le parecía extraño que de repente hubiera piratas tan «decentes» como lo eran los Mugiwaras.

Continuó escuchando y riendo con su nuevo amigo hasta que fueron interrumpidos por los gritos desesperantes de otro Mugiwara. Era tarde y el del overol no había ido a comer, Sanji tuvo que buscarle porque no podía simplemente pedirle a Luffy que lo hiciera, ya que este en cuanto se anunció que la comida estaba lista se apresuró en ir a comer. Ahora era casi imposible alejarlo de la cocina y más cuando se trataba de la carne. 

Adrie inmediatamente se puso a la defensiva.

─ ¡Tranquila Adrie! ─ le dijo a la chica en cuanto surgió la oportunidad ─ Se trata de uno de mis compañeros, seguramente vino a buscarme porque ya es tarde. ─ informó con temor. 

─ No le digas a nadie que estoy aquí ─ imploro la muchacha algo ansiosa ─. En  cuanto lleguemos a la próxima isla bajaré del Merry. 

Él asintió, aunque se sentía mal por no contarles a los demás que había conocido a una chica tan increíble como ella y que estaba viajando con ellos.

─ ¿Por qué tardas tanto Usopp?

Sanji casi se desmaya en cuanto vio aquel rostro tan bello como era el de Adrie Rackham. Su «belleza» hizo que el corazón del cocinero estuviera a punto de salirse de su lugar, a decir verdad la muchacha estaba llena de sudor y polvo. No tenía nada atractivo en esos momentos, ella misma podría decir que olía mal. Además, aún se sentía algo mareada por la borrachera que se había metido.

─ ¡Maldito Usopp! ─ el rubio lo pateó y en cuanto lo hizo una de las grietas del Merry que había reparado se volvió a abrir ─ ¿Por qué no nos habías dicho que tan hermosa dama abordó el Going Merry?

La castaña volteó a ver al rubio de con mala gana porque no le gusto lo que hizo, posiblemente así se llevaban ellos ─ quizás el golpe no había sido nada ─, pero no le pareció que lo hiciera en un lugar con tan poco espacio y justo donde el barco estaba más dañado. Sanji trató de acercarse a ella con la intención de coquetearle, acción que le molestó aún más  y fue en ese preciso momento en el que le propició una bofetada lo suficientemente fuerte como para que le ardiera la palma de su mano.

─ ¡Imbécil acababa de arreglar eso! ─ exclamó Rackham molesta.

─ ¡Yo estoy bien! Muchas gracias por preguntar ─ se quejó Usopp.

Adrie lo ignoró por completo. 

─ Disculpe bella dama ─ Sanji se inclinó inmediatamente  para pedirle disculpas por lo que había hecho ─ ¿Cuál es su nombre?

─ Adrie Rackham ─ respondió ella bastante incómoda ─. Te agradecería mucho si mantuvieras tu distancia. 

Ella juraba que los ojos del recién llegado se habían convertido en corazones en cuanto la vio, el rubio le resultaba adorable y demasiado atractivo, sin embargo, tenía actitudes que la ponían incómoda.  

─ Está bien, me llamo Sanji ─ se presentó ─ ¿A qué se debe el honor de tenerla en este humilde barco?

─ Sanji, estás hablando extraño. ─ señaló Usopp riendo ─. Este chico es el cocinero de nuestro barco ─ le aclaró a la chica una vez dejo de reír.

A Rackham le brillaron los ojitos al escuchar la palabra «cocinero».

─ ¿En serio? ─ abrió sus labios con sorpresa ─. No tiene pinta de ser un cocinero ─ señaló.

─ En realidad sí soy cocinero, my lady. ─ asintió el rubio. 

─ Mmmm… ─ murmuró ella ─. Entonces no te importaría prepararme algo de comer ¿verdad? No he comido en días y me vendría bien una buena ración de comida. ─ le dijo al chico. 

─ Claro, my lady  ─ asintió Sanji manteniendo su distancia. ─ ¿Qué le gustaría comer?

─ ¿No vas a preguntar por qué está aquí? ─ Usopp lo miraba negando con la cabeza. 

Cuando el cocinero iba a responderle fue interrumpido por un gran gritó de su capitán.

─ ¡SANJIIIIII! ─ la fastidiosa voz de Luffy resonó por toda la cubierta. ─ ¡MÁS CARNE!

Adrie se puso tensa y Sanji lo notó.

─ Haz que se vaya ─ le suplico su nakama ─. Adrie no quiere que nadie de la tripulación se entere de que está aquí y si Luffy se da cuenta lo más probable es que no descanse hasta que se una a la tripulación.

─ ¿Qué hay de malo con eso?

─ ¿Podrías hacerlo por tu lady? ─  Adrie le sonrió de manera coqueta y él no pudo resistirse a eso.

─ Está bien, pero Usopp vendrá conmigo. ─ declaró el cocinero empujando al narizón para que se apresurara a salir antes de que su capitán decidiera entrar. ─ Volveremos con comida bella Adrie.

Cuando los dos subieron a la cubierta se encontraron con su capitán bastante ansioso.

─ Mmm… Usopp y Sanji, ¿con quién hablaban? ─ preguntó Monkey con cierta curiosidad.

Ambos chicos se miraron, pero no le respondieron.

Debajo, Adrie vio como una oreja desaparecía haciendo un puff.

─ 𐇴 𐬹. 𓆛 ゚ 𐬹 𓇻゜𐬹 ─

Después de comer, Nami cambió el rumbo del Go Merry. La mayoría de los miembros de la tripulación se encontraban en la cocina, a excepción de Monkey D. Luffy, pues, descansaba plácidamente en la cabeza del barco. Ni siquiera se había inquietado por el delicioso aroma de la comida que Sanji preparaba para Adrie, desde el misterioso comportamiento de sus compañeros había estado pensativo y sin ánimos de ir a jugar.

«¿Desde cuándo Usopp hablaba solo?» Se preguntaba Luffy.

Lo cierto era que antes de que Sanji fuera a buscar al moreno; el chico del sombrero de paja había escuchado risas debajo de la cubierta.

Luffy se enderezó en su sitio pensativo y dispuesto a revisar el lugar donde habían estado sus compañeros con anterioridad. La duda e incertidumbre lo estaba carcomiendo por dentro. Se deslizó por la cabeza del Merry, el sombrero casi abandona su cabeza con tal movimiento. El chico camino dudoso por la cubierta hasta detenerse frente a la puertita que daba a la parte de abajo donde tenían los barriles con sake de Zoro. Bajo las escaleras despacio y sin prisa, las herramientas que Usopp había estado utilizando estaban regadas por todos lados, pero a Luffy eso no le llamó la atención.

Una chica de cabello largo yacía sobre uno de los barriles, no podía verle la cara aun así él sabía que esa joven tenía algo que le resultaba familiar, estaba confundido. Esa mujer no pertenecía a su tripulación ¿por qué había abordado el barco? Rackham se sintió observada, abrió lentamente aquellos ojos azulados. Ambos se miraron, la poca luz que entraba por la puerta abierta iluminó sus rostros.

─ Tú no eres parte de mi tripulación ─ señaló al instante.

Adrie entreabrió la boca a decir verdad no comprendió ni media palabra de lo que dijo el joven, su cabeza estaba en otro lado y los mareos eran cada vez más constantes. Mantenerse en pie comenzaba a ser difícil. El muchacho caminó despacio hacia ella sin poder recordarla, por otro lado, Rackham se acordaba bien de él y de su encuentro en aquella taberna. 

─ ¿Quién eres? 

No contestó, únicamente se limitó a observar atentamente su reacción. 

─ Te advierto que si tu intención es lastimar a mis nakamas te patearé el trasero ─ advirtió Mugiwara. 

─ ¡Vaya! ¿Siempre eres así de rudo con una chica linda? ─ bromeó la muchacha ─. Relájate un poquito, no vengo a lastimar a tus nakamas además no sé si puedes notar que no me encuentro en condiciones para iniciar una pelea ─ dijo ella levantándose y acercándose a él. ─ Mejor dime, ¿cuál es tu nombre?

─ Soy Monkey D. Luffy, el hombre que se convertirá en el Rey de los piratas. 

─ Un placer Luffy ─ le extendió una de sus manos para saludar ─ Mi nombre es Adrie Rackham y seré quien te guíe hasta el One Piece, futuro Rey de los Piratas.

Aquella frase lo dejó sin palabras, aun así estaba seguro de que le agradaba esa chica