vii. When the party is over.
"Don't you know too much already?
I'll only hurt you if you let me
Call me friend but keep me closer (call me back)
And I'll call you when the party's over"
When the party is over; Billie Eilish.
A la mañana siguiente, Loki se sentía Blancanieves.
Quería cantar, acariciar animales, reír como idiota y saludar a la gente en la calle.
No llegó a tanto. Nada más tomó en brazos a su gata, puso música y bailó un poco con ella. El animal le miraba con los ojos más abiertos que de costumbre, seguramente aterrorizado de su buen humor.
Y no era para menos; Loki jamás había bailado. No solía cantar tampoco. Mucho menos sonreír.
Pero, ¿cómo no hacerlo? ¿Como suprimir la única real alegría que había experimentado en su triste vida?
Thor le había besado anoche.
¡Le había besado! ¡A él!
Loki casi no respiraba de dicha. Sinceramente no supo como se atrevió a dejarle cruzar esa línea, pero no se arrepentía en absoluto.
Cuando al fin salió a la calle para ir a trabajar, se sorprendió a sí mismo siendo inusualmente amable, o lo más que él podía ser.
Le abrió la puerta a una señora, acarició a un perro de la calle y le dedicó sonrisas a todo el mundo.
O se detenía o le caería un rayo.
El día marchaba perfecto, los clientes seguían llegando y todo se encontraba ordenado. Parker era el único pequeño detalle que le había tomado desprevenido.
El chico había llegado inusualmente cansado y hasta decaido. Apenas le dio los buenos días y no perdió el tiempo hablando con él; fue directamente a hacer su trabajo.
En el pasado, seguramente hubiese hasta celebrado esa actitud, pero ahora mismo, habiendo forjado una especie de lazo con el chico y conociendo su personalidad, sabía que algo debía estar realmente mal.
Lamentablemente, o por fortuna, el local estaba bastante ajetreado esa mañana, así que no pudo tener ni un momento a solas con él para preguntarle que ocurría.
Fue recién a eso de las tres de la tarde que las cosas se habían calmado un poco.
Faltaba un poco para navidad, pero la gente prefería quitarse de encima la tarea de buscar regalos adecuados desde temprano, porque luego, cercanos a la fecha, era un verdadero caos conseguir un mísero obsequio decente y una tienda tranquila.
Ahora mismo despedía al último cliente del momento, el cual iba bastante seguido. Le obsequió una caja de chocolates luego de recibir su vielto y se despidió de Loki con una sonrisa que fue correspondida por compromiso.
Chequeó el regalo y pensó que bien podía dárselos a Peter, que parecía necesitar ánimos y también adoraba el chocolate.
—¿Un cliente concurrente?
Casi dio un respiro en su lugar, y de mera casualidad no se le resbaló la caja de las manos.
Thor estaba apoyado sobre su mostrador con la mas grande sonrisa que le había visto hasta el momento.
No pudo evitar sonreír como un idiota.
—¿Qué demonios haces aquí a esta hora?
—Lamento venir a avergonzarte pero mi sesión de fotos se canceló, y me quedaba cerca pasar a verte.
Thor miraba con interés su caja de chocolates y, pensando que tal vez quería probarlos, se la dio.
—¿Dónde era la sesión?
—Como a cuatro horas de aquí. Te traje esto.
Había estado tan concentrado en mirar su rostro, que no había notado la bonita y para nada pequeña bolsa que estaba sobre su costado. La tomó con delicadeza y al ver que ingresaba un par de clientes nuevos, decidió esperar a estar a solas para abrirlos.
—No tenías que regalarme nada— insistió, sintiendo el rostro un poco acalorado—. Y definitivamente no tenias que viajar cuatro horas para traermelo.
—Sí debía — insistió, dejando la caja sobre la mesa nuevamente—.Por cierto, no me respondiste.
Loki intentó recordar que se suponía que debía responder, hasta que al fin dio con la pregunta cuando vio la pequeña caja de chocolates.
—Ah sí, a veces viene.
—¿Y siempre te regala cosas?—ante esa pregunta, no se abstuvo de mirarle con una ceja alzada, preguntándose a que venia eso.
—No es como si llevara la cuenta— se cruzó de brazos, intentando entender lo que Thor parecía estar luchando por no decir—. ¿Qué?
—Está celoso—juraba que un día de esos le daría un jodido infarto si el muchacho seguía apareciendose de la nada.
—Parker, joder, ¿qué te dije de meterte en mis conversaciones privadas?
—Yo solo soy la voz de la razon aquí— insistió él. Su voz se oía cansada, pero mantenía una pequeña sonrisa que avisaba que, pese a no estar teniendo un buen día, realmente estaba intentando dar lo mejor. Y eso era algo que siempre se apreciaba.
—No lo eres, ve a trabajar— suavizó su voz lo suficiente para no lastimarme y al parecer, funcionó.
—Sí lo es. Estoy celoso.
Pero claro, no lidiaba con un niño, sino con dos. La afirmación de Thor amenazaba con darle vuelta el cerebro.
—¿Acaso estamos en la fiesta de la locura y nadie me invitó?
Al parecer su desconcierto era razón de risa, porque el rubio no se pudo aguantar una carcajada.
—No haré un escándalo, no soy así. Pero me sorprende que ni notes cuando alguien coquetea contigo.
¿Coqueteo? ¿De quién? ¿Celos? Loki no entendía nada. Venía teniendo un bonito día, lleno de mariposas azules y flores maravillosas y de repente se encontraba severamente confundido y, porque no, halagado.
—No coquetea con- ¿cómo es eso de que estas celoso?
—Pues un hombre viene a coquetearle a mi novio y a regalarle cosas. Sí, considero normal sentirme algo celoso al respecto.
Estaba seguro de que el tiempo se había detenido por un momento. Uno breve, que le bastó para sentir como cada una de las facciones de su rostro se congelaban de espanto.
No, definitivamente no había escuchado bien.
—¿Dijiste novio?
Había escuchado mal, definitivamente.
—Um, ¿Sí?
O no. Aparentemente el mundo sí se había vuelto loco y nadie le había avisado.
¿Acaso el beso de anoche había roto algo en la cadena del espacio tiempo? ¿O era normal para Thor decir ese tipo de tonterías?
—¿Cuando decidiste que-? ¡No estamos saliendo!
—¿No?— para su desconcierto, el rubio se veía verdaderamente confundido. Y, joder, si él lo estaba, Loki el que más.
—¡No!— lo gritó, casi desesperado. No, no. Eso estaba mal, muy mal. ¿Novios? Que tontería. Por supuesto que no.
—Es que, anoche noso- pensé que-
—Pensaste mal.
Eso fue todo. Esas dos palabras cargadas de apatía y su mirada de hielo inconfundible, terminaron de hacerle entender a Thor que tratar con él era jodidamente imposible.
¿Le sorprendía? Loki no entendía como se atrevía. Desde que se conocían le había mostrado todas y cada una de sus peores facetas, así que la sorpresa ya no estaba permitida.
—De acuerdo... lo siento.
Y tan rápido como vino, se fue. También la alegría, las ganas de cantar y su buen humor.
La última mirada que Thor le regaló, fue una que sabía que no iba a olvidar.
Completamente adolorida. Los ojos como él océano conteniendo una tormenta en altamar y los labios apretados, ahogando la hirientes palabras.
Y ni siquiera cuando Parker se acercó hacia él con su suave rostro fruncido, pudo entender qué demonios había ocurrido.
—¿Qué fue eso?
No lo sé. No sé que hice. No quería que se fuera, no quería gritarle, no quería arruinarlo.
Eso es lo que quería decir, pero no le salía hacerlo. Había gente en los pasillos, estaba recién a media jornada y faltaban cinco horas para cerrar. No podía hacer eso ahora.
No podía mantener una conversación que sabía que no sacaría lo mejor de sí mismo.
—Ve a trabajar.
—Eso fue muy cruel inclusive para usted—la respuesta de Peter no le puso de mejor humor. De hecho, tuvo que tomar aire profundamente antes de responder.
—¿Te ruego me disculpes?
—Hay muchas formas de rechazar a alguien, y créame que gritando no es-
—Parker, como no vayas a a trabajar-
—¡No! ¡Ustedes se quieren!— algunas personas se dieron vuelta y luego continuaron con lo suyo, fingiendo que no estaban prestando atención. Y Loki, de verdad no se lo vio venir—. ¡¿Cómo puede ser tan necio?! ¿Tiene una idea de lo que daría porque el hombre que amo siquiera insinúe una relación conmigo? ¿Que me quiera como yo a él? ¡Esto no es justo!
Su actitud, sus gritos y su rostro colorado por el enojo no eran algo común en Parker. No, el muchacho era un sol. Y desde el momento en que le vio ese día, supo que algo no andaba bien.
Pero, lamentablemente, Loki no podía pensar ahora. No podía tener modales, no podía ser permisivo. Sentía que el estómago se le estrujaba y la garganta se le cerraba de la angustia.
Y hacía años que no se sentía así.
—¡Suficiente! Donde vuelvas a levantar la voz, te juro que...
—¿Me vas a despedir?—que dejara de tratarle de "usted" logró lastimarle. Porque si así le iba a tratar, era porque ya no sentía respeto por él—. Deja. Yo renuncio. Estoy harto.
El muchacho desapareció tras los estantes y fue por su mochila.
Loki admitía que una parte suya le estaba gritando que hiciera algo, lo que sea.
Pero su corazón estaba congelado. La razón se le había llenado de veneno y los recuerdos de todos sus años de sufrimiento le golpearon, recordándole la razón por la cual no había querido mantener lazos con nadie.
Recordándole que intentar ser el protagonista de su propia historia y ambicionar un final feliz, era negarse a la persona que realmente era.
Alguien oscuro, frío y sin nada bueno que darle a nadie.
Cuando Peter salió sin su delantal y caminando furioso a la salida, quiso detenerlo, solo una vez más.
—Parker-
—¡No!— pero él realmente estaba enojado. Peter parecía haber perdido el sentido del oído— ¡Estoy harto! ¡No soy un niño! ¡Me veo como uno pero no lo soy! ¡Todos me tienen cansado!— la gente ya no disimulaba. Miraban la escena confundidos y curiosos, algunos hasta con pena—. Los adultos son orgullosos y pedantes y desalmados. ¡Y yo no voy a ser así!
Peter se fue dando un portazo y Loki sintió que de un momento al otro, su cuerpo dejó de ser humano.
Sentía que ni necesitaba respirar.
🖤
El anochecer le había atrapado temprano, solo y cansado.
Tuvo que aguantar las cinco horas correspondientes antes de al fin poder cerrar y martirizarse en silencio.
Afuera llovía y no sentía fuerzas para irse a casa. Así que solo cerró la puerta con traba y se sentó en uno de los sofás individuales intentando repasar los errores.
Novios.
Suspiró.
No sabía como sentirse al respecto. No sabía si quería pensar.
Lo único que sabía era que el miedo le había paralizado, que la palabra fue como un balde de agua fría y que no estaba en absoluto listo para enfrentarse a lo que todo eso implicaba.
Y antes de que comenzar a replantearse si pasar la noche allí o dejar que la lluvia le congelarse dramáticamente para morirse a consciencia de una pulmonía, alguien tocó la puerta.
No podía ser un cliente, en definitiva. Eran las diez de la noche en otoño, con una llovizna violenta golpeando el vidrio de las vitrinas.
De asomó por mera curiosidad, más que listo para avisar que estaba cerrado, cuando la imagen más lastimera de la tierra se presentó ante su puerta.
Sintió que las venas se le descolgelaban y no dudó en abrir la puerta con una mueca consternada.
—¿Puedo tener una taza de té?
Asintió y le dejó entrar, casi apresurandose a calentar el agua. En lo que está hervía, buscó en el pequeño baño personal la diminuta toalla, que al menos podría secar su rostro, y encendió la calefacción.
Decidió también sacrificar su tapado para cubrir el cuerpo de Peter, una vez que este se quitó el calzado y la parte superior de sus vestimentas. Quedó solo con sus interiores y su pantalón, puesto que por alguna razón, allí no se había mojado demasiado.
Todo lo hicieron en silencio. Peter tiritando, congelado y Loki preocupado.
Para cuando ambos tuvieron sus tazas de té caliente, decidió, solo por ser el mayor, romper el hielo.
—¿Qué pasó?
—Lo arruine todo, eso pasó.
La respuesta de Peter fue tan sincera, que no pudo evitar compadecerse.
El chico tomaba sorbos pequeños de la infusión y se frotaba contra su abrigo, intentando ganar algo de calor.
—Más de una vez me han dicho que parezco un brujo que hace magia negra, pero créeme que no lo soy y por lo tanto, no soy adivino tampoco.
Aquello le quitó una pequeña sonrisa al chico, pero no una alegre en lo absoluto. Se veía devastado.
—No me fue bien en mi examen, no sé si lograré pasar la materia. Si no lo hago, perderé mi beca. Por otro lado, perdí mi empleo y le grité a un amigo— murmuró mirándole fijamente con pena—. Mi tía y yo tuvimos una dolorosa discusión y... y me enamoré de un patán imbécil, pretencioso y egoísta. Si me lo pregunta, no fue mi mejor día. ¿Qué hay de usted?
Vaya. Realmente fue una serie de eventos desafortunados lo que tenían allí.
A veces la vida da buenos momentos, uno detrás del otro. Y en tan solo un muy maldito día, todo se cae a pedazos.
Genial. Típico. Cliché.
—Pues... mi gata terminó de arruinar mi sofá porque no le gusta como canto— se aclaró la garganta—. Perdí a mi único empleado, perdí un novio que no sabía que tenía y... jamás la soledad se me había hecho tan insoportable.
El conjunto de palabras más honestas que le habían salido de la garganta en todo el día.
El problema de probar un pedacito de cielo era que cuando este se te deshacía en la boca, ya nada era lo mismo.
Él podía vivir en su oscuridad y miseria, pero no luego de probar las virtudes de la vida y que estas se le hayan sido arrebatadas.
—Lo siento mucho, señor— Peter se apresuró a disculparse—. No quería gritarle y sé que no es excusa, pero siento que fue la gota que derramó mi vaso—Peter dejó su taza vacía sobre la pequeña mesa llena de libros y le miró a los ojos, visiblemente angustiado—. Llameme idiota pero puedo ver cuando una persona ama a otra. Y el señor Thor realmente lo ve como si fuese el único en su mundo. Y usted también lo hace, aunque crea que nadie se da cuenta— sí sabía que se daban cuenta. Hacía rato que Loki había aceptado que se le quedaba la cara de idiota cada vez que Thor estaba a su alrededor—. Pero, ¿quién sabe? Me equivoqué con quien creí que me correspondía, así que ya no estoy seguro de nada.
—No, tienes razón— se apresuró a aclarar, dejando en claro con esa afirmación, que sus sentimientos por Thor estaban allí, solo que no podía decirlo en voz alta—. Pero yo soy una persona complicada por naturaleza, Peter. Yo no puedo aceptar el amor como tú lo haces.
Por alguna razón, Loki acarició su cabello y le dejó recostar la cabeza sobre su hombro. Peter había comenzado a acumular lágrimas en sus enormes ojos de cachorro y a temblar, conteniendo un inminente llanto que Loki sabía que le rompería el corazón.
—¿Alguna vez le ocurrió que estuvo enamorado de alguien a quien no conocía? Y cuando le conoció... ¿era aún mejor?— Loki no sabía si reír era oportuno, así que no lo hizo. Pero sonrió, triste. Claro que lo sabía—. Eso me pasa con el señor Stark.
—¿Vas a decirme que pasó?—le dejó acomodarse mejor en su hombro y terminó de abrazarle, brindandole el apoyo que necesitaba.
—Nada pasó. Solo que he nacido muy tarde.
—O tal vez él nació demasiado temprano.
—No, yo me he tardado— insistió, con la voz tomada—. Él esta bien así como está, con su edad y su inteligencia. El mundo lo necesita y... yo solo soy un niño estúpido que crece demasiado lento.
Y ahí fue cuando comenzó a llorar. Peter estaba inconsolable y Loki simplemente lo dejó ser. El llanto debía ocurrir, las lágrimas debían caer y el dolor debía tomar lugar.
"Para que sane, tiene que doler"
Eso le habían enseñado los libros. Eso era lo que Peter debía aprender.
Para cuando terminó de calmarse, fue que retomó la palabra.
—Peter, sé que sientes que es el fin del mundo ahora, pero no lo es. Lo prometo. A tu edad, he pasado por algo así también.
Peter se revolvió entre sus brazos y tomó asiento más cómodamente, para poder verle mientras hablaban. El muchacho tenía la mitad del rostro rojo por el llanto y la vergüenza.
—¿De verdad? ¿Y qué hizo?
—Primero puse mis sentimientos en orden. Lloré y me quejé hasta que todo salió. Justo igual que tú— le dio un toquecito juguetón a su nariz, robandole una sonrisa—. Luego priorize mis metas en la vida. En mi caso era el estudio. En el tuyo, también. Estoy seguro de que descuidaste tus exámenes por estar con tu cabecita de algodón en las nubes.
Peter sonrió débil, dándole la razón.
—¿Y qué hizo luego?
—Cuando mi tristeza se convirtió en enojo, decidí convertirlo en arte — murmuró con una sorpresiva calidez. Le sonrió dulce y le revolvió el cabello en un impulso de ternura—. Así que me vengué. Luego seguí con mi vida.
Peter se rio. No sé veía nada sorprendido, porque no era un secreto que Loki no se iba con tonterías. Si le lastimaban, se pagaba, y en grande.
—¿De quién? ¿Cómo?
—De todos. Porque todos fueron— no podía olvidarlo por más que quisiera. Se había sentido tan humillado pequeño que por un momento, el mundo perdió sentido—. No voy a decirte que hice, pero prender fuego un gimnasio parece poner en vereda al gente. Es bastante eficiente.
—Recuerdeme no volver a gritarle, señor.
Loki soltó la primera carcajada sincera frente a Peter y le contagió.
—¿Ya me volví a ganar tu respeto? ¿O es miedo?— detuvo a Peter en medio de su respuesta —. No importa. Ambos son igual de aceptables para mí.
Después de algunas carcajadas compartidas, Peter suspiró, seguramente abrumado por tantas sensaciones en un solo día.
— Yo solo me enamoré y ese no era el trato, ¿sabe? No fue mi culpa pero tampoco fue la suya. Solo me sentía muy triste porque el rechazo es jodidamente doloroso— suspiró nuevamente para evitar llorar ante el recuerdo—. Y no es como si tuviera que hacerlo, pero aun si él realmente hubiese buscado lastimarme, no me sentiría capaz de vengarme.
Loki jamás se cansaría de decir que Peter era un Ángel. Uno travieso y perverso a veces, pero nadie podía ser siempre un santo.
—Mi situación fue diferente. Yo debía vengarme, no tenía otra opción. Me tenía solo a mí y tuve que aprender a defenderme solo. Tú tienes una familia y amigos, ¿cierto?— Peter asintió, más tranquilo que cuando llegó —Ahí lo tienes. Todo estará bien.
—¿Usted no tiene familia? ¿Ni amigos?— aunque la pregunta le tomó completamente desprevenido, nada fue más desconcertante y hermoso que la respuesta que Peter le brindó luego de que negase con la cabeza—.Está bien, señor Loki, yo seré ambos.
Y luego le abrazó.
Loki no quiso corresponderle de inmediato, pero lo hizo. Porque él tambien estaba triste. También estaba asustado.
No creía oportuno llorar, ni tampoco se veía como algo que él haría, así que solo se dejó envolver por la ternura del pequeño Peter.
Fue cuando se separaron con una pequeña sonrisa tímida que alguien más tocó la puerta.
Y Loki pensó que las sorpresas terminarían, pero no fue así.
—Creo que la noche va a terminar o muy bien o muy mal para ti— le dijo, porque efectivamente, ver a Tony Stark empapado de pies a cabeza, arruinando su costoso traje, no era algo de lo que muchos podían presumir.
Loki se quedó a asumir su rol como personaje secundario y miró todo de lejos, en total y completo silencio.
Peter se calzó desprolijamente sus ropas húmedas y cálidas por la calefacción, pero salió descalzo, demasiado nervioso para recordar que hacía frío afuera.
Pero, ¿a quién le importaba en un momento así?
Vio a Stark mirarle de arriba a abajo, asegurando su bienestar primero. Le vio balbucear algunas cosas, señalar la calle, señalar cada dirección, como si le dijera a Peter "Te busqué en tu casa, en casa de tu amigo, en la universidad, en todos los rincones que sé que frecuentas y al fin te he encontrado".
Peter le miraba serio, desviando la mirada a los costados, al piso, a Stark.
Y el mayor seguía hablando, tenso, completamente fuera de su zona de confort. Porque nadie, jamás en la historia, podría presumir tener a Anthony Edward Stark bajo la lluvia suplicando, a su modo, por una oportunidad.
Y Stark era un hombre afortunado. Porque el sensible corazón de Peter no lo pudo soportar, tirándose a sus brazos con un llanto aliviado.
El abrazo, el tierno y poderoso abrazo logró relajar las facciones de Loki. El beso prefirió no verlo, porque la privacidad era simplemente un derecho.
Se dedicó a juntar las tazas y a calmarse.
Aún si su historia de amor estaba arruinada, se alegraba de al menos poder ser testigo de una historia que se veía complicada, con una trama arriesgada y casi pecaminosa, pero al menos, con un final feliz.
🖤
Hello, hello, hello.
Quienes hayan leído mis historias antes, saben que amo el drama, así que no podía faltar. Nada grave, nada trágico, solo algo pequeñito.
Por otro lado, ¿qué tal llevan esta interminable cuarentena? Yo me la paso dibujando, escribiendo y leyendo. Hay que aprovechar lo que se pueda💚
Aquí dibujé un thorki todo dulzón:
Estoy como emily.sweet.art en Instagram, por si les interesa seguirme 💚
Por cierto, el capitulo que sigue ya es el último 💚 luego veremos si escribo algún epílogo, si es que se me ocurre algo.
En fin, esta historia ya pasó los 100 votos y se los súper agradezco por la oportunidad💚
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro