- quisiera comprar su cerveza mas fina por favor.— esto era tan estúpido de hacer como quiera los seguí. La señorita nos apunta donde estaba y era obvio que era en el area de congelados.

- que tontos, ni siquiera les gusta la cerveza.— dije cruzándome de brazos.

- no va funcionar, necesitamos una identificación.— Freddy me apoya.

- oigan, se preocupan de más. Yo soy la identificación falsa.– de voltea conmigo.— pide lo que quieras, va de mi parte.

- no, yo te lo compro. Escoge lo que gustes.— Freddy dice sacando varias monedas de su bolsillo y Billy suelta una risa.— ¿que? Al menos yo tengo como pagar y tú no.

En eso entran unos ladrones y Billy de inmediato me toma de los hombros para esconderme y el igual, detrás de donde se ponían las papas.

- todo lo de la caja, rápido, rápido. — me estresan demasiado los tipos que tan solo hacen esto, pobre de la chica en la caja registradora. Debe estar pasando el susto de su vida.— no tenemos tiempo, danos todo ya.

- es tu oportunidad.— Freddy muy emocionado le dice y luego se coloca detrás mío, dejando a este al frente.

- oh claro, si. Muy bien, quédense aquí.

- ¡dámelo todo!— exclama el otro sujeto y fue ahí cuando Freddy decidió aparecerse y a mi y a Freddy nos valió pues nos acercamos a la escena del crimen.

- caballeros, ¿porque usar armas si podemos arreglarlo como hombres?— estos apuntan a el con pistolas, pero jamás creí que le dispararían.

- ¡Billy cuidado!— Freddy si, si lo pensó y le advirtió antes de que pasara pero como quiera este disparó. Me tapé los oídos y cerré los ojos asustada.

- inmunidad a las balas, ¡eres inmune a las balas!— y al escucharlo emocionado fue cuando abrí los ojos y vi que estaba completamente bien.

- no puedo creerlo, en verdad eres inmune a las balas.— dije con una gran sonrisa en el rostro.— que alivio.

- hoy es ocho de diciembre y este video es una prueba de autenticidad.— cada que Freddy se ponía a grabar, yo me hacía a un lado para no salir. Pero era bueno tener evidencia, solo por si acaso. — disparen le.

- oh si ten, los dos disparen.— este tonto le regresó el arma al criminal y ambos le disparaban sin cesar, aprovechando que a este no le pasaba nada.

- esperen, no sabemos si el traje es aprueba de balas o tu cara.— Freddy se queda pensando.– denle en la cara.

- ¿en la cara? ¿Estas demente?— le grité pero como quiera estos disparan y yo rezando por que nada malo le pasara.

- hace cosquillas, estoy bien Ellie.— se ríe con Freddy y luego mira a los criminales con una expresión seria.— llegó su hora.

Y a ambos, ya teniéndolos amarrados de luces para árboles de navidad, los avienta fuera del local y rompe las ventanas. Estos se van corriendo, o al menos eso vi.

- muchas gracias, gracias...— la chica se queda pensando en cómo llamarlo. Era claro que no sabía como, ni siquiera nosotros.

- Chico rojo.— Freddy dice.— si, ese nombre me gusta.

- no, para nada. No eres nada bueno con los nombres.— le dije.

- perdón por la ventana pero de nada porque no te robaron.

- pueden tomar lo que quieran, en verdad.— de inmediato los dos se voltearon a ver y no dudaron en ir por sus cervezas.

- Niños...— dije mientras suspiraba y miraba a la chica.— quiero decir, hombres. Ya que el es un hombre y así. Para nada un Niño.

- buenas noches.— exclama Billy y sale de la tienda con sus cervezas.— ¿quieres Ellie?

- paso, gracias.— le entrega una a Freddy las abren.

- salud, por combatir criminales— y al probarla de inmediato la escupen. Eso fue tan chistoso, no pude evitar reírme.

- esta cosa sabe a vomito.— Freddy me voltea a ver.— no, volvamos por algo más. ¿Ideas El?

- unas papas, frituras, cosas así.— y regresamos a la tienda para escoger varias bolsas de frituras y en especial de chile.

- ¿sabías que si comes estos te hacen un agujero en el estómago? Pero creo que a ti no, ya que tienes poderes.

- hola.— Billy saluda a una chica muy guapa qué pasa por ahí pero ella lo mira raro. Fue inevitable ponerle los ojos en blanco.

- es truenos de dedos, ese es su nombre.

- no es cierto, pero hey, deberíamos salir alguna vez ya que tenemos la misma edad.— la chica lo ignora y yo me le quedo viendo.— ¿que?

- nada.— ni siquiera yo entendía el porque me molestaba, así que lo veía imposible el explicarle.

En eso llega la policía y salimos corriendo de ahí antes de que nos interroguen. Aparte de que se ve algo raro ver a un chico con capa y disfraz y dos niños pequeños. Sigo pensándolo, y lo pensaré siempre.

Decidimos ir a las escaleras de La Ciudad, donde en las películas de Rocky el solía subir para entrenar y si soy honesta, jamás había subido. No las había visto ni visitado pero estuvo muy bien.

- oye que buena vista, por eso Rocky viene a entrenar aquí.— Billy dice acabándose sus frituras.

- me caes mejor así, eres todo lo contrario a Darla.

- ¿un idiota?

- tu lo dijiste, no yo, pero si.

- yo no creo que seas un idiota.— le dije y este me da su más linda sonrisa, es raro ya que mis ojos no miraban a el Billy que conozco pero si sabía que era el.— esta genial que tengas súper poderes, eso si.

- ¿mejor que tú adorado superman?— me pregunta acercándose más a mi.

- em... cerca.— le dije de broma y este tan solo mueve la cabeza de lado a lado.— pero si, eres genial. Aunque no tengas nombre.

- bueno, todos los criminales estan o dormidos o drogados. ¿nos vamos?

- ¿aunque me vea asi?

- no tenemos guarida pero por ahora tienes una litera.

...

Llegamos a la casa algo asustados sin saber cómo le habíamos para que ni Rosa ni Víctor nos vieran subir con un adulto el cual no es Billy ante sus ojos. Pero creo que todo saldría bien, mientras no hagamos ruido. Aquí es donde hubiera sido genial el que tuviera poderes de invisibilidad.

Lo qué pasa es que ni a mi me han visto en todo el día, y si me ven, me interrogarán toda.
Subimos las escaleras y se hace ruido, por ende, nos escuchan.

- ¿chicos son ustedes?— y fui ahí cuando Freddy habla y me tapa la boca para no hacer ruido .

- soy yo Rosa. Em... me  perdí camino al baño.

- oh bueno,  buenas noches cariño.

- buenas noches. - Billy y yo decimos al mismo tiempo. Pero que par de idiotas somos.

- ¿quien esta ahi?

- Billy y Ellie pero em... tienen laringitis y eh...

- ¿laringitis? ¿No pudiste decir algo mejor?— le pregunté en voz baja.

- vamos a dormir ya.

Entramos a mi habitación, bueno, mi habitación con Darla y era claro que ella estaría de lo más asustada al ver a un señor adulto en su habitación. Ella no sabía que enfrente suyo tenía a su hermano, realmente.

Billy corre muy velozmente a donde está y decide taparle la boca para que no empiece a llorar o gritar.

- taparle la boca como un un criminal no ayudara a que no este asustada.

- Darla, soy yo Billy, y se que no parezco yo pero un hechicero...

- la confundes.— me encantaba que Freddy solo buscaba el bien de sus hermanos pero ahorita no era el momento.

- oh si, un viejo me dijo que dijera shazam y - y en eso un rayo cae del cielo y se muestra a Billy de joven como siempre. Fue inevitable no correr a abrazarlo, creí que jamás volvería a ver a este Billy, mi Billy.

- se activa cuando lo dices. ¡Eso esta genial!

- Darla no digas nada, por favor.— escucho a Freddy decirle pero yo estaba muy ocupada abrazándolo.

- estoy bien, aquí estoy Ellie.— dice riendo y mejor me quite para no incomodarlo, me había pasado al dar mucho afecto.— no me quejo, me  gusta que me abraces.

- solo fue de alivio, tonto.— y mi única forma de defenderme y negar lo obvio, fue insultarlo.

- no, no digas nada Darla.— Freddy seguía tratando de convencerla.

- ¿aunque les tengamos confianza?— supongo que se refería a la familia. Wow, los he llamado familia. Todo esto ha sido tan rápido y ya los veo de esa manera.

-  las buenas hermanas guardan secretos.— Billy no era nada tonto la verdad, supo como hacerla y eso lo admiro.

- soy buena hermana.

- lo se, y serías mejor hermana si arreglaras la puerta.