[One-Shot/Oc's] Una dolorosa despedida...
Siempre había escuchado de parte de muchas personas que las despedidas solían ser algo tristes pero nunca supe si era cierto hasta aquel día...
Después de mucho tiempo había regresado a aquel gran palacio que anteriormente fue mi hogar, aquel gran palacio en el que pase un gran tiempo encerrada sin tener contacto con el exterior hasta que pude hacer que las cosas cambiaron para mí y mi gemelo. Habíamos vuelto para felicitar a nuestro hermano mayor por su nuevo cargo pero cuando llegamos al salón principal las cosas no pintaban nada bien...
-¿Que sucede aquí? -pregunte incrédula mirando la escena mientras sostenía la mano del ángel de alas negras que se encargaba de cuidarnos a mí y mi gemelo, en ese entonces aún era muy pequeña como para entender lo que pasaba, solo se que frente a mí mi preciado hermano mayor estaba esposado y siendo retenido por un par de ángeles.- ¿Por que tienen esposado Shinmaru? -Pregunte de forma inocente a mi otro hermano mayor Megalorias
-Cristela... Cristian... Se supone que ustedes no deberían de haber llegado aún... -Me contestó este el cual nos miraba con preocupación.- No les pido que comprendan tan rápido pero deben de saber la verdad, nuestro hermano es un traidor y por eso será desterrado...
-¿Desterrado...? -murmuramos Cristian y yo sinceramente no entendíamos nada lo único que sabíamos era que era imposible que Shinmaru fuese un traidor.
-¡Debe de haber un error! -exclamó algo enojado Cristian el cual al igual que yo era muy apegado a Shinmaru.- ¡Shinmaru no es mala persona! ¡Se supone que el seria el sucesor de padre!
-Ian tiene razón ¡Deben de estar equivocados! ¡Todos ustedes están equivocados solo son un montón de mentirosos! -les grite a todo pulmón, mis ojos empezaban a aguarse y un nudo poco a poco se iba formando en mi garganta.
-Cristela...Mi pequeña y querida hermanita... Ya basta... -Oí decir a Shinmaru.- Yo se que sabes distinguir la verdad de las mentiras... Pero en estos momentos es imposible abrirles los ojos a ellos... -cuando lo miré su mirada estaba gacha y su cabello cubría sus ojos pero aún así pude divisar como una pequeña lágrima resbalaba por su mejilla derecha- Tu ganas Megalorias yo junto con los ángeles y demonios que me siguen nos marcharemos al exilio
-Me alegra que aun en el fondo sigas siendo alguién razonable Hermano mío -suspiró con pesadez- ¡Yo Megalorias Luminox nuevo gobernante de Crystal Saltus! ¡Declaró en estos instantes que a partir de hoy a mi hermano mayor Shinmaru Luminox y sus hombres son traidores que han atentado contra la paz de nuestro mundo! -en su voz no había ni una pizca de inseguridad el enserio creía que nuestro hermano mayor era un traidor creía que en serio Shinmaru sería capaz de dañar nuestro hogar.
Ya estaba hecho y nosotros no pudimos hacer nada, ante todos solo éramos un par de "niños pequeños" en estos momentos no teníamos ni voz ni voto en lo que sucedía, solo podíamos ver cómo los guardias escoltaban a Shinmaru hasta la salida. Miré a Megalorias con desaprobación a lo que este solo desvió su mirada; corrí lo más rápido que pude hasta la salida del castillo... Ahí estaba Shinmaru ya lo habían soltado y estaba a punto de marcharse para nunca volver.
-¡Hermano! -grité lo más fuerte que pude llamando su atención.
-¿Cristela? -dijo mirandome sin sorpresa alguna él sabía mejor que nadie que podía llegar a ser algo impulsiva.
-¿En serio es totalmente necesario esto? -pregunte acercándome hasta él haciendo lo posible para que mis lágrimas no se escaparan.
-Hermanita... -pronunció con voz suave mientras colocaba su mano sobre mi cabeza.- Este mundo se esta llenando de mentiras... Mentiras que lo irán pudriendo poco a poco... Un dios ilegítimo puede mantener este mundo pero... ¿Por cuánto tiempo será eso? -contestó mirándome a los ojos, yo podía detectar con claridad la tristeza que inundaba aquellos orbes color gris azulado los cuales poco a poco eran inundados por sus lágrimas.- ¿Recuerdas lo que decía madre?
-Un dios falso... puede gobernar más en algún momento... los corazones de los que sirven a este serán corrompidos por las mentiras del falso dios... -contesté tratando de recordar sus palabras lo mejor posible.- Pero... ¿Eso que tiene que ver?
-En estos momentos un falso dios esta tomando el mando... Pero eso no quiere decir que yo sea quien deba gobernar, no aspiro al poder ni a ser quien gobierne yo solo estaba dispuesto a ser un sustituto temporal hasta que aquellos que de verdad se merecen gobernar estuviesen listos -contestó dándome un pequeño golpe con su dedo en la frente.- Algún día volveré y me unire a la causa de los gobernantes legítimos de nuestro mundo pero hasta entonces debo de irme...
-Pero.... ¿De quienes hablas? ¿Quienes son esas personas? ¡Por favor dímelo! -Trate de contener lo más posible mi llanto.
-¿Enserio quieres saberlo? -yo solo asentí ante sus palabras- Pues... Tengo a uno de ellos justo frente a mí -contestó tratando de sonreír aunque más que una sonrisa parecía una mueca.
-Por favor quédate...No nos dejes a mi y a Ian... -No pude contener mas mi llanto mis lágrimas habían ganado la batalla y ahora se encontraban cayendo por mis mejillas abracé con fuerza a Shinmaru esa sería la última vez que lo vería en mucho tiempo al menos eso lo tenía en claro.
Una risa algo melancólica resonó en mis oídos al mirar hacía arriba pude ver que el también estaba llorando
-Las despedidas pueden ser difíciles pero...
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¡Ufff...! Creo que han pasado siglos desde la última vez que escribí un oneshot la verdad dudo que haya mejorado en algo como escritora pero la intención es lo que cuenta la verdad y enserio quería escribir esto, bueno eso es todo sayonara!
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