Edad: 26 años

Personalidad: Bromista, pervertido, arrogante, defensivo, patán, protector, burlón, mentiroso, y orgulloso.

Gustos: Carne, fiestas, conducir, embriagarse, salir con amigos, relajarse, divertirse, y el sexo.

Disgustos: Que se aprovechen de él o sus amigos, que lo molesten, tener que despertarse temprano, trabajar y la pizza con piña.

Sexualidad: Bisexual (mayormente dominante)

Historia

Nacido en los barrios bajos de la ciudad este jaguar se crío junto a sus amigos en las calles desde bastante joven.

Su padre los abandonó meses antes de que naciera, y su madre trabajaba todo el día para mantener a la familia, que eran ella y él. Pero, él tiempo que ella trabajaba Jericó lo usaba para otra cosa, salir de casa a divertirse junto con sus amigos. Los planes siempre eran variados, y aveces muy arriesgados.

Además de conducir bicicleta sus amigos le invitaban a ir con ellos y entrar a lugares prohibidos. Pero el riesgo era divertido para ellos.

Tuvo varios problemas por invadir propiedad privada como lo eran edificios abandonados, construcciones o incluso residencias cerradas al público.

Sus habilidades para el sigilo crecieron, y cada vez estas aventuras se hacian más fáciles para él. Ahora no es problema burlar un sistema de seguridad sencillo.

Gracias a estas habilidades que adquirió y junto a las recomendaciones de sus amigos para evitar el trabajo, Jericó empezó su vida como un ladrón de viviendas o construcciones desde que tenía 17 años. Logrando entrar en varias casas, incluso de conjuntos cerrados y sacando bastante dinero. Y nunca fue descubierto, por lo menos hasta ahora.

A esa misma edad ya había dejado la escuela hace un par de años, pues creía que no le serviría para nada. Aprendió a conducir motocicleta y compró una para él, pues es amante de estas. Pero también sabe conducir perfectamente autos y camiones.

Su madre al ver que no lo podía controlar más, y sabiendo lo que hacía, con mucha vergüenza y dolor lo echó de casa. No podía verlo a los ojos y creer que ella había criado a tal muchacho.

Pero a él no le importó mucho, pues no llevaban una muy buena relación. Solo hablaban algunas veces en la noche ya que ella trabajaba todo el día. Cosa que él no quería hacer.

Trabajar para otros era una pérdida de tiempo. Solo era ver el ejemplo de su madre. Llegar agotada, a altas horas de la noche después de una jornada muy larga de trabajo donde le explotaban lablralmmete por una miseria de salario. Sin mencionar las tantas humillaciones que se llevaba por hombres con más poder.

El día que fue echado de casa conoció a un par de hombres, quienes le ofrecieron otro tipo de trabajo. Vender y distribuir estupefacientes y sustancias psicóactivas. Jericó no se negó a esa pequeña entrada de dinero adicional y aprendió a vender drogas, como también el cuidado de algunas hiervas que servían como un relajante muy poderoso y sicodelico.

Ahora vive en una simple casa en un barrio medio-bajo de la ciudad. Desde allí hace negocios con algunos chicos que le mueven algunas pequeñas cantidades personales de droga consiguiendo ganancias buenas, pero también haciendo planes para entrar en algunas casas de millonarios y así vivir por meses.

Debido a su habilidad al escape y su buena forma de negocio y mentir nunca ha sido atrapado. Y seguramente se mantenga así. O eso cree él.