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KyungSoo tiene que lidiar con fotos y reportajes escandalosos (no le va muy bien).
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Normalmente KyungSoo era un hombre seguro de su relación y de los afectos de JongIn.
Los celos no existían para él desde ese desastroso espectáculo que había montado en Italia, cuando JongIn y él viajaron luego de la primera aparición de su padre y Elle había insinuado ciertas cosas ante él.
Se había prometido a sí mismo que no lo haría nuevamente: dudar, porque aunque hubo un sexo maravilloso después de ese despliegue de furia e inseguridad, también había golpeado a JongIn y eso no estaba siendo considerado nuevamente. Entonces, al presentarse alguna situación extraña KyungSoo fue directamente a su novio, hizo un par de preguntas y todo estuvo solucionado con bastante rapidez.
Pero esta ocasión era un poco diferente.
JongIn se había ido a París para un desfile de moda; Gucci había estado mirándolo por un tiempo y aparentemente quería extender un contrato para él, lo que hizo que JongIn se mantuviera viajando cada cierto tiempo para asistir a algunos eventos, comenzar a hacerse notar y solidificar su imagen para la marca (porque a él realmente le gustaba esta opción y, además, le daría más dinero, reconocimiento y publicidad a la empresa).
KyungSoo lo había dejado ir con un puchero, sus propios deberes en la empresa impidiéndole acompañarlo, y prometieron verse de nuevo en cuatro días.
Al principio todo había estado bien. JongIn escribió todo el tiempo y envió fotos de la ciudad, el recinto donde se llevaría a cabo el desfile y de un museo que había visitado recientemente.
Era normal, JongIn hacía ese tipo de cosas todo el tiempo, pero entonces una publicación en Naver llamó su atención mientras desayunaba y las fotos le hicieron fruncir el ceño.
Kim JongIn y Jennie Kim fueron vistos recientemente en París. Según los reportes, visitaron la Torre Eiffel y un parque cercano donde la privacidad es notoria. Después de ello, el magnate la llevó al hotel donde se estaría quedando la modelo y partió no mucho después.
Recordemos que Kim JongIn y Jennie Kim han tenido rumores de citas desde hace algunos años, cuando se les vio saliendo de un lujoso hotel en Gangnam; aunque ambos negaron la posibilidad de una relación, hoy los vemos cómodamente saliendo juntos y divirtiéndose...
KyungSoo dejó de leer el reportaje y entró inmediatamente a Pann, donde el tema ya era popular incluso a esa hora de la mañana.
Lol, ¿Jennie y Kim JongIn están juntos? ¿Pero no está Kim JongIn en una relación actualmente? ¿Qué pasa con ellos?
1- Siempre pensé que Jennie y Kim JongIn tenían algo; nunca pude confiar en la negativa de ese tiempo.
2- Si es cierto, entonces ellos son un par de sucias serpientes. Todavía está el otro chico, ¿no es ser demasiado descarado y tramposo? Me siento mal por él.
3- No pero me siento mal por KyungSoo ㅠ ㅠ
4- Pensé que Kim JongIn y KyungSoo estarían bien... Publicaron un par de fotos juntos hace poco y se veían felices. ¿Están pasando por un mal momento?
5- Kim JongIn es un sucio tramposo. Siempre fue un promiscuo, así que no puedo sorprenderme de esto; aún así es triste por KyungSoo, él parecía un chico realmente dulce.
6- ¿Soy la única que piensa que Jennie y Kim JongIn realmente combinan juntos? Me gustan ellos, también son una relación normal.
7- No deberían jugar con los sentimientos de otras personas. Aunque no apoyo la homosexualidad, son un par de tramposos y el otro chico es la víctima de esto. Deberían sentirse tan avergonzados y, sin embargo, se van juntos a eventos importantes y salen en secreto... tsk, me siento tan enojada.
KyungSoo dejó caer el teléfono en el mesón y apartó el tazón lleno de avena y frutas que había estado comiendo para el desayuno. De pronto se sentía mal del estómago y no pudo comer nada más.
No había esperado conseguir ese tipo de noticias, y mucho menos ver las fotos que el artículo mostró (sí, se trataba de JongIn, KyungSoo lo comprobó por sí mismo); él sabía quien era Jennie y era consciente de su atractivo y que cumplía con el estándar que JongIn buscaba en un amante: bonita, sexy, con expresión de perra y buen estilo, y eso le hizo sentir una punzada en el corazón.
No tenía derecho a hacerlo porque JongIn nunca le dio razones para desconfiar de él, pero dudó. No porque sintiera que JongIn no lo amaba o había sido diferente con él antes o durante el viaje, sino por no saber por qué se encontraron ellos, por qué él ni siquiera mencionó a Jennie una sola vez.
No debería hacerle caso a los artículos, lo sabía, pero la pequeña espinita se había clavado en su corazón y le sentó mal experimentar el ligero dolor. Además, estaba siendo compadecido por todos cuando no había razones para hacerlo; estas personas no lo conocían ni sabían ningún detalle sobre su relación con JongIn, entonces ¿por qué se tomaban tantas libertades con ambos? ¿Por qué lo veían como una víctima, un punto débil? Lo odió, le sentó mal en el estómago.
Terminó por levantarse, recoger el tazón y llevar el desayuno a medio comer a la nevera porque tenía problemas con tirar comida a la basura. Se lavó las manos, los dientes y se preparó para partir a la oficina. En el proceso su teléfono sonó y KyungSoo lo tomó luego de secarse las manos, lo desbloqueó e ingresó a Kakao.
Era BaekHyun.
Baekkie 🐶
Oye hombre, ¿estás bien?
Vi los artículos.
Honestamente creo que no deberías darles atención.
Kim es cualquier cosa, pero dudo mucho que sea un tramposo.
Él te lo diría.
Sí, KyungSoo también lo creía.
Si el amor entre ellos hubiera terminado, JongIn al menos se sentaría con KyungSoo y le diría que no lo quería más. No lo engañaría, no a él, no después de todo lo que habían atravesado juntos.
KyungSoo quería creer eso al menos.
Estoy bien, pero no te miento, quisiera estar mejor.
De todas formas estoy yendo al trabajo.
Lo olvidaré todo una vez que comience mi turno.
Baekkie 🐶
Ó╭╮Ò
No pienses demasiado en eso.
Habla con JongIn y soluciónenlo juntos, ¿está bien?
La relación es de ustedes, no de todo el país.
Todo va a estar bien.
Gracias Baek.
Te quiero.
Baekkie 🐶
Lo sé.
Cuídate en el camino.
Ten un buen día, Kyunggie.
Lo mismo.
Bloqueó el teléfono al no recibir mas mensajes y lo guardó en el bolsillo del pantalón, tomó su saco, el maletín y las llaves y abandonó el departamento luego de apagar las luces.
KyungSoo agradeció tener suficiente paciencia, porque lidiar con los periodistas que esperaban en la entrada del edificio habría sido terrible en el caso contrario. Simplemente suspiró y tuvo cuidado de no atropellar a nadie mientras conducía fuera del estacionamiento y se incorporaba al tráfico en la carretera.
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Ignoró las miradas disimuladas de los empleados cuando entró en Kai Corporation y se mantuvo de la misma forma durante todo el turno laboral. Comió solo en su pequeña oficina, negándose a ser testigo de cómo era la comidilla de todos en la sala de descanso, y le escribió un par de mensajes a BaekHyun cuando este le preguntó si estaba almorzando.
Se negó a entrar en los buscadores para ver cómo JongIn, Jennie y él (indirectamente) eran tendencia y simplemente visitó TikTok por un tiempo. Los gatitos y cachorros parecían ser suficiente consuelo para su corazón lastimado, así que los vio hasta que llegó una notificación de Kakao.
KyungSoo la presionó al ver que se trataba de un mensaje de JongIn y leyó con avidez lo que le había enviado.
Señor de las Tinieblas ♡
Hola bebé, ¿cómo estás?
¿Almorzaste?
Lamento no haberte escrito más temprano, estaba un poco ocupado.
Sí, claro que lo estaba.
KyungSoo formó una mueca ante su propio pensamiento y se obligó a mantener la calma y no ser una perra irracional en ese momento. Tomó una respiración profunda y cuando se sintió un poco más tranquilo, respondió.
Estoy en eso.
No te preocupes, está bien.
Señor de las Tinieblas ♡
Ok (?)
¿Estás bien?
Claro, ¿por qué no lo estaría?
Señor de las Tinieblas ♡
No lo sé...
Volveré a casa mañana.
Esta noche será el desfile, así que lo veré y luego de cambiarme la ropa partiré.
Está bien.
¿Tienes algo más para decirme?
Esta vez JongIn se tomó más tiempo para responder y eso solo le hizo fruncir el ceño. El mensaje le había llegado, él lo había visto, estaba en línea, ¿por qué tardaba tanto entonces? Le estaba dando la oportunidad perfecta para que se explicara y resolviera ese desastre y él no decía nada.
Señor de las Tinieblas ♡
Claro.
Te amo.
KyungSoo inhaló profundamente, luego cerró los ojos y luchó para no gruñir con enojo. Por supuesto, nunca rechazaría un te amo de JongIn, pero esto era algo serio y él no podía esperar que con un par de palabras bonitas se arreglaran las cosas.
Quería explicaciones, y las quería cuanto antes para sentirse en calma finalmente y JongIn no estaba colaborando con él.
Era un imbécil.
Bien, yo también.
Disfruta el desfile.
Escribió con cierto despecho y luego desactivó la conexión al WiFi para que no llegaran más mensajes suyos.
Fue de esa manera por el resto del día.
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Se negó a encender la conexión al WiFi y se hizo el dormido cuando JongIn lo llamó a las diez de la noche (como si pudiera verlo en primer lugar), un par de horas antes del desfile.
Mantuvo su obstinación durante el resto del día siguiente y su mal humor fue en aumento cuando recibió la llamada de la ex amante de JongIn, Rachel, y tuvo que soportar sus estúpidas burlas porque "¿Acaso creías que eras especial? Eres igual que nosotras, KyungSoo, te utiliza y luego te hace a un lado. Y siento pena por ti, de verdad, pero al final los amantes de JongIn se quedan en eso: amantes" y maldita sea, realmente estaba enojado en ese punto.
Su mandíbula se mantuvo rígida todo el turno y ni siquiera la llamada de BaekHyun pudo ayudarlo a mejorar su estado de ánimo.
Recogió sus cosas con brusquedad cuando llegó el momento de volver a casa y se fue sin despedirse de nadie.
Dios, estaba siendo tan grosero, lo sabía, pero no podía controlarlo. Pensar en JongIn lo estresaba y lidiar con los chismes en la oficina fue aún peor. Rachel tampoco hizo nada para mejorarlo, así que todo se había juntado hasta formar una mierda desagradable y dar como resultado a un KyungSoo iracundo de malos modales.
Bufó al ver a la horda de reporteros rondando nuevamente alrededor del edificio y se apresuró a dejar el coche en el estacionamiento subterráneo, apagó el motor y se dirigió al elevador para ir al departamento.
Ingresó el código de seguridad, abrió la puerta y luego de cerrar se deshizo de sus zapatos, el saco y el maletín. Lo dejó todo bien acomodado en la entrada y caminó hasta la cocina para comerse las sobras de la cena de ayer. Calentó todo en el microondas y se sentó a comer en silencio, con el teléfono a un lado devolviéndole su triste y lamentable reflejo.
KyungSoo gruñó y cuando terminó de cenar lavó los platos sucios, los secó y los guardó en los gabinetes, luego fue a su habitación compartida con JongIn y se metió en la ducha porque necesitaba un baño con urgencia.
En cualquier otra situación, él se habría sentido feliz de sumergirse en la amplia y cómoda tina, pero ahora mismo no tenía el entusiasmo para ello. En su lugar, se metió bajo la ducha y dejó que el agua fría se llevara la ira, la incomodidad y los pensamientos que sobraban en su mente. Fue difícil, pero en contraste con el ardor avasallador de su carácter, bastó para al menos hacerle hundir los hombros.
Se lavó a conciencia, talló su piel con una esponja y llenó su cabello de shampoo. Una vez terminó con su asunto, se llenó el cuerpo de crema hidratante, se lavó los dientes, colocó una crema y un sérum en su rostro y salió del baño para vestirse.
Se echó en la cama cuando terminó de secarse el pelo y se arropó de inmediato con la frazada. Ahí, exhaló pesadamente y se acomodó en el lado donde JongIn acostumbraba a dormir (se negó a pensar en ello), cerró los ojos y se fundió contra la cama.
Estaba tan cansado, tan exhausto, y aún tenía que hacerle frente a JongIn cuando llegara... sus labios formaron una mueca y apretó los ojos con más fuerza.
No si puedo evitarlo.
Y así, él se comprometió a quedarse dormido lo más pronto posible.
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Despertó al sentir besos lentos y suaves en su cuello, viajando desde la parte trasera de su oreja hasta su hombro.
Había una mano rodeando su cintura y el aliento cálido chocando contra su piel. La fortaleza de un cuerpo enorme presionaba insistentemente su espalda y el aroma de un perfume conocido flotaba a su alrededor. KyungSoo no tuvo que ser muy listo para saber de quién se trataba.
Aún agotado y con deseos de dormir y no lidiar con JongIn ahora, él se alejó de la calidez y comodidad del cuerpo del mayor y se enterró entre almohadas y frazadas frías. Pensó que haciéndose una pequeña bola apretada conseguiría darle el mensaje de que no quería ser molestado, pero por supuesto, estamos hablando del Señor Obstinación.
—Vaya, no esperaba este recibimiento. ¿No hay un beso o un hola para mí? —aunque sus palabras fueron ligeramente despechadas, su tono se mantuvo uniforme, bajo y rico, y KyungSoo lo maldijo mentalmente, comenzando a sentirse enojado otra vez—.
Porque odiaba que fuera tan estúpidamente irresistible y él fuera débil ante cosas tontas como esa.
—No me fastidies, JongIn. Estaba durmiendo —le dijo con brusquedad y JongIn tarareó suavemente antes de acercarse de nuevo para tomar por segunda vez su cintura y enterrar su nariz en su cuello—.
—¿Por qué estás enojado?
—No preguntes algo que ya sabes. Déjame en paz ahora y ve a dormir en el sofá si no quieres irte a un hotel.
KyungSoo se acurrucó aún más, se apartó del recorrido de la punta de la nariz de JongIn y mantuvo los ojos neciamente cerrados.
El aliento de JongIn le hizo cosquillas en la nuca y sus dientes rasparon la piel descubierta con ligereza. KyungSoo se mordió los labios y se negó rotundamente a soltar un gemido. Su vientre se había apretado para entonces y él no estaba seguro de si era por la ira o por el placer.
—Mmmh. Ha pasado un tiempo desde la última vez que estuviste celoso. ¿Qué debo hacer?
—Dejarme de una maldita vez y largarte —la lengua de JongIn recorrió el mismo camino que habían hecho sus dientes y KyungSoo tuvo que sentarse, quitarse la frazada y mirarlo fijamente para hacerle saber que no estaba jugando—.
En ese punto el ceño fruncido no era un juego y JongIn pareció realmente interesado en su lugar; le miraba con atención, ya vestido con su pijama y la maleta aún sin desempacar descansando a un lado, y maldito fuera él y su estúpido atractivo, porque era una distracción para KyungSoo.
—¿Soo?
—¡No me llames Soo! ¡Estoy tan enojado, Kim! ¿Por qué demonios tuve que ver esos artículos sobre ti y Jennie Kim? ¿Por qué nunca mencionaste que estabas tonteando con ella desde que llegaste a París? ¡Se tomaron fotos en la maldita Torre Eiffel, fotos que podrían pasar fácilmente por un instalove! ¡¿Tienes idea de la cantidad de mensajes que han publicado hablando de eso?! ¿Donde me mencionan? ¡Ni siquiera quiero entrar al Instagram porque sé que estoy dando la imagen del cornudo del siglo y los comentarios serán una locura ahí! ¡Y como eso no es suficiente, recibí una llamada de Rachel hoy donde solo se dedicó a burlarse de mí, la oficina es un nido de chismes y mi maldito novio solo llega a la cama preguntando tonterías! ¡Hey!
Su grito lleno de sorpresa resonó en la habitación cuando JongIn lo tomó de ambas muñecas y lo atrajo a su cuerpo con un solo movimiento. KyungSoo cayó en su regazo y JongIn aprovechó la cercanía para sostener su nuca con una mano, el trasero con la otra y llevarlo directamente a su boca para un beso abrumador.
Fue todo lengua y dientes enojados tirando la carne suave y generosa, agarres pétreos y respiraciones agitadas. KyungSoo llevó sus manos al cabello suave del mayor y tiró de él mientras se sentaba a horcajadas sobre sus muslos y chupaba la lengua avariciosa que invadió su boca.
Tan enojado como estaba, no tenía tiempo para ser suave y blando. Él se movió con dureza, lo sostuvo de la misma forma fuerte y desesperada que JongIn lo hacía con él y se acercó más, tanto que parecía que quería fundirse contra su cuerpo.
JongIn no tuvo quejas ni se mantuvo pasivo en ningún momento. Correspondió con vigor a su agitación y no dudó en introducir su mano en el interior de su boxer para apretar la carne de su culo y luego dejar una sonora y dolorosa nalgada en la zona.
KyungSoo jadeó contra sus labios hinchados y maltratados y echó el trasero hacia atrás, persiguiendo la mano dura de JongIn para que lo hiciera nuevamente. Se miraron a los ojos, un par iracundo y otro lleno de deseo y pasión, y KyungSoo volvió a besarlo con una mano enterrada en su cabello y la otra sintiendo la dureza de los músculos de su espalda.
Dios, quería tanto tener sexo, buscar la manera de deshacerse de la tensión que había habitado su cuerpo durante ese par de días y finalmente liberarse de todas sus cargas.
Sin embargo, no le estaba dando el gusto a JongIn.
Se alejó después de morder con fuerza el labio inferior del mayor y se quitó la camisa amplia para dormir, se levantó en la cama y se deshizo de la ropa interior y la lanzó a un lado, luego le dio la espalda y volvió a sentarse en su regazo, directamente sobre su pene hinchado y caliente, y se sostuvo de sus muslos con determinación.
No iba a verlo ni iba a besarlo. Era un desperdicio, lo sabía, pero quería que se diera cuenta del alcance de sus emociones y que no estaba dispuesto a ser burlado por nadie.
Sus dedos se hundieron en el músculo firme de sus piernas y comenzó a moverse en seco sobre el bulto bajo sus pantalones.
Fue un poco incómodo porque a KyungSoo le agradaba la humedad de un buen lubricante, pero KyungSoo era terco como una mula y se negó a pedirle atención a JongIn.
No hizo falta, de todas formas, porque vio por el rabillo del ojo como el mayor estiraba el brazo y sacaba la preciada botella del cajón de la mesita de noche, se llenaba los dedos con el líquido transparente y se embadurnaba el pene y la línea que separaba sus nalgas concienzudamente.
KyungSoo gimió suavemente cuando la sensación mejoró y se movió con más fuerza e insistencia, creando una deliciosa fricción entre su entrada y el pene duro y caliente de JongIn. Lo frotó por toda la zona y no se giró ni una sola vez para admirar la expresión del mayor en medio de todo eso.
Sintió como el sudor se acumulaba en su rostro con el paso de los minutos y jadeó suavemente cuando la mano fuerte de JongIn rodeó su garganta desde atrás, la otra se clavó en su cintura, y lo atrajo decididamente a su pecho. KyungSoo cerró los ojos cuando la mejilla de JongIn se encontró con la suya y se mordió el labio inferior cuando su mano se apretó un poco más alrededor de su cuello, sus propias caderas moviéndose al compás de KyungSoo.
No dijo nada porque era consciente de que KyungSoo no se encontraba en el mejor de sus humores, pero él tampoco permaneció de brazos cruzados. Besó y lamió su cuello, mordió la suave piel a su alcance y la mano en su cintura subió para hacerse con un pequeño pezón erecto.
Lo tomó entre sus dedos pegajosos y comenzó a apretar, a frotar, a tirar y presionar. Masajeó su pecho lentamente, con sensualidad, aumentando su placer y excitación mientras intercalaba el toque con suaves roces en el pezón y burlas obvias con su uña corta, y KyungSoo gruñó cuando sus dientes se cerraron en la unión de su cuello y hombro antes de chupar con firmeza.
La segunda mano se mantuvo persistentemente sobre su garganta, apretando y soltando constantemente para hacerlo todo un poco más intenso y sucio.
Una vez estuvo lo suficientemente caliente por la estimulación indetenible en sus pezones, JongIn bajo su mano por las costillas, recorrió el abdomen delgado y se asentó en su pene erecto. Sus dedos se cerraron en la extensión palpitante y apretó con firmeza antes de comenzar a bombearlo en su puño a un ritmo fácilmente exquisito, movimientos de muñeca experimentados y suficientes roces a su glande y ranura húmeda para hacerle sonrojar y arquearse contra él.
—Oh, maldita sea... te odio... es tan bueno.
JongIn lamió el lóbulo de su oreja, lo mordisqueo agradablemente y sus caderas se echaron hacia adelante con fuerza.
KyungSoo gimió y dejó caer la cabeza sobre el hombro de JongIn, y JongIn aprovechó el movimiento para besarlo desordenadamente en la boca.
Una vez tuvo suficiente, le dio vuelta en la cama y lo apoyó en sus manos y rodillas, abrió sus nalgas y dejó caer un poco más de lubricante en sus dedos y su agujero para prepararlo rápida y eficientemente.
Para entonces KyungSoo jadeaba agitada y ruidosamente, se aferraba a las sábanas con el sudor perlando todo su cuerpo y su piel ardía. Y lo quería dentro, maldición.
—¡Ya estoy listo, mierda! ¡Déjame! —exclamó con desesperación y luego se incorporó, tomó a JongIn por los hombros y lo empujó sobre la cama con fuerza—.
Con el ceño fruncido le quitó los pantalones de dormir y la ropa interior, JongIn se deshizo de la camisa y no esperó a que dijera nada para sentarse nuevamente a horcajadas sobre él, tomar su duro pene y posicionarlo contra su entrada ansiosa. Sin premisas ni cruzar una palabra entre ellos, KyungSoo se hundió sobre él y echó la cabeza hacia atrás cuando su grosor lo estiró deliciosamente, duro y constante hasta asentarse por completo en su canal apretado.
JongIn lo sostuvo de la cintura, maldiciendo suavemente por lo bajo mientras lo mantenía en su lugar, y KyungSoo maulló agudamente cuando estuvo dentro finalmente.
Esperó un par de segundos, definitivamente no lo suficiente a comparación con encuentros anteriores, y comenzó a moverse sobre él; arriba y abajo, con las manos apoyadas en el pecho duro de JongIn, se folló a sí mismo profundamente, y porque JongIn era malditamente bueno, ancló sus pies en el colchón y se encontró con él cada vez, alzando sus caderas para ir más profundo, para llenarlo de él sin reparos.
KyungSoo sintió su cuello y mejillas rojas, la humedad deslizándose por las esquinas de su boca, las uñas hundiéndose en los pectorales de JongIn y el ardor persistente en su borde. Los testículos de JongIn golpearon sus nalgas, sus manos se deslizaron hasta su trasero y apretó la carne, separándola mientras se enterraba en él una y otra vez.
Cogieron un ritmo fuerte y veloz con bastante rapidez y KyungSoo se acomodó de tal forma que la cabeza de su pene se encargó de golpear su próstata sin reparos, así que no era extraño que sus piernas temblaran, que sus gemidos y lloriqueos escaparan sin control y su cuerpo se estremeciera violentamente sobre el de JongIn.
Su entrada se apretó duramente alrededor del pene gordo y caliente en su interior y JongIn soltó una maldición con los dientes apretados, cogió sus nalgas con más rudeza que antes y le dio una embestida tan fuerte que KyungSoo se tambaleó ahí, sentado sobre él.
—Maldita sea, KyungSoo, vas a partirme por la mitad.
KyungSoo lo ignoró y volvió a apretarlo, luego tomó una de sus manos y la llevó hasta su garganta y JongIn no negó su deseo. Volvió a cerrar sus dedos alrededor de su cuello y lo sostuvo con firmeza, con la presión suficiente para dificultar la entrada de aire y KyungSoo abrió la boca, extasiado cuando los largos dedos masculinos de su amante presionaron su borde lleno.
Estaba ahogándose por el ligero ahorcamiento, estaba lleno con su pene, su entrada estaba siendo estimulada y provocada y su próstata no dejó de ser golpeada.
KyungSoo no podía soportarlo por mucho mas tiempo.
Los dedos de sus pies se curvaron y sintió como los músculos de su cuello se hinchaban cuando JongIn apretó su mano un poco más a su alrededor, mantuvo el agarre con la misma fuerza por un par de segundos y luego lo soltó, bajó hasta su pecho y pellizcó su pezón, entró poderosamente en su interior y hundió su dedo en su entrada y eso fue suficiente para tenerlo corriéndose escandalosamente sobre el mayor.
KyungSoo inhaló desordenadamente en busca de aire y su cuerpo entero se estremeció con violencia mientras chorro tras chorro de caliente esperma abandonaba su cuerpo y manchaba la punta enrojecida de su pene desatendido.
Sus músculos internos encerraron con fuerza a JongIn y no tardó en escuchar una nueva maldición antes de sentir como toda su crema llenaba su interior, el pene palpitante bien enterrado en su canal.
JongIn lo atrajo a su cuerpo sin pensarlo demasiado y KyungSoo no encontró la fuerza suficiente para resistirse al contacto. Cayó directamente sobre su pecho y mantuvo los ojos cerrados mientras trataba de obtener un poco de aire.
Mientras tanto, las manos de JongIn se posaron sobre su espalda y comenzaron a acariciar su piel suavemente, utilizando a duras penas las yemas de sus dedos en el largo recorrido.
Minutos más tarde, cuando pudo respirar con normalidad y se sintió consciente de nuevo, la voz baja y suave de JongIn rompió el silencio reinante en la habitación.
—Jennie y yo somos algo así como amigos. Nos encontramos en París; ninguno de los dos sabía que el otro iría. Hablamos y me presentó a su novia, y se sintió feliz al saber que he encontrado a alguien especial para mí. Los tres pasamos tiempo juntos porque solo nos conocíamos entre nosotros allá; al enterarme de los rumores, hablé con YiXing y le ordené que se deshiciera de todo y publicara amenazas de demanda por difamación. También publiqué una foto contigo en Instagram: ahí comenté que te amo incondicionalmente. Tenía la esperanza de que lo hubieras visto, pero BaekHyun mencionó que probablemente estarías enojado conmigo, así que supuse que no había sido así.
Su corazón comenzó a latir rápidamente y sus mejillas se sintieron incómodamente calientes cuando la vergüenza comenzó a llegar y se apoderó de su cuerpo y de su mente.
Sabía desde el inicio que no debía enojarse, que tenía que esperar para escuchar lo que JongIn tenía para decir, pero había arrojado todo el raciocinio por la ventana y ahora estaba ahí, avergonzado y tímido porque sabía que la había cagado bastante.
No podía mirarlo a la cara en ese momento, y era una sensación bastante jodida.
Esperó un momento para intentar recomponerse, pero lo único que salió de sus labios fue un bajo y tímido "mmmh... lo siento mucho" que JongIn desestimó con un beso en la coronilla.
—No importa, está bien. De todas formas te ves realmente sexy cuando estás enojado y el sexo fue increíblemente bueno. Tal vez lo intente de nuevo en otra ocasión.
Al escuchar esto, KyungSoo lo golpeó y alzó la cabeza para mirarlo con el ceño fruncido, no obstante la sonrisa dulce de su amante calló cualquier queja que tuviera para él y simplemente se dedicó a mirarlo fijamente.
Nota entonces las ligeras ojeras bajo sus ojos y el bigote naciente junto a la pequeña barba en su barbilla, el agotamiento en su hermoso rostro y la calma a su alrededor. Él debía estar tan agotado y, no obstante, lidió con sus problemas a pesar del largo viaje que había hecho, se acostó con él y le dio las explicaciones que KyungSoo había estado deseando todo ese tiempo.
De repente se sintió blando entre sus brazos, afectuoso y protector y no pudo evitar suspirar y hacerse hacia adelante para darle un beso en la boca, uno suave y afectuoso, delicado incluso, donde los labios fueron los protagonistas absolutos del toque.
JongIn lo sostuvo amablemente por la nuca y correspondió tranquilamente, aferrándose a él en todo momento. Al alejarse, KyungSoo suspiró y volvió a acurrucarse en su pecho, cerró los ojos y dejó que el cansancio del día fuera drenado mientras se hundía en el sueño.
Más tarde podrían ducharse, pero ahora él solo quería permanecer junto a JongIn, dormir un poco y llenarse de su calor y de su esencia.
—Aunque seas una molestia, te amo y estoy feliz de que regresaras a salvo.
JongIn besó su coronilla con gentileza y lo apretó un poco más contra su cuerpo.
—Yo también te amo y estoy feliz por haber regresado. Ahora duerme, Soo, hablaremos nuevamente más tarde.
Asintió y se relajó por completo sobre su cuerpo.
Las cosas estuvieron bien después de eso.
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