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Capítulo 9

¡Hola, espero tengas un inicio de año muy bueno! Sé que el 2020 fue muy duro para todos, las cosas cambiaron radicalmente de la noche a la mañana, tuviste dificultades, momentos tristes y muy malos pero también se que tuviste esos pequeños instantes de felicidad, quédate con esos y mantente saludable. Cuídense mucho y espero que mi historia, aunque sea un poco, les anime o los distraiga en esta cuarentena que no sabemos hasta cuando terminará, haz lo que siempre haz querido hacer, crea nuevos hobbies y mantente activo, y bueno, solo eso. 

¡Mucha vida y salud para ti, te quiero y te mando un saludo a larga distancia! 
-Janie

Capitulo 9.

— Es necesario volver a entrevistarme, ¿enserio? — murmuró disgustado, golpeteando los dedos sobre la mesa de madera. — Ya le dije todo lo que se al grandulón de allá. — apuntó a HueningKai que le miró ofendido.

Jin se aguanto las ganas de burlarse del menor y carraspeó para volver a su postura seria.

— Una cosa es decírselo a un oficial de policía. Otra muy diferente hablar con el detective de homicidios. — le dijo con altanería notando el cambio repentino de actitud en el testigo, que tosio nervioso.

Jin junto a Namjoon trabajaban en el área de homicidios, no solo resolviendo casos donde una persona muriera de forma violenta o por algún otro motivo o circunstancia, también se veían envueltos en los casos donde se sospechará de un intento de asesinato... así era como Heechul, el jefe del departamento había clasificado el caso de Min YoonGi debido a todas las pruebas que apuntaban a ello.

— El chico apareció de repente. — comenzó a platicarle, sacándose la gorra roja de béisbol que tenía puesta. — Mi hermano estaba platicándome sobre el partido de esa noche mientras íbamos a mi casa, no sé en qué momento me distraje por un segundo y cuando regresé la vista a la carretera él estaba ahí parado, parecía hablar con alguien o al menos eso logre notar antes de... atropellarlo. — bajó la mirada, la culpa comenzó a invadirlo.

— ¿Y que paso después? — Jin preguntó, inclinando su cabeza con atención, el testigo suspiró lentamente y levantó la mirada hacia el castaño.

— Mi hermano y yo nos asustamos. — se acomodó en la silla, tocandose la barbilla. — Nos bajamos para poder ayudarlo y llamamos a emergencias, luego otro muchacho se detuvo a ayudarnos, le sostuvimos la pierna porque estaba muy lastimada, y mi hermano se preocupo mucho por eso. — cerró los ojos, su cabeza comenzó a doler.

— ¿Quién era ese chico? ¿Lo recuerda?

— No, pero recuerdo que llevaba un chaleco de una tienda de autoservicio... ¿BlossomStore? — chistó confudido. — Sí, de esa tienda. — Jin asintió en silencio, fijándose si la grabadora estaba encendida. — Cuando estábamos atiendo al joven, este chico de la tienda nos dijo que parecía que dos autos estaban en la gasolinera.

— ¿Autos? — se sintió repentinamente interesado, apoyó sus brazos sobre la mesa para escuchar mejor. — ¿Cómo eran los autos, que fue lo que le vio? — se removió en su lugar.

El testigo rebusco dentro de su mente las palabras que el chico le había dicho. Se centró también en lo que él pudo observar y casi como un rayo aquellas imágenes aparecieron dándole una vista clara de los sucesos.

— Sí, ahora que recuerdo bien las cosas yo también creo que los vi. — Jin podía sentir la tensión y la ansiedad por el rostro constipado del testigo, se comenzó a desesperar por el silencio. — Cuando este chico llegó, vi cómo se acercó a la orilla de la calle, como buscando algo entre el bosque, lo miré indignado porque paso alado de nosotros sin prestarnos atención, pero luego me dijo que le pareció ver a una persona meterse por ahí justo cuando él se acercaba.

El silencio se hizo presente.
Jin lo cortó exasperado.

— ¡Pero que más pasó, Dios, hable ya por favor! — farfulló con desespero.

— Estoy pensando, estoy pensado. — respondió vacilante. — Nos ayudó después de eso a sostenerle la pierna a este hombre, el chico tienda levantó su mirada porque escuchó unos motores encenderse cerca de nosotros, pensó que a lo mejor era mi hermano encendiendo mi coche de nuevo, pero poco después me señaló a la gasolinera, donde estaban dos autos que comenzaron a moverse, uno arrastraba al otro.

— ¿Cómo? — arrugó la frente perplejo. — ¿Arrastrar... como, con un gancho? — Jin movió sus manos en círculos, tratando de entender las palabras dichas.

— Si — mordió su labio asintiendo—Uno era si no mal recuerdo, un Jeep de color rojo y la otra... supongo que una camioneta blanca. —chasqueó los dedos.

— Cuando llegó la ambulancia, ¿todavía estaban ahí? — Jin pudo observar a Namjoon tomar sus cosas y salir de la oficina, suponiendo que iría al hospital donde se encontraba Min YoonGi.

— Nah, en cuanto atropellé al chico pasaron unos cinco minutos y ambos autos se fueron rápidamente, cuando llegó la ayuda prácticamente ya no había nadie en esa gasolinera. — se encogió de hombros. — Quise ir a disculparme con el chico después pero le vi con su pareja en el hospital y no quise interrumpir, así que me fui de ahí y no supe nada más.

— Gracias por su tiempo. — despidió Jin, el testigo asintió levantándose, pero antes de eso se devolvió hacía el detective.

— Deberían buscar al chico de la tienda, creo que logró ver a la persona que se escondió en los árboles. — informó, Jin le miró atento. — En su placa logré ve que se llama Park Seo Joon. — comento, despidiéndose y yéndose de ahí.

"Park Seo Joon."

— HueningKai, YeonJun. — llamó a sus policías, ambos dejaron de comer sus donas para encaminarse hacia el castaño. — Busquen a este sujeto, trabaja en la cadena BlossomStore.

— Enseguida. — YeonJun recibió el papel cortado asintiendo.

[...]

Namjoon entró al hospital con sus manos metidas dentro del bolsillo de su pantalón de vestir negro, asintió elocuente analizando el lugar y dándose cuenta de lo medio lleno que se encontraba, suspiró lentamente para caminar hasta la recepción.

— Buenos días, busco al familiar de Min YoonGi. — Enseñó su placa frente al rostro de la enfermera. — ¿Esta por aquí?

— Esta parado junto a la máquina de café. — apuntó con su mirada, levantando una de sus cejas.

— Muchas gracias. — sonrió guardando su placa y dirigiéndose hacía el hombre que tomaba a sorbos su bebida caliente con la mirada baja.

Vestía unos vaqueros de mezclilla rasgados con una cadena en el cinto, converses negros junto a un buzo amarillo y una camisa blanca por debajo. Analizó su rostro relajado, con una perforación en la nariz y tatuajes en sus manos, el cabello largo le tapaba un poco la cara, dándole un aire rudo.

— Buenos días. — saludó al ponerse frente al más alto, esté levantó la mirada, fue cuando vio por primera vez aquellos gélidos ojos marino que le vieron desconfiados. — ¿Es usted la pareja de Min YoonGi? ¿Kim Taehyung?

Le vio asentir sereno.

— Sí, ¿Por qué? — murmuró analizándolo de pies a cabeza despectivo. — ¿Necesita algo?

— En realidad, sí. — respondió sonriente. — Soy el detective a cargo del caso de su prometido, Kim Namjoon y me gustaría hacerle unas preguntas.

— Sí, claro. — sonrió con falsedad, Namjoon sin notar aquello lo siguió hasta los sillones más cercanos. Ambos se sentaron uno frente al otro. — Adelante. — musitó, llevando el vaso de café a sus labios rosados.

Namjoon comenzó a decirle con detalle que era lo que había pasado, desde la versión de los testigos hasta lo que tenían por el momento, pudo notar la mirada abrumada e impotente en el rostro de su entrevistado y se sintió mal por él.

Si estuviera en su lugar también se sentiría así, mordisqueó su labio evitando pensar de más.

— ¿Está diciéndome que encontraron a YoonGi en una carretera cerca de una gasolinera desierta?

— Justo por entrar a este distrito. — concretó. — ¿Cuándo fue la última vez que lo vio?

El de buzo amarillo se hecho hacia atrás chocando con el respaldo de la silla. Se acarició la barbilla pensativo:

— Esa noche, dijo que quería celebrar nuestro compromiso preparando una cena.— Dijo lejano.

— ¿Y no escuchó nada más? — inquirió el detective, encogiéndose ligeramente de hombros ante la corta respuesta.

— No. — respondió seco. — Cuando vi que ya se había tardado más de dos horas le llamé a su celular, obvio no respondió así que llame a la tienda y fue cuando me dijeron que nunca llegó, me comencé a desesperar así que salí a buscarlo.

— Mmmmh... — musitó, su mirada chocolate analizando los movimientos del menor frente a él, inclino la cabeza fijándose el curioso rasguño sobre su cuello descubierto, su rostro serio le hacía sentirse ligeramente incómodo. — ¿Habían tenido problemas usted y YoonGi?

Jungkook sopló pensativo, acercando el vaso de café a sus labios meditando. Namjoon sintió que tal vez no quería contarle acerca de su vida personal, pero debía insistir porque era fundamental saber todo sobre YoonGi.

— Claro, como todas las parejas, pero eran por cosas sin sentido. ¿Por qué? — respondió con cierta inquietud.

El moreno se reclinó sobre sus rodillas apoyándose sobre sus brazos y mirándole condescendiente.

— Intento reconstruir todo. — frunció el entrecejo. — Me pregunto que hacía su prometido solo, sin identificación a mitad de la nada, en medio de una tormenta a mitad de la noche. — dijo acusatoriamente, Jungkook sorbió su bebida evitando la mirada estoica y suspirando con pesadez.

— Yo también quisiera saberlo. — dijo con desanimo, pestañeando con pesadez y devolviendo la atención al mayor. — Pero detective nos acabábamos de comprometer, irnos a vivir juntos y teníamos una vida muy activa, demasiada diría yo— Namjoon notó el destello de picardía en la mirada azul.

"Entonces por eso tiene el rasguño." Se limitó a confirmar, riéndose internamente.

— Así que no, no teníamos problemas más haya de peleas por quien cocinaría o quien limpiaría la casa. — sonrió melancólico.

— Lamento lo sucedido. — le dijo comprensivo. — Una pregunta y lo dejo tranquilo por hoy, ¿Cuándo YoonGi se fue, se llevó su auto? — formuló interesado.

— Sí, se lo llevó. ¿Por qué? — cuestionó curioso.

— Desapareció, sabe, me gustaría hablar con YoonGi cuando se pueda o se encuentre más estable. — se puso de pie siendo seguido por el contrario, le estiró una tarjeta de papel al menor que lo tomó con seriedad. — Llámeme.

— Lo hare. — asintió simpático viéndole caminar hacía la salida del hospital. En cuanto el moreno desapareció de su vista su sonrisa se deformo y desechó la tarjeta en pedacitos en el bote de la basura. — Si claro, a la mierda su tarjeta.

"No dejaré que te acerques a él."

[...]

— Hola hola, ¿Esta aquí el precioso y muy adorable Yoonie-Yon? — El mencionado levantó la mirada, tapándose sus labios para amortiguar la risa tierna que se escapaba de ellos.

Jungkook sonrió enamorado, saliendo detrás del pequeño oso negro de mejillas chapeadas, movió las manos del peluche frente a YoonGi haciéndole carcajear más.

— ¿Qué haces Tae? — sonrió de mejilla a mejilla, sus manos sobre su regazo.

— Bueno, suponía que por las noches te sientes solito. — hizo un puchero exagerado, el menor se sonrojo con vergüenza . — Así que... te compré a Kumamon, es tu mascota favorita de Japón... ¿lo recuerdas? — dijo esperanzado.

— Vagamente, pero mi corazón se alegró apenas lo vi. — dijo sincero, estirando sus bracitos hacia el mayor que, gustoso le dio el peluche y tomo asiento en la camilla para mirarle abrazarlo a su pecho. — Esta muy bonito, gracias Taetae.

— De nada primor, ¿cómo te sientes? — colocó su mano sobre la mejilla ajena, sintiendo al pálido sobresaltarse un poco.

— Hoy amanecí un poco mejor, aunque aún no logro resolver los juegos de cartas que me dio el doctor. — hizo una mueca desanimado, bajando la mirada al peluche de mejillas pomposas.

— Es normal que no logres acertar a la primera, tuviste un golpe muy fuerte Yoonie y créeme que no vas a poder recordar algo de forma rápida. — se acercó, dándole mimos en la suave piel de su rostro, el pelinegro se dejó hacer cerrando sus ojitos verdes ante el contacto.

— ¿Sabes cuándo me darán de alta? — recostó su mejilla sobre la palma abierta, le miró atento acariciando al oso entre sus brazos.

— Aun necesitas reposar, no sé si estés listo para volver a como era todo antes del accidente. — tragó el nudo en su garganta, YoonGi suspiró rendido y asintió desconforme, aunque pensándolo bien... ¿A dónde iría? Ni siquiera recordaba la dirección de su casa.

— Tampoco es como si tuviera a donde llegar. — respondió con desaliento. — No me acuerdo donde quedaba mi casa.

La risa ronca y divertida le hizo separar su rostro de la mano tatuada, se sintió ofendido por la reacción del mayor.

— ¿De qué te ríes? — gruñó molesto, arrugando su frente y nariz de botón.

— No te enojes Gigi. — hizo afán de acercarse pero el menor se alejó lo que pudo. — Es que, me reí porque pensé que al menos recordarías que vivimos juntos, amor.

YoonGi abrió los ojos de par en par sorprendido, abrió la boca como pez y un sonrojo ligero se apoderó de sus mejillas.

— ¿J-juntos? — dijo tímido. — ¿Tu y-y yo?

— Sí, solos tú y yo. — asintió. — No sabes las ganas que tengo de que conozcas nuevamente la casa, tal vez estando ahí algo llegue a tu memoria, en verdad ya quiero llevarte conmigo.

YoonGi sonrió.

— ¿O es que quieres esconderme para que nadie me encuentre? — bromeó sonriente, Jungkook soltó una risa nasal, asintiendo a las palabras.

— Puede que sí, tal vez quiera robármelo para tenerlo solo para mi señorito Min. — dijo juguetón, mirando al pelinegro mordisquear su pulgar risueño. — Tal vez eso haga.

Su rostro se tornó oscuro, serio; YoonGi solo sonrió sin notar el trasfondo en las palabras del mayor, sintiéndose cómodo ante la presencia ajena.

— Señor Min, su comida. — La enfermera Nayeon entró sosteniendo la bandeja sobre sus manos. Jungkook le plantó un beso en la mejilla a un alegre YoonGi que colocó sus manos sobre el pecho fornido, la castaña sonrió por lo bajo y se apresuró a dejar todo para irse.

— Gracias. — escuchó, asintió amable y se retiró, viendo de reojo al de cabello largo comenzar a sacarle el plástico a la comida y darle un pedazo de manzana cortada a su novio.

Salió de ahí sintiéndose eufórica, tal vez eso era parte de lo que amaba de su trabajo, podía presenciar momentos como estos donde los pacientes se reconfortaban en sus parejas. Dahyun la interceptó cuando la vio dar brinquitos en el área de descanso.

— ¿Qué te sucede ahora? — comió de su Yogurt, mirando a la más baja con extrañeza.

— Los Kim ya están volviendo a unirse. — chilló, juntando sus dedos índices sonriente.

— ¿Quiénes? — rodó los ojos ante el despiste de la rubia.

— ¡Min YoonGi y su novio el señor Kim! — dijo obvia.

— Ah...— chasqueó la lengua ante la reacción de Dahyun.

— ¿Qué? ¿Pasa algo con el señor Kim? — dijo sarcástica.

— No lo sé Nay. — negó con duda. — Sabes, hay algo en él que no me acaba de gustar. — finalizó haciendo una mueca, su compañera se sentó a su lado. — Es decir... ¿no notas acaso que siempre que llegamos a curar a Yoongi y cuando el doctor lo va a visitar, nos mira de mala gana? — añadió, Nayeon se quedó pensativa.

— ¿Crees que sea alguien celoso y posesivo con su novio? YoonGi es un amor de persona. — dijo simpática.

— Solo... no te fíes demasiado en las personas Nayeon, no sabes quienes son realmente. — la rubia tiró su envase al bote y se fue de ahí, dejando a su amiga con la palabra en la boca y sintiéndose confundida ante la interacción con su amiga.

[...]

— Entonces si habían dos carros ahí. — Namjoon golpeó el expediente con su dedo índice, EunWoo asintió rápidamente dándole la razón.

— Por lo que me dijo el testigo era un Jeep rojo y una camioneta blanca. — Jinn apoyó sus manos sobre la mesa, su camisa fina estaba arremangada hasta los codos y con algunos botones abiertos por el cansancio.

— Les dije que había alguien más, al señor YoonGi lo venían siguiendo. — apuntó YeonJun. — Y ahora sabemos que esa misma persona se llevó el auto.

— Creo que debemos hacer el reporte, entre más rápido hagamos la orden podremos encontrar el vehículo. — EunWoo les dijo, sus manos en posición de jarra y las ojeras bajo sus ojos negros, todos estaban cansados de trabajar hasta tarde.

— Ya lo hice. — HueningKai dejó la orden sobre la mesa. — Y también encontré al chico de esa tienda. — esta vez se dirigió a Jin con la mirada. — Dice que no pudo venir en estos días, pero mañana estará aquí.

— Este caso está cada día más revuelto. — Namjoon se frotó las sienes estresado. — Bien, por lo que me dijo su prometido ese si era el auto de Min.

— ¿Pudiste hablar con la victima? — ingadó Jin, dándole un trago a su coca-cola.

— No, y no creo que sea de mucha ayuda ahora, apenas despertó hace unos días y debe estar delicado de salud, es mejor no alterarlo ahora. —Jin asintió un poco desanimado. — Bien dejémonos de tonterías y comencemos a trabajar, EunWoo, ¿qué encontraste?

— La sangre si pertenece a Min YoonGi. — meneó los resultados clínicos en su mano. — Aunque también encontramos otra muestra, pero esta no coincide con la de YoonGi. — Dejó el papel en medio de la mesa, todos lo rodearon.

— ¿Crees que sea del atacante? — Jin comentó. — Además, al parecer el o ella no estaba tan herido como Yoongi. — Miró los pequeños puntos de sangre en las fotografías.

— Lo más probable es que sólo haya tenido una herida superficial. Pero lo inquietante aquí es que no coincide con ningún ADN de la base de datos, así que prácticamente estamos en ceros.

Todos gruñeron irritados.

— Y la información de los autos tampoco ayuda mucho. — HueningKai habló. — Hay muchos Jeeps rojos y camionetas blancas ¡Es como una aguja en un pajar! Hay demasiadas. — tiró su cabeza hacía atrás con frustración.

— Lo único que podemos hacer es esperar a que Min YoonGi salga del hospital, solo así podremos aclarar todo lo más pronto posible. — Jin se dejó caer en su silla, cerrando los ojos un momento.

Por otro lado, en una transitada pastelería un chico de cabello fuego se sentía desesperado, su vista caía sobre la mesa vacía de YoonGi y se sintió triste cuando recordó los momentos divertidos que paso con él en aquella mesa.

Hasta pudo verse así mismo junto a su mejor amigo, tirándose harina a la cara mientras un Jungkook molestó llegaba a regañarlos y un Taehyung divertido los grababa.

"¿Dónde están? Joder, los extraño mucho."

Terminó de cerrar la pastelería para irse a visitar a su novia, su auto se movía ligeramente por la calle solitaria hasta Gangseo, revisó su reloj el cual marcaba las 9:30 de la noche, sonrió emocionado.

El turno de Jisoo estaba por terminar.

Estacionó su auto a las afueras del lugar donde trabajaba su novia, reclinándose en el sillón para esperarla con calma. Su vista estaba sobre la puerta principal, esperando ver a su novia cuando estas se abrieron, pero su ceño se frunció al ver una figura conocida salir de ahí y esa en definitiva no era Jisoo.

— ¿Jungkook hyung? — tomó su volante entre sus manos, estirando el cuello para verlo mejor. — ¿Qué hace hyung aquí? — pestañeó sorprendido, siguiéndole sus pasos hasta su auto en el cual se quitó unas gafas... esas que juraría le eran conocidas y se montó e para luego irse de ahí rápidamente.

— Hola amor. — grito asustado y se sobresaltó al sentir un beso en su mejilla, soltando un grito que asustó a su novia. — ¡¿Qué pasa Hoseok?!

Jisoo se tomó el pecho asustada, sus ojos abiertos como platos.

— Lo siento, lo siento. — dijo con rapidez. — No me fije cuando entraste al auto. — se disculpo.

— Me di cuenta, ¿a quién mirabas? — Jisoo se sacó su bata médica, lanzándola en el asiento trasero. — ¿Hobi?

El mencionado parpadeó dándose cuenta de que se había quedado perdido en sus pensamientos.

— Amor... ¿tú conoces a todos los familiares que llegan aquí y a todos los pacientes, verdad? — la pelinaranja le miró perpleja.

— Soy doctora, Hoseok. No un robot para memorizarme a todos los pacientes de un hospital de 450 camas. — gruñó sarcástica, la molestia se notaba en su vos, el pelirrojo hizo un puchero regañado. — Además, estoy en el área de pediatría, así que no, solo me sé los nombres de los niños.

Hoseok se sintió extremadamente curioso por saber qué hacía Jungkook ahí, además también quería preguntarle si había sabido algo de YoonGi o Taehyung, como jefe él debe saber. Así que con esa espinita se fue de ahí, manejando hasta la casa de su novia.

Sin saber, que a lo lejos, un Mercedez Benz negro se quedó estacionado con las luces apagadas, con el conductor viendo fijamente el Chevy que abandonaba el estacionamiento del hospital, encendió su motor y le siguió por detrás.

"No te metas en donde no te llamab, Hobi... no lo hagas."

"O tendré que hacerme cargo de ti."

[...]

Planeaba subir 2 capítulos ayer, lamentablemente no se guardaron. Suelo escribir en Wattpad directamente, pero creo que ahora tomaré el consejo de una lectora y lo haré en Word, por el momento les dejo este y pues no quedó igual de bueno que el anterior porque tuve que reescribir todo de nuevo, sale bye un beso los tkm.

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