Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|Capítulo 1|

Gigi...

[Jungkook]

Me gustas mucho.

En realidad, me fascinas, me encantas, me vuelves loco.

Todo en ti me gusta, porque todo en ti es perfecto, todo en ti es exactamente lo que busco, porque todo en ti es lo que quiero, lo que necesito, lo que deseo.

Puedo sentir mis dedos picarme, mis labios se secan, mis manos se tensan con tan solo recordar el calor desbordante de tu piel pálida. De esa que parece porcelana y la cual me da miedo lastimar, de esos labios rojizos con brillo de fresa y de tus preciosos ojos verdes que parecen dos esmeraldas brillantes.

Tocando tu foto, me doy cuenta de cuanto te extraño esta noche, me doy cuenta de que no puedo estar más tiempo alejado de ti. Eres mío, por dios que si lo eres... tu sonrisa es mía, tu aliento es mío, tu cuerpo es mío... aunque tú no lo sepas, YoonGi... me perteneces.

Por eso, me he tomado el atrevimiento de inmiscuirme en tu habitación, viéndote ahora mismo dormir plácidamente en tu cama, justo donde yo estoy abrazándote por la cintura, agradezco que tengas el sueño pesado, te aprieto más a mi cuerpo para sentirte, tu delicioso aroma a cerezas me hace perder la cabeza y tu pequeña cintura se pierde tan solo en uno de mis brazos, cierro mis ojos tratando de guardar este recuerdo y disfrutarte esta noche.

— Dulces sueños, Gi. — murmuró, besándote las mejillas rosadas y escondiéndome en tu hombro.

No se cuanto más pueda soportar sin tenerte conmigo, porque Gigi, si no eres para mí, no lo serás para nadie... porque soy tan egoísta, que no quiero verte feliz con nadie más, te amo... y tú también me amarás.

— También lo harás...







[Omnisciente]

El ruido de la alarma lo sobresaltó, sentado en la cama se llevó la mano al cuello asustado volteando a ver toda su habitación. Tragó en seco parpadeando con frecuencia, entre sus sueños pudo sentir algo pasar por los bordes de su piel, dejándole algo húmedo sobre los mismos.

— Creo que no debí comer tan pesado. — YoonGi dejó caer su mano en las sábanas, se estiró tomando su celular para revisar sus redes sociales.

Lanzó el celular sin cuidado a su cama para ponerse de pie y caminar hacía el baño, pero justo al estar en medio de la habitación una ráfaga de viento le llegó de golpe a su costado izquierdo.

"Un momento... ¿no la había cerrado?" Pensó, su rostro confundido.

— Como sea, supongo que Hobi debió dejarla abierta cuando se fue. — dijo, restándole importancia y metiéndose al baño.

Lo que si no pasó desapercibido fue que habían desaparecido dos de sus jabones líquidos de cereza, meneó la cabeza acomodándose sus cabellos húmedos, extendió la mano hasta en fondo del mueble de baño tanteando en los rincones, nada.

— ¿Dónde se suponen que están? Apenas los compre.

Refunfuñó frustrado, jaló del jabón cítrico de repuesto, pero no podía dejar de pensar en los frascos perdidos, suponía que los había dejado en la cocina, aunque sería poco lógico para alguien como él.

— ¿O no compré? — se cuestionó, tallándose el cuerpo. — Sí... no, ¿no? Ay, como sea.

Salió del baño secándose el cabello con una toalla pequeña, tirando su ropa sucia en el cesto cerca de su armario. Un ruido poco usual le hizo detenerse a mitad del camino; agudizó el oído por si lo volvía a escuchar, nada... silencio.

Levantó los hombros sin importancia, comenzando a vestirse y dejando su culo justo dando a la ventana. Sin percatarse de nada, aquel misterioso ruidito hizo "click" tomando una fotografía que llegó al celular del dueño, que sonrió con los ojos centellándole.

Se echó perfume sobre su cuello, viéndose por última vez en el espejo de cuerpo completo, salió de su habitación y posteriormente de su casa para dirigirse hacia la parada del bus. Caminaba a pasos lentos, perdiéndose entre la pequeña multitud de personas que iban a sus trabajos, dobló en la esquina divisando la parada a unas cinco cuadras más.

Un golpe detrás de él lo hizo voltear, no había nadie.

— ¿Hola? — dijo, preocupado de que alguien hubiera tenido un accidente. — ¿Oye, estas bien? Quien... sea que este ahí.

Nadie le respondió.

Hizo una mueca, volteándose para retomar su camino, la parada estaba cada vez más cerca... y solitaria. Eran las 6:30 de la mañana, el cielo estaba algo oscuro todavía, unos pasos resonaron detrás de él, las pisadas sonaban muy cerca, su espalda se tensó.

"Mierda, van a robarme" comenzó a caminar más rápido tanto que aquella caminata se convirtió en un pequeño trote.

Sus piernas se movían, los pasos se acercaban, su respiración se aceleró, escucho la ajena agitarse.

Una pareja se sentó en la parada, corrió con más velocidad.

— ¡Mierda! — chilló, llegando y cayendo al suelo frente a las personas que lo miraron sorprendidas. — ¡Lo siento, alguien estaba siguiéndome!

— Pero... chico, no hay nadie ahí. — le dijo el hombre mayor, ayudándole a parar, se tambaleó.

— ¿Qué demonios? — Gritó asustado, sus ojos abiertos de par en par lograron ver una silueta meterse entre los callejones. — Si no quería asaltarme... ¿Por qué me seguía? — dijo en voz baja, sentándose en la banca con sus manos temblándole.

"Para que..."






[...]

En cuanto sus ojos frívolos lo vieron entrar a la cocina de la pastelería, sus manos dejaron de fregar la mesa de metal sucia. Se fijó sobre él, siguiendo sus movimientos sobre los lockers de los empleados y viéndole murmurarle cosas a Hoseok, otro muchacho que trabajaba ahí.

— Enserio, te digo que alguien me seguía. — le escuchó decir, relamió sus labios. — Buenos días hyung, gracias por limpiar mi mesa.

— Hola, de nada. — musitó, alejándose unos centímetros para dejarle pasar. — ¿Está todo bien? — indagó, tomando valentía para hablarle.

— Yoonie me dijo que lo estaban siguiendo. — se entrometió Hoseok, inclinándose en la mesa sobre sus brazos. — Para mí que lo querían secuestrar.

— ¡No me asustes Hobi! — chilló, el mayor de los tres parpadeó haciéndose el sorprendido. — Hyung, ¿no puedo entrar más tarde a trabajar? La verdad... no quiero caminar solito tan temprano. — cruzó sus brazos haciendo un puchero.

— Sabes que tú puedes llegar a la hora que desees, Gi. No hay ningún problema con eso. — sonrió mostrando sus blancas perlas.

— Gracias Jungkookie hyung. — sus mejillas se sonrojaron ante el sobrenombre dicho.

Hoseok levantó una ceja, indignado por el trato hacia su mejor amigo, él también quería entrar tarde a trabajar entonces. Pero notó algo extraño en la manera de mirar a YoonGi, aquellos ojos azules gélidos se volvían cálidos cuando caían sobre el pelinegro, ladeó la cabeza confundido.

— Entonces... ¿yo también puedo entrar tarde? — dijo, tratando de despejar la tensión que solo él sentía.

— No, tú entras como siempre y ahora más temprano. — Hobi rodó los ojos, ofendido. Jungkook surcó una sonrisa divertida en su rostro que desapareció en segundos.

— Solo porque Gigi es tu favorito. — dijo entre dientes, ganándose una mirada de reproche del más joven.

— Celoso.

— Si, ¿por?

— Pónganse a trabajar y déjense de niñerías, iré a cocinar las galletas. — informó, extendió la mano pasando sus dedos entre las hebras suaves del pálido, suspiró profundamente. — Ten un buen día, Gi.

Hoseok mordió su labio inferior, entretenido y un poco curioso — más de lo que estaba hace un momento— siguió la ancha espalda de su jefe hasta que se perdió entre los hornos, justo ahí devolvió su atención al pelinegro.

— ¿No lo ves?

— ¿Qué cosa? — frunció el ceño, acomodando los moldes que iba a utilizar sobre su mesa.

— La actitud que tiene Jungkook hyung contigo...— Hoseok le ayudó a poner también los rodillos y cortadores, siguiendo con la conversación.— Es algo diferente a la que tiene con los demás.

— Solo es amable, Hobi. — sonrió vacilante, tomándose su cabello con una mano y metiéndolo debajo de una cofia de tela negra con la otra, amarrándola detrás de su cabeza.

— Mmhg, claro, amable. — chifló, riéndose en voz baja, YoonGi le golpeó el hombro.

Negó divertido, haciéndole una seña al pelirrojo para empezar a hacer la mezcla de los pasteles, Hoseok vio sobre su hombro a Jungkook observando atentamente al pelinegro que comenzó a romper los huevos sobre un bowl de aluminio, sonrió socarrón y carraspeó.

"Si claro, solo amabilidad."







[Jungkook]

Justo ahora, mientras te miró decorar aquel pastel y ver tu hermosa carita llena de harina blanca y tu preciosa sonrisa junto a tus carcajadas que son como una melodía para mis míseros oídos, me doy cuenta de que estoy aún más enamorado de ti.

Pero no me gusta él, no me gusta ver cómo te roba aquellas risas que deberían ser solo para mí. No me gusta ver como Hoseok les mira con cariño y la forma tan fraternal en que abraza a tu novio, no me gusta tu novio, YoonGi.

Lo detesto, lo odio, lo aborrezco. No soporto como tus ojos brillan por él, como te ríes por sus insignificantes chistes de cuarta y el cómo disfrutas que toque tus dulces labios con los suyos; no puedo evitar gruñír y aplastar de más el chocolate blanco entre mis manos, haciendo un desastre.

— ¡Jungkook-ah! ¿Qué te pasa? — Devuelvo mi atención al frente, donde mi compañero de negocios me mira, además de eso... es mi único amigo.

— No me pasa nada, Jimin-ssi. — respondo, cortante. — Sigue trabajando.

— Debes controlar tus ataques, ¿tomaste tus pastillas? — me pregunta y a regañadientes lo vuelvo a mirar.

— No y no voy a tomarlas, puedo controlarme yo solo. — gruño y giró mi mirada a donde estás tú, Gigi.

Te ves tan precioso ahí parado, tus mejillas llenas de las sobras de pan y relleno cremoso, comiendo a hurtadillas aun sabiendo que todos pueden verte hacerlo, tus ojos resplandecen en travesura y mi corazón vacío se llena, solo por ti.

— Deberías dejar de ver a Min. — escuchó a Jimin hablarme, pero lo ignoró. — Se pueden malinterpretar tus miradas.

— Es eso o... que quieres que te mire a ti de la misma manera. — planteó, endureciendo mi mirada que tiré sobre él, sus mejillas se sonrojan. — Olvídalo, hay que terminar esto, Mimi. — sonrió.

— E-está bien...

— Lo siento.

— No, no lo haces. — replantea, haciéndome guardar silencio.






[...]

Siempre me gustó aquella lámpara de gatito que tienes sobre tu mesa de noche ¿sabes? Creo que te hace lucir muy inocente, te gustan las cosas bonitas.

A mí también me gustan, por eso me gustas Gigi. Mi mísera cámara no puede captar tu bordes tan delineados y tan finos en su lente, no puede retratar la belleza de tu cuerpo desnudo sobre su cama, dándote placer a ti mismo mientras muerdes tu labio inferior e introduces aquel juguete dentro de ti... yo puedo darte placer.

¿Me dejarías? ¿Me dejarías deleitarme con tu caliente cuerpo? ¿Me dejarías hundirme en ti mientras te digo que te amo? O... tú también puedes hacerme tuyo, no me importa, con tal de que seas solo tu quien lo haga.

— No creo poder aguantar mucho tiempo más sin ti. — te digo, viéndote desde lo más oscuro de tu jardín,  deleitándome con el espectáculo de verte correrte sobre su mano y pecho agitado. 

Solo cuando tus luces se apagan y tu cuerpo cae rendido a tu cama es que me doy el valor de entrar en tu habitación, verte descansar es mi mayor placer y acostarme a tu lado sin que te des cuenta es mi delirio, rodearte con mis brazos y pegarme lo más posible a ti me hace endurecerme sin siquiera tocarte de más, porque te respeto.

Aquí, con mi mano dentro de tu camisa holgada y acariciando los definidos músculos de tu abdomen, beso tu cuello con olor a peras y me derrito con solo olfatearte, me enciendo con solo sentir el ligero movimiento de tus caderas sobre mi pelvis, te necesito... y no me importa que deba hacer, pero voy a tenerte comigo para siempre.

Para siempre, YoonGi.

**

Capítulo 1: Gigi.
Capítulo reescrito, todo será mejor desarrollado. 

Gracias por su apoyo y por leer.

-Historia re-subida con nuevos capítulos; la verdad ni se si les vaya a gustar o tenga el mismo apoyo que antes, pero estoy re-escribiéndola por pedido de una seguidora, esperemos que si...

-Las narraciones pueden variar; primera, segunda o tercera persona. Eso lo decido yo xq me gusta jugar con eso.

-Escenas de violencia, contenido sexual, drogas, alcohol y tabaco. Se discreto.

- Si no te gusta mi historia puedes dejar de leerla, nadie te obliga a hacerlo.

-Mi estilo de escritura no es el mejor, peo trato de hacer lo que puedo para que se desarrolle bien.

- Acepto críticas constructivas más no toxicas.

-Pueden haber errores ortográficos. 

Janie.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro