➤ 9 | CUMPLEAÑOS
❧ OBSESSION
OO9. CUMPLEAÑOS
JUNG HANEUL
No puedo creerme para nada lo que estoy haciendo, como estoy dejándome llevar mientras paso mis brazos por los anchos hombros de Jungkook, llevando una de mis manos a su nuca tirando de su cabello largo y ondulado. Este desliza su lengua sobre la mía, apegándome más a él apretando mi trasero con sus manos provocando que gima.
Sus besos bajaron por mi cuello por lo que tire mi cabeza hacia atrás disfrutando de la sensación, como lame, succiona y mordísquea.
—Jungkook, no...
Trato de detenerlo poniendo mis manos en sus hombros, aunque no quiero hacerlo para nada, pero sé que no está bien. Mierda, jamás había hecho algo así. Jamás me permití sentir algo así por un amigo de mi hijo, pero Jungkook me había sorprendido sin dudar y ahora siento como sus besos me empiezan a cegar haciéndome querer más.
—Jungkook...
—Déjese llevar. Sé que me desea como yo a usted, Haneul —me toma de la barbilla—. Prometo hacerla sentir bien.
Volvió a juntar nuestros labios en un beso hambriento en el que nuestras respiraciones no tardaron en agitarse, mientras me levantaba del escritorio.
Saborea mis labios como si lo hubiera deseado por mucho tiempo, toma asiento en la silla que está detrás y me coloco sobre él. Llevó sus manos a mi trasero presionándome y un gemido involuntario escapa de mis labios al sentir lo que he provocado.
—Haneul...
La manera en la que pronuncia mi nombre me hace estremecer porque nunca antes lo había hecho de esa forma. Fue como desesperado, como si estuviera intentando contenerse y sorprendentemente no es lo que quiero.
Sus dientes atrapan la piel de mi cuello, mientras estrujo la camisa de su uniforme entre mis dedos, cerrando mis ojos por un momento, disfrutando de la sensación que dolor y placer que me causan sus dientes.
Lleva una de sus manos a mi muslo subiendo hasta llegar a mis bragas donde acaricia, soltando un jadeo en mi oído que me hace gemir porque sus dedos comienzan a hacer movimientos circulares.
—Mire como la tengo y aún así hoy buscó la atención de Seokjin —murmura con voz profunda en mi oído con su respiración pesada—. Eso no está bien, señora Haneul.
Siento que no puedo soportarlo más. Es como si él supiera lo que me provoca cuando me hablan así, por lo que llevo mis manos a su pantalón para así desprenderlo mientras este sonríe.
—¿Tan rápido quiere que la folle?
—Cállate.
Me levanto con algo de dificultad para que él pueda bajarse el pantalón al igual que el bóxer, sorprendiéndome de gran manera al ver lo duro que se encuentra, como las venas se marcan en su miembro y su punta rosada está brillosa por el pre-semen.
Una vez que me saco las bragas este me toma bruscamente colocándome a horcajadas sobre él. Toma el miembro entre su mano con la intención de dirigirlo a mi interior, pero al contrario hago fricción, observando como este cierra sus ojos por un momento.
Sigo frotándome sintiendo como él también mueve sus caderas y un gruñido escapa de sus labios. No deja de observarme permitiéndome notar la lujuria en aquellos orbes oscuros donde puedo reflejarme.
Un gemido escapa de mis labios cuando siento que no puedo soportarlo más y quiero tenerlo dentro de mí de una vez, pero el rostro de Jungkook se arruga mientras tira su cabeza hacia atrás, soltando un gemido ahogado y al sentir la humedad frunzo el ceño al darme cuenta que acaba de correrse.
Aprieta el agarre de mi cadera con su rostro enrojecido, sin ser capaz de verme quizás por la vergüenza por lo que reprimo la risa que quiere salir de mi garganta. Puede que sea precoz, lo cual no puede evitar sorprenderme como también decepcionarme porque realmente me había excitado.
—Mierda, mierda, mierda —repite entredientes.
—No te preocupes. No me reiré porque eres precoz.
—¡Claro que no lo soy, Haneul!
—¿Estás seguro, Jungkookie?
—Al carajo —me hace levantar de manera brusca sentándome en el escritorio, por lo que suelto un chillido, pero cuando se arrodilla frente a mí abro mis ojos a la par—. Puedo hacerla sentir bien de todas maneras.
Comenzó a dejar un camino de besos por mis muslos hasta alcanzar mi feminidad, lamiendo y succionando mi clítoris, provocando que un gemido ahogado escape de mis labios y empuñe su cabello ondulado entre mis dedos.
Sus manos apretaron mis glúteos apegándome aún más para que pudiera saborearme mejor, mientras introduce uno de sus dedos.
Mis ojos se cierran por un momento y no puedo evitar gemir cuando siento que introduce un segundo. Aumenta las embestidas mientras con su boca sigue jugando con mi clítoris, mis gemidos también aumentan y más cuando habla.
—¿Le gusta, Haneul? —la vibración de su voz profunda al chocar contra mi centro hace que la excitación aumente.
—Sigue.
—Haneul...
Sin poder evitarlo lo tomo nuevamente del cabello para que siga con su grandioso trabajo, escuchando y sintiendo como ríe, pero no tarda en continuar. Siento como sorbe mis líquidos, succionando no sólo mi clítoris, también mis pliegues.
Quiero cerrar mis piernas, pero él no me lo permite haciendo presión con la palma de su mano y tiro de su cabello soltando un grito ahogado cuando me corro en su boca. Con sus manos aún en mis muslos mientras me siento temblar, sigue succionando hasta que se siente satisfecho.
Al separarse observo su rostro húmedo y como pasa la lengua por sus labios, mirándome aún lujurioso con su cabello desordenado por como tire de el.
—Haneul...
Haneul. Haneul. Haneul.
Se escucha tan diferente cuando lo repite como nunca antes, lo que me enloquece porque sé que está mal y ahora estoy cayendo en la realidad de lo que acaba de pasar entre nosotros.
—Vete —digo sin más.
—¿Qué? —pregunta sorprendido.
—He dicho que te vayas.
—No puede hacerme ésto —se levanta a la vez que se sube el bóxer.
—Largo. Ésto no debió pasar.
—¡¿Cómo puede decirme eso cuando hasta hace dos minutos tenía mi rostro enterrado entre sus piernas?!
—¡Cállate! —tomo mis bragas que se encuentran en el suelo y bajo mi vestido mientras me dirijo hacia la salida—. No quiero verte aquí.
Salgo del despacho rápidamente tratando de no caerme por los tacones que llevo, ya que siento mis piernas temblar y me encuentro furiosa, por lo lo no pienso con claridad, mientras que escucho a Jungkook gritar mi nombre desde el despacho.
¿Acaso no reacciona a lo que acaba de suceder entre nosotros? ¿No se da cuenta que soy la madre de su mejor amigo? ¿Realmente llevaba tiempo deseándome?
En eso el recuerdo de cuando me vio teniendo relaciones con Kwang, su profunda mirada se instala en mi mente y me siento estremecer. Un niño de trece años no debía actuar de esa manera, no debía mirar de esa forma como si le gustara lo que ve, como si deseara eso, por lo que sacudo la cabeza suspirando frustrada, porque necesito dejar de pensar en él antes que enloquezca por la culpa.
(...)
Tres días han pasado desde lo que me atreví a hacer por estar cegada y no puedo dejar de torturarme. Realmente estoy arrepentida y no sé cómo hacer para enmendar mi error.
Quizás debería decírselo a mi hijo, pero no soy capaz siquiera de mirarlo a los ojos porque comienzo a recordar a Jungkook, sus besos, sus caricias, sus movimientos y quiero huir.
Jimin está notando que algo me sucede, porque antes no dejaba de querer pasar tiempo con él, no dejaba de hablarle, pero ahora lo evito.
Hoy es su cumpleaños, así que no puedo hacerlo, además que ya tengo su regalo y espero que realmente le guste. Nada me haría más feliz que verlo con una sonrisa provocada por mí.
Lo único malo es que lo escuché insistiéndole a Jungkook sobre que debía estar aquí porque es demasiado importante para él. El pensar en volver a verlo me estremece y hace que por primera vez desee que mi hijo me rechace para así tener una excusa para irme lejos de aquí y no tener que volver a verlo.
Al entrar escucho las risas en la cocina, lo cual me sorprende porque también hay femeninas, por lo que apresuro el paso y entro. Están sentados en los taburetes, mientras Taehyung le destapa una cerveza a Jimin.
Jungkook se encuentra sentado a un lado sonriendo, mientras una de las jóvenes que es castaña lo toma del brazo hablándole de manera seductora, lo que no sé porqué provoca que mi estómago se revuelva.
Vuelvo la concentración a mi hijo que está con el semblante serio y al verme suspira antes de hablar:—¿Qué sucede? —pregunta frustrado llamando la atención de los demás.
Siento la penetrante mirada de Jungkook, pero trato de no concentrarme en eso porque no soy capaz de mirarlo luego de lo sucedido. Además que parece estar con aquella joven, lo cual está perfecto, ya que eso significa que no volverá a buscarme.
Debería estar aliviada, ¿no es así?
—Necesito que me acompañes afuera.
—Estoy con mis amigos. No molestes, ¿sí?
Escucho unas risas femeninas lo que hace que sienta mi sangre hervir porque sé que una de esas es de la chica que está a un lado de Jungkook.
—¿No quieres ver tu obsequio? Está bien, entonces, quizás se lo dé a alguien más —digo encogiéndome de hombros.
—¿Y por qué estaría afuera mi obsequio?
—Si no quieres verlo, entonces, no lo sabrás.
Volteo para comenzar a caminar, ya que no pienso seguir un segundo más allí cuando Jimin no va a dejar de humillarme, pero sorpresivamente escucho sus pasos y lo veo pasar por mi lado, por lo cual lo sigo con una sonrisa triunfante.
Cuando abre la puerta y sale, escucho como chilla emocionado mientras siento como alguien camina a mi lado por lo que volteo, pero me arrepiento rápidamente al ver los orbes oscuros de Jungkook.
Decido ignorarlo y salir, pero un quejido escapa de mis labios cuando Jimin sorpresivamente me abraza con fuerza. Está así de emocionado luego de ver el Porsche 911 carrera negro.
Escucho como los demás parecen realmente asombrados y maravillados por el auto de mi hijo, lo que me hace sonreír.
No dudo un segundo cuando correspondo a su abrazo porque hasta había olvidado lo bien que se sentía, lo cálido que se siente mi corazón al poder abrazar a mi hijo. Lo había echado demasiado de menos y siento como mis ojos arden por las lágrimas retenidas.
—Gracias, mamá.
—De nada, cariño —murmuro acariciando su cabello.
Cuando se separa con una sonrisa le doy la llave del coche, la cual sacude emocionado, enseñándosela a sus amigos. Taehyung chilla emocionado felicitándolo y Jimin abre la puerta para subirse, al igual que su amigo que dice lo maravilloso que es.
Las dos chicas que sigo sin saber sus nombres se acercan con una sonrisa preguntándole si pueden dar una vuelta, lo que no me agrada para nada, pero prefiero no decir nada al respecto porque no quiero hacer enojar a Jimin.
Volteo a ver a Jungkook que sigue en su lugar sin moverse, mirando toda la situación con una expresión seria.
Eso llega a confundirme, pero no digo absolutamente nada.
—¡Jungkook, ven! Taehyung sube atrás.
—Pero...
—¡Vamos!
Decido volver a entrar sintiendo la penetrante mirada de Jungkook, que decido volver a ignorar porque me hace estremecer lo molesto que se ve y no logro entender el porqué.
(...)
Los minutos pasan convirtiéndose en horas. Mi hijo se encuentra en el living bebiendo y comiendo, mientras festeja con los demás.
Me dirijo a la cocina para tomar el pastel y llevarlo, pero me sorprendo al ver a Taehyung sentado en uno de los taburetes con una expresión en su rostro que me permite notar que está desanimado.
—¿Sucede algo? —pregunto llamando su atención.
—No —responde rápidamente—. Por cierto, jamás me disculpé por la estupidez que hice y quiero hacerlo ahora. Le juro que ni siquiera quería besarla, pero no sé porqué lo hice. Quizás sólo fue para demostrarme algo —suspira—. En verdad lo lamento y prometo jamás volver a hacer algo así. Jimin es todo para mí y no sería capaz de lastimarlo.
—Está bien. No te preocupes, eso ya quedó en el pasado —sonrío.
Realmente Taehyung me parece un buen chico y me alegra ver a Jimin con él, porque puedo notar que lo quiere demasiado, que siempre intenta animarlo y le hace bien.
Hasta había olvidado aquel beso, porque nunca le tomé demasiada importancia más que en el momento de cuando pasó y Jungkook lo vio.
—¿Sucedió algo? —pregunto acercándome y este niega con la cabeza—. Entonces, ¿por qué estás aquí?
—Siento que sobró allí. Jimin sólo está concentrado en Yoonah, así que ni siquiera sabe que estoy aquí.
—Taehyung...—me acerco más apoyando mi mano en su hombro y este me mira confundido—, ¿te gusta mi hijo?
Al escucharme se baja bruscamente del taburete casi cayendo al suelo, mientras me mira aterrorizado lo que me hace arrepentir de mi pregunta porque he logrado incomodarlo, pero la decepción en su voz y lo que me había dicho anteriormente me hizo pensar en eso.
—¡Claro que no! Jimin es mi mejor amigo y a mí me gustan solamente las mujeres —responde rápidamente—. Jamás podría verlo con otros ojos, así que por favor jamás le diga algo así a Jimin, porque en serio sólo me gustan las mujeres, ¿está bien?
—Taehyung...
—Voy a saludarlo porque me iré a casa.
—Espera a que corte el pastel, ¿está bien?
—Está bien —murmura antes de salir.
Una vez que enciendo las velas con el número "19", tomo el pastel entre mis manos y comienzo a caminar mientras canto, logrando que los demás se unan.
—¡Cumpleaños feliz! ¡Cumpleaños feliz, Jimin! ¡Cumpleaños feliz!
Dejo el pastel sobre la pequeña mesa, mientras los demás aplauden y este se aferra a Jungkook, dándole un abrazo haciéndolo reír. Cuando se separa lo mira sonriente y luego me mira agradecido, lo cual me hace sonreír.
No puede evitar incomodarme la manera en que es tan cariñoso con Jungkook, como parece que busca su aprobación en todo lo que hace, hasta le da la primer rebanada de pastel a él. Pues, eso me hace cuestionarme más sobre lo que he hecho y deseo irme de allí de una vez, ya que hasta siento la intensa mirada del pelinegro, que por momentos no deja de hablar con una de las chicas, que parece estar demasiado enamorada de él y se nota que lo sabe, como también como disfruta de eso.
Parece estar probándome y no logro entenderlo. Me frustra demasiado porque si quiere darme celos seria una estupidez. Jamás lo lograría.
Creí que debía hablar con él y decirle que no volviera a acercarse a mi hijo, pero ver ahora a Jimin como pasa su brazo por sus hombros hablándole, sin siquiera prestarle atención a Taehyung que se va, hace que mi corazón se encoja. No podría hacerle eso a Jimin, no cuando noto cuánto lo quiere.
—Permíteme acompañarte a la puerta —le digo a Taehyung, el cual asiente y cuando abro la puerta voltea a verlos dolido.
—Por favor, dígale que traté de despedirme y que espero que haya disfrutado —hace una mueca.
—Está bien. Cuídate.
Este asiente caminando hacia el auto que se encuentra esperándolo, por lo doy un paso hacia adelante para tratar de ver y diviso a Jin, pero este ni siquiera voltea a verme, hasta que logro ver que una joven está a su lado.
Suspiro y entro para cerrar la puerta porque no quiero seguir viendo eso.
Quizás si Jin no estuviera con alguien más podría divertirme con él y dejar de pensar en Jungkook, ya que no es para nada correcto.
(...)
El tiempo fue pasando por lo que dejé de escuchar la música, así que decidí bajar para ver que todo se encontrara en orden, pero me encontré con una escena que partió mi corazón y jamás creí llegar a ver. Al menos no por ahora.
Jimin se encuentra solo, sentado en el suelo apoyando la espalda en el sillón mientras se cubre rostro con una de las manos, sollozando desconsoladamente.
—Jimin, cariño, ¿qué sucedió? —me acerco casi corriendo tratando de no doblarme el tobillo por los tacones. Él no contesta, sigue con su llanto mientras me coloco en cuclillas—. Dime algo, por favor...
—No me quiere, mamá. No lo hace.
Frunzo el ceño confundida y acaricio su cabello, hasta que recuerdo las palabras de Taehyung.
—¿Yoonah? ¿A ella te refieres, cariño?
—¡No! Jungkook no me quiere —solloza desconsoladamente aferrándose a mi cintura, mientras me siento estremecer por sus palabras—. Me dijo que le gusta alguien más. Mamá, estoy enamorado de él, pero estoy seguro que esa perra de la que él lo está no lo quiere de verdad como yo. Ayúdame, por favor. Duele demasiado...
¡Hola!
¿Qué creen que pase ahora que Haneul sabe de los sentimientos de su hijo hacia Jungkook? ¿Se lo esperaban?
Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro