➤ 8 | ARRIESGAR
❧ OBSESSION
OO8. ARRIESGAR
JEON JUNGKOOK
Una vez que la campana sonó salí rápidamente del salón sin siquiera esperar a mis amigos, pues ya no soportaba escuchar como Jimin intentaba arreglar el problema con Taehyung, que sigue ofendido, por lo que no me dirige la palabra aún.
Supongo que cree que eso va a importarme y voy a rogarle que me perdone, pero al contrario me siento aliviado desde que no lo escucho hablar y hablar, siendo tan insoportable como siempre, especialmente con Jimin.
Saco el celular mientras me dirijo a mi moto y decido de una vez escribirle a Haneul. Pues, han pasado tres días desde que me había dado su número por si necesito hablar con ella y desde entonces he estado pensando cuándo debería escribirle.
Necesito verla a solas, sin tener que preocuparme por el idiota de Jimin, que no la quiere cerca y ya no puedo contenerme.
Se encuentra ocupada, Haneul?
Luego de enviarlo comienzo a pensar si hice realmente bien, pero es que no ya no quiero tener que escapar de Jimin para verla, porque luego se vienen sus preguntas y termino frustrándome, aunque logro contener las ganas de golpearlo para que se calle de una vez.
Al sentir el celular vibrar en mis manos rápidamente leo su respuesta.
Jungkook, está todo bien?
Sucedió algo con Jimin?
Un gruñido escapa de mis labios al leer eso, ruedo los ojos y tomo una bocanada de aire para calmarme. Detesto que siempre piense en él primero cuando este le tiene demasiado rencor por algo tan estúpido.
No, él está bien
No quiero molestarla, pero
no estoy muy bien hoy
Y creí que podríamos vernos si
no se encuentra ocupada
Claro que podemos vernos
Haré que te distraigas, Jungkookie
Qué te parece si vamos de compras?
De compras?
Sí, me gustaría verte vistiendo
algo más colorido
No tengo tanto dinero, Haneul
No te preocupes
Yo me ocupo de eso
―¡Jungkook!
Aquel grito me hace sobresaltar y volteo a ver como se acerca, mientras que Taehyung me observa con sus facciones endurecidas y brazos cruzados, por lo que ruedo los ojos, volviendo la concentración a Jimin que se encuentra frente a mí con una sonrisa.
―¿Qué sucede?
―¿Vienes con nosotros?
―Tengo algo que hacer...
―Por favor ―hace puchero.
―No creo que a Taehyung le agrade que vaya.
―¿Y eso qué? Yo quiero que estés conmigo ―sonríe tiernamente.
―Estoy ocupado. No puedo.
―Jungkook...
―Quizás mañana, ¿sí?
―¿Con Taehyung o sin él?
―Sólo nosotros ―sonrío.
―¡No te atrevas a cancelarme! ―me señala amenazante provocando mi risa.
―No lo haré.
―Perfecto ―me abraza sorprendiéndome y luego se aleja con una gran sonrisa―. Te escribiré más tarde. No me ignores.
―Está bien.
Al verlo correr hacia donde se encuentra Taehyung, aliviado de saber que rechacé la invitación, vuelvo a sacar el celular para ver lo que me ha enviado Haneul, pero me sorprendo al leer que pasará por mí.
No me agrada tener que dejar la moto aquí en el Instituto, pero no pienso negarme, mientras más tiempo pase a su lado es mejor para mí.
(...)
Durante el camino no puedo dejar de observarla, sin importarme si ella lo nota, pero es que verla conducir, tenerla a mi lado, provoca que quede embobado creando escenarios imaginarios en mi cabeza que me encantaría que pasaran.
Una vez que entramos a la tienda de ropa masculina, ella empezó a mirar a sus costados con una sonrisa, mientras que yo empiezo a preocuparme por la ropa que pueda llegar a elegir.
―Estoy emocionada.
―Puedo notarlo.
―Vas a quedar muy bien ―asegura tomando un suéter rosado―. Oh, ésto se te vería muy bien.
―¡¿Qué?! Claro que no.
―Claro que sí ―lo pone frente a mí―. Es como de tu tamaño.
―No pienso probarme eso.
―Lo harás.
―Pero...
―Buenas tardes ―escuchamos una voz femenina que llama nuestra atención.
―Buenas tardes.
―¿Necesitan ayuda o...?
―Tranquila. Estamos bien, pero de todos modos estoy segura que vamos a necesitarte para que confirme que lo que voy a elegir para él le queda más que bien ―me guiña el ojo y suelta una risilla divertida.
Al voltear a ver a la mujer noto que parece bastante joven y que no deja de mirarme, lo cual también se da cuenta Haneul, por lo que sonríe con picardía frustrándome. No se ve nada mal, pero no puedo concentrarme en ella teniendo en frente a quien tanto deseo.
Mis ojos solamente están puestos en Haneul, al igual que toda mi concentración, por lo que deseo más que nada que fuera ella quien me mirara de esa manera.
Cuando voltea para irse Haneul sigue buscando ropa para mí, poniéndola sobre mis brazos cuando encuentra algo que le gusta. Habla emocionada, pero yo no puedo dejar de mirar aquellas prendas aterrorizado, pues el hecho de pensar en cómo mi padre se pondría al ver que uso algo rosado hace que me estremezca y sienta mi pulso acelerarse, pero no soy capaz de decírselo.
―Oh, mira esta chaqueta amarilla ―dice emocionada colocándola en mis brazos, donde ya tengo cinco camisetas, cuatro pantalones, dos suéteres y tres chaquetas. Todo colorido, lo que me frustra demasiado.
―Es demasiado. No quiero que gaste tanto en mí.
―No tienes que preocuparte por el dinero.
―Pero...
―Ya, bien, último ―deja otro pantalón en mis brazos―. Ve al probador, así vemos que todo te quede bien aunque estoy segura que sí.
Una pequeña sonrisa se forma en mis labios, pero decido voltear y dirigirme al probador porque no quiero que note lo que provoca en mí.
Una vez que empiezo a probarme la ropa reprimo mi sonrisa al ver como Haneul me observa emocionada diciendo lo bien que me veo, al igual que Jiyu, que puedo notar como ha quedado encantada conmigo.
Sin dudas no me arrepiento para nada de haberle escrito, porque siento que cada vez estoy más cerca de mi objetivo y no veo la hora de que eso pase.
Todo iba más que bien, me sentía más que contento, hasta que salgo del probador con el último conjunto sorprendiéndome al ver a Haneul conversando con Seokjin. Pero eso no era todo, claro que no, porque puedo darme cuenta muy fácilmente como él le sonríe de manera seductora, mientras que ella parece tan encantada. No deja de mirarlo embobada.
Siento mi sangre hervir por lo que me acerco rápidamente y tengo que carraspear la garganta para llamar la atención de ambos que se sorprenden al verme.
―¿Jungkook?
―¿Cómo estás, Seokjin? ―lo miro de pies a cabeza. Lleva una chaqueta de cuero marrón, camisa blanca, pantalón negro y zapatos.
―¿Qué...qué hacen juntos? ―la mira confundido.
―Oh, pues...decidí ayudarlo a que cambie un poco su estilo. Ya sabes, para que conquiste más chicas ―sonríe.
―Ya lo veo ―me mira de pies a cabeza, mientras empuño mis manos.
―¿No se ve genial?
―Claro, se ve...tierno ―dice con una sonrisa burlona, por lo que aprieto más la mandíbula tratando de mantener la calma.
―Bien, ya puedes cambiarte así nos llevamos todo, Jungkookie.
―Pero...
―Eso. Hazle caso, Jungkookie ―Jin me interrumpe y me guiña el ojo.
Asiento tomando una bocanada de aire para volver al probador aunque no es para nada lo que quiero. Si los dejo solos siento que estoy dándole más ventaja a Seokjin y eso me enloquece.
¿Acaso no respeta a su novia? ¿Terminaron y ahora quiere estar con Haneul? Aquellas preguntas aparecen en mi cabeza provocando más mi rabia.
Me apresuro en quitarme aquella ropa y volverme a poner el uniforme del Instituto, para luego salir con toda la ropa en mis brazos, observando como ahora Jin lleva una bolsa en su mano.
Haneul ríe y luego golpea su brazo, mientras este la observa deseoso, sonriendo, por lo que me acerco rápidamente.
―¿Se llevarán todo eso? ―pregunta Jiyu, llamando la atención por lo que le agradezco mentalmente.
―Claro que sí ―contesta Haneul―. Se ve muy atractivo con esa ropa, ¿no cree?
―Es cierto ―murmura tímida bajando al cabeza al saber que ella ha notado su atracción hacia mí.
Le entrego la ropa y vuelvo a colocarme a un lado de Haneul, observando a Jin, para luego hablar:―¿Qué haces aquí?
―Oh, sólo vine a comprarme una camisa.
―Ah, ¿tienes una cita con tu novia? ―al notar como este abre su boca sin saber qué decir, mientras mira nervioso a Haneul, que desvía la mirada, quiero reír pero no lo hago.
―Sí ―responde en casi un murmuro inaudible.
―No me digas que al fin te vas a atrever a pedirle matrimonio.
―Claro que no ―aclara rápidamente―. Sabes que eso no es lo mío y ella lo respeta. Ya debo irme.
―Está bien. Adiós.
―Oh, al igual que un cambio en tu forma de vestir, creo que te vendría bien uno de cabello, pequeño ―sonríe burlón tomando un mechón de mi cabello ondulado, por lo que quito rápidamente su mano, mirándolo amenazante.
―No creo que sea necesario eso. Me gusta como lleva el cabello ―interviene Haneul, por lo que siento como aquella rabia desaparece y la miro sorprendido.
―Bien, ya me voy. Suerte en el Instituto, pequeño ―sacude mi cabello y pasa por mi lado para acercarse a Haneul―. Espero verte pronto.
Ella observa sorprendida como toma su mano dejando un beso sobre su dorso y cuando vuelve a mirarla, sonríe nerviosa tratando de esconder el sonrojo de sus mejillas, por lo que empuño la manos.
―Nos vemos, Jin.
Este comienza a caminar hacia la salida, pero voltea a verla con una sonrisa seductora, que provoca que mi rabia vuelva con más intensidad, hasta que Jiyu llama a Haneul. Sin dudas me siento más que agradecido con ella por haber interrumpido el momento de ellos otra vez.
(...)
Al salir tuve que insistirle en pasar más tiempo juntos, pues sé que Jimin llegará tarde y no voy a perder ninguna oportunidad más.
Cuando llegamos me sirve jugo y ella se sirve una copa de vino. Conversamos animadamente por varios minutos, lo que hizo que no pudiera dejar de sonreír al escucharla por momentos reír por mis ocurrencias, hasta que ella se sirvió una segunda copa pidiéndome que la espere, mientras se ocupa de algo, por lo que asiento despreocupadamente.
La espero tranquilo hasta que siento mi celular vibrar, al sacarlo y ver que se trata de Jimin suspiro.
Estoy bebiendo en la casa de Taehyung
Me gustaría que estuvieras aquí
Se nota tu ausencia
Al menos para mí
Tan extrañable soy para ti, Jimin-ssi?
Demasiado
Mañana nos vemos, amigo
Al no recibir respuesta sonrío guardando nuevamente el celular en el bolsillo de mi pantalón ceniza, pues eso quiere decir que va a tardarse más de lo que creí lo que significa más tiempo a solas con Haneul.
Sigo esperándola, pero esta vez ya no de forma paciente por lo que decido buscarla. Camino por la casa sin saber dónde podría estar, hasta que al pasar por el despacho escucho su voz, así que me acerco a la puerta que se encuentra entreabierta y ella nota mi presencia rápidamente.
Por lo que habla me doy cuenta que debe estar hablando con quien antes era el mejor amigo del padre de Jimin, pues al Haneul no saber nada sobre la empresa y querer irse de aquí, por confianza lo dejó a él a cargo de la empresa. O al menos eso me contó Jimin.
―Está bien. Me alegra saber que todo se encuentra en orden, Heejoon ―decido acercarme tomando asiento en la silla que se encuentra detrás de ella, por lo que voltea a verme algo sorprendida por mi repentina confianza, pero aún así se apoya en el escritorio―. Jimin se encuentra más que bien. Sus calificaciones son muy buenas
―sonríe orgullosa―. Me ha dicho que estudiará administración de empresas. Ya está seguro sobre eso ―observó sus piernas desnudas por el vestido, las cuales tiene cruzadas y humedezco mis labios, hasta que comienzo a recorrer todo su cuerpo llegando a su rostro notando su ceño fruncido. Bien, quizás ya no podía seguir ocultando lo que provoca en mí y ella se ha terminado por dar cuenta―. Heejoon...debo colgar. Está bien, adiós.
Cuando deja el teléfono en la mesa me mira interrogante, por lo que me levanto quedando frente a ella, notando lo intimidante que le parezco en ese momento, quizás por mi estatura o por el tamaño de mi cuerpo, pero en ese momento no me importa, porque toda mi concentración está en sus labios rosados esponjosos.
―¿Qué sucede contigo, Jungkookie?
―Deje de llamarme Jungkookie como si aún fuera un niño y no la deseara como mujer ―reprocho esta vez observando sus ojos cafés, notando la sorpresa en ellos al abrirse más.
―¿Qué carajos acabas de decir?
―Ya no puedo seguir soportándolo.
―¿D-De qué hablas? ―pregunta preocupada.
―Hablo de que la deseo, Haneul. La deseo y no sabe cuánto ―murmuro acariciando su mejilla.
Intenta alejarse, pero llevo las manos a su cintura y sin que se lo espere estampo mis labios sobre los suyos. Sé que tiene la intención de separarse, pero no pienso permitirlo, por lo que llevo una de las manos a la nuca moviendo mis labios con algo de fuerza sobre los de ella, obligándola de cierta manera a corresponderme.
Ya no podía seguir permitiendo que alguien pudiera arruinar todo y arrebatármela cuando aún no he conseguido que fuera mía. Tuve que adelantar todo, arriesgándome a que saliera mal y ella me echara, como también que Jimin me odie, pero cuando escucho como gime al sentir mi lengua deslizarse sobre la suya, quiero sonreír.
Todo está saliendo más que perfecto.
¡Hola!
¿Se esperaban que Jungkook diera ese gran paso? ¿Qué creen que pase?
Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro