➤ 6 | CINE
❧ OBSESSION
OO6. CINE
JUNG HANEUL
Estoy conduciendo con una sonrisa en mi rostro, por momentos dándole pequeños golpes al volante con mis dedos siguiendo el ritmo de la canción que suena en la radio. Jimin va en el asiento del acompañante tecleando en el celular, suelta un suspiro y vuelve su mirada hacia el frente.
Realmente estoy emocionada porque por primera vez luego de lo sucedido ha aceptado pasar el tiempo conmigo. Iremos a ver una película al cine.
―¿Sucede algo, cariño? ―pregunto curiosa.
―¿Cuántas veces debo decirte que mi nombre no es "cariño", sino Jimin?
―Está bien. ¿Sucede algo, Jimin?
―Nada que sea de tu interés.
―Todo lo que se trate de ti es de mi interés ―respondo tranquilamente estacionando el auto.
―Si tú lo dices.
―¿Acaso nunca te he demostrado lo mucho que me importas? Eres mi hijo. Mi único hijo.
―Pero mi opinión jamás te ha importado ―suelta una risa amarga.
―Sabes perfectamente que no es así.
―Te importa más tener un hombre para que te...―presiona los labios cerrando sus ojos por un momento, como si tratara de mantener la calma―. Olvídalo. Es mejor que no diga algo tan desagradable sobre ti, aunque sea la puta verdad.
―Jimin...
Intento hablar, pero él se baja rápidamente dando un portazo que me hace sobresaltar, pero aún así me quito el cinturón de seguridad y me bajo acercándome a él que mira hacia el cine que está a unos metros.
―Cariño, no digas eso...
―¡Deja de decirme así, carajo! ―grita histérico volteando a verme.
Cierro los ojos por un momento tratando de mantener la calma, pues ya estoy cansándome de que me falte el respeto y se atreva a gritarme, pero trato de entenderlo.
―Ya, está bien. Entremos.
Jimin se acerca mirándome fijamente por un momento sin ninguna emoción en su rostro, lo que me provoca una punzada en el pecho. Pues, no puedo evitar recordar cuando me miraba con adoración y me llenaba de besos y abrazos, diciéndome cuan privilegiado se sentía de que fuese su madre.
―¿Jimin...? ―volteo a ver como se dirige al auto―. ¿Qué haces?
―Me iré ―abre la puerta.
―¡No! La película va a comenzar...
―No quiero ver una película aburrida contigo, cuando ya me amargas lo suficiente en casa.
―¿Cómo volveré a casa? ―pregunto desconcertada.
―Paga algún taxi, o mejor aún...―me mira con una sonrisa cínica―, puedes conseguir algún hombre que lo haga por ti. Estoy seguro que en tan sólo un segundo puedes conseguirlo.
Abro mis ojos a la par por la sorpresa mientras él se sube al auto. Tendría la intención de acercarme y prohibirle que se vaya, pero estoy realmente herida por su forma de hablarme como también de mirarme.
Creía que estábamos mejorando la relación, que por fin podría recuperar a mi hijo, pero me doy cuenta lo equivocada que estoy, porque hasta me odia más de lo que pude llegar a imaginarme y eso me destruye.
No hay nada peor para una madre que saber que su hijo la repudia de esa forma.
Siento mis ojos arder por las lágrimas, quiero tomar mi celular, pero me doy cuenta que me he dejado el bolso en el auto y me reprocho por eso.
Miro hacia mis lados las personas que pasan y como algunas familias como parejas entran al cine con una gran sonrisa. Meto las manos en mi chaqueta sacando los boletos con los que entraría con Jimin, lo que hace que las lágrimas caigan, que no dudo en secar rápidamente tratando de no arruinar mi maquillaje, pues no quiero verme aún peor.
Necesito distraerme. No tengo celular para llamar a Youngmi, por lo que decido entrar sola al cine. Seguramente más personas vienen solas, así que no debo sentirme tonta por hacerlo, aunque detesto estar sola por más que lo estoy hace tiempo, aún no logro acostumbrarme porque mis pensamientos llegan a ser tan torturadores, pero aún así pienso que quizás la película puede lograr distraerme.
Me dirijo hacia la entrada del cine viendo como las personas compran palomitas de maíz, bebidas, lo que hace que vuelva a reprocharme por dejarme el bolso en el auto, pues no estaría mal comer. Luego veo como caminan hacia sus respectivos salones, por lo que comienzo a pensar si estoy haciendo bien en entrar sola, pues seguramente me llevaría algunas miradas al ser una película de adolescentes.
―¿Señora Haneul?
Al escuchar esa voz masculina volteo rápidamente encontrándome con Jungkook, el cual tiene una camiseta roja con bordes amarillos, gorra del mismo color, pantalón negro y zapatillas del mismo color, lo que me hace notar que trabaja aquí.
Lo miro sorprendida, mientras que él baja la mirada por un momento.
―Por favor, no se ría de cómo estoy vestido...
―No lo haré ―me acerco con una sonrisa―. No sabía que trabajas aquí o que trabajas.
―Llevo un año.
―¿Por qué?
―¿Viene sola? ―mira a mi alrededor y bajo la cabeza por un momento.
―Jimin me canceló a último momento.
―Oh, ¿por qué?
―Volvió a enojarse conmigo.
―Entonces, ¿verá la película sola? ―pregunta curioso apoyando sus brazos en la barra blanca.
―Sí.
―En quince minutos termina mi turno, ¿por qué no me espera y vemos una juntos? ―me mira ilusionado lo cual me sorprende.
―¿Quieres pasar tiempo conmigo?
―Por supuesto. Además, la última vez que vi una película aquí fue cuando vine con usted y Jimin. Vimos Los Vengadores.
―Recuerdas la película ―murmuro sorprendida.
―Pasé un buen día con ustedes ―murmura algo avergonzado―. Entonces, ¿qué dice?
―Me encantaría, pero no traigo dinero y ya tengo mi boleto...
―Eso no importa. Yo pago.
No puedo aceptar. Si trabaja aquí es porque seguramente necesita el dinero y no quiero que lo desperdicie en mí, en mis ganas de ver una película con alguien, para no sentirme rara al estar sola.
―No...
―Por favor, hace demasiado tiempo que no veo una película aquí ―hace puchero, lo cual me hace sonreír por la ternura que me provoca.
―Está bien.
―Perfecto ―sonríe emocionado y una pareja se acerca―. Buenas tardes.
Me decido por esperarlo alejándome para sentarme en un banco que se encuentra al lado de una fuente de agua, y mientras él atiende a algunas personas, siento su penetrante mirada por momentos.
Cuando los minutos pasan me pide que lo espere ya que va a el vestidor a ponerse su ropa, lo cual acepto.
Al volver me sorprendo al verlo con una camiseta negra, campera de cuero, pantalón y botas militares del mismo color. Eso me hace dar cuenta de cuanto ha cambiado su estilo, porque las veces que lo he visto siempre lleva negro, al contrario de cuando era pequeño que no le prestaba nada de atención a su estilo. Aún así, debo admitir que se ve jodidamente atractivo con aquella forma de vestir que le da la faceta de chico malo, pues sin dudas si tuviera su edad no dudaría fijarme en él.
Un compañero de él ocupa su lugar, parecen ser amigos porque mientras le pide palomitas de maíz y para beber, conversan un poco como también ríen.
Durante la película sentí algo de tensión, pero a medida que empezaron a pasar los minutos mi concentración estuvo en la película de terror que me hacía sobresaltar por momentos, provocando la risa de Jungkook, que comía palomitas de maíz, las cuales comí demasiado poco al estar demasiado entretenida con lo que sucedía, pero no solté el vaso de gaseosa que él había comprado para mí.
Cuando la película terminó salimos y solté un gran suspiro de alivio, mientras me estiraba. Jungkook tuvo la idea de invitarme un café, lo cual no dudé en aceptar, pues queda a una cuadra y como durante la película sólo cruzamos unas pocas palabras, se me hace agradable ahora poder hablar con él. Aunque si debo admitir que el saber que va a gastar más en mí no me gusta demasiado.
Al sentarnos el pelinegro ordenó dos cafés y un trozo de pastel de chocolate, que yo rechacé por lo que sólo pidió para él. Esperamos unos pocos minutos, mientras este juega con una servilleta, pues hay demasiada tensión y yo no dejo de observarlo, lo cual debería dejar de hacer, pero en verdad no puedo.
Cuando dejaron las tazas de café frente a nosotros y el trozo de pastel a él también, agradeció volteando a ver al mesero, abrí mis ojos a la par al notar que la herida de su pómulo parece haber empeorado. Pues, es más grande de lo que recordaba y el hematoma se oscureció.
―Jungkook, ¿volvieron a golpearte? ―pregunto en cuanto el mesero se va y el voltea a verme tenso.
―¿Jimin se ha molestado mucho?
―Jungkook, no trates de evadir mi pregunta ―reprocho molesta―. Puedes contarme lo que sea que suceda ―apoyo la mano en la suya, por lo que él me mira sorprendido―. ¿Fue...tu padre?
―No ―responde rápidamente―. Él y yo tenemos buena relación. Ha cambiado aunque no lo crea.
―¿Lo dices en serio?
―Claro. Es sólo que volví a pelear con ese chico en el instituto, ya sabes como son de idiotas los adolescentes.
―Espero que sea sólo eso ―murmuro llevando la taza de café a mis labios bajo su atenta mirada.
―¿Sabes? Jimin tiene suerte de tenerte.
Al escuchar el tono bajo de su voz y como baja la mirada jugando con la cuchara con su trozo de pastel, no puedo evitar sorprenderme.
―¿Tú crees? Porque Jimin no está para nada de acuerdo contigo ―suelto una risa cínica y él vuelve a mirarme.
―Siempre está atenta a él, a lo que sea que necesite, es por eso que no la valora
―asegura―. Yo daría lo que fuese por tener una madre como tú.
―¿Lo dices en serio? ―pregunto ilusionada y él sonríe cálidamente.
―Claro.
―Pero tú no sabes porqué él me odia...
―Lo sé, Haneul ―responde tranquilamente y abro mis ojos a la par asustada―. Jimin me cuenta todo. Somos mejores amigos.
―Jungkook, lo que te contó...
― No tiene que explicarme nada ―toma mi mano delicadamente―. No pienso juzgarla, no tengo el derecho de hacerlo, además de eso yo lo entiendo. Tiene el derecho de rehacer tu vida, sin importar el tiempo que haya pasado desde el fallecimiento de Kwang. Jimin no es capaz de entenderlo, pero yo sí.
En ese momento un suspiro escapó de mis labios, pues nada deseo más que Jimin sea capaz de pensar como Jungkook, que pueda entenderme como él, pero lamentablemente, no es así.
―No tienes una idea de cuanto desearía que Jimin fuera como tú.
Suelta una pequeña risa desganada y acaricia mi mano con su pulgar, que me hace llevar la vista allí, mientras siento su intensa mirada, por lo que la levantó observando sus ojos oscuros que quieren intimidarme.
―Lamentablemente no tengo una madre como tú, ni su hijo es como yo.
―Lo sé.
―Me gustaría pasar tiempo con usted, como antes, ¿recuerda? ―una sonrisa nostalgica se dibuja en su rostro.
―Claro. No te despegabas de mí ―rio.
―Es que ha sido lo más parecido a mi madre que tuve. Siempre me ha recordado a ella y aún lo hace, ¿sabe?
―¿En serio?
―No sólo es hermosa y resplandeciente como ella, sino atenta, cariñosa. Tiene su misma sonrisa y mirada ―murmura tímidamente con una sonrisa.
―Vaya, ahora todo tiene sentido de porqué nunca dejabas de mirarme y hasta ahora algunas veces lo noto.
―Lo siento por eso ―hace una mueca―. Sé que siente un vacío por no poder pasar tiempo con Jimin como le gustaría y, yo lo siento al no tener a mi madre. Pero...podríamos pasar tiempo juntos, llenar ese vacío, Haneul.
―¿Q-Qué?
―Yo siempre he disfrutado de tu compañía, ¿y usted de la mía?
―Sí, pero...
―Ambos nos sentimos solos y podemos hacernos bien. Prometo que no voy a darle problemas y me dejaré de meter en peleas ―levanta su otro mano―. Sólo quiero volver a pasar tiempo con usted, Haneul.
Sigo sorprendida y él me mira ilusionado, aún acariciando el dorso de mi mano con su pulgar. La verdad es que siempre me ha gustado pasar tiempo con él. Era un niño necesitado de amor y parece seguir siéndolo, pero aún así, siempre intentó mostrarse maduro. Le gustaba conversar como alguien mayor y a la vez le gustaba que le diera cariño.
Siempre recordaba su sonrisa donde sus dientes de al frente al ser más grandes resaltaban recordándome a un tierno conejo, lo que me hace sonreír porque aún sigue siendo igual, pero ahora también le da un toque de atractivo.
¿Acaso estaría mal el aceptar pasar tiempo con él? Una voz en mi interior me grita que no acepte, que no es correcto, pero sus ojos oscuros intensos me suplican que acepte. Me miran desesperados esperando una respuesta como a la vez tienen un brillo de ilusión, y no puedo evitar sentirme mal al pensar que quizás siempre necesite a su madre.
―Está bien. Acepto.
Este no pudo evitar sonreír contento y aplaudió emocionado, haciéndome reír, para luego darle una cucharada a su trozo de pastel acercándomela.
―Pruebe, aquí lo preparan delicioso.
¡Hola!
¿Creen que Haneul hizo bien en aceptar? ¿Les está gustando por eo momento la historia?
Si es así no se olviden de votar y comentar, amores
¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro