➤ 2 | BESO
❧ OBSESSION
OO2. BESO
JUNG HANEUL
Estoy sentada en uno de los bancos de la cocina, llevo la copa de vino a mis labios dándole un sorbo. Creo que llevo bebiendo tres y aún sigo bien porque ya me he acostumbrado a hacerlo, al punto que puedo acabarme una o dos botellas completamente sola.
Desde que Kwang falleció he comenzado a beber algunas veces hasta acabar ebria, pero cuando mi relación con mi hijo empeoró, también lo hizo mi manera de beber y algunas veces Jimin ha tenido que llevarme a la ducha o ayudarme a vomitar, lo que se me hace tan humillante. Me he jurado jamás volver a llegar a ese punto en donde mi hijo tenga que verme de esa manera, porque sólo ha provocado que su odio por mi aumente.
Sigo bebiendo, claro que lo hago, pero ya no donde él pueda verme de esa manera tan humillante. De todas maneras, ahora me encuentro haciéndolo en la cocina porque Youngmi está conmigo.
Ella es mi mejor amiga podría decirse, la conocí por mi examor, el esposo de ella era mejor amigo del mío por lo que en una cena de negocio nos presentaron, y desde allí comenzo nuestra amistad.
Cuando decidí irme a Estados Unidos no hablamos demasiado, aunque nos contábamos algunos detalles de nuestras vidas, pero aún así, al volver decidí comunicarme con ella.
Es la única persona con la que puedo hablar ya que me cuesta demasiado relacionarme con las personas, por ese motivo Kwang nos había presentado ya que detestaba mi vida tan solitaria que sólo dependía de él y mi hijo, pero es que nunca logró comprender que con su amor ya lo tenía todo y no necesitaba de nadie más.
Aún así ahora que me encuentro sola, ya que no puedo acercarme a hablar con mi hijo, pensé que sería una buena idea volver a hablar con ella, pues llevamos diez años conociéndonos, aunque en realidad nunca supo demasiado de mí, siempre ha sido hablar más de su vida. Creo que ella podría ayudarme a buscar la manera de arreglar mi relación con Jimin, ya que también es madre de tres, uno de sus hijos tiene la misma edad que el mío, por lo que comprende a la perfección lo difíciles que se ponen a esa edad.
―Hangul se fue de viaje de negocios, no sabes lo difícil que es tener que cuidarlos sola ―resopla―. Principalmente la pequeña. No deja de molestar a sus hermanos cuando ellos están con sus novias y amigos. Siento que no puedo controlarla, así que eso de que las niñas son más tranquilas que los varones es pura mierda. Es una diablilla.
No puedo evitar reír al imaginarme la situación y estar agradecida de no tener niños, aunque si lo pienso mejor, una parte de mí se arrepiente de haberse negado a tener otro hijo, pues quizás ese otro hijo no me odiaría y al contrario me haría compañía. Sería más fácil sobrellevar el resentimiento de Jimin, pero el sólo hecho de pensar que también podría odiarme, me hace volver a la opinión de que hice bien en sólo tenerlo a él.
―No me gustaría para nada estar en tu lugar ―admito―. Oye, ¿y qué se siente que tus hijos te presenten a sus novias?
―¿Jimin nunca te presentó a una chica? ―pregunta asombrada―. O bueno, chico.
Decido ignorar su comentario, pues años atrás ella siempre decía que quizás Jimin no estaba interesado en las chicas, ya que lo veía muy apegado a sus amigos, mientras que el hijo de ella ya comenzaba a verse con niñas.
Claro que si así fuera no me importaría en en lo absoluto, pero detesto que ella suponga su orientación sexual.
―Cuando estábamos viviendo en Estados Unidos me contó que estaba comenzando a verse con una chica. Le gustaba contarme todos los detalles y quería presentármela, pero bueno, luego todo se arruinó ―hago una mueca―. Lo último que supe es que se pelearon, o algo así.
―Es una pena. No lo sé, al principio con mi hijo mayor sentí algo de celos, pero ahora me llevo muy bien con su novia y me encanta ver a mi hijo tan enamorado ―sonríe―. Solemos hacer algunos almuerzos y cenas donde invitamos a las novias de ellos, tenemos muy buena relación. Son muy agradables.
―Me gustaría vivir eso con Jimin ―murmuro angustiada.
―Sé que van a volver a recuperar su relación de madre e hijo. Él te amaba demasiado, no va a poder odiarte por tanto tiempo ―apoya su mano sobre mi brazo regalándome una sonrisa tranquilizadora.
―Es que ya no lo conozco, siento que es otro chico completamente distinto ―tomo un sorbo de vino acabando con mi copa―. Pero tengo la esperanza de que ahora que ha vuelto a reencontrarse con sus viejos amigos, vuelva a ser él.
―Estoy segura que sí. Tiene que ponerse en tu lugar, estar sola no es fácil ―hace una mueca y me da un pequeño abrazo que no correspondo―. Ya debo irme. Mi hijo me pidió que lo busque en la casa de su novia. Te veo mañana u otro dia.
―Te acompaño a la puerta...
―No te preocupes. Conozco el camino. Adiós.
―Nos vemos ―intento sonreír, pero me sale más una mueca.
Observo la botella que aún tiene un poco de vino y la copa llena de Youngmi, tratando de reprimir el impulso, pero no lo logro.
Tomó su copa entre mis dedos y comienzo a darle sorbos, perdiéndome en los recuerdos donde mi hijo está presente igual que Kwang.
El volumen de la música aumenta, lo que llama mi atención nuevamente, haciéndome volver a la realidad.
Jimin se encuentra con sus amigos en el patio trasero bebiendo, mientras escuchan música y se divierten.
Varios minutos antes a pesar de estar con Youngmi, me acercaba a los ventanales para observarlos, pues debía vigilar que estuvieran bien y así era. Jimin y Taehyung bailaban de manera graciosa con vasos en sus manos, mientras que al contrario Jungkook se encontraba sentado cubriéndose con una campera oscura con capucha, con un vaso en la mano, riéndose de ellos.
Eso me hizo dar cuenta que quizás ya no es el mismo niño revoltoso, es muy probable que ahora sea el más tranquilo del grupo de amigos de mis hijos y despierta la curiosidad en mí, ya que antes solía hablar demasiado con él porque parecía no querer despegarse de mi lado, lo que me daba demasiada ternura. Pues provocaba que a veces Jimin hiciera berrinches para que le dé mi atención, me hacía sentir que mi niño realmente me amaba y me veía como una buena madre, aunque yo no me sentía así.
Una parte de mí quiere ver si sigue todo bien, pero no quiero que Jimin se moleste conmigo por estar al pendiente, así que suelto un suspiro acabando la copa de vino.
Cuando estoy dispuesta a tomar la botella de vino, escucho unos pasos torpes como también una risilla, que llama mi atención.
Al voltear me encuentro con un cabello cabello ceniza rizado, piel bronceada, una sonrisa cuadrada y ojos cafés que se vuelven pequeños por la sonrisa.
Este al verme abre sus ojos a la par por la sorpresa y tropieza con sus propios pies, provocando que casi caiga al suelo, por lo que me levanto rápidamente preocupada tomándolo del brazo.
―Hey, ¿estás bien?
Al voltear a verme y darse cuenta de la cercanía, baja su cabeza sonriendo tímidamente, pero aún así logro notar sus mejillas enrojecidas.
―Tae, ¿estás bien? ―repito al no recibir respuesta.
―S-Sí, lo siento. Creo que bebí un poco de más ―levanta la cabeza mirándome aún con una tierna sonrisa que provoca la mía.
De los amigos que ha tenido Jimin, él único que había logrado ablandar mi corazón de ternura había sido Jungkook, pero ahora con los años al haber cambiado tanto y ser lo contrario a tierno, Taehyung está teniendo ese efecto en mí.
―¿Los demás están bien?
―Claro. ¿Podría llevarme al baño?
―Vienes casi todos los días, ¿no recuerdas dónde es?
―Es que aún me pierdo y además no puedo caminar bien, no quiere que vaya a caerme, ¿cierto?
No pude evitar reír, pues presiento que no está tan ebrio como dice y que sólo busca estar cerca de mí, pero aún así, miro a mis costados ya que siento una penetrante mirada, me preocupa que sea Jimin y vea la cercanía, que pueda llegar a hacerlo molestar, pero al no ver a nadie decido ayudarlo a ir.
Comenzamos a caminar mientras noto su gran sonrisa triunfante, como también la manera en la que busca fingir su torpeza, pero no digo nada en absoluto sólo lo escucho hablar, hablar y reír.
Al llegar abro la puerta para luego encender la luz y cuando quiero irme, esta vez él me toma del brazo, acorralándome contra la pared, por lo que abro los ojos a la par por la sorpresa, ya que no me esperaba para nada que se atreviera a algo así.
―¿Alguna vez le dijeron lo hermosa que es, Haneul? ―sonríe de manera seductora, mientras trata de mantener su peso.
―Bien, ya te acompañé hasta el baño, así que adiós.
― Espere...
Al ver el puchero que forma con sus labios no puedo evitar reír rodando los ojos, cruzándose de brazos porque sé que está aprovechándose de la ternura que provoca.
―Ya, Taehyung.
―Diablos, es que en serio es muy hermosa y me provoca ganas de...
―Taehyung, basta. Estás ebrio ―alzo una ceja―. Déjame ir, porque si Jimin nos llega a ver va a malinterpretar la situación...
Cuando estoy dispuesta a irme me lo impide tomándome del brazo y juntando nuestros labios, lo que provoca que me paralice en el lugar, pero al escuchar un ruido, ambos nos sobresaltamos separándonos. Al voltear nos encontramos con Jungkook, que mira la situación boquiabierto por la sorpresa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro