➤ 16 | PARALIZADO
❧ OBSESSION
O16. PARALIZADO
PARK JIMIN
Me había quedado recostado en el sofá luego de ver una película y comer pizza junto a Jungkook, en donde por momentos por más que intenté evitarlo, lo observaba. Siento que nuestra conexión está creciendo, que algo ha cambiado entre ambos y eso hace que la esperanza de poder ser correspondido aparezca.
Cuando nuestras miradas se encontraban porque me atrapaba mirándolo, este me sonreía y podía sentir cómo aparecía un cosquilleo en mi estómago. Ante mis ojos no hay nadie más hermoso que él, y no sólo me refiero a físicamente, porque una vez que tienes la suerte de que Jungkook te acepte en su vida, todo parece ser más colorido.
Él es tan bueno escuchando, y parece que no le importa para nada que hable sin parar porque siempre está atento a cada palabra que sale de mi boca, más que nada cuando me desahogo. Es con la única persona con la que puedo hacerlo sin temor a ser juzgado.
Siempre parece entender lo que pasa por mi cabeza, lo que siento, siempre logra subir mi ánimo cuando me observa con aquellos ojos oscuros intensos, como brillantes por pequeños momentos, y esa sonrisa resplandeciente. Sin dudas, esas son las principales cosas por las cuales empezó a invadir mi corazón como también mis pensamientos.
Parece conocerme tanto, leer tan bien lo que me sucede, lo que pasa por mi cabeza, que a veces no puedo evitar sentir temor de pensar que podría saber que estoy perdidamente enamorado de él. Por más que intenté evitarlo, por más que intenté ser fuerte, terminé cayendo ante sus pies aceptando que lo que sentía no era sólo aquella conexión que tuvimos desde pequeños.
El ver su gran cambio físico, como también en su manera de ser, como parece ahora que todo el tiempo su mirada gritara peligro, hizo que lo desee. Hasta creo que eso llama más mi atención, porque una parte de mí quiere saber qué es eso que parece estar conteniendo.
Y por más que ya llevo meses a su lado, parece no ser nada, porque a pesar de que cambió demasiado al punto de volverse alguien que carga con una gran ira, alguien impulsivo, como de cierta manera miserable, conmigo sigue siendo el mismo "Jungkookie" del pasado. Pues, cuando volví al instituto no faltaron quienes me molestaran por mi manera de ser, por verme tan débil, pero Jungkook estuvo allí para defenderme como de pequeños, y eso es algo que hace que sienta mi corazón pesado.
Eso hace que sienta que no quiero a alguien más que no sea él. Jungkook es todo lo que necesito.
Esperé a mi madre por demasiado tiempo, porque aunque no lo quisiera, las palabras de Jungkook se repiten en mi cabeza causándome algo de temor. No quiero pensar que ella es capaz de volver a cometer el error de volver a relacionarse con alguien así, que ella vuelva a convertirse en alguien que no le importa cómo me sienta, que parece no recordar para nada que tiene un hijo que necesita de ella.
No puedo aceptar que mi madre vuelva a perderse de esa manera, porque todo volvería a estar mal para mí también.
El sueño fue invadiéndome por lo que decidí que hablaría con ella al día siguiente, así que empecé a subir los escalones para dirigirme a mi habitación. Pero mientras iba por el pasillo pasando por la ahora habitación de Jungkook, escuché unos sonidos que llamaron mi atención.
Más de lo que debería quizás.
Sin pensar en lo absoluto, me acerqué pegando mi oreja a la puerta escuchando un gruñido que hizo que me estremeciera. Quizás no debería, pero en ese momento no era capaz de pensar, por lo que con mi mano temblorosa tomé el pomo de la puerta para así abrirla de manera cautelosa buscando no llamar su atención.
Lo que está frente a mis ojos hizo que trague con dificultad y sintiese mi corazón golpear con fuerza. Jungkook está dándome la espalda, pero por los movimientos de su mano, por el sonido puedo fácilmente darme cuenta que está masturbándose.
Sé que debo irme, que estoy invadiendo su privacidad, que no está nada bien, pero mis sentidos están dispersándose y un jadeo escapó de mis labios. Y cómo si eso no fuese suficiente, Jungkook se echó hacia atrás, aferrándose con una de sus manos a las mantas, mientras con la otra aumenta sus movimientos.
Sé que no debo, pero es como si hubiera perdido el control de mí mismo, sólo soy capaz de imaginarlo conmigo.
Sólo soy capaz de imaginar cómo sería si fuera valiente, si pudiera caminar hacia él y colocarme en frente, si pudiera ser capaz de colocarme de rodillas y poder tomar su miembro entre mis manos, si tan sólo pudiera saborearlo. En ese momento, deseo más que nada hacerlo y que él no soporte tanto deseo, que termine tomándome de las caderas y follándome de la manera más salvaje posible.
Un jadeo escapa de mis labios imaginándolo, aunque no sólo por esa razón, sino que también me encuentro masturbándome. No puedo apartar la mirada de él, de la forma en que lo hace torturándose cuando siente que va a alcanzar el orgasmo, por lo que detiene sus movimientos en esos momentos para luego volver a retomarlos.
Muevo mi mano de arriba abajo, pensando que es él, pensando que es quien está masturbándome. Deseo más que nada poder sentirlo, que me hiciera gritar su nombre por la dureza con la que me embiste, poder sentir como me masturba hasta que ambos alcanzáramos el orgasmo.
Estoy dejándome llevar por mi imaginación, mientras lo escucho y lo observo, hasta que sin soportarlo más, acabo. Jamás había tenido un orgasmo tan intenso por masturbarme, y ahora ha sido todo por él.
Siento cómo el oxígeno abandona mis pulmones por un momento, y escucho un gran gruñido por parte de Jungkook que me hace saber que él también lo ha hecho. En ese momento reacciono a lo que acaba de pasar, por lo que cierro rápidamente la puerta sin importarme ser escuchado.
Corro hacia el baño el cual está a unos pocos metros, para luego cerrar la puerta apoyándome en esta. Mi corazón parece querer salirse de mi pecho por la fuerza con la que me golpea, mientras mi visión se vuelve nublada por las lágrimas retenidas.
Me siento sucio. Me siento asqueroso por lo que hice sin que lo sepa Jungkook.
Cubro mi boca con una de las manos, rompiendo en llanto por lo sucedido porque sé que a partir de ahora no voy a poder ser capaz de mirarlo sin sentir esta maldita culpa.
(...)
Al secar mi rostro me observé en el espejo de al frente sintiéndome frustrado al darme cuenta que es demasiado notorio que había llorado. Podría quedarme en mi habitación todo el día, es lo que más deseo, pero lamentablemente debo ir al instituto.
Bajé con el uniforme ya colocado, ajustando un poco la corbata que luego seguramente arreglaría porque no me importa para nada cómo me encuentro.
Escuché unas voces en la cocina lo que hizo que soltara un suspiro, pero aún así entré observando cómo Jungkook se encuentra a un lado de mi madre, la cual está sirviéndose café. El ver la cercanía entre ellos, cómo Jungkook sonreía, hizo que arrugara el rostro por un momento, porque se me hace algo extraño que parezca haber tanta comodidad entre ellos.
Cuando notaron mi presencia mi madre abrió los ojos a la par por la sorpresa, hasta podría jurar que vi algo de temor, mientras que Jungkook carraspeó la garganta dirigiéndose a la isla llevando con él una taza con café.
«¿Qué rayos pasa aquí? ¿Por qué parece haber tanta tensión?»
Quizás no es que pase algo extraño, sino que yo me encuentro de esa manera, así que prefiero dejar de darle tanta importancia.
—Buenos días, cariño —me saluda mi madre acariciando mi cabello, para luego dejar un beso en mi sien—. ¿Cómo descansaste?
—Bien —respondo en seco dirigiéndome a la nevera para sacar la jarra de jugo.
—¿Listo para pasar la tarde juntos cuando salgas del instituto? —pregunta animada, lo que hace que me sienta aún más frustrado.
Al tenerla aquí no puedo evitar recordar las palabras de Jungkook que parecen no querer abandonar mi cabeza. No quiero pensar que ella va a volver a cometer el mismo error, no quiero pensar que nuestra buena relación de madre e hijo va a durar tan poco, porque la necesito demasiado.
Ella es lo único que me queda junto a mis amigos, pero sé que es jodidamente inestable desde que mi padre falleció.
Ya tengo suficiente con lo que había hecho a la madrugada, lo cual no me permite poder ver a Jungkook al rostro, pese a que siento su mirada. Siempre es tan intensa que llega a estremecerme, pero hoy parece serlo mucho más.
Este se encuentra comiendo una tostada, mientras mira atento cada uno de mis movimientos de cómo me sirvo jugo en um vaso para volver a guardar la jarra en la nevera.
—¿Jimin? —vuelve a hablar.
—Lo siento. Hoy no podré —respondo sentándome en el taburete frente a Jungkook.
—Oh, ¿por qué? —pregunta desanimada.
—Tengo que estudiar para un examen.
—¿Qué examen? —inquiere Jungkook, provocando que me tense. Siento cómo me mira, pero no quiero levantar la cabeza, no quiero tener que ver aquellos ojos que me hechizan porque ya siento el suficiente asco por mí.
«No me hagas ésto, Jungkook»
—¿Estás mintiéndome, hijo?
«Basta, por favor»
Todo está siendo demasiado para mí. No quería mentirle de esta manera, mucho menos que Jungkook no fuese capaz de darse cuenta que si estoy mintiendo es por algo y debe ayudarme.
—¿Estás bien, Jiminnie? —escucho su voz suave que me hace cerrar los ojos por un momento, mientras intento respirar con moderación.
Necesito relajarme.
—Hey, ¿está todo bien? —pregunta preocupada acercándose—. Jimin...
—¡Ya basta, carajo! —alzo la voz golpeando la mesa, lo que hace que ella se sobresalte y suelte un jadeo llevando la mano a su pecho por el susto.
—¡¿Qué rayos te pasa, Jimin?! —interviene molesto, Jungkook, lo que hace que me sorprenda—. No tienes porqué hablarle así a tu madre.
—¿Disculpa? —pregunto cínico conectando por primera vez nuestras miradas, sintiendo cómo mi estómago se revuelve porque jamás me ha mirado cómo ahora.
—Jungkook, no es necesario...
—No tienes porqué tratarla así cuando ella sólo quiere pasar el tiempo contigo que le pediste ayer, ¿lo olvidas? —alza una ceja—. Lo que sea que te pase, ella no tiene porqué soportar tus malos tratos.
Aprieto tanto mi mandíbula que podría romperse, pero la rabia en ese momento es demasiada por lo que empuño las manos intentando mantener la calma. Puedo notar cómo mi madre me observa con preocupación por mi reacción, cómo parece también dolida, lo que hace que me deteste aún más porque sé que Jungkook tiene razón, pero no era necesario que actúe cómo si fuese su maldita pareja.
Mi cabeza es un caos en este momento, porque detesto a Jungkook por ponerse de su parte, por enfrentarme de esa manera, por no poder corresponderme.
Detesto que sea tan...heterosexual.
En ese momento sólo observo a Jungkook, cómo parece esperar alguna reacción mía para levantarse, pero lo único que hago es dirigirme hacia la salida escuchando a mi madre decir mi nombre. Podría quedarme, disculparme de ella y pedirle el abrazo que tanto necesito, pero tengo una lucha contra mí mismo por todo lo que pasa en mi cabeza.
Tomo mi mochila que se encuentra en el sofá y salgo de aquella casa, porque cualquier lugar era mejor que estar allí con mi madre y Jungkook que son la maldita causa por la que mi cabeza es un caos.
(...)
Al estar en el instituto por más que intenté, no pude concentrarme en ninguna clase porque además de que ya tengo suficiente con los pensamientos que me atacan, Jungkook jamás se presentó causando más inquietud en mí.
¿Acaso está molesto conmigo por cómo reaccioné con mi madre? El sólo hecho de pensarlo provoca que mi corazón dé un vuelco porque no podría soportarlo. No cuando ya cargo con suficiente culpa por haber invadido su privacidad, y ni siquiera lo sabe porque no soy capaz de confesarlo.
Si ya me repugno por lo que fui capaz, no quiero saber cómo lo va a hacer él si se lo confieso.
Taehyung estuvo atento a mí aquellas horas, pero nada era capaz de levantar mi ánimo, ni él con sus consejos que podrían ser buenos, los cuales yo jamás los seguiría. Cuando las clases llegaron a su fin, lo agradecí, pero el pensar en volver a casa, en ver a mi mamá y a Jungkook hacía que quisiera desaparecer.
Para mí buena suerte Taehyung me invitó a su casa, como siempre solía hacer pero lo rechazo desde que Jungkook está quedándose en mi casa porque quiero pasar tiempo con él. El único lugar dónde nos vemos, además del instituto, es en el gimnasio. A pesar de que siempre lo rechazo cuando me invita a otro lugar, parece que Taehyung no se da vencido, y ahora que luego de tanto acepté, pude ver un brillo de ilusión en sus orbes cafés cuando sonrió emocionado.
Fuimos a su casa en mi coche, él parecía bastante emocionado de que haya aceptado, pero de todas maneras podría deberse a que Jungkook no se presentó a clases. Eso había hecho que fuese un día realmente alegre para él, aunque sigue pareciendo bastante preocupado por mí.
Una vez que llegamos subimos a su habitación, bueno, en realidad Taehyung lo hizo después de mí y una sonrisa apareció en mi rostro al ver que traía consigo unas botellas de cervezas.
Me eché en su cama y Taehyung abrió las ventanas, colocó música, para luego acercarse a la mesita de noche y sacar su cajetilla de cigarrillos y encendedor, por lo que hice una mueca de disgusto.
Este le dio una calada a su cigarrillo y tomó la botella de cerveza, para después echarse en su cama apoyándose en las almohadas. Estar así significaba que él me obligara a hablar, lo que hago más que nada con Jungkook, pero es que adoro que él me dé atención.
Para mí sorpresa eso no pasó, parece que él espera que yo quiera hacerlo lo cual agradezco. O quizás está demasiado concentrado en beber y en su cigarrillo, mientras por momentos tararea algunas canciones.
—¿Extrañas a Nick? —pregunto tomando la siguiente botella, para luego echarme hacia atrás apoyándola en mi abdomen, mientras observo el techo.
—¿Qué? —ríe sorprendido.
—Si extrañas a Nick —giro mi cabeza para verlo, observando cómo borra la sonrisa lentamente y humedece sus labios.
Sé que quizás no es algo de lo que le agrade hablar, pues soy la única persona que sabe sobre ellos. Ni siquiera Jungkook lo sabe, lo cual no entiendo porqué jamás logró abrirse con él como lo hace conmigo.
Nick Thompson es el chico que le hizo descubrir que es bisexual. Se conocieron el año pasado en el instituto, Taehyung quedó embobado al segundo de verlo entrar al salón, aunque intentó reprimir aquellos sentimientos que eran nuevos para él, por lo que lo asustaban demasiado.
Tuvieron química al instante, fueron muy buenos amigos en un principio aunque ambos notaban que las miradas que se dedicaban, como sonrisas y caricias, no eran de amigos. Taehyung no pudo mantener el control porque Nick lo enloquecía demasiado, en todos los sentidos, por lo que cedió ante sus deseos. Con miedo, pero lo hizo.
Cuando Taehyung me contó sobre él, aunque lo hizo muy poco y sé que sigue guardándose más, no pude evitar sorprenderme porque jamás me esperé que él fuese bisexual. Mucho menos que lo ocultara hasta de su familia y que ahora dijera seguir siendo heterosexual, porque el tiempo pasó y nunca jamás volvió a sentir ese tipo de atracción hacia un hombre.
—No.
—No te creo —sonrío, a pesar de ver su semblante serio.
—No lo extraño, Jimin.
—¿Por qué no lo buscaste? —pregunto desconcertado.
—Porque si se cambió de instituto cuando terminó todo entre nosotros, es porque no quiere saber más nada de mí —se encoge de hombros—. Además, él tampoco volvió a buscarme
—Quizás siente culpa y no cree que tú vuelvas a aceptarlo.
—Porque no lo haría. Me engañó por si lo olvidas —suspira—. Me lastimó demasiado, más que nada no enterarme por él sino por los rumores de la clase.
—Tienes razón. Tampoco me gustaría que estuvieras con alguien que te ha hecho daño —hago una mueca—. Además, no quieres salir del closet.
—No me importaría hacerlo si la persona que me gusta me correspondiera.
—Espera, ¿te gusta otro chico? —pregunto levantándome para acercarme mirándolo emocionado, mientras él parece asustado.
—N-No...
—Dijiste que no te importaría hacerlo si esa persona te corresponde...
—Quise decir si quien llegara a gustarme...
—¡No te creo!
—Jimin, por favor...—suspira bajando la cabeza mientras masajea su nuca.
—Ya, está bien —hablo más relajado.
Observo como él sacude su cabello, para luego acomodarlo con sus dedos y le da un gran sorbo a su cerveza. Siento demasiada curiosidad por él, por lo que ha sido capaz de hacer por Nick a quién me hubiera gustado conocer, más estando con Taehyung porque no soy capaz de imaginarlo con un chico.
No cuando lo he escuchado hablar tantas veces de chicas, y su forma tan vulgar de hacerlo, aunque me ha aclarado demasiadas veces que es para demostrar su hombría frente a Jungkook, lo cual no entiendo.
Jungkook me acepta tal cual soy, es la primera persona con la que no fue necesario confesarlo porque él ya lo sabía y aceptaba, por lo que no entiendo cómo podría no aceptarlo a él. A veces siento que lo juzga demasiado sin conocer ni un poco de él, quizás porque se deja llevar por lo que suelen decir en el instituto.
A veces siento que solamente yo conozco a Jungkook, y eso me hace sentir especial, ya que a él no le gusta abrirse con nadie. Se le hace demasiado difícil, pero conmigo lo consigue.
Vuelvo a observar a Taehyung, el cual al sentir mi mirada también lo hace, arrugando levemente la frente cómo si quisiera descifrar lo que está pasando por mi cabeza.
—Ya, ¿ahora qué quieres preguntarme? —ríe antes de darle otro sorbo a la cerveza.
—¿Follaste con Nick? —me atrevo a preguntar provocando que se tense.
—¿P-Por qué me preguntas eso, Jimin?
—¿Qué tiene de malo? Tú hablas de eso con Jungkook con normalidad, como si no fuese nada de malo al tratarse de mujeres, así que, tampoco deberías tenerlo si hablaras de hombres —respondo encogiéndome de hombros.
—Ya te dije porqué lo hago. No es por gusto —aclara rodeando los ojos—. Jungkook es un imbécil que sólo intenta meterse en nuestras cabezas...
—Ya, no hablemos de él ahora —suspiro frustrado porque recuerdo sus palabras acerca de que Taehyung quiere separarnos, lo que hace que desee que no sea así porque me dolería tener que alejarme de él. Pero Jungkook siempre va a estar primero para mí—. Contesta mi pregunta, ¿sí?
—Está bien. Sí. Follamos —contesta dándose por vencido.
—¡Oh, Dios! Sé que no debería emocionarme eso, pero lo hago —rio acercándome más a él, inclinándome hacia adelante para dejar la botella en la mesita de noche, por lo que desvía la mirada cómo si lo pusiera nervioso—. ¿Y te gustaba follar con él? ¿Eres activo o pasivo?
—¡Jimin! —exclama con sus mejillas sonrosadas, lo cual le da un aspecto tierno por lo que suelto una risilla.
—¡Dime!
—Activo, ¿está bien?
—Oh, eso significa que tú y yo podríamos follar —digo de manera seductora, volviendo a echarme hacia atrás, apoyando mi espalda en la pared. Taehyung me observa con sus ojos abiertos a la par por lo que no puedo evitar soltar una risotada—. Es broma. Tranquilo.
—Qué bien —dice rodando los ojos, para luego darle un sorbo a su cerveza.
Yo vuelvo a reír porque empiezo a adorar ponerlo nervioso. Lo veo volver a tomar la cajetilla de cigarrillos para sacar otro, por lo que pienso que quizás me pasé provocando sus nervios.
Miro atento su cabello ceniza algo ondulado y desordenado, su piel bronceada, sus cejas gruesas y oscuras, su nariz redonda, sus labios carmesí.
La verdad es que jamás hasta este momento había notado lo atractivo que es Taehyung.
Este al sentir mi mirada me observa curioso, pero aún así humedece sus labios para luego colocar el cigarrillo entre estos.
¿Qué es lo que estoy sintiendo? ¿Qué es lo que pasa conmigo? Mi respiración se ha vuelto pesada porque mi cabeza está creando escenarios ficticios con Taehyung.
¿Qué tan mal puede estar que haya empezado a desear que mi mejor amigo me bese? ¿Qué tan malo es que quiera poder saborear sus labios?
—Jimin, ¿qué...?
No lo dejo terminar de hablar porque sigo aquel impulso. Me incliné hacia adelante apoyando una de las manos en el colchón mientras con la otra quito el cigarrillo de sus labios, y más que un beso, fue un choque de labios rápido que hizo que al alejarme, Taehyung me observe con sus ojos abiertos a la par sin saber cómo reaccionar.
Yo tampoco sé cómo reaccionar a lo que he hecho. Mi pecho sube y baja, siento mi rostro hervir, mi estómago revolverse y tengo miedo por cómo pueda reaccionar Taehyung, pero este parece seguir procesándolo.
Siento que soy capaz de romper en llanto en este mismo momento, pero para mi sorpresa, él me toma de la barbilla volviendo a juntar nuestros labios.
Estoy realmente sorprendido, pero aún así le correspondo moviendo mis labios al compás de los de él. Jamás pensé que sus labios se sentirían tan suaves, que Taehyung fuese realmente un experto.
Siento el sabor de la cerveza y a cigarrillo, lo cual debería ser desagradable para mí, pero en ese momento me resulta embriagador.
Taehyung me tiene encantado por la forma en la que me besa, por cómo me pide acceso para introducir su lengua, el cual le doy sin dudar. Este baja las manos a mi cintura acercándome a él, por lo que me coloco a horcajadas.
Este se sorprende, pero veo como su mirada se oscurece y vuelve a juntar nuestros labios, por lo que paso mis brazos alrededor de sus hombros, enterrando mis dedos en su cabello.
Su lengua recorre toda mi boca acariciando mi paladar, dominándome por completo lo que hace que un sonido involuntario escape de mi garganta.
Taehyung realmente sabe lo que hace y no duda en demostrármelo, lo cual me hace desear más y más.
En este momento no me importa en absoluto estar empezando a hacer movimientos circulares sobre él, escucharlo gruñir, meter sus manos dentro de mí camisa y enterrar sus dedos en mi cintura. Sus besos están haciéndome perder la cabeza, coml su forma de tocarme, por lo que me presiono contra él sintiendo su bulto.
—¿Q-Qué...qué haces? —pregunta entrecortado por la falta de aliento, aún sobre mis labios.
—Cállate.
Taehyung volvió a besarme, por lo que pocos segundos después vuelvo a retomar los movimientos. Siento cómo está perdiendo el control, cómo empieza a mover también sus caderas y cuando menos me lo espero sus manos bajan a mi trasero presionándome contra él para que pudiese sentirlo mejor, lo cual me hace gemir.
Realmente deseo sentirlo porque quizás eso haría que el caos de mi cabeza desaparezca por otro rato. Nuestros besos se vuelven más necesitados, como nuestros movimientos, la manera en la que me restriego para sentirlo más y como él controla mis movimientos.
Una de sus manos pasa por mis muslos llegando a mi erección, acariciándola.
Taehyung está enloqueciéndome.
—Fóllame —digo entre besos.
—¿Qué?
—Fóllame, Taehyung —pido tirando de su cabello haciéndole gruñir, mientras vuelvo a presionarme.
—Jimin, no sé...—dice jadeante.
—Hazlo. Necesito sacarlo de mi cabeza, así que fóllame, por...
—¿Qué carajos, Jimin? —pregunta molesto apartándome.
—¿Qué...?
—¡¿Estás utilizándome por Jungkook?! —inquiere indignado.
—T-Taehyung....—mi voz sale débil.
—¡¿Qué rayos pasa contigo?!
Puedo ver la rabia, el dolor con el que está cargando y no soy capaz de soportarlo, por lo que me levantó rápidamente para dirigirme hacia la puerta.
—¡Jimin, espera! ¡Jimin!
No quiero quedarme ni un segundo más aquí porque no puedo ser capaz de mirarlo al rostro luego de lo que pasó entre nosotros, de cómo quise utilizarlo y él parece realmente dolido por eso.
—¡Hey, Jimin! Qué sorpresa verte aquí —escucho decir a Seokjin, el cual entra a su casa, pero no soy capaz de saludarlo por lo que paso por su lado para salir—. Jimin, ¿qué sucede?
Una vez que salgo de allí siento cómo la brisa fresca golpea contra mi rostro despeinando mi corto cabello. Una presión se ha instalado en mi pecho y siento cómo se me dificulta cada vez más respirar, por lo que camino con algo de torpeza hacia mi coche.
Cuando logro estar dentro de este no puedo soportarlo más y rompo en llanto llevando las manos a mi cabeza, tirando de mi cabello.
¿Qué rayos hice?
(...)
No puedo dejar de llorar, mi cabeza está siendo invadida por pensamientos malos. Tan oscuros que siento que vuelvo al pasado cuando todo estaba tan mal, siendo que se suponía que empezaríamos una nueva vida donde tanto mi madre como yo seriamos felices, pero acabamos siendo miserables.
Estoy completamente arrepentido y con temor de haber provocado que Taehyung quiera hacerme a un lado de su vida. No sé en qué momento comencé a ser tan impulsivo, porque ahora sólo quiero cambiar todo lo que he hecho en las últimas horas.
No pensé que podría odiarme más, pero ahora me doy cuenta de que si es posible, porque no me había bastado con lo que hice con Jungkook, con hablarle mal a mi madre como si volviera a odiarla. Ahora también arruiné mi amistad con Taehyung.
No tenía absolutamente nada.
Aún con mis lágrimas brotando, sollozando entré a mi casa esperando ver a alguien, pero al no hacerlo lloro con más fuerza.
Necesito un abrazo de mi madre. La necesito más que nunca.
Cuando voy a acercarme a las escaleras para subirlas, unos sonidos provocan que mi llanto se detenga, por lo que limpio mis lágrimas y trato de escuchar mejor. Eran como golpes y gritos, lo cual hace que mis latidos se aceleren por el temor de que algo estuviera pasándole a mi madre.
¿Alguien se atrevió a entrar a nuestra casa? El sólo hecho de pensar que podrían estar haciéndole daño hace que todo el miedo que siento se esfume, por lo que empiezo a subir las escaleras escuchando como esos golpes se detienen.
Al acabar de subirlas y doblar por el pasillo para dirigirme hacia la habitación de mi madre, me doy rápidamente cuenta de que esos gritos no eran de miedo, de dolor.
Esos gritos eran de placer.
No sé porqué no puedo detenerme, sigo caminando sintiendo cómo mis latidos se aceleran con cada paso que doy. La curiosidad es demasiada, cómo el temor de quién podría tratarse que estuviera con mi madre.
Cuando estoy lo suficientemente cerca, puedo ver que la puerta se encuentra entreabierta, por lo que llevo mi mano temblorosa a esta atreviéndome a asomar la cabeza.
En ese momento, siento que la sangre abandona mi cuerpo.
Estoy completamente paralizado.
Mi madre se encontraba de costado con su pierna siendo sostenida por aquella persona. Por Jungkook.
Puedo ver cómo el miembro de él la embiste con ferocidad, como Jungkook levanta el rostro que tenía enterrado en el cuello de ella, llevando su mano libre allí, provocando que ella jadee echando su cabeza hacia atrás.
Mi visión se vuelve nublada por las lágrimas o es que, en realidad, estoy tan mareado que siento que voy a desvanecerme en cualquier momento, pero soy capaz de ver cómo Jungkook conecta nuestras miradas mientras que una sonrisa enferma de lujuria se dibuja en sus labios.
¡Hola!
¿Qué les pareció el capítulo narrado por Jimin? ¿Qué cree que pase ahora que descubrió a Haneul y Jungkook?
Espero que les haya gustado el capítulo, la verdad es que ha sido uno de mis favoritos al escribir. Si les gustó no se olviden de votar y comentar, amores
¡Nos leemos pronto!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro