➤ 13 | FIESTA
❧ OBSESSION
O13. FIESTA.
JEON JUNGKOOK
Estoy harto.
Jimin nos había insistido a Haneul y a mí sobre que tenía el partido de fútbol, por lo que nos quería allí para que le diéramos suerte. Ella obviamente aceptó de manera rápida, emocionada porque nunca antes la había invitado a uno, por lo que no me quedó otra más que aceptar, aunque me importe una mierda verlo correr detrás de una pelota como si no tuviera otra cosa interesante que hacer.
Ahora nos encontramos con Haneul sentados en las gradas, hay más familias a nuestro alrededor, como también hay del equipo contrario.
Parece emocionada de verlo aunque no haya hecho ningún gol y esté en el segundo tiempo, mientras que yo estoy exhausto. No quiero seguir viéndolo, ni estando con tanta gente a mi alrededor, escuchando sus gritos que me abruman.
La tensión entre nosotros es demasiado evidente, por lo que me pregunto si las personas que nos rodean no son capaces de notarla, ya que siento que llega a ser hasta asfixiante. Noto rápidamente que quiere concentrarse en el juego, en ver a su hijo, pero que no está a gusto a mi lado siendo completamente ignorada.
Estoy con las piernas abiertas, los brazos apoyados en estas, mis manos juntas, inclinado hacia adelante, fingiendo estar concentrado en el juego aunque no entienda nada de lo que sucede. Suspiro mirando hacia mi alrededor esperando que ella se digne a decir algo y no sólo a celebre o suelte quejidos cuando algo sucede con su hijo, hasta que en las gradas de arriba noto como un hombre que aplaude no le quita la mirada de encima a Haneul.
Eso hace que sienta mi sangre hervir porque estoy seguro que está pensando alguna manera de acercarse a ella.
¿Ella sería capaz de aceptarlo? Jimin me había comentado que el hombre con el que estuvo anteriormente era menor que ella por unos cuantos años, por lo cual el único mayor fue su exesposo.
Bien, quizás eso no es importante porque ella lo que realmente busca es alguien que le dé atención y la folle bien, por lo que yo puedo darle eso y mucho más.
No necesita a ningún otro hombre.
Estoy tan concentrado en mis pensamientos mordiendo mis labio inferior, que no escucho lo que dice antes de levantarse. Rápidamente recuerdo el hombre que está mirándola, buscando alguna excusa para hablarle, así que la tomo del brazo obligándola a sentarse de nuevo a mi lado.
—¿Qué cree que hace?—pregunto sin quitar la mirada del juego.
—Ninguno está cómodo, así que buscaré otro lugar.
—¿Acaso le incomoda el hecho de que ya no le hable, ni la busque? —alzo una ceja girando mi cabeza para mirarla, notando como abre sus ojos a la par y por un momento balbucea sin saber qué decir, lo cual me hace sonreír.
—Cállate. No es eso.
—Entonces, quédese a mi lado porque no creo que sea bueno para ninguno que Jimin se dé cuenta de que algo sucede.
—¿Acaso no sientes culpa?
—Quiero darle todo lo que necesita, señora Haneul.
Me mira asombrada sin saber qué decir, mientras que siento como mis nervios aparecen porque necesito que diga algo al respecto. No sé si hice bien en decir eso, pero necesitaba arriesgarme antes que alguien más llame su atención.
No puedo permitir que eso pase, de sólo pensarlo me siento enloquecer.
—¡Gol! —aquellos gritos al unísono nos hacen sobresaltar.
Haneul voltea rápidamente a ver y se levanta aplaudiendo, como gritando emocionada. Al girar veo a jimin corriendo y celebrando, como Taehyung corre hacia él para abrazarlo primero.
Luego se unen otros más del equipo, lo que me hace dar cuenta que él fue quién hizo el gol.
El partido llegó a su fin siendo el equipo de nuestro instituto el ganador, por lo que se encuentran más que feliz, al igual que las familias y que Haneul, aunque la noto nerviosa, como incomoda, seguro por lo que dije lo cual me hace maldecirme.
Nos encontramos fuera esperando a Jimin que quiero que llegue de una vez, porque la tensión es insoportable y no sé qué decir para lograr que vuelva a sentirse cómoda.
—Haneul, sobre lo que dije...
—¡Jimin! ¡Jimin! ¡Jimin!
Aquellos gritos masculinos llaman nuestra atención y al voltear vemos como cuatro jóvenes lo cargan -entre esos está Taehyung-, mientras que Jimin ríe, pidiendo que lo bajen porque le da miedo que lo hagan caer.
Todos se habían dado un baño y cambiado antes de salir, lo cual agradezco, pues Jimin había intentado darme un abrazo al terminar de jugar, pero logré salir de esa situación.
Cuando están frente a nosotros lo bajan, por lo que este se acomoda la ropa mirándome con una sonrisa tímida.
—¡Felicitaciones, cariño! —dice Haneul, de manera dulce, para luego darle un abrazo siendo rápidamente correspondida.
—Gracias, mamá. Me alegra que hayas venido —admite separándose.
—¿Cómo iba a ser capaz de faltar? Siempre quise volver a verte jugar como cuando eras pequeño —sonríe acariciando su cabello.
—Ya, está bien —ríe tímido y me mira.
—Felicitaciones, Jimin-ssi.
—Ven aquí —extiende sus brazos y trato de seguir fingiendo una sonrisa mientras me acerco a darle un corto abrazo—. Gracias por venir aunque sé que no tenías ánimos.
—Ya, no agradezcas —murmuro incómodo separándome, dándole unas palmadas en el hombro, sintiendo la penetrante mirada de Taehyung.
—Bien, ¿vamos a casa? —pregunta Haneul, llamando nuestra atención y asiento rápidamente.
—Hm...en realidad, me invitaron a festejar —comenta Jimin, rascando su nuca con nerviosismo.
—Oh, está bien. No hay problema, cariño.
—Entonces, vienes conmigo, ¿cierto, Jungkookie? —sonríe ilusionado—. Será en casa de Taehyung —miro a Taehyung, el cual tiene las facciones endurecidas como si no le gustara para nada la idea de que acepte—. A él no va a molestarle, además sería bueno que hablen así volvemos a estar como antes.
—Pero...
—Acepta, Jungkook —interviene su madre, por lo que volteo a verla soprendido.
Quiero más que nada aprovechar ese tiempo para estar con ella, pero claramente no quiere lo mismo.
Lo arruiné todo con la estupidez que dije y ahora debo pensar cómo arreglar todo.
(...)
Ya es de noche y nos encontramos en la casa de Taehyung, o mejor dicho mansión. Es bastante lujosa y grande, está repleta de fotografías de la feliz familia que son, de Taehyung y Seokjin solos, demostrando que son el orgullo de sus padres, lo que sólo hace que deteste aún más a los Kim.
Estaba sentado tranquilamente en el sofá, observando como los demás bebían y bailaban, como también se divertían. Jimin había ayudado a Taehyung a colocar las luces de colores, la música está fuerte al punto que se me hace molesta y sólo quiero irme de aquí.
Nadie parece notarme, quizás porque no estoy en el equipo de fútbol como ellos, o podría ser porque ni siquiera me hago notar y no parezco agradable, lo que no me importa en lo absoluto.
Estoy mucho mejor solo.
Disfrutaba de eso, hasta pensaba que podría ser una buena oportunidad para irme, porque ni siquiera parecía notar Jimin, lo que se me hace sorprendente, pero a la vez me alivia. Todo estaba bien, hasta que Jimin me toma del brazo haciéndome levantar para llevarme casi a rastras.
Lo sigo reprochándole hasta que me suelta al estar cerca de la puerta de la entrada, por lo que frunzo el ceño, hasta que giro mi rostro para ver hacia el frente, notando que también se acerca Taehyung con los brazos cruzados y el semblante serio.
—¿Quieres? Es cerveza —me enseña el vaso que lleva en su mano, Jimin.
—No, estoy bien.
—Oh, vamos, te vi beber muy poco.
—Estoy bien, Jimin —giro la cabeza a verlo, demostrando mi molestia—. ¿Qué intentas?
—Sólo vamos a hablar.
Al sentir la mirada de molestia de Taehyung, tomo una bocanada de aire cerrando los ojos por un momento, recordándome que debo mantener la calma.
—Ahora me dirán qué sucede entre ustedes.
—Ya sabes que este idiota se enfadó porque no quise pasarle los ejercicios de matemática.
—Sabes bien que esa estupidez no es la razón de mi enojo —habla molesto.
—Oh, entonces, ¿vamos a decirle toda la verdad? —alzo una ceja, mirándolo de manera burlona.
—No serías capaz —dice en casi un murmuro acercándose.
—¿De qué carajos hablan? —pregunta desconcertado.
—De sus sentimientos.
—¿A qué se refiere, Taehyung?
— Cierra la puta boca —advierte entre dientes acercándose aún más a mí y enfrento su mirada con una sonrisa de satisfacción.
—¿Te callaras?
—¡Díganme qué sucede! —exige frustrado y Taehyung toma una bocanada de aire separándose.
—Tiene razón. Me enojé por lo de matemática.
—¡No! Él dijo algo de tus sentimientos. Quiero saberlo.
—Sólo...sólo me puse celoso porque él te los paso a ti y no a mí cuando se supone que los tres somos mejores amigos —responde con nerviosismo rascándose la nuca—. No me gustó sentir que eres más especial para él, ¿está bien?
—Oh, ¡eres tan tierno, Taehyungie! —exclama con una sonrisa que hace que sus ojos se vuelvan más pequeños y se acerca a él pellizando su mejilla—. Es que nos conocemos más años, así que obvio soy muy especial para Jungkook, así como lo soy para ti.
—Ya, déjame —habla sonrojado alejándose, bajando la mirada por lo que ruedo los ojos sintiéndome disgustado con aquella escena.
—¡Vete al carajo! ¡Se acabó, Kim Seokjin!
Al escuchar ese grito femenino, volteamos a ver como una mujer castaña se dirige rápidamente hacia la puerta pasando por nuestro lado, para luego salir dando un portazo que nos hace sobresaltar.
—¡Minah! —los tres curiosos volteamos a ver a Seokjin que se acerca, pero al ver que llegó tarde suspira bajando la cabeza, tomándose el puente de la nariz para quizás así mantener la calma—. Carajo.
—¿Qué pasó con Minah? —pregunta desconcertado, Taehyung.
Este se acerca frustrado y al ver a Jimin, le medio sonríe palmeando su espalda, mientras este hace una mueca al notar que no está bien.
—¿Terminaron, Jin?
—Sí.
—¿No han terminado más veces antes? —inquiero alzando una ceja, llamando su atención.
—No, sólo fueron discusiones.
—No te desanimes, hermano —Taehyung apoya la mano en su hombro.
—Oh, vamos, seguro volverán —hablo rodando los ojos.
—Jungkook...—Jimin me mira sorprendido.
—Claro, ¿qué puedes saber tú de relaciones, Jungkookie? —sonríe cínico—. No eres más que un niño todavía.
—Pero, ¿qué sucedió? —decide intervenir Taehyung, antes que pueda decir algo al respecto que pudiera desatar una pelea que no es conveniente, por lo que paso la lengua por el interior de mi mejilla tratando de mantener la calma.
—Nada importante, pero creo que eso fue la gota que rebasó el vaso. Me terminó definitivamente —hace una mueca—. ¿Puedo unirme a la fiesta de ustedes?
—¡Sí, por favor! —exclama emocionado, Jimin.
—Sabes que sí.
—Gracias, hermanito. Entonces, ¿qué hacemos aquí? —los mira confundido—. ¡Vamos a beber!
Veo como empiezan a caminar dejándome atrás como si nada, como si no estuviera allí por lo que volteo a ver hacia la puerta, pensando que podría ser un buen momento para marcharme, pero siento un tirón en mi brazo y cuando giro la cabeza veo a Jimin que me mira con una sonrisa.
—Vamos a divertirnos.
(...)
Los minutos pasan, para mí de manera lenta al ver como todos se entretienen bailando, divirtiéndose y estoy realmente cansado, mientras bebo cerveza siendo completamente ignorado por los demás.
—Ya ven a bailar conmigo —Jimin tira de mi brazo.
—Estoy cansado.
—Ven —ejerce fuerza provocando que me levante suspirando.
Quiso tomarme de la mano, pero la saqué rápidamente al darme cuenta, por lo que este bajó la cabeza rascándose la nuca y se acercó a Taehyung que estaba bebiendo, mientras movía el cuerpo al ritmo de la canción como los demás.
Jimin reía al verlo, pero Taehyung lo tomó de la mano haciendo que gire y que también baile, mientras que yo estoy quieto.
—¿Por qué no bailas, Jungkook? —alza la voz, ya que la música está fuerte.
—No está muy bien, pero vamos a hacer que se distraiga un poco.
Volteo hacia mis lados buscando con la mirada a Jin, el cual está junto a otros chicos, bebiendo y hablando muy entretenidos, por lo que me pregunto si no tiene amigos de su edad y por eso decidió unirse a esta estúpida fiesta.
—Oye, ahora que tu hermano está soltero, ¿irá tras la madre de Jimin? —pregunto provocando que ambos dejen de bailar.
—¿Qué rayos acabas de decir, Jungkook? —Jimin me mira con el semblante serio.
—Oh, ¿no lo sabías? —sonrío cínico—. Se han visto unas dos veces y créeme que Jin no ha dudado en tratar de seducirla. Quizás fue una de las razones por las que Minah lo dejó.
Si todo salía como planeaba Jimin enloquecería y no permitiría que Seokjin se atreviera a querer acercarse.
Él no sería un puto obstáculo para mí, y además, podría causar alguna discusión con Taehyung, pues también es una molestia.
—¿Tú sabías eso? —voltea a ver a Taehyung, que parece realmente sorprendido, como también asustado por la manera en la que reacciona Jimin.
—¡No! Claro que no.
—Si Jin quiere con mi madre, la verdad, no me molestaría mucho —sonríe encogiéndose de hombros—. Estaríamos más unidos, Taehyung —ríe palmeando su brazo—. Además, conozco a Jin y sé que no es un mal hombre.
En ese momento no puedo evitar sorprenderme y la ira corre por mis venas, por lo que empuño las manos.
¿Qué rayos pasa por la cabeza de Jimin? ¿En qué momento dejó de molestarle que Haneul siga con su vida? Tiene que ser una broma.
Hoy parece que las cosas no dejan de salirme mal.
—Es broma, ¿cierto?
—Oh, vamos, ¿acaso puedes culpar a Seokjin? —pregunta Taehyung riendo junto a Jimin—. Me gustaría decir que no lo entiendo, pero carajo, si fuera diez años mayor no sabes cómo me la follaría.
En ese momento Jimin deja de reír, endureciendo las facciones para luego golpear su pecho, provocando que este se sobresalte y lo mire asustado.
—Acepto que Jin quiera con mi madre, pero no lo aceptaría de ninguno de ustedes dos, ¿está bien? —nos mira amenazante—. Si me enterara que alguno de ustedes quiere con ella no dudaré en hacerlos pedazos.
—Te ha quedado claro, ¿cierto, Taehyung? —alzo una ceja—. Con lo que has dicho creo que lo mejor es que te mantengas alejado de ella.
—J-Jimin, era broma —dice nervioso.
—Olvídalo. Iré al baño —suspira volteando para empezar a caminar.
Cuando su silueta desaparece, Taehyung suspira pasando los dedos por su cabello, desesperado por no saber qué hacer porque sabe que lo ha arruinado, por lo que sonrío antes de llevar el vaso a mis labios.
—Estás contento, ¿no?
—¿Por qué debería estarlo? No lo entiendo —digo cínico y este se acerca.
—Crearle ideas a Jimin sobre que me gusta su madre...
—¿Acaso no te vi besándola? ¿Qué crees que pasaría si le cuento eso?
—Escúchame bien, pedazo de idiota —me toma de la chaqueta y sonrío—. Tú y yo no somos amigos, ¿está bien?
—Oh, creí que habías dicho que estabas celoso porque Jimin es más especial para mí que tú —frunzo el ceño—. ¡No me digas que también quieres chuparme la verga como a Jimin!
En ese momento este me empuja tan fuerte que al hacer pasos para atrás me tambaleo y el vaso cae al suelo, logrando que eso llame la atención de los demás presentes.
—¡No vuelvas a decir una mierda como esa! —grita enfurecido y aunque no logre ver bien con las luces de colores, estoy seguro que está por llorar.
—Hey, ¡¿qué sucede con ustedes?! —interviene Jin, pero Taehyung se marcha logrando que todas las miradas se pongan en mí—. ¿Qué rayos le hiciste a mi hermano?
Este se acerca a mí mirándome amenazante con sus facciones endurecidas. Quizás cree que puede darme miedo, pero rio amargo y enfrento su mirada de forma burlona, lo que noto que despierta más su rabia.
—Oh, ¿Taehyung es tan marica que tampoco sabe defenderse?
—¡¿Qué carajos dices?! —intenta tomarme del brazo, pero me zafo fácilmente.
—Que tu hermano es un maldito enfermo —escupo molesto antes de comenzar a caminar escuchando sus llamados, pero no puedo quedarme un segundo más aquí.
(...)
Había decidido tomarme un taxi para volver, ya que caminar hasta aquí me tomaría demasiado tiempo y quería volver lo más rápido posible. Al ver que la puerta se abrió, fruncí el ceño desconcertado, pues Haneul debería haber cerrado con llave, por lo que al pensar en ella no puedo evitar preocuparme porque quizás alguien pudo entrar, y hasta hacerle daño.
Una vez que cerré la puerta tengo la intención de subir las escaleras para buscarla, pero al escuchar unas risas me sobresalto y rápidamente me dirijo hacia la cocina que es de donde provienen.
Entreabro la puerta con cuidado, para no ser escuchado y cuando me asomó un poco, siento la sangre hervir.
— No sé porqué se ríe si estoy siendo sincero con usted, Haneul —dice el hombre acercándose a ella que está sentada en el taburete dejando la copa de vino vacía en la mesada—. Desde que volvió capturó toda mi atención.
— Eso me sucede demasiado —sonríe, mientras este acerca más sus rostros con la intención de besarla.
¿Quién rayos es? ¿Por qué está aquí a las dos de la madrugada? ¿Y por qué Haneul no parece tener la intención de separarse? ¿Acaso no soy más que un juego para ella? ¿Soy uno más con el que le gusta divertirse?
Sin duda esta madrugada voy a enloquecer porque no pienso permitir que esté con alguien más.
Haneul es solamente mía.
¡Hola!
La historia ya llegó a las 10k leídas y a los 1k votos, en serio muchas gracias por el apoyo. Perdonen por haber tardado tanto en actualizar, pasaron cosas, pero creo que ya todo se arregló jajsj
En fin, ¿les gustó el capítulo? ¿Cómo creen que reaccione Jungkook?
Espero que les haya gustado, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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