ℭ- End
La repentina sensación de algo húmedo y frío tocar su frente le hizo abrir los ojos, haciendo una mueca de dolor al sentir su cuerpo pesado y cansado, como si le hubiesen golpeado.
Abrió sus ojos entre parpadeos cansados, y fue entonces que se dio cuenta que aquella sensación húmeda provenía de una pequeña toalla que era usada por Yoongi para limpiar su frente. En el momento, tras ver ver entre sombras borrosas al mayor, quiso sonreír al sentir el delicado toque el contrario le proporcionaba, haciéndole sentir protegido y querido; pero al sensación seca en su garganta y el dolor corporal se lo impidieron.
Yoongi se percató de ello, y que por ende había despertado.
—Ya despertaste—una leve sonrisa de alivio se había pintado en el rostro del mayor—. Toma, seguro tienes sed—dijo el pelinegro en lo que le pasaba a Taehyung un vaso con agua que estaba cerca de la cama.
Se sentó en la cama con cuidado, recostando su espalda del espaldar y soltando un suspiro pesado en el proceso. Agarró el vaso con agua y empezó a tomarlo de a poco, desapareciendo la sensación de sequedad en el proceso. Una vez lo terminó, lo dejó a un lado. Recostó su cabeza del cabecero.
Oh Dios, se sentía tan cansado...
Su cuerpo dolía, y podía jurar que la sensación de pesadez en este, junto con el frío y el malestar que empezaba a sentir; no eran para nada una buena combinación. Su cabeza parecía later al mismo ritmo que una sensación de acidez crecía en su estomágo.
¿Acaso volvería a vomitar?
Abrió los ojos tras haberlos cerrados segundos atrás, y miró a Yoongi unos cortos segundos antes de inclinarse hacia adelante, y tomarle de la mano para jalarlo en su dirección y acostarlo a su lado. Se aferró al cuerpo del mayor, enrollando su brazos a su alrededor y enterrado su nariz entre el espacio del cuello y el hombro donde un olor a colonia llegó a sus fosas nasales.
—Taehyung, suéltame—pidió Yopngi en un tono suave, intentando separarse—. Tienes que...—calló al sentir al menor jalar de él de nuevo en su dirección, aferrándose con más fuerza a su cuerpo, y dejándolo sin mucho espacio para moverse.
Min dejó escapar un suspiró.
—Quédate así, quédate así solo un momento. Por favor —pidió el menor en voz baja, tomando su mano para guiarla a su cabeza en señal de que, cual niño pequeño, quería que le hicieran cariñitos.
Y Yoongi, por supuesto, le complació.
Al sentir las caricias de Yoongi en su cabeza, Taehyung cerró sus ojos aspirando el aroma del mayor. Eran caricias suaves, llenas de calidez y delicadeza, cariño y amor, de esas que te relajan y te hacen quedar atontado luego de una buena sesión de ellas.
"Dice q-que usará m-mi sangre para s-sus... s-sus negocios".
»No la ayudaste«
"Dice q-que usará m-mi sangre para s-sus... s-sus negocios".
»No la ayudaste...«
"Dice q-que usará m-mi sangre para s-sus... s-sus negocios".
»¡NO LA AYUDASTE!«
Sus ojos de abrieron de par en par al ver que los recuerdos de la otra noche seguían en su mente como un disco rayado. Eran recuerdos que se sentían tan reales, que podía jurar que el tiempo había retrocedido y se encontraba reviviéndolos de nuevo.
La voz de la chica suplicando por ayuda, los golpes en el rostro, las lágrimas, la sangre...
Tragó saliva asustado, intentando regular su respiración en un pobre intento por calmarse a sí mismo. Su corazón dentro de su pecho había perdido el control de sí, latía como loco, y tenía la suficiente velocidad para que Taehyung no solo empezara a sentir su propio y desenfrando latir, si no que para que también temiera que en algún momento el corazón se le pudiese salir del pecho.
Estaba asustado. Y los recuerdos que venían y no se iban, no ayudaban para nada.
Miró a su lado, donde recordaba había estado Yoongi antes de quedarse dormido otra vez; él ya no estaba. Desvió su mirada al resto de la habitación; estaba oscura, casi en su totalidad, lo único que la iluminaba y evitaba que la habitación estuviese en completa oscuridad era la luz de la luna que se colaba entre las cortinas blancas, y la luz de la lámpara de la mesita de noche que estaba al otro lado de la mesa.
Hizo a un lado las sábanas que estaban encima de su cuerpo, y se sentó en el borde de la cama haciendo que sus pies tocaran el suelo; la temperatura fría del mismo le hizo estremecer. Su cuerpo ya no dolía tanto como antes, se sentía realmente bien.
Buscó con la mirada sus pantuflas, logrando encontrar una junto al closet y otra cerca de la puerta del baño. Estiró su cuerpo con cuidado y salió de la habitación con la intención de ir a la sala del departamento que compartía con Yoongi con la intención de encontrar al mismo.
En el camino, observó las decoraciones que habían en el pasillo como si fuese la primera ves que las veía: fotos de viajes con amigos, cenas familiares, vacaciones en Daegu, algunas otras fotos de cuando estaban cursando la universidad. Sonrió. Podían pasar mil años y, aun así, Taehyung podía decir que serían los mejores años de toda su vida con Yoongi a su lado.
Lo amaba tanto o más como desde el inicio.
—¿Qué dices? ¿Cómo que crees que lo viste allá?—el susurro de Yoongi le hizo detenerse justo en el momento en que estaba llegando a la sala.
La sonrisa en el rostro de Taehyung desapareció dando paso a una mueca de confusión, y se ocultó tras la pared que le separaba de la sala evitando hacer cualquier ruido que sea posible.
Sabía que escuchar conversaciones ajenas estaba completamente mal, pero eso no quitaba que sintiese una gran curiosidad por saber a qué se refería su novio con aquellas dos preguntas y el tono molesto –y preocupado– que había usado.
—No, no, no, no, no. ¿Acaso estás escuchando lo que me estás diciendo, maldita sea?—asomó un poco su cabeza, Yoongi estaba de espaldas, tenso de pies a cabeza—. ¿Que me calme? ¿Me estás diciendo que me calme, Kim?.... ¡Los huevos tuyos van a estar calmados cuando los ponga freír, desgraciado!—el gritó repentino de Yoongi hizo que se escondiera de golpe, casi chocando con un pequeño estante que tenía al lado—. Él pudo haber visto eso, Kim. Tú sabes que ese hospital...
¿"Él"? ¿Ver qué? ¿De qué hospital estaba hablando?
—¿Te vio el rostro? ¿Acaso te escuchó?... ¡¿Cómo así que no sabes?!—Yoongi se escuchaba realme te enojado—. ¿Qué? No, está dormido luego de despertarse otr-... Que sí, maldición; le acabo de ver hacer menos de cinco minutos y está dormido—gruñó el mayor—. No, no le di carne, sólo Jimin comió. Por suerte no le di... ¿La vendiste toda? ¡Aleluya, Kim, lo hiciste bien! Ahora dime: ¿Quieres que te dé una estrellita de oro y te dé unas palmaditas en el hombro?.... Sí, claro, cómo no. Cuando aprendas a hacer un huevo frito sin quemarlo, ahí me dices, cabrón...
De algún modo, sentía que Yoongi hablaba con Namjoon, pero no estaba del todo seguro debido al inicio de la conversación, pues un hospital no tenía nada de relevante para esos dos. ¿Cierto?
—Sí, sí. Recuerda limpiar cualquier rastro de sangre, hasta el más mínimo, Kim; de lo contrario yo mismo te estrangularé—advirtió—. Que sí, joder. Ahora déjame, tengo que ir a ver a Taehyung y luego iré a ver a ese chico.
"Dice q-que usará m-mi s-sangre para s-sus... s-sus negocios...".
¿Acaso...?
"Recuerda limpiar cualquier rastro de sangre, hasta el más mínimo..."
De todo lo que había escuchado, aquello era lo único que parecía recordar, haciéndolo sentirse un poco ahogado ante aquellas ideas que en su mente nacían sin otro rumbo que no fuese...
" No, no, no, no... ¡No!" Pensó negando ante aquellas teorías que su cabeza creaba. Con sangre, Yoongi seguramente se refería a la de algún animal al que Namjoon seguro decidió matar, dejando un desastre y... Podía ser eso, ¿cierto?
Retrocedió dos pasos torpemente, no creyendo lo que había escuchado.
No lo creería hasta que lo comprobará.
Tragó saliva en un vano intento por calmar los latidos desenfrenados que daba su corazón sin control. Su cuerpo temblaba bajo las palabras que aún sonaban en su cabeza luego de escucharlas salir de los labios de Yoongi.
No, definitivamente no lo creería hasta tener todo claro.
Tomó aire, teniendo así pocas fuerzas y ánimos para continuar su obtejivo: llegar a la sala. Fingió estar recién levantando, así como también fingió no haber escuchado nada de la conversación de novio con alguien ajeno. Sin embargo, era difícil mantenerse en el papel cuando constantemente las palabras y oraciones que escuchó hace minutos atrás perforaban su mente, distrayéndolo.
Inconsientemente, Taehyung estaba buscando algún punto que pudiese relacionar a Yoongi con la chica de la otra noche.
Yoongi soltaba maldiciones mientras revisaba el celular con una mueca de disgusto y molestia pintada en sus labios. No queriendo averiguar de más por miedo a saber cuál fuese la respuesta, Taehyung intentó prestar atención a la televisión en enfrente de él; pero su mente lo llevó nuevamente a donde él no quería parar.
El celular en las manos de Yoongi.
Sus ojos escaneaban todo este, buscando ver lo más mínimo que estuviese leyendo o viendo Yoongi y que lo tuviese molestando, quizás, hasta estresado.
Echó su cuerpo hacia atrás con cuidado pegando su espalda del sillón, y estiró su cuello en la dirección del contrario. Lo hizo con cuidado, no buscando ser brusco y evitando que YoonGi no se diera cuenta.
[... Hospital Psíquiatrico de Gonjiam a las 12:00am. No lo olvides ...] 8:15pm.
[Sí, sí, como sea, sabes que nunca falto. Estaré ahí cinco minutos antes, vigila al chico, Kim] 8:17pm.
Había alcanzado a leer antes de que su cabeza tocara el hombro de Yoongi, sobresaltando a éste y haciendo que apagara el celular de golpe. Maldijo internamente al no darse cuenta del cambio de movimientos y direcciones que había hecho él mismo sin querer y sin percatarse.
—Maldición, me asustasté—dijo Yoongi, llevando una mano a su pecho. Taehyung frunció el ceño sintiéndose algo confundido ante la acción de su mayor.
¿Asustarse? Él sabía que Taehyung estaba a su lado y, prácticamente, no habían pasado ni diez minutos desde que dio acto de presencia en la sala de estar captando un momento la atención de Yoongi, quien le había preguntado cómo se sentía y si necesitaba o quería algo.
Quisó suponer que Yoongi estaba concentrado a grandes niveles con lo que estaba haciendo antes como para que se le haya olvidado que estaba ahí.
—¿Quieres algo? ¿Te duele algo?—las preguntas de Yoongi lo hicieron volver a la realidad, evitando lo que sea que su mente empezaba a creer y a inventar.
Negó.
—No, no me duele nada, te dije lo mismo hace menos de diez minutos—suspiró dejando su cabeza reposar en el hombro de Yoongi—. Pero sí tengo hambre—admitió luego de sentir a aquella bestia hacer acto de presencia en su estomágo tras escucharlo rugir suavemente.
—Hay sopa, ¿quieres?—asintió—. Bien. Iré a traer, ya vuelvo—dijo con una clara intención de levantarse que fue interrumpida por Taehyung, quien había tomado de la muñeca al mayor jalándolo hacia él, acostándolo con cuidado para luego abrazarlo como si de un peluche se tratara—. T-Tae...
Otra vez.
—Tengo hambre, pero primero quedémonos así un ratito. Por favor—pidió Taehyung sin dejar de abrazarle, escuchándose algo ahogado puesto que había decidido esconder su rostro en el espacio entre el cuello y el hombro de Yoongi—. Lo quiero mucho, ¿lo sabe?—susurró, sintiendo sus mejillas arder levemente.
El mayor sonrió.
Yoongi no se sorprendió demasiado, pero los latidos acelerados y emocionados que dio su corazón como cada que escuchaba aquella oración salir de los labios del menor, demostraban que quería a Taehyung como desde el primer día. Y, a su vez, comprobaban que aquel amor que sentía por él, lo hacía ser capaz de todo y más.
—Yo igual—susurró en respuesta, dejando una caricia en la cabeza del menor antes de separarlo con cuidado y verle a los ojos—. Pero ahora tienes que comer algo, ¿vale?— dicho eso, Taehyung asintió para luego inclinarse y dar un pequeño beso en los labios del mayor, y salir corriendo a la cocina con un color rojizo en las mejillas.
Podían tener dos años y poco más de relación, pero aún tenía el mismo efecto en él.
Taehyung entró a la cocina y buscó en cualquier lugar donde pudiese estar la sopa que Yoongi había mencionado, pero no la encontró.
Hizo una mueca.
—A veces eres malo buscando, ¿sabes?—dice Yoongi entrando a la cocina, riendo burlón al ver que Taehyung había pasado por alto una olla en la hornilla.
Taehyung solo atinó a reír algo nervioso, sentándose en una de las sillas junto al mesón de la cocina mientras veía a Yoongi calentar la sopa y preparar un poco más de comida para él, siendo cuidadoso y delicado al momento.
No, Yoongi no podía estar involucrado.
—Tengo que salir—avisó Yoongi luego de terminar de comer, caminando hacia la entrada de la casa para ponerse su abrigo negro y tomar las llaves—. No me esperes despierto, llegaré un poco tarde.
Taehyung miró la hora en el reloj cerca de la pared en frente suyo.
11:20pm.
Era tarde.
Frunció el ceño.
[...Hospital Psiquiátrico de Gonjiam a las 12:00am. No lo olvides].
El recuerdo de aquel mensaje que había leído a escondidas, vino a su cabeza haciéndolo mordisquear su labio levemente.
No quería desconfiar.
Claro que no.
Pero, ¿por qué iría Yoongi a tal lugar tan tarde? Tenía curiosidad, y ciertamente algo de miedo por lo que pudiese ser la respuesta.
—¿A dónde vas, Yoon? Es tarde y puede ser peligroso, ya sabes...—preguntó, esperando que Yoongi le dijera al menos a dónde iba realmente.
Sin embargo, solo vio el cuerpo del mayor tensarse unos segundos antes de relajarse a duras penas.
—Namjoon me ha llamado, quiere que...—pareció dudar—, quiere que vaya a a ver algo sobre la muerte de mis padres, al parecer encontraron pistas del asesino—dijo finalmente para luego desviar la mirada.
Taehyung abrió la boca y empezó a balbucear.
No sabía qué decir.
Sabía aquello, que los padres de Yoongi habían muerto por culpa de algún loco cuando el mayor no pasaba de tener cinco u once años. Ahora Yoongi buscaba al responsable desde que lo conoció.
No obstante, ¿por qué no le dijo lo del hospital? ¿acaso se iba a ir y...?
—¿No quieres que te acompañe, hyung?—preguntó levantándose de su lugar para caminar hacia Yoongi.
Pero entonces fue cuando Min negó.
—Es tarde y tienes que descansar—Yoongi evitaba su mirada—. Llegaré algo tarde. Descansa.
Taehyung no tuvo tiempo a responder cuando YoonGi desapareció por la puerta del departamento dejándolo solo, cuestionándose una sola cosa: ¿Qué estaba ocultando como para que le mintiera?
Cuando menos lo esperó, ya tenía el teléfono en mano y había marcado el número de la única persona en la que podía confiar en todo el mundo.
—¿Bueno?—la voz adormilada de Jimin se escuchó desde el otro lado de la llamada—, ¿pasó algo?
Apretó sus labios entre sí, sintiéndose algo muy similar a aquellos novios que perseguían a su pareja a donde fuera que iban, aunque esta era la primera vez que lo hacía.
—Necesito ir al Hospital Psiquiátrico de Gonjiam, ¿puedes acompañarme?—preguntó, yendo a su habitación para buscar algo que le abrigara más que una simple camisa manga larga delgada, y unas bermudas color negro.
Escuchó cómo algunas sábanas y otros cosas se movían del otro lado de la línea, fue cuando supuso que Jimin se estaba levantando asustado luego de escucharlo. Se sintió algo culpable.
–¿Qué dices? Taehyung, yo no qui-...
Le interrumpió.
—Lo sé, lo sé. Pero, escucha: hace unas horas escuche a Yoongi charlar con alguien y... decían cosas que podrían encajar con los casos de desapariciones. Aunque eso es solo una suposición que espero nunca sea verdad—admitió en susurro mientras se vestía—. También vi una conversación, o bueno, el pedazo de una, y alguien le dice que se van a reunir en el hospital de psiquiátrico a las doce—agregó—. Le pregunté para dónde iba a estas horas y me dijo que era para ver algo de la muerte de sus padres, ¡y ni sé si me miente, Jimin!—exclamó terminando de ponerse la camisa y a la vez lo zapatos, algo raro que hasta a él le sorprendía de poder hacer—. Me dijo que iba a ver algo de la muerte de sus padres. Jimin, no me dijo que iba a ir al hospital...—el tono que había usado demostraba lo mal que sentía al solo pensar en la mentira que su novio le había dicho.
A Taehyung no le gustaban las mentiras.
El silencio perduró en la llamada unos segundos. Durante ese corto tiempo, sólo se pudo escuchar el sonido de sus respiraciones y el unos cuantos carros pasar por ambas partes.
—Lo siento Tae, pero creo que Yoongi te ha mentido...—dijo su amigo, solo aumentado la idea de que Yoongi estaba metido en algo malo—. En cinco minutos te veo abajo de mi edificio.
—Ven, está adentro...
Taehyung agachó más su cuerpo y se encogió en su lugar al escuchar las voces cercanas a él. Miró entre las ramas del arbusto que le cubría del auto de Yoongi y el otro que estaba cerca de este, logrando reconocerlo como el de Namjoon; había sido algo difícil llegar sin que estos dos les vieran a él y a JiMin, pero lo lograron.
Vio a Yoongi desaparecer por la entrada vieja del hospital abandonado, y asomó su cabeza con cuidado, y siendo seguido de Jimin.
—¿Crees que el chico del que habló, sea Jungkook?—preguntó preocupado Taehyung mirando al edificio a varios metros suyo, emanaba un aura pesada y tenebrosa. Ciertamente, el lugar daba una imagen dignan de terror: era lúgubre y tétrico.
Se veía más tenebroso que la otra noche, a decir verdad.
—No... No lo sé, Taehyung—suspiró el castaño a su lado—. Como sea; será mejor entrar, si queremos saber qué pasa, ni podemos perder más tiempo, vamos—dijo Jimin antes de salir en silencio y cuidado del escondite para dirigirse a la entrada del edificio evitando que alguien le viese.
Taehyung frunció el ceño ante eso.
"¿Qué acaso no estaba asustado? Bueno, seguro las ganas de hacer justicia a Jungkook están haciendo algo en él..." pensó antes de seguirle.
Se aseguraron de que nadie les viese, y entraron al lugar encontrando lo mismo de la otra vez: oscuridad, escombros, polvo y demás cosas que podías encontrar en un hospital psiquiátrico abandonado. Taehyung tapó su boca con su ante brazo al percibir el mismo olor nauseabundo de la otra vez, y buscó la linterna que suponía haber traído entre sus ropas. No la encontró.
—Mierda...—gruño molesto antes de sacar su celular para usar la linterna de ese como segunda opción.
Iluminó un poco la estancia una vez prendió la linterna que traía el dispositivo a la vez que Jimin aprendía la suya, y miraron el lugar. Eran casi cuatro o cinco pisos, habían cientos de habitaciones y escombros que podían ser peligroso para ambos, TaeHhung pensó la idea de esta vez no separarse e ir juntos. No obstante...
—Creo que será mejor separarnos, yo reviso este nivel tu puedes ir al segundo, ¿te parece?—preguntó Jimin mirando hacia el pasillo derecho.
Pero...
"¿Por qué ahora sí se quiere separar? Bueno, quizás quiere encontrar a JungKook más rápido. Tiene que ser eso" pensó Kim a la par que asentía antes de dirigirse hacía el segundo piso dejando al castaño atrás.
Pero solo eran excusas, en el fondo lo sabía.
Subió las escaleras con cuidado para no caer hasta llegar al segundo piso, y una vez ahí, miró hacia todos lados buscando algún indicio de Yoongi o Namjoon... o incluso de Jungkook.
Al no escuchar ni ver nada, se dispuso a caminar hacía la izquierda, pasillo en el que estaba la habitación donde encontró a la chica aquella noche atada. Revisó cada una de las habitaciones no encontrando nada más que cosas rotas y viejas, escombros y ratas muertas que, curiosamente, no pasaban de los dos días de muertas. Llegó a la habitación por la cual habían tomado ese camino, y entró.
Una mancha de sangre seca yacía en el suelo junto con algunos instrumentos de uso quirúrgico que parecían no ser viejos, pero tampoco nuevos. Alumbró el resto de la habitación y tapó más su nariz y boca buscando evitar el olor a putrefacción que emanaba especialmente esa habitación.
Bien, no había nada más...
Ahogó un suspiro y se dispuso a dar media vuelta, o al menos eso iba a hacer cuando algo llamó su atención. Parecía ser brillante, pequeño y circular, no lo sabía con exactitud al estar el pequeño objeto cubierto de sangre y cerca de lo que parecía ser un bisturí. Camino hasta donde vio el pequeño resplandor, se agachó, tomó el pequeño objeto y... el anillo de Jimin.
J.jk
1997
Sabía que era de Jinin porque Jungkook tenía el que decía las iniciales del primer mencionado junto con el año de nacimiento de este; Park tenía el anillo que decía las iniciales y fecha de nacimiento de Jeon.
Pero, aquello no importaba, sino el qué hacía allí, y cómo llegó ahí.
Guardó el anillo en el bolsillo de su pantalón y se levantó para luego salir de la habitación no sin antes darle una última mirada.
—¿Cómo que lo viste por aquí?—el susurró de una voz desconocida se escuchó.
Taehyung corrió de nuevo a la habitación para esconderse en el mismo lugar que se había escondido aquella noche. Su corazón latía rápidamente dentro su pecho, y su respiración al parecer tenía planes de acelerarse. Alguien entró.
—¿El anillo? ¿Vino por esa mierda? ¡Mató a Chaehyun! No, no.... espera, ¿seguro que está aquí?... No, no está. Seguro me equivoqué... sí, están en el tercer piso, tercera puerta a la derecha... ten cuidado, Park, no sabemos qué puede hacer ese chico—escuchó un suspiro y seguido de unos pasos que no tardaron en escucharse lejos.
Tercer piso, tercera puerta a la derecha...
»No vayas, no vayas, no vayas...«
Salió de su escondite con cuidado, no sin antes ver y asegurar que no había nadie, luego salió de la habitación repitiendo el procedimiento. Tragó saliva y relamió sus labios al sentirlos repentinamente secos.
Nuevamente el miedo hacía efecto en él.
»No vayas, no vayas, no vayas...«
"...¿El anillo? ¿Vino por esa mierda? ¡Mató a ChaeHyun! No, no... espera, ¿seguro que está aquí?"
Sacó el anillo de su bolsillo que minutos atrás él mismo había guardado ahí, y miró la pequeña pieza en sus manos unos segundos antes de volver a guardarlo y dirigirse con cuidado al tercer piso.
¿Acaso aquella persona buscaba el anillo de Jimin?
La pregunta se formuló en su cabeza, pero, por obvias razones, no habíarespuesta.
Una vez estuvo arriba, miró a los lados logrando ver cómo de una de las habitaciones del pasillo derecho, salían una pequeña y leve luz blanca hacia al pasillo. Apretó el teléfono en su mano para luego apagar la linterna, y dirigirse en dirección a aquella habitación.
»No vayas, no vayas, no vayas...«
Sus manos sudaban, su cuerpo tensaba, sus latidos se aceleraban.
Escuchó quejidos, venían desde aquella dirección.
»No vayas, no vayas, no vayas...«
Cuanto más se acercaba a la habitación, no sólo escuchaba con mayor claridad los quejidos, sino también los que parecían ser balbuceos y la voz de alguien susurrando.
¿Yoongi?
—¿Qué más quiere él, eh?—asomó su cabeza levemente por la habitación. Se alejó de golpe tapando su boca.
»Te mintió, te mintió, te mintió«
Tragó saliva y ahogó un gemido de dolor. Pero no dolor físico, sino de aquel que produce que un ser querido te mienta. Ese dolor.
Era horrible y más viniendo de Yoongi.
Se acercó de nuevo a la habitación viendo otras vez a Jungkook inconsciente en una esquina, golpeado y herido. Luego, a varios metros del castaño, estaba Mark Tuan; lo conocía, era compañero de Jimin en el universidad. En el rostro del chico yacían varios golpes, heridas e incluso, algunas suturas de heridas que al parecer buscaban ser curadas de manera fallida.
—¡Dime qué planea, Tuan! Hago todo lo que ese desgraciado quiere y aún así...—la risa del chico herido se escuchó de manera fría por todo el lugar. Mark negó, sonreía burlón.
—No, te equivocas, Min. No le has dado lo que de verdad él quiere, y no descansará hasta tenerlo en sus manos—Mark volvió a reír.
Taehyung frunció el ceño e intento acercarse a escuchar más.
—Tuan, no estoy para juegos...—dijo Min en un tono de advertencia.
Taehyung vio cómo la risa de Mark cambiaba de ser burlona, a una que simplemente te hacía erizar la piel y dudar de quién era aquel chico realmente; era tenebrosa y oscura, con malas intenciones.
—Te quiere a ti Min, todo este tiempo te quisó a ti. Y todo lo que te hace hacer hasta hoy, no es nada más que una parte del plan para sacar al baboso de Kim de su camino hacia ti—un risa se volvió a escuchar—. Aunque, ¿sabes? Ya sé por qué andas con él... cuando salga se aquí, le diré que me deje a Kim para mí. Jugaré con él y...— un golpe en seco resignó en toda la habitación seguido se una risa.
—A Taehyung ni se te ocurra ponerle una mano encima, ¡primero te mató!—el gritó de Yoongi le hizo sobresaltar en su lugar.
Tapó de nuevo su boca buscando retener un grito de asombro, miedo y nervios a la par que retrocedía torpemente, no obstante, su cuerpo chocó contra otro detrás suyo.
Unas manos se posaron en sus hombros, luego sentió que era empujado hacia el interior de la habitación donde todo sucedía. Cayó al suelo logrando poner sus manos a tiempo para evitar golpearse rostro, pero raspándose estas en el proceso.
Segundo a ello, un disparo se escuchó y el cuerpo de Tuan cayó inerte, como un saco de papas.
—Vamos, Yoongi, así somos todos felices. Tuan y ese estúpido juntos, y nosotros juntos: como siempre debió serー
—dijo una voz a sus espaldas con falsa calma, una voz que Taehyung conocía mejor que nada.
Apretó sus manos en puños y volteo tembloroso, sintiendo su corazón doler al ver al responsable de haber caído adentro.
No...
—¿J-Jimin?—balbuceo causando la risa del nombrado.
Ahí estaba él, al que creía su mejor amigo enfrente suyo con un arma en mano lista para soltar la primera bala en dirección a donde Jimin quisiera.
—¡Sorpresa~! ¿Creías que no tenía nada que ver?—se burló de él.
Taehyung jadeó y empezó a retroceder, arrastrándose en el suelo hasta chocar con las piernas de alguien. Alzó la vista, encontrándose con la mirada preocupada y asustada de Yoongi.
—Siempre fui yo, Taehyung—Jimin camino hasta el cuerpo de Jungkook.
Taehyung se levantó de golpe y Yoongi se tenso al ver a Jimin tomar con una mueca de asco el mentón de Jeon.
—Jungkook realmente nunca me importó, ¿Sabes? sólo era un peón para mantenerme en el juego y pasar desapercibido para ti y los demás—dijo restando importancia a lo que decía, como si el significado de lo que decía, no fuese la gran cosa.
—¿Por qué?—soltó, acercándose cada vez más a Yoongi hasta que estuvieron lo suficientemente cerca.
—Yoongi... Él era mío, y tú... Tú sólo llegaste y me lo quitasteーescupió con odio Jimin antes de mirar de la misma forma a Taehyung—. Bien pude sólo matarte y dejarme el camino libre para estar con él, pero sería aburrido hacerlo tan fácil—se encogió de hombros—. Verás, Yoongi nunca te mintió, siempre te dijo la verdad... O al menos una parte de ella.
» Sus padres sí murieron manos de alguien y él sí buscaba al responsable de sus muertes—Jimin se levantó y miró con simpleza el arma en sus manos—, lo encontró hace poco más de dos años, creo, ya no recuerdo; pero dejé que lo matara—Taehyung frunció el ceño sintiéndose ahogado.
¿de qué hablaba? ¿a qué se refería?
Jimin le miró.
—Y te explicaría el resto, como el por qué o cómo llegó Yoongi a hacer comida en base al cuerpo humano, como la carne que te negaste a comer el otro día el restaurante—señaló—. Pero me aburriría y no tengo tiempo que perder.
—¿Q-Qué?—fue lo único que salió de sus labios.
"Me va a m-atar"
"Limpia cualquier rastro de sangre"
Miró a Yoongi a su lado, perplejo y asustado, estaba temblando. Soltó su mano bruscamente a la par que se alejaba y escuchaba la risa de Jimin de fondo, llenando sus oídos y convirtiéndose en su peor pesadilla.
—E-eres un asesino...—dijo al borde del llanto Taehyung.
Taehyung pudo ver cómo aquellas palabras era la bala que herían a Yoongi. Y aunque se sentía mal por atacar al mayor así, a la vez sabía que no podía permitírselo.
—No, no lo soy—negó inmediatamente—. Escucha bien Taehyung, si no lo hacía él te iba a mat-...–Yoongi intentó acercarse, pero se alejó de su alcance.
—¡Eres un maldito asesino al igual que Jimin!—Gritó molesto, con las lágrimas saliendo como cataratas y humedeciendo sus mejillas, sintiendo con claridad el latir de su corazón aumentar su velocidad dentro de su pecho.
Su cuerpo temblaba y... ya no sabía qué hacer.
—Es bonito ver cómo pelean, ¿saben? Pero no pase más de dos años fingiendo ser novio de alguien y amigo de otro como para perder en una noche todo lo que planeé—negó—. Por lo tanto, les pido de la mejor manera para no matar a nadie que: Yoongi, ven acá—dijo serio pero calmado, como si no acabase de llamar al contrario como quien llama a un perro.
»Lo va matar, lo va a matar«
»No dejes que se vaya, no dejes que se vaya«
—No—dijo en negación Yoongi, mirando aún a Taehyung.
—Ven, sabes que no me va a temblar la mano para hacer que una bala pase por la maldita cabeza de Taehyung—amenazó—. Ven acá.
Taehyung miró a Jimin y luego dio dos pasos en dirección a Yoongi, creyendo que habían sido lo suficientemente pequeños como para que hubiesen pasado desapercibidos.
—¡Vamos! Por Dios, ¡Taehyung no te creyó!—se burló Jimin.
Pero Yoongi lo ignoró.
—Taehyung, bebé, créeme, lo hice para protegerte—suplicó.
»¿Para protegerte? ¿Realmente lo hizo?«
Su cabeza, sus pensamientos... ¡Todo él estaba en debate!
—Taehyung...—Yoongi miraba suplicante al mencionado, y este sólo miraba asustado a todos lados.
Pero alguien en la habitación se cansó y chasqueó la lengua enojado.
—¿Saben qué? Ya me cansé—Jimin gruño—. Taehyung, no fue un placer conocerte porque después de todo, siempre me quitabas todo lo que querías. Espero que sufras todo lo que yo sufrí estos años, y que sientas tanto dolor que rueges por que te mueras en el instante—Jimin alzó la mano con la pistola ya lista para disparar en dirección a Taehyung.
Apuntó, puso su dedo en gatillo y...
Dos disparos resonaron en la habitación.
Dos cuerpo cayeron al suelo, y dos charcos no tardaron en crearse a la par que un moreno entraba en la habitación con un cuchillo en mano.
—¡Yoongi!...
— Hyo_Byung.
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