38. Amigos.
—¡Shane, debemos irnos, cariño!
Harry arrojó los platos sucios de su almuerzo tardio dentro del fregadero y abrió el grifo dejando que el agua inundara el mismo mientras empujaba los dibujos que habia recibido por parte de sus alumnos dentro de una carpeta. Habia sido maestro por dos semanas y el trabajo ya estaba abrumandolo, casi no dormia en su afán de mantener un orden en las tareas impuestas al grupo que enseñaba y se cansaba al tener que correr detrás de los infantes por cuatro horas. Aun así, estaba muy feliz con su nuevo empleo, los niños tenian ese poder de contagiar alegria que Harry adoraba y no dejaría su trabajo por nada del mundo.
Ahora, si su niño favorito no fuera un experto en hacerlo llegar tarde a todos lados, él realmente seria feliz. Pero como lo que le decia a Shane le entraba por un oido y le salia por el otro, se resignó a que llegaria tarde sin importar cuanto gritara.
Terminando de ordenar las carpetas, colocó las mismas en orden sobre la isla antes de tomar su celular y billetera, empujando ambas cosas en su bolsillo. Zayn lo habia llamado hacia un par de días para avisarle que la sesión de fotos para la nueva colección de Infinity sería esa misma tarde, Harry habia renunciado al modelaje pero aun seguia siendo la cara de la marca junto al moreno, por lo que él tendria que desfilar la ropa para la sesión. Eso si llegaba a tiempo o llegaba en algun momento, para ser honestos.
—¡Shane! —volvió a gritar.
Frotandose las sienes, se preguntó porque rayos habia negado la oferta de Lucy de cuidar del mocoso mientras él hacia las fotos. Ah si, él tenia terror de que su bebé se enfermara de nuevo. Con un suspiro cansado, salió de la cocina y corrió escaleras arriba, directo a la habitación de Shane. La puerta estaba entreabierta y pudo ver dentro de la misma sin problemas. La imagen que vio, casi lo hizo reir.
Shane habia encontrado su vieja camara de fotos y al parecer, habia decidido que su habitación era un buen lugar para empezar su carrera de fotografo o acosador, eso si salia a Harry en todos los sentidos.
—Hey —entró a la habitación, ganandose un flash directo a los ojos. Parpadeo repetidamente para alejar las manchas de colores de su visión antes de mirar a su bebé—. Espero haber salido bien al menos.
—Lindo, papi. —aseguró con una sonrisa.
—Hermoso bebé —lo atrapo en sus brazos, dejando un pequeño beso en su mejilla antes de dirigirse a la puerta—. Llegaremos tarde, van a matarnos.
Distraido en su analisis de la camara, Shane lo ignoró. Rodando los ojos, corrió escaleras abajo y directo a la puerta principal. Sanders y el chofer estaba recostados en la camioneta de Harry, hablando distraidamente. Se habia visto en la obligación de volver a contratar al guardaespaldas ya que seguia siendo una persona pública y los periodistas parecian desesperados por conseguir una foto de Shane luego de que estuviese evitando que las camaras lo enfocaran durante un tiempo.
—Van tarde. —Sanders cortesmente señaló mientras abría la puerta trasera, el chofer dio la vuelta frente al capó y subio detrás del volante.
—No me digas. —masculló.
En cuanto tuvo a Shane amarrado a su silla y el motor de la camioneta rugiendo a la vida, soltó un suspiro de alivio. Habia varios periodistas esperando fuera del portón de su casa, parecian cada vez reunirse más, esa era una de las razones por las que habia optado por contratar nuevamente un guardaespaldas, un chofer y conseguir un auto con vidrios tintados. Era una mierda pero al menos mantenia a su bebé seguro y como el colegio en el que dictaba clases era privado y muchos de los pimpollos a los que educaba eran hijos de padres influyentes, estaba a salvo dentro de sus paredes.
Con un bostezo cansado, se echó hacia atrás en su asiento, haciendo una mueca cuando algo se clavó en su espalda. Llegando detrás de si mismo, recupero uno de los autos de carrera de Shane y se lo entregó a su hijo, quien sonrió, enseñandole sus hermosos hoyuelos que parecian hacer del mundo un lugar mejor.
—Te ves cansado. —Sanders comentó.
Harry le dedicó una mirada incredula—. ¿Te levantaste con ganas de marcar lo obvio?
—¿Y tu caiste hacia el lado equivocado de la cama esta mañana?
El rizado le enseñó la lengua infantilmente antes de volver a cerrar los ojos—. Estoy agotado, solo quiero que la sesión sea rapida y volver a casa para poder acostarme a mirar dibujos animados con Shane.
—Ese parece un buen plan. —secundó el mayor.
Harry le dedicó una sonrisa aun con los ojos cerrados antes de dejar caer la cabeza hacia la ventana. Sanders y él habian estado actuando como si el beso de hacia tres años no hubiese sucedido y eso estaba bien para Harry, no necesitaba más complicaciones de las que ya tenia y le agradecia al guardaespaldas no presionar ese tipo de temas. Ellos solo eran amigos ahora y eso era genial.
El estudio donde se tomarian las fotografias le era familiar, eso era bueno. Cuando el auto se detuvo, colocó la capucha de la sudadera de Shane para cubrir su rostro y esperó hasta que Sanders descendio antes de hacer lo mismo con su hijo en brazos. Habia varios periodistas que intentaron acercarse a él pero no tuvieron oportunidad contra el guardaespaldas.
Una vez seguros dentro del estudio, miró alrededor y sonrió al reconocer quien seria su fotografo—. ¿Por qué no me parece raro que Zayn te hubiese contratado?
Louis sonrió, abandonando su trabajo con la camara—. ¿Que puedo decir? Soy irresistible para algunas personas.
—Eres insoportable —aseguró, volteandose para dirigirse a la sección de maquillaje y vestimenta—. Será mejor que esas fotografias salgan bien o patearé personalmente tu trasero, Tomlinson.
—¿Sabes? Normalmente cuando las personas llegan cuarenta minutos tarde a una reunión, se disculpan antes de comenzar a dar ordenes.
—Pensé que habiamos aclarado que no soy una persona normal, además, soy tu jefe, obedeceme.
El ojiazul bufó—. Seguro, jefe.
Dejandose caer en la silla ignoró al castaño cuando la estilista comenzó a trabajar en su cabello al instante. Otro flash rebotando del espejo le advirtio que Shane no habia abandonado su intentó con la camara, talvez debia pensar en obsequiarle una nueva. Si su bebé queria ser fotografo, entonces Harry pagaria todo lo que se necesitara para que lo lograra.
Veinte minutos despues, estaba listo, con su primer cambio de ropa, de pie frente al lente de la camara de Louis. Siguieron lanzandose comentarios en broma uno al otro pero la mayoria fueron sobre lo que estaban haciendo, bromas entre amigos.
Dos horas despues, Harry estaba agotado y aun no habian terminado con todo. Emma habia pasado para dejar a Ginger con Louis hacia un tiempo, ya que era su turno de cuidarla durante la tarde, por lo que Shane tenia alguien con quien jugar. Sanders se habia quedado dormido en un sofa de la esquina con la revista de modas que habia conseguido en sus manos.
—Mierda —Louis masculló, tocando los botones de la camara.
Harry lo miró con curiosidad—. ¿Que sucede?
—Mi camara se tildó.
—Eso es una señal del cielo para que renunciemos y nos vayamos a casa. —Harry aseguró.
Louis rió—. No, eso es una señal para que deje de usar tanto la maldita cosa y comience a utilizar la que compre nueva —negó con la cabeza, abandonando el intento de hacer funcionar el aparato—. Por suerte las fotos se copiaron automaticamente a la computadora.
—Me hubiese desmayado como una damisela si me hubieses dicho que debiamos hacer todo de nuevo.
—No, todo esta a salvo en la portatil —sonrió, guardando la camara dentro de su estuche—. Iré por la otra, esta en mi auto.
—Bien. —Harry se sentó al estilo buda en el suelo—. Ten cuidado con los periodistas.
—Ellos te siguen a ti, no a mi.
Harry lo observó marcharse por un momento antes de arrojarse de espaldas sobre la superficie donde habian armado el escenario para las fotografias. Estaba cansado, talvez si solo cerrara los ojos por un momento podria recuperar un poco de fuerzas. Solo un par de segundos y estaba seguro que todo seria más facil de superar.
El sonido del click y el flash en su rostro logró que frunciera el ceño, percatandose de que se habia quedado dormido—. Shane, deja la maldita camara.
Una risita que estaba seguro no pertenecia a su hijo le respondió—. Es hora de despertar, dormilón.
La voz cantarina de Louis logro que abriera los ojos, parpadeando repetidamente hasta que pudo enfocar con claridad. Lo primero que notó fue el pequeño peso en su pecho, al mirar hacia abajo, cabello castaño-rojizo le devolvio la mirada junto con largo cabello castaño oscuro y una respiración constante contra su cuello. No le costó demasiado darse cuenta de que Ginger se habia acostado sobre él mientras que su hijo estaba pegado a su lado con su rostro en su cuello.
Miró hacia Louis, quien sonreia con diversión—. ¿Cuando sucedio esto?
—Hace como una hora —hizo un gesto vago con la mano—. Cuando volví con la camara, estabas durmiendo y pensé en dejarte descansar, supongo que al verte ellos pensaron que era la hora de la siesta y se acomodaron.
Harry dejó caer la cabeza hacia atrás con una sonrisa y los ojos cerrados—. Creo que podemos adelantar la hora de la siesta.
—Debemos terminar las fotos, Harry, no es hora de...
—Shh, estamos durmiendo, no fastidies. —sacudio la mano en su dirección, rodeando a los dos pequeños con sus brazos antes de volver a dormir.
Escuchó la risita de Louis una vez más, acompañada de otro flash.
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