11. Coincidencias.
Zayn se deslizó en su lugar frente al desayunador y miró a Harry con curiosidad. El chico habia entrado a la cocina y sentado en su banco hacia unos buenos diez minutos, y no se habia movido de allí en todo ese tiempo. Su piel tenia un alarmante tono grisaseo que no parecia saludable, sus ojos tenian un aro rojizo a su alrededor y estaban levemente hinchados. Sus labios estaban arrugados en una mueca fastidiada y parecian estar agrietados, eso sumandole la apariencia de su cabello y su ropa arrugada habian logrado captar la entera atención del menor.
Chupando la cuchara de su cereal, el moreno no aparto su mirada de él en busca de algun movimiento humano de su parte. Estaba seguro de que el chico no habia parpadeado en ningun momento y por más ruido que habia hecho, sus ojos verdes no se habian apartado de la taza de zumo frente a él. Zayn miró a Liam quien estaba comiendo su desayuno a su lado, enviando miradas igual de preocupadas al chico, antes de volver a mirar al rizado.
En un acto de pura curiosidad, tomó la cuchara frente a él y se extendio sobre la mesa para pinchar la mejilla del ojiverde con ella. Harry gruño—. Wow, es como vivir con un extra de Walking Dead.
—Dejalo, la resaca esta anulando su humanidad en este momento —Liam advirtio—. Él hasta podria morderte si intentas tocarlo nuevamente.
—¿Cuanto crees que tarde en volver a ser un ser pensante?
Liam miró al chico por un momento, como si realmente estuviese analizandolo—. Creo que necesita un par de analgesicos y unas horas más de sueño antes de que eso suceda.
—Saben que estoy escuchandolos, ¿verdad? —gruñó Harry.
—¡Oh, mirá, el zombi habla, Li!
El ojimiel alcanzó a sacar a su bebé en el momento exacto en que el cubierto paso por el lugar donde la cabeza del menor habia estado. Acunando a su pequeño en sus brazos, miró hacia Harry con una mirada severa—. Tomate unos putos analgesicos y vuelve a la cama sino quieres que patee tu culo por hacer eso.
—Dijiste malas palabras. —señalo Zayn, aunque parecia ser solo una frase que no podia evitar soltar.
—Lo siento, cariño —Liam beso su cabello, sin dejar de mirar a Harry—. Haz lo que te pedi, Harry, hablaremos cuando despiertes.
El chico parecia todo menos contento con la orden pero al parecer su resaca realmente estaba anulando algunas de sus reacciones primarias, como era la de discutir ante una orden que Liam diera. Por lo general, él nunca le hacia caso por lo que se sorprendio un poco cuando el rizado tomo una botella de agua y unas pastillas, tragandoselas allí antes de arrastrar los pies hacia la puerta.
Liam espero hasta que el chico se hubo ido antes de soltar un sonido sorprendido—. ¿Él realmente acaba de hacer lo que le pedi?
—Creo que aun hay alcohol en su sistema. —Zayn parecia en el mismo estado de shock—. No veo ninguna otra explicación coherente.
—Ni siquiera voy a intentar entenderlo.
Zayn metió la cabeza frente a Liam cuando este sacó su celular, observó con el ceño fruncido como el chico pasaba un par de nombres en su lista de contactos antes de marcar uno. Su ceño se frunció al ver al chico escribir un lugar y una hora en un mensaje antes de enviarlo. Eso no estaba bien, sonaba como una cita, ¿Liam tendria una cita? Él no podia hacer eso, su cita siempre debia ser Zayn.
El moreno revolvió sus bolsillos y sacó su propio telefono pero no habia ningun mensaje en él. Miró a Liam con los ojos estrechados—. ¿A quien le mandaste ese mensaje? —interrogó—. ¿Tendrás una cita? ¿Con quien rayos vas a salir si no es conmigo, bruto infiel?
Liam rio, apretandolo en sus brazos y besando su rostro exageradamente a pesar de que Zayn estaba intentando huir de él—. Esos celos van a matarme un dia. —bromeó, deteniendose para mirarlo directamente—. No tendré una cita con nadie, bebé, a menos que quieras salir a algun lugar conmigo.
—No intentes distraerme —gruñó—. ¿Para quien fue el mensaje?
—Para la primer cita de la semana de Harry.
El moreno parpadeo—. ¿Uh?
—Que lindo eres cuando estas confundido. —Liam musitó con voz tonta mientras frotaba sus narices juntas, dejando pequeños besos en los labios del menor.
Zayn rió tontamente, aferrandose a los hombros del castaño para poder acercarse para un beso de verdad. Liam no dudo un segundo en cederselo, apretando sus brazos a su alrededor y pegandolo más a su cuerpo mientras intensificaba el beso, ganandose un gemido del más pequeño.
Rompiendo el beso, el moreno jadeo por un momento, aturdido antes de fruncir el ceño hacia Liam—. Aun no me has dicho lo que sucede.
—Sucede que Harry ha dejado su vida amorosa en mis manos y pienso reparar los errores que ha cometido.
—¿Que harás? —parpadeo.
—Voy a citarlo con algunos de mis amigos, alguno de ellos tiene que agradarle.
Zayn medito eso por un momento—. ¿Quien será su primera cita?
—Michael.
—¿El del cabello de colores? —parpadeo—. ¿Realmente crees que tengan algo en común?
—Para nada pero estoy muy seguro de que se harán amigos, Mike tiene un talento especial para hacer reir a las personas por lo que espero que al menos pueda levantarle el animo.
El moreno asintió suavemente—. Creo que esta bien.
—Bien —dejó un beso en su frente—. Ahora ve a alistarte, llevaremos a Harry al medico para un chequeo en cuanto despierte.
Bajando del regazo de Liam, Zayn corrio por las escaleras a su habitación y cerró la puerta detrás de él. Una vez que estuvo solo, sacó su propio telefono y busco entre sus contactos antes de marcar el numero que habia agregado a su lista hace poco tiempo.
—¡Hola, Lou! —saludo—. Tengo que contarte algo.
(...)
Haciendo un sonido parecido a un gruñido, Harry subio a la balanza y esperó a que la enfermera frente a él mirara la pequeña pantalla. Ella chasqueo los labios, sacudiendo la cabeza suavemente mientras escribia en la tableta en su mano. Con miedo a lo que veria, Harry miró la pequeña pantalla e hizo una mueca. Estaba pesando al menos ocho kilos menos de los que deberia, joder, ¿como habia llegado a eso?
—Puedes ponerte nuevamente tus zapatos —indico la mujer—. Una de nuestras psicologas esta esperandote en el consultorio 7, ve directo allí luego de volver a vestirte.
Asintiendo, vio a la palida mujer salir por la puerta mientras calzaba sus zapatos nuevamente. Le habian hecho todo tipo de estudios, tantos que ya comenzaba a sentirse un poco ultrajado. De igual manera, sabia que la psicologa era el último paso para que pudiese volver a casa y seguir durmiendo como deseaba. Dios, queria tanto solo seguir durmiendo hasta que sus parpados se rajaran y el sol se volviese verde.
Una vez vestido nuevamente, se arrastro hacia el consultorio indicado y golpeo suavemente sus nudillos sobre la puerta. La mujer que lo atendio aparentaba tener mas o menos la edad de su propia madre. Con el cabello castaño atado en un moño desordenado y lentes colgando de la punta de su nariz. Sus ojos claros eran simpaticos cuando lo miró.
—¿Harry Styles? —preguntó con voz tranquila.
—¿Esperaba a alguien más? —bromeo.
Ella sonrió—. Bueno, tenemos un bromista por aquí —hizo una seña hacia adentro—. Al menos le pondras un poco de color a mi dia.
—Oh, lo siento, olvide mi bandera de arcoiris, que use en el desfile del orgullo gay, en mi casa. —se sentó en la silla indicada.
—Además de bomista, listillo. ¡Vaya, he ganado la loteria!
Harry rio suavemente, mirando a la mujer—. ¿Que debo hacer ahora?
—Bueno, yo sé tu nombre pero tu no el mío —ella sonrió, extendiendo su mano en dirección al rizado—. Johannah Poulston pero puedes decirme Jay.
—Puedes decirme Hazz —aceptó el saludo, sonriendole.
Ella realmente le agradaba, aunque sus ojos azules realmente lo ponian un poco nervioso y le daban tranquilidad al mismo tiempo, ¿no era eso extraño?
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