03. Indiferencia.
Harry se aferró al lavabo con fuerza, observando su reflejo en el espejo como si en cualquier momento fuese a salir del mismo y golpearlo. Sus nariz y ojos estaban enrojecidos, estos últimos brillaban por las lagrimas que el ardor en su garganta le habia producido. Se sentia como una mierda mientras más se miraba, era como si la persona en el espejo estuviese juzgandolo de alguna manera. Lo que era totalmente absurdo pero aunque se lo repetia mentalmente, no llegaba a creerselo totalmente.
Sacudiendo la cabeza, alcanzo su cepillo con un movimiento brusco y comenzó a pasarlo por su boca con más energia de la necesaria. El fuerte sabor acido que seguia adherido a su boca se mezclo con la pasta dental mentolada, lo que era aun más asqueroso a su parecer. Con un gruñido frustrado, escupió la espuma y se enjuago la boca con rapidez. Esto se estaba convirtiendo en una rutina que no le agradaba, era como si cada dia empeorara más.
Dando un paso atrás, pasó una mano por su pecho, notando las suaves curvas de sus costillas y aparto la mirada. Debia parar esta mierda antes de que realmente se enfermara, ya comenzaba sentir los cambios en su estado fisico. Solo debia detenerse, era facil, solo debia hacerlo.
—¡Harry!
La voz de Zayn traspasó la habitación y llegó a hasta él seguido por los golpes bruscos en su puerta. Soltando un suspiró, pasó una mano por sus disparatados rizos, intentando arreglarlos un poco antes de voltearse y tomar una camiseta, pasandola rapidamente sobre su cabeza. Atrapando su chaqueta y lentes en el camino, se dirigio a la puerta mientras más gritos y golpes hacian eco en el lugar.
—¿Por qué tienes tanto apuro, enano? —preguntó, colocandose los lentes de sol antes de mirar hacia abajo, al rostro de Zayn.
—Tengo hambre —aseguró. Harry bajo los lentes para que notara su ceja alzada logrando que el moreno se revolviera nervioso—. Bien, tengo muchos chismes que contarle y necesito que te muevas o voy a estallar, realmente, realmente necesito ir allí y decirle a Niall un monton de cosas que he pensado en decirle por telefono pero necesitan que yo le explique con mis manos para que logré entenderlo y...
Harry cubrio su boca con la mano, deteniendo su discurso y la forma en que saltaba en su lugar—. Entendi, realmente necesitas ir allí. Así que, vamonos.
Zayn saltó en la punta de sus pies antes de revolver sus bolsillos y sacar un juego de llaves, tendiendoselos—. Te compre algo.
—¿Me compraste un auto? —parpadeo, tomando las llaves.
—¡Si! —lo tomó de la mano, arrastrandolo por el pasillo hacia las escaleras y la primer planta—. Es genial, yo lo elegi y es perfecto para ti, lo sé, te va a encantar.
El rizado lo miró con desconfianza, preparandose para lo que seguramente seria la desilusión del año. Zayn siempre tenia buenas intenciones pero su gusto era realmente malo cuando intentaba hacer un regalo, el pantalon con ponis escondido en su closet era una prueba de ello.
Su mandibula golpeo su pecho cuando visualizo el convertible azul estacionado frente a la casa. El maldito automovil era una belleza y joder, Harry se enamoro a primera vista de la maldita cosa. Zayn saltó a su alrededor, riendo suavemente.
—¡Te gusto, te brillan los ojitos, si te gusto! —canturreo antes de detenerse a su lado y suspirar—. Soy un buen amigo.
—Si lo eres —lo atrapo en un abrazo, moviendolo a los lados—. Dios, creo que te amo, gracias, gracias, gracias.
Zayn rio como un niño pequeño—. De nada, ¿esto compensa los pantalones que te regale?
—Esto compensa mi vida entera, Zayn.
Harry dejo al moreno en el suelo y se acercó, arrojandose sobre el capó del auto y besando el objeto inanimado.
—Veo que si le gusto tu obsequio. —la voz de Liam llegó desde algun lugar a su espalda pero no le presto atención, demasiado ocupado amando a su nuevo auto.
—¡Si le gusto! —vio al moreno saltar a los brazos del castaño por el rabillo del ojo—. Soy bueno eligiendo obsequios, finalmente soy bueno.
Liam rio suavemente, apretando a su pareja en sus brazos—. Eres increible, bebé.
—Tu solo lo dices porque para tu cumpleaños me disfrace de... —un beso silenció lo que fuera que el moreno iba a decir.
Liam rompio el contacto momentos despues, sonriendo con adoración a su pareja y logrando que el estomago de Harry se revolviera de celos. Dios, él queria tanto algo así. Queria que alguien lo amara, talvez su nuevo auto podria amarlo. No lo culpen, realmente estaba desesperado por amor.
—Cuida de mi bebé o te corto la garganta, Harry —Liam advirtio, dejando a Zayn dentro del auto y abrochando el cinturon de seguridad a su alrededor—. Llenamos el tanque antes de traertelo así que no necesitaras gasolina, solo conducirlo. Ten cuidado.
—Lo tendré —aseguró, apresurandose para acomodarse detrás del volante—. Traere a tu bebé en una sola pieza, lo prometo.
—Más te vale. —se inclinó, besando nuevamente a Zayn antes de apartarse—. Tengan un bonito día, Sanders va a seguirlos en otro auto pero no va a interferir en su dia, no se alejen de él, no quiero que nada malo les pase.
—No lo haremos —Harry masculló mientras giraba la llave, el auto arrancó en un instante—. Oh dios, escucha como suena, es musica para mis oidos.
Zayn rió a su lado—. A él realmente le gusta este auto.
Harry murmuró su acuerdo, abrazando el volante antes de despedirse de Liam rapidamente y sacar el auto de la entrada. Él realmente estaba amando la maldita cosa, más aun cuando Zayn puso musica en la radio y ambos comenzaron a cantar a los gritos mientras el viento agitaba su cabello y reian a carcajadas de cualquier cosa. Hacia mucho tiempo que no se sentia tan bien.
Llegaron a su destino demasiado rapido para su gusto pero estuvo agradecido de haberse detenido cuando Zayn se bajo del auto y corrio hacia el locar, canturreando: No debi tomar esa soda, no debi hacerlo.
Riendo entre dientes, se bajo del auto y quitó los lentes, empujandolos sobre su cabeza antes de mirar a su alrededor. El sol golpeo su rostro mientras cerraba los ojos, la brisa calida fue una sensación bienvenida luego del mal comienzo de su mañana. Necesitaba concentrarse en otra cosa por un momento y olvidar que su peso estaba por debajo del aceptable por unos buenos cinco kilos.
—¿Harry? —la voz suave lo hizo sonreir.
Abriendo los ojos, miró a su izquierda para ver a Niall caminando en su dirección con una sonrisa plasmada en su rostro. Harry lo jaló a un abrazo en cuanto estuvo cerca—. Dios, Niall, hace demasiado tiempo que no te veia.
Niall se alejó y le sonrió—. Te ves increible, Harry.
—Tu tambien te ves bien.
La sonrisa de Harry se perdio un poc pero se negó a que sus sentimientos contrariados se mostraran, repitiendose mentalmente que estaba listo para eso desde hace un tiempo. Así que solo mantuvo la sonrisa en su rostro—. Es bueno verte tambien, Louis.
—Lo mismo digo.
Un silencio incomodo se prolongo entre ellos hasta que Niall palmeo sus manos, llamando su atención—. ¿Donde esta Zayn?
Eso hizo la sonrisa de Harry verdadera mientras se empujaba lejos del auto—. Se tomó una soda entera antes de salir y tuvo que correr al baño —hizo un gesto para que entraran al local—. Ese chico es como un niño pequeño.
—No ha madurado nada, ¿verdad?
—Nop —Harry mantuvo su mirada en el suelo, como Lucy le habia enseñado, y se dirigio directamente al fondo del lugar y a la mesa más apartada—. Sigue siendo el pequeño bebé de Liam y no creo que cambie pronto.
Un alboroto cercano le hizo levantar la mirada para ver a Zayn siendo asediado por un grupo de adolescentes. Soltando una maldición por lo bajo, se acercó a ellos con una sonrisa y se vio obligado a sacarse un par de fotos antes de finalmente lograr sacar al moreno de las manos ansiosas de las feminas.
—Te he dicho mil veces que no dejes que te reconozcan. —lo empujó a la silla a su lado—. Ten más cuidado la proxima vez.
Louis silbo frente a ellos, llamando su atención—. Así que realmente viven una vida de fama con todo lo que conlleva.
El rizado lo observó por un momento, deteniendose en la suave barba que cubria su barbilla y sus ojos azules que parecian más cansados que la última vez que los habia visto. Louis no habia cambiado mucho más allá de su cabello más corto y su forma de vestir más madura que antes, los tonos oscuros destacan su piel bronceada. Pero seguia siendo el mismo chico que le habia roto el corazón hacia tres años, él mismo que Harry se habia comprometido a superar.
—Si, aunque la atención es excesiva a veces, es increible estar donde estamos. —respondió con voz plana, encerrando sus emociones en una caja hasta que supiera lo que sentia exactamente.
La indiferencia seria su aliada en ello y se aferraria a ella mientras averiguaba lo que haria.
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