Era la hora de decirle la verdad a Tom, el por qué lo había dejado, todo lo que había hecho en su ausencia. No me sentía lista, pero... él tenía derecho de saberlo.

—Bueno yo...—comencé a decir—decidí dejarte, porque... no sé, sentía que merecías más de lo que te puedo dar, me sentía cosa, yo no te merecía—murmuré.

—Amor—dijo Tom—aun que tu no lo creas, yo también me siento poca cosa a tu lado, eres una mujer increíble.

Una sonrisa tímida se dibujó en mis labios y me ruborice.

—Bueno, después de que nos regresáramos, mis padres me llevaron con un médico que me operó y así pude volver a caminar. La verdad es que yo todo este tiempo también me sentía muy mal y te extrañaba demasiado. El tiempo pasaba y bueno... yo técnicamente me quede sin amigas, ellas se quedaron aquí. Un día que salí a pasear con mis padres y... conocí a un chico—pude ver la molestia de Tom— no te enojes, jamás dejé de pensar en ti, si quieres pregúntale a Trent. —le hablaba para preguntar por todos, pero en realidad solo quería saber sobre ti.

—La verdad no sabes fingir—dijo Trent—sabía que solo hablabas para preguntar por Tom.

—Bueno, los meses pasaron y salía con aquel chico, solo como amigos, se convirtió en un buen amigo y... la noche que Trent me hablo, Nate fue a mi casa a ver pelicular y... él... bueno... ammm.... casi me besa—murmuré y vi como Tom se puso rojo de la ira.

— ¡¿Qué?!

—Sí, si Trent no hubiera hablado yo... yo no sé qué hubiera pasado—bajé la mirada.

— ¿No sabes que hubiera pasado? Desde el jodido momento en que se acercó a ti desviste alejarlo.

—Lo sé, Tom. Solo que tú y yo no éramos... no somos nada...

—Vaya, pues que bien aprovechas tu libertad—dijo con sarcasmo.

—Tom, pero yo no lo amo a él, al único que amo es a ti. —Tom estaba tan molesto que volteo a ver a otro lado, me volví a sentar en la cama y tomé su rostro entre mis manos para hacerlo verme. —Te amo, Tom, olvida todo lo que dije esa noche por que desde el momento en que te dije que no te amaba todo fue una gran y horrible mentira. Te amo, Tom, eres el único en mi vida, amor—le di una dulce sonrisa.

Acerqué mis labios a los de él y simplemente los rocé, él se desesperó y puso mi mano en mi nuca y me atrajo a él para besarme con todo su amor.

—Eres mía, no lo olvides. —murmuró sobre mis labios.

—Yo soy tuya y tú eres mío.

—Para siempre.

Tom y yo escuchamos la puerta de su habitación, cerrarse. Trent habíasalido sin decir nada, nosotros nos reímos y volvimos a besarnos. Al fin estábamosjuntos y no nos volveríamos a separar jamás.