𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚞𝚗𝚘
Capítulo 21
Me engañaste, DaHee
TaeHyung se ha encargado de que coma todo, por la mitad del plato comencé a sentirme lenta, todo parecía más...liviano, como si estar secuestrada por mi novio no fuera la gran cosa. No podía siquiera mantenerme de pie por mí misma, tal como esperaba, la comida tenía algo. Tae deja la bandeja con el plato vacío a un lado de la cama, los sonidos parecen tener eco, escucho de forma distorsionada, aunque la voz de TaeHyung la escucho claramente.
—Será mejor que cambiemos tu camisa, se ha ensuciado—lleva sus manos al borde de ésta levantándola hasta sacarla por mi cabeza. Mi cuerpo cae hacia atrás en la cama sin tener control en él.
Estoy en brasier, totalmente a su merced.
—Déjame...volver a casa, por favor—suplico.
—En tu bolso creo que vi otra camisa, iré a buscártela.
—TaeHyung—intento levantarme de la cama. Escucho sus pasos alejarse, no puedo darme por vencida, me deslizo cómo puedo al suelo arrastrándome, me siento mareada y pesada. Sosteniéndome de la columna de una pared logro estar de pie, me tambaleo hacia adelante hasta estar cerca de las escaleras de madera. La puerta del sótano está abierta, subo los escalones casi a rastras, no sé de donde estoy sacando fuerzas, no pensé que fuera fuerte.
Llego a la cocina parpadeando varias veces, mi vista está tornándose borrosa, hay una puerta que da hacia el exterior, cuando intento abrirla unos brazos me sujetan por detrás abrazándome.
—¿A dónde vas, amor? —besa mi mejilla haciéndome retroceder.
Mi momento de fuerza ha terminado.
—Necesito...volver, por favor.
TaeHyung me coloca una nueva camisa, me carga en brazos regresándome a ese sucio sótano. Sollozo sin evitarlo sintiéndome atrapada por completo, me recuesta en el colchón acariciando mi cabello.
—No llores, ya verás que todo estará bien aquí—besa mi frente—Ahora somos una familia, tendremos nuestra propia familia, ya verás.
Con la droga sobre mí siento mis párpados pesados, poco a poco dejo de escuchar permitiendo que la oscuridad me atrape.
▪︎▪︎▪︎
Despierto por la mañana en aquel colchón en el suelo, tengo de nuevo la cadena en mi tobillo, el chico la había quitado ayer cuando notó que no podía mantener el equilibrio, no era estúpido, sabía que iba a escaparme sí o sí. Miro el sótano distinguiendo cajas en un rincón, hay una mesa vieja con algo de polvo, debajo de las escaleras hay una puerta la cual Tae dijo ayer que era el baño. Hay mucho silencio, no sé si estoy sola en la cabaña o él sigue durmiendo.
Me quedo mirando las ventanas cerca del techo por unos minutos, ¿Y si intento abrir una de ellas?, me levanto de la cama haciendo una prueba, la cadena me deja moverme hacia la pared frente a mí, tomo una silla vieja colocándola de base, para tomar una de las cajas me cuesta debido al tobillo, debo estirarme lo más que puedo logrando alcanzar sólo una. No es pesada, pero el cartón es duro. La coloco sobre la silla subiendo a ella, todavía me falta un poco más.
Salto sosteniéndome del borde aplicando fuerza en mis brazos, la ventana está frente a mí, si alcanzo a abrirla podría escapar, podría arrastrarme. Mi corazón se detiene al escuchar la puerta del sótano.
—Mierda.
Me bajo de la caja y la silla corriendo al colchón, acostada allí me maldigo mentalmente por no quitarlas de allí. Espero que Tae no lo note. Lo veo aparecer un poco somnoliento, restriega sus ojos bostezando.
—Buenos días—dice acercándose al colchón— ¿Dormiste bien?
"Perfecto, no te imaginas cuanto"
—Sí, acabo de despertar—finjo bostezar. Toma asiento en el colchón sonriéndome un poco.
—Quiero que desayunes conmigo arriba.
—¿Ah?
—Confío que no intentarás escapar, eres muy inteligente, no arriesgarías tu vida en algo tan estúpido—ese tono dulce me asusta más que el serio—¿Tienes hambre?
—¿Por qué no...dejas que cocine para ti? —si no lo tengo sobre mí viendo que haré, podría salir.
—Pensé que te gustaba cuando yo cocinaba.
—Me gusta, pero...has hecho tanto por mí que ahora es mi turno—sonrío muriendo por dentro. Tae sonríe más contento asintiendo.
▪︎▪︎▪︎
Mi cuerpo debe moverse para preparar el desayuno, pero mi mente está en esa puerta que da hacia el exterior. TaeHyung dijo que estaba cerrada con seguro para evitar que animales entren (aunque sé que es para evitar que yo salga), tomo uno de los cuchillos acercándome a dicha puerta, hago la prueba en la cerradura regresando rápidamente a mi puesto cuando lo escucho regresar.
Me abraza por detrás besando mi mejilla.
—¿Necesitas ayuda? —susurra en mi oído.
—Puedo hacer panqueques por mi cuenta—mantengo la calma, aunque sea difícil.
—Me siento más tranquilo ahora que estás aquí, DaHee—lo siento acariciar mi cintura. Mi calma tambalea ante eso—No tengas miedo, aprenderás a quererme tanto como yo a ti—besa mi cuello.
—Debo terminar el desayuno—intento alejarme sin mucho éxito, el agarre de TaeHyung se aferra a mí dejando en claro que no me mueva.
—Seremos la familia perfecta.
—¿Tus padres me aceptarán? —le sigo su locura.
—No te preocupes por ellos—sigue besando mi cuello, sus manos están introduciéndose por debajo de mi camisa—Mi madre murió cuando era niño, mi padre la empujó en una discusión y ella recibió un fuerte golpe en su cabeza—me quedo quieta colocando atención a la historia.
—¿Querías mucho a tu madre?
—Como todo niño ama a una madre—me hace girar quedando frente a él—Su cabello era muy bonito como el tuyo, caía hasta su cintura—acomoda algunos mechones de mi cabello—Tenía unos ojos dulces, labios rosados y siempre me cuidó a pesar de los maltratos de papá—evalúo su reacción. Este chico tiene una gran obsesión debido a la muerte de su madre—La primera vez que te vi me recordaste a ella y cuando me defendías de tus amigos supe que eras la indicada.
"El oso en mi habitación"
—¿Qué pasó con tu padre?
—Lo asesiné—se encoge de hombros—Y me gustó hacerlo, nadie sospecharía de un niño de diez años—deposita un corto beso a mis labios. Beso que quiere alargar y yo no quiero seguir.
El timbre de la cabaña suena, Tae cubre mi boca con su mano advirtiéndome con la mirada.
—No me provoques, DaHee—advierte.
Asiento viéndolo irse, me acerco a la ventana de la cocina encontrando una patrulla. ¡Una patrulla de la policía!, me quedo de piedra cuando el oficial entra a la cocina seguido de TaeHyung.
—Buenos días, señorita—hago una reverencia.
—Cómo le dije oficial, no hay problema por aquí.
—¿Sucedió algo? —finjo no saber.
—Las cabañas de este estilo siempre tienen problemas con los cazadores, en ocasiones suelen entrar a generar problemas—Tae disimula caminar alrededor cerrando la puerta que da al sótano. El oficial me hace un gesto con sus cejas, muevo los labios sin generar ruido suplicando ayuda—¿Sólo están ustedes dos?
—Sí, señor—responde Tae.
—¿Qué le pasó en el rostro, señorita?
Llevo mi mano a mi mejilla haciendo una leve mueca de dolor. TaeHyung viene hacia a mí rodeando mi cintura, inevitablemente me tenso.
—Suelo caminar dormida y...podrá imaginarse lo que ocurrió—finjo una sonrisa.
—Mi novia es sonámbula algunas noches, oficial—Tae es un gran actor.
El hombre no lo creyó, se le nota en su expresión, su radio comienza a hacer sonidos, se disculpa retirándose de la cocina respondiendo al llamado. Tae no me suelta todavía, pero puedo ver como una de sus manos toma el cuchillo cerca suyo.
¿Qué está haciendo?
—TaeHyung—susurro. Me ignora pasando a mi lado, intento detenerlo tomando su brazo, en cambio me empuja aferrando su mano al cuchillo—¡No lo hagas! —corro hacia él quedando horrorizada por lo que hace.
El cuchillo se introduce en la espalda del oficial y éste cae al suelo. TaeHyung no se detiene volviendo a repetir el procedimiento, esta vez en su pecho. La sangre salpica volviendo la imagen más aterradora de lo que es, cuando se detiene respira agitado con gotas de sangre en su camisa, estoy paralizada por completo. La radio suena con un mensaje claro:
—Ya estamos llegando, distrae al chico un poco más. Voy con los padres de la chica.
Ahora entiendo porque lo asesinó, sabía que algo no iba bien. Sus ojos oscuros me miran y mi cuerpo despierta, corro hacia la puerta principal, apenas salgo de la cabaña TaeHyung me atrapa empujándome al suelo. Se coloca sobre mí tomando mi cuello con una mano mientras con la otra mantiene el cuchillo manchado en sangre del oficial.
No puedo respirar.
—Me engañaste, DaHee—golpeo su mano necesitando aire, mis ojos van al cuchillo y luego a su rostro, no quiero morir así—No quería hacerte esto, pero debo hacerlo.
Cierro con fuerza mis ojos escuchando un disparo en seco. El oxígeno regresa a mis pulmones, Tae cae de espaldas hacia el suelo con un disparo en su pecho, miro hacia atrás encontrando a mis padres con dos policías más.
—¡DaHee! —me levanto y corro hacia mamá sollozando.
—Lo siento, debí escucharte, tenías razón, él no era bueno.
—Tranquila, tranquila—papá me abraza también.
La pesadilla ha terminado. Sin soltar a mamá puedo ver a TaeHyung en el suelo con sus ojos cerrados, estuve cerca de la muerte y no puedo evitar imaginar a NaHee hace un año en mi situación. Mi llanto se hace más fuerte, estoy viva gracias a mis padres.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro