Sherlyn

Luego del momento íntimo con Derek me bañe y baje a comer algo porque realmente tenía hambre.

Estaba tranquilamente sentada en la isla de la cocina cuando la fastidiosa voz de mi madre resuena por toda la sala.

— Quítate esa porquería y ponte un vestido sensual, vamos a visitar a tu futuro esposo—indiferencia en su voz eso era lo único que había, pero ya no es algo que me moleste.

Cuando era una niña eso si me afectaba demasiado, por eso ahora me vale todo y en especial ellos en este mundo soy yo y solo yo.

Flashback

— Miren papis—sonreí enseñándole un pajarito que sostenía. Los mire esperando una respuesta de su parte pero lo único que recibí fueron gritos.

— ¡Quita ese bicho! ¡Tú querías una heredera ahí la tienes, a mí no me digas que la cuide!—grito mi madre a papá con rabia.

— Mami ¿por qué dices eso?—pregunte casi en un susurro.

Asustada, así estaba.

Se agacho hasta mi altura y paso sus dedos por mi cara acariciándome— No es eso cariño— sonreí feliz— es que papi violo a mamá y le hacia así— dio golpes en mi cara con un poco de fuerza—. Vez ¿te duele?— asentí frenéticamente— bueno a mí me dolia el triple, por eso mami no te quiere. Eres una bastarda.

Me empujó y caí en el piso golpeando mi cabeza, mis ojitos pesaban y los cerré.

Fin del flashback

— Te di una orden ¡Cúmplela!

— Ya voy su alteza— hice una reverencia burlona y seguí mi camino hasta mi cuarto.

Bajaba las escaleras a paso apresurado tratando de no caerme, ya que mis padres me estaban apresurando.

— ¡Joder, ya voy!— gritó cuando me llaman por mi nombre completo, frustrada por su insistencia sigo bajando las infinitas escaleras. Como si conocer al viejo ese fuera tan importante, quizás para ellos sí, pero a mí no me interesa en lo más mínimo saber de su existencia.

Lo más probable es que lo aniquile después de casarme con él.

Algo que no soporto es estar encerrada, y aunque aquí lo estoy, a mis padres no les importo, puedo salir cuando lo necesito y quiero, y si estoy encerrada en el sótano o en la habitación simplemente escapo.

Llego a donde me esperan mis padres que me miran con molestia por mi demora, pero no es mi culpa que me hallan mandado a limpiar el puto vino que mi madre derramó. Ni que no hubiera sirvientes, claro pero humillar a su hija va primero que todo.

Sonrío con cinismos y paso por su lado ignorándolos. Camino en dirección a la puerta de salida pero las manos de mi padre me detienen.

Bufo y me giro para verle su estúpida cara que me mira con severidad— Sherlyn ni intentes pasar sobre nosotros, créeme no te saldrá bien.

Lo miro y luego bajo la vista a donde su piel me toca, me deshago de su agarre y veo su cara con repulsión.

— Dudo que eso suceda, lo he hecho tantas veces que ya sé hacerlo a la perfección, y ustedes fijándose en el brillo de su corona ni siquiera se han dado cuanta, al menos que se lo digan, claro— me encojo de hombros.

Salgo por la puerta y camino hasta una carroza que la llevan unos hermosos caballos blancos y con un pelo negro azabache que resalta el color de su cuerpo.

Me subo y el vestido ocupa todo el espacio restante, y realmente lo agradezco. Así los reyes no tienen que venir conmigo.

Miro hacia mi vestido lila y ostentoso que obviamente mi madre mandó a las empleadas a elegir algo para esta ocasión. Paso mis manos por este alisándolos en la zona de mis piernas.

Suelto un gemido de dolor cuando mis dedos pasas al costado de mi pie, tomo una esquina del vestido y con disimulo lo levanto dejando ver la zona que hace unos segundos me hizo retorcer.

Pude imaginar cualquiera otra cosa ¿pero esto? Me ha dejando paralizada y excitada. Los dedos de Derek en mi piel dejaron marcas rojizas, sonrío inconscientemente y las delineo lentamente

Pienso en su rostro, en su cuerpo, sus músculos, su pelo, en esos labios rosados que me hacen suspirar más de una vez, sus ojos que cuando me miran se vuele en una tormenta de emociones, en su...

Joder este chico me tiene jodida.

Suspiro queriendo sacarlo de mi mente. Miro a mis costados y fácilmente consigo mi objetivo, la vista de un bosque con tonos rojos y naranjas me recibe, camino de piedras que resplandecen bajo la mirada del sol, pasamos por un puente y puedo divisar un río cristalino.

El hombre que maneja la carroza está a una distancia lo suficientemente alejada de mí como para bajar de esta cosa y él no sepa que haya escapado. Lo más probable es que le corten la cabeza por perderme de vista, pero poco me podrías importar.

Me corro lo que más puedo hacia la esquina. La carroza afloja la velocidad para poder pasar por este camino y es el momento perfecto, abro la puertita y salto por esta rápidamente.

El chico no se percató de nada y eso es una victoria.

Acomodo el vestido y me dispongo a correr al medio del puente, necesito calmarme y regular mi respiración.

Corro como alma que lleva al diablo hacia mi destino.

Al llegar al lugar freno en seco observando la hermosa vista que hay frente a mí.

— Es más hermosa de lo que escuche— en realidad no miento, había escuchado hablar de este lugar muy bien pero verlo, vivirlo y sentirlo no se compara con nada.

Ya sabiendo cada rincón de memoria bajo del puente para acercarme al río. Me asomo a este y puedo observar mi reflejo.

Quito mi vestido con lentitud y lo dejo caer por mi torso y pies quedando solo con unas bragas.

Camino con despreocupación al agua y el contacto de esta en mi piel me eriza completamente, es tan relajante como me acaricia con delicadeza.

El río tiene una temperatura agradable, en estos tiempos debería de estar congelado o con el agua helada, pero realmente está calentita.

Camino hasta el medio y cuando mis pies no llegan al fondo me sumerjo y nado, entrando a las profundidades del bosque.

Si aquella vista me parecía hermosa esta no tiene palabras de descripción. El follaje de los árboles tapa la mayoría de luz que debería entrar y el color de las hojas pintan de una forma maravillosa el río.

Me quedo flotando pensando en mi vida. Debería huir de este pueblo, perderme y que todos se olviden de que existía una princesa. Que mis padres olviden que tenían una hija, la vida sería mucho mejor, hubiera sido bueno nacer en otra familia, una que si me quiera, me mime, me atiendan, simplemente que me cuiden. Hasta no haber nacido sería mejor que llevar mi vida.

Este es el momento.

Siento como pierdo la conciencia después de unos segundos, los espasmos de mi cuerpo, mis pulmones arden pidiéndome oxígeno, tengo el corazón acelerado y mi mente en otro lugar, en mis mejores recuerdos. Cuando me presentaron a Mia, montando mi primer poni junto a ella, corriendo por los campos de flores rojas y en Derek. Me duele el pecho y no es por la falta de aire sino más bien por todo los que dejaré atrás, esos que si me quieren, en como extrañaré el contacto de él en mí. Nunca lo admitiría en voz alta pero he llegado a tomar cierto cariño por ese chico.

Nota de autora🩰

Siento no haber actualizado en mucho tiempo pero mi antiguo teléfono murió. A partir de ahora las actualizaciones no serán tan seguidas, ya que estoy trabajando en otro proyecto que pronto les mostraré.

Hasta otro capítulo mis vampirilis🍷