🔪Capítulo 14 🔪
"Escuchar tus gemidos cuando te penetro es arte, escuchar tus gemidos cuando penetro tu piel con una navaja es simplemente poesía"
Leine.
Me gusta la paz.
sobre todo esa que queda tras cortar la garganta de alguien; quien desangrándose lentamente cierra los ojos, para sumirse en un total silencio.
Perfecto...
Definitivamente hoy le daría paz a este infeliz.
El sonido de la piel desgarrándose mientras mi cuchillo entra en su abdomen, sumado a sus gritos, casi me la ponen dura de excitación.
Siempre me gustó la idea de ser quien decide si una vida continúa o es el momento de dejarla ir.
Podía jugar con las personas como piezas de mi tablero, podía elegir quien vivía y quien no.
Y eso definitivamente me excitaba.
No me considero una persona enferma, simplemente mi mente es superior al resto, siempre adelante, siempre llevando la ventaja.
Mi teléfono comenzó a vibrar cuando sacaba el cuchillo del estómago del chico delante de mí.
El susodicho no dejó de lloriquear mientras sus ojos comenzaban a apagarse lentamente.
—¿Por qué no contestas, te la estabas jalando?—escuché la voz de un Klaus desesperado al otro lado de la línea .
Miré mis manos antes de responder lo obvio.
—Tenía los dedos llenos de sangre, así el táctil no funciona.—sabía que no podía verme sin embargo me encogí de hombros mientras limpiaba mis dedos.
—Tenemos un .... problema.—
murmuró como intentando que nadie lo escuchara, lo que era tonto, ya que la mansión Sloan era enorme.
Eran pocas las veces que Klaus actuaba de esa forma, siempre admire su capacidad para mantener la calma.
—Necesito que vengan a casa, mis padres han llegado y hay un problemita que necesito me ayuden a resolver, estoy llamando al teléfono de Kasia pero no atiende.—Lleve mi mano a la barbilla.
Oh, ahora todo tenía más sentido.
Theresa y Gabrielle Sloan, empresarios multimillonarios y unos completos hijos de puta.
Se casaron por conveniencia, de sus familias obviamente, lo cual les trajo un matrimonio Infernal, sumado a los gemelos, que desde pequeños fueron una simple carga para ellos, o más bien una pieza que jugar en su debido momento.
—Cuando la princesa termine la sesión fotográfica vamos, todo lo que diga su majestad.—ironicé.
—Bien.—Colgó la llamada y observé a la rubia que seguía arrodillada en una posición extraña tomando fotos al otro sujeto .
—¿Terminaste Julieta? Tu Romeo nos necesita.
—Aún no.—Mordió su labio concentrada en la labor que llevaba a cabo.
Las luces del flash eran lo suficientemente molestas, se debía a que llevaba días con un terrible dolor de cabeza que me tenía de mal humor.
Dolor de cabeza con placa de sheriff entrometido.
—¿No crees que ya tienes suficientes?
—Nunca es suficiente, además, no me hace fácil el trabajo si no colabora.—Lo señaló con el dedo e hizo un puchero.
Rodé los ojos.—Pequeña malcriada.
—Ya escuchaste a la señorita, sonríe para la foto que tenemos cosas que hacer.
—Están locos—escupío sangre.
—Que aburrido eres, seguro tienes feos dientes y por eso no sonríes—Hice gesto pensativo.—Pero, no te preocupes, puedo ayudarte con eso.—Guiñe un ojo y llegué con pasos firmes hasta el tonto que seguía atado de manos y pies en la celda.
Se había metido con quién no debía.
Ella era mía.
Nadie más que yo, tenía el derecho de molestar a Aria.
Pensé en la relación de Klaus, el haría todo por ver feliz a Kasia, incluso ayudarla con sus tontas fotografías.
Yo podía matar por Aria, es casi lo mismo.
¿o no?
Sin dudarlo saqué la navaja suiza de mi bolsillo trasero y comencé a cortar en los extremos de la boca mientras escuchaba como mi ex compañero de clases gritaba del dolor.
Llena de satisfacción, la rubia coqueta se acercó batiendo sus pestañas y dibujo con la misma sangre del chico una enorme sonrisa en su rostro.
Aunque con el corte que le había dado, la tendría eternamente, o al menos hasta que nos cansáramos de jugar con él.
—Listo, ves que no era tan difícil después de todo.—Dije mientras veía como se desmayaba por el dolor y colocaba mi chaqueta.
Kasia tomó las fotos restantes para su colección. Tenia un extraño fetiche por fotografíar a sus víctimas mientras las torturaba.
Aunque eso era poco para lo que se merecía por haber ayudado a filtrar el vídeo de Aria en la piscina.
El próximo sería Evans.
Aria
Di golpecitos con una toalla de papel luego de lavar mi rostro y me quedé detallando mi reflejo en el espejo del baño por varios segundos.
De repente, me pareció un mal chiste que con un asesino serial obsesionado con chicas blancas, de ojos azules y cabello negro, muy parecidas a mi; yo me encontrara en pleno partido estatal de fútbol y no en mi casa resguardada.
Cada año, como tradición, los habitantes de Redville recibían la visita de los estudiantes de AHS o Astoria high school, una escuela elitista de la ciudad más cercana.
Los mismos que hace unas semanas atrás, técnicamente le habían pateado el trasero a los jugadores locales.
Era algo a lo que no podíamos negarnos, realmente nadie lo haría al saber que darían puntos extra en la asignatura de educación física, odiaba hacer ejercicios igual que Joss, por lo que ese extra nos venía de maravilla.
Cuando iba camino a las gradas nuevamente, choque con el grupo se jugadores visitantes, todos eran muy altos o yo era demasiado enana en la vida.
Solo logré distinguir entre la multitud de chicos al moreno que conocí en el cumpleaños de los mellizos, el cual al verme esbozo una enorme sonrisa y se acercó a mí rodeándome con sus fuertes brazos.
Inexplicablemente me vi buscando a Alec con la mirada.
—Chica América.—Beso mi mejilla, se despegó de mi para verme a los ojos con algo que no pude descifrar—Es curioso verte tan sola en estos pasillos ¿En donde están los hermanitos Leine?.
—No es bueno que una chica como tú este sola, podrías cruzarte con un psicópata.—Llevó un mechón de mi cabello atrás de mi oreja.
¿Quería asustarme?
Es un asesino.
Alec también y no te da miedo estar cerca de él—Gritó mi estúpido subconsciente.
Siempre escuché que los ojos eran el reflejo del alma y si esto era cierto, me daba miedo lo que veía en los ojos de Tristán.
Abrí la boca para mentir y decirle que estaba con ellos, pero no fue necesario.
Literalmente fui salvada por la campana cuando está sonó, indicando que era la hora del partido, por lo que el moreno me hizo un gesto de disculpa y se fue con balón en mano.
—Será para la próxima...
Mi corazón estaba agitado por el extraño encuentro y Joss salió del baño jalandome del brazo.
—Allí está Jenner.—habló mientras íbamos subiendo las gradas.
—¿Y ese es?—Intenté mantener mi mente en el campo de juego.
—Mi nuevo novio.—Dijo orgullosa mientras le lanzaba un beso en el aire al chico que lo atrapaba.
Iuck.
Patéticos.
—¿Y que pasó con Dereck, no era el amor de tu vida?—colocamos un pañuelo y nos sentamos sobre él.
—De la mía si, pero yo no de la suya, resultó tener más vidas que un gato.
Comenzó a contarme cómo descubrió mensajes sexuales mientras estaban en plena cita.
—¿Lo siento?—arrugue el ceño
Vamos, realmente no lo sentía, me daba igual, pero si le dices eso a tu mejor amiga despechada, seguramente no reaccionará bien.
—Estoy bien, Jenner es ...
—Si dices que es diferente, voy a empujarte por las gradas.—Hice amago de levantarme.
—Uy pero que agresiva te has vuelto.
Minutos más tarde, había comenzado el partido, Alec, Hael y Klaus sin dudas eran los más sexys de todo el instituto y el uniforme les quedaba tan sexy que las chicas no podían apartar la vista de ellos.
Sentí algo extraño cuando una de las chicas a nuestro costado comenzó a Gritar el apellido de Alec y al detallarla, noté que llevaba una franela con el mismo número que él usaba en el equipo lo cual me hizo apretar la mandíbula inconscientemente.
Una parte de mi quería gritarles ¡Es mío perras!
Sin embargo, la más sensata, me decía que hacer algo así, solo aumentaría su ego, y no quería eso.
Todos comenzaron a gritar cuando entraron los chicos de Redville empataron el juego, estábamos a unos minutos del medio tiempo, pero Joss únicamente me observaba a mí con su mejor cara de detective.
—¿que tanto me ves?—Cuestioné cuando ya sus miradas sobrepasaron mi nivel de paciencia.
—Espero que así con las ganas que te han chupeteado el cuello te hayan chupado otra cosa .—Soltó descaradamente mi amiga y yo ahogue un gemido llevando la manos a mi cuello cuando me di cuenta que las personas que estaban alrededor escucharon y nos veían raro, algunos riendo.
Estúpido Alec.
Recordé la noche anterior.
—Nadie chupo nada, seguro fue un mosquito—Mentí.
¿En serio, un mosquito?
—¿A quién se la chuparon? —kass llegó a nosotras uniéndose a la conversación que cada vez llamaba la atención de los demás espectadores.
—A nad..—Iba a defenderme
—A Aria, como paleta de chocolate.—Comenzó a simular qué lamía una paleta lo más morbosamente posible.
Oh dios dame paciencia
O Gasolina y fuego para prenderla en llamas.
De inmediato solté mi cabello y lo coloqué en un costado tapando las marcas del chico asesino con complejo de vampiro.
Estábamos a escasos segundos de terminar el primer tiempo cuando Hael llevó el balón casi a la línea de anotación, esquivó como un profesional a todos los defensores de Astoria, las personas se levantaron de sus asientos, incluidas nosotras, y cuando estaba a punto de hacer el gol que nos pondría como líderes en el marcador, uno de los chicos del equipo contrario, para ser más exactos, Tristán, le dio una patada que lo dejo retorciéndose en el pasto.
Gritos de exclamación se escucharon y una discusión comenzó entre los jugadores se ambos equipos, todo era un caos y yo ya me estaba preocupando cuando entraron los paramédicos al campo.
Salí corriendo, aún era muy reciente su herida y él nisiquiera debería estar jugando, no me dejaron entrar a la enfermería, tampoco a su hermano quién salió a buscarlo apenas sonó el silbato.
Al llegar al pasillo y verme se notó genuinamente sorprendido, sin embargo no mencionó palabra alguna.
Simplemente se dedicó a estudiarme como un espécimen raro.
—Para no soportarse, estás muy preocupada por su salud.—Soltó Alec luego de minutos de silencio rascando su barbilla.
Realmente ni siquiera yo sabía el por qué de mi reacción, no sabía por qué salí corriendo tras del hermano de mi novio.
Quería creer que haría esto por cualquier persona, que mi pecho se sentiría así de apretado si fuese Klaus y no Hael quien estuviera allí dentro.
Pero aunque luchara con mi mente, sabía que no era así.
—Es mi cuñado, un idiota, pero no deja de serlo..—dije lo primero que pasó por mi cabeza.
Me miró sin creer del todo en mis palabras
—Leine, ya va a comenzar el segundo tiempo.—Lo llamaron sus compañeros.
Dos veces había sido salvada por la campana y estaba segura que no habría una tercera vez en este día.
—No olvides de quién eres novia.—Tomó mi rostro con una mano y mi cintura con la otra, Alec besó mis labios dejando un pequeño mordisco en el inferior.
Todo dentro de mí vibro en ese momento.
Podría creer que besaba un ángel si no supiera que era el mismísimo rey del infierno.
(...)
Estaba a punto de regresar con las chicas cuando la enfermera salió de la habitación y seguido de ella, el paramédico.
Miré a ambos lados, y cruce sigilosamente la puerta, allí en la camilla, con el torso sudado y descubierto estaba mi perdición, digo, estaba él.
Sus ojos cubiertos por la franela del equipo y su brazo sobre ella como evitando la luz.
—¿Tú que haces aquí?
Me sobresalté y choqué con una mesa llena de medicamentos arrojando todo al suelo con un estruendo.
Demonios.
Era técnicamente imposible que supiera que yo estaba aquí, porque seguía en la misma posición.
—Tan torpe.... —Murmuró bajito, seguido de otra cosa que no logré escuchar.
—¿Estás bien? ¿como sabías que era yo?—Pregunté mientras me acercaba.
Me ignoró.
Como siempre.
Ni siquiera tenia sentido el hecho de pensar que todo sería diferente.
Eso me enfurecía por alguna extraña razón.
—Un gracias de vez en cuando no hará que se te caiga el pene imbécil.— resoplé furiosa y quité la camisa de su rostro, pensando en lo que sucedió en la mansión.
Ni Raquel fue tan estúpida.—Me recriminé.
—¿Estás pensando en mi pene cuñadita?— Dijo soltando una risa.—Eso no le hará mucha gracia a mi hermano.
Se levantó lentamente de la camilla y por primera vez me miró.
¿Risa?
¿Hael Leine sonriendo?
Vaya, eso sí que me descolocó.
¿Que sigue, Luke vivo, Christopher cariñoso?
No podía negar que su sonrisa era preciosa, sin embargo no dejé que se notará lo mucho que me afectó.
—Ya quisieras...—salí de mi trance empujándolo con el hombro para irme de allí, pero cuando pase por su lado, me presionó fuerte del brazo.
—Te salvé, me salvaste, estamos a mano, es más fácil así.—vi como tensó la mandíbula.
—¿Fácil para qué?—Lo miré confundida.
En ese momento no lo entendí, por lo que creí en su siguiente elección de palabras.
—Es más fácil si nos ahorramos el discurso de falsa amabilidad y volvemos a la parte en donde no nos soportamos.—Él endureció aún más su expresión.
—Tú eres quien no me soporta, a mi me das completamente igual. Yo solo trataba de ser amable.
—¿si te doy completamente igual, por qué siempre estás atrás de mi estúpida pecosa?.—Se acercó mucho más a mí.
Eso último más que parecer un insulto lo dijo con un tono de voz que no había usado antes conmigo.
Creí ver cómo por microsegundos observaba mis labios, sin embargo aparto la mirada al encontrarse con la mía.
—Entiendo lo que se siente que te vean como el raro, que todos se alejen de ti, como si fueses la peste, entiendo que no confíes Hael, enserio lo hago, pero no puedes apartar de tu vida a todos porque unos pocos han sido una completa mierda contigo, no puedes generalizar.
—¿Tú que vas a saber sobre mi vida, crees que porque andas con mi hermano ya sabes todo de mí e incluso, de él? estás equivocada.
Si este chico fuese un pecado capital, sin duda sería la soberbia.
—Sé lo suficiente y sé algo que nadie tiene que decirme y es que no eres tan malo como quieres que los demás te vean.—Apunte en su pecho con mi dedo índice, ignorando lo duro que estaba.—No seguiré insistiendo en ser tu amiga, yo si tengo dignidad, pero si alguna vez necesitas a alguien con quien hablar, puedo escucharte.
—¿Eres insoportable lo sabes?—Tomó mi muñeca y apartó mi mano cómo si tuviera lepra.
—Siempre me lo dicen.
—Guiñé un ojo y salí de allí soltando el aire que no sabía estaba conteniendo.
Ignorando todas las sensaciones que Hael Leine desataba dentro de mi.
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Hola bebés ♥️
Estaba revisando las estadísticas del libro y me sorprendió que no solamente me leen mujeres, sino que también lo hacen muchos chicos y quiero saber mas de ustedes, porque se han convertido en personitas muy importantes para mi.
Así que les tengo unas preguntitas y una dinámica.
🤭♥️
¿Desde que país me lees?
¿Como llegaste a esta historia?
¿Cuál es tu personaje favorito?
Chicas lectoras reportense aquí.
Chicos lectores reportense aquí.
DINÁMICA
¿Que tal si hacemos un "preguntas y respuestas" con los personajes de Obsesiones Peligrosas?
Pueden dejar AQUÍ la pregunta y a que personaje del libro va dirigida, incluso a la autora (yo) jajajajajaj
Quizás suelte uno que otro spoiler 7u7.
Estaré subiendo las respuestas en lo que haya una cantidad ideal de preguntas 🤭♥️
Dejaré el link del grupo de WhatsApp en mi muro, buscamos admis 🤭😈
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