🔪Capitulo 1🔪
**ARIA**
Los niños no entienden.
Ella no sabe de lo que hablo.
Loca.
Es una rarita.
Ella me da miedo.
Esas son algunas de las cosas que tuve que escuchar a lo largo de mi vida.
Hasta los cinco años viví en una casa de adopción, cuando una familia adinerada me llevó con ellos y su pequeño hijo.
Todo era maravilloso, el sueño de cualquier niño sin hogar, hasta que ese sueño se convirtió en pesadilla, literalmente hablando.
Comencé a tener pesadillas constantemente, a escuchar voces en mi cabeza.
Busqué una ayuda que nunca llegó en mis "padres", no me creían o simplemente pensaban que solo trataba de llamar su atención inventando historias de fantasía.
Todos me veían como la rara de la familia, mis primos no querían estar cerca de mi y poco a poco aquella niña inocente y pura fue quedando en el olvido.
-El gps no está funcionando.¿Estas segura que estamos en el lugar correcto?.
Joss golpea el aparato sacándome de mis pensamientos, según ella así funcionará. Podríamos discutir sobre los mil motivos por los cuales está equivocada, pero se que con lo terca que es, seguro encontrará alguna respuesta a cada argumento.
-Jossie calmate, trata de controlarte un poco. Adelante nos detenemos y preguntamos.- Respondo sin darle mucha importancia.
Luego de algunos minutos el frío del pueblo nos da la bienvenida, o eso dice el aviso desgastado al costado de la húmeda y oscura carretera.
"Bienvenidos a Redville"
Conecto el móvil al reproductor de mi nuevo vehículo y subo el volúmen, Go fuck yourself de Two feet comienza a sonar y yo tarareo mientras conduzco por la solitaria ruta.
Al fin soy libre.
Una enorme sonrisa se plasma en mi rostro, todo se lo debo a Alex.
Libre de las constantes críticas de mis primos, de las discusiones interminables con mis padres, de todos los que creen que por pensar de forma diferente soy rara.
Pues que se jodan, normal es una palabra infinita, lo que para ti es normal, no lo es para otros, cada quien tiene diferente perspectiva acerca de lo que es o no es normal.
Lo normal aburre.
Por eso, a pesar de llevar poco tiempo conociendo a Jossie, nos llevamos tan bien, ambas compartimos ciertos gustos.
-¡Cuidado!.- La chica a mi costado avisa al ver un vehículo estacionado en medio de la carretera.
Efectivamente, aparece en mi campo de visión, las luces traseras encendidas pero la puerta del conductor abierta.
Es algo extraño, seguramente el vehículo está averiado, porque nadie en su sano juicio se estacionaría a propósito allí.
-¿No pensarás detenerte o si? Me estoy haciendo pis.- La castaña hace una mueca.
Bajo un poco la velocidad, y al acercarme cada vez más, noto como un chico alto, con una chaqueta de cuero dá una calada a un cigarillo, para luego perderse entre las sombras.
Extraño
-¿Viste eso?.- Pregunto a mi amiga.
-¿Qué?.- Gira su rostro para observar.
-Había un chico allí en el auto.- Señalo con la barbilla.
-No hay nadie, por favor apresurate si no quieres estrenar el auto con mi orina.
¿Pero que..?
No estoy loca, repito mentalmente. Lo vi, puedo jurarlo, no vi su rostro pero allí estaba.
¿Y si era tu imaginacion?
Que no, yo lo vi.
No es por nada, pero hablas con tu subconsciente, permiteme dudarlo.
Doy un golpe al volante y sigo mi rumbo.
Luego un par de minutos veo una tienda de 24horas, podría esperar llegar a mi nueva casa.
Si al menos supiera donde es.
Opto por estacionarme mientras Joss se dirije al baño.
Saco mi celular y marco el número de Alex.
-Hola.
-Ya era hora. ¿En donde estás?
-Respecto a eso...
-¿Que hiciste ahora Aria, acaso no te dije que ...
-Ya basta de sermones.- Lo interrumpo.- Estamos en la gasolinera del pueblo, olvidé la dirección exacta y voy acompañada.
Esto último lo digo casi en susurro.
-¿Acompañada, es enserio?.- Noto la molestia en su voz.
-Hablamos en casa, ahora estoy muy cansada, ya es tarde.- Uso el tono de voz mas inocente que puedo y me dicta la dirección.
Me observo en el retrovisor luego de colgar y una chica pecosa de cabello castaño y ojos azules como el océano me devuelve la mirada.
-Mierda.- Gruño al ver la enorme mancha en mi camisa e intento limpiarla sin exito.
-¿Me extrañaste?.- Pregunta Jossie al llegar al auto cargada con varios paquetes de frituras.
-Genial, gastando dinero en porquerías.- Mascullo.
-Técnicamente no he comprado nada.- Muerde su labio inferior.
-No me digas que..
Lo que me faltaba, llegando al pueblo y metiendonos en problemas.
-Si, ahora enciende el auto si no quieres pasar la noche en la comisaria.
Comienza a reir y yo suspiro antes de salir a toda velocidad de ese lugar.
(..)
Entre risas llegamos a la dirección de nuestra nueva casa, entramos de inmediato y nos encontramos con la figura imponente de Alexander en la sala.
Corro de inmediato a sus brazos y el me sujeta muy fuerte, lo que ha hecho por mí jamás voy a poder pagarselo.
-Gracias, de verdad.- susurro en su cuello.
-Para eso estamos los hermanos, tú siempre vas a ser mi niñita.- Besa mi frente.
-Si papá se entera te va a matar.
-No se va a enterar, esta muy ocupado en sus asuntos.
Claro, siempre poniendo de primero los negocios antes que la familia, nada nuevo.
-Oh, lo siento. Ella es Jossie mi amiga.- Le presento a la chica a mi lado.
-Joss, mucho gusto .- Dice mientras mi hermano besa su mano y puedo notar como se ruboriza.
-Soy Alex, el gusto es mío.
Comemos y nos ponemos al día de todo lo que ha sucedido estos ultimos meses sin vernos.
Luego de instalarnos en las habitaciones y despedirnos de Alex, encendemos la televisión para pasar el rato.
-Dejalo allí, es el canal local.- Me pide mientras hago zapping.
...mañana se cumplen diez años desde el terrible suceso que enlutó al pueblo de Redville, en donde más de un docena de niños con edades comprendidas entre los ocho y diez años perdieron la vida en el colegio "La gloria del señor".
Hasta la fecha no se sabe quien es el verdadero culpable de tan terrible acto, al colocar el veneno en la comida de la cafetería.
La misa será efectuada a las...
-Wow.- Llevo las manos a mi boca.
Ambas nos miramos la cara y nuestra expresión es la misma.
-Eran niños.- Murmuro procesando toda la información.
-Sea quien sea el culpable,ha desbloqueado un nuevo nivel de maldad.- Dice Joss.- Asesinar niños es demasiado turbio.
-Al parecer el pueblo no es tan aburrido despues de todo.- Digo irónicamente.
-Genial, me trajiste a un pueblo con un asesino serial suelto.- Noto la diversión en su voz.
-Eso sucedió hace más de diez años, el culpable seguramente huyó de este sitio.
-O quizás no...
(..)
-Hay potencial.- Joss sube y baja las cejas mientras observa el trasero de los estudiantes sin ningún tipo de pudor.
-Hey, calma tus hormonas.- Le doy un golpe en las costillas.
-Si hasta ganas me están dando de venir a estudiar aquí.
-Si claro, sobre todo estudiar.- Ruedo los ojos.
Los murmullos de las personas no cesan y la mayoría de las personas voltean a la entrada del instituto.
-Que descaro.- Murmura un chico que pasa por nuestro lado hasta llegar frente al causante de los murmullos.
-¿Que haces aquí?.- Le habla al quedar frente a frente, con desprecio en su voz.
-¿Te colapsó el cerebro o qué? Lo que se supone que debes hacer en un instituto, estudiar, no joderle la vida a los demás.- Responde el chico alto de cabello castaño.
Al escuchar esto, dos chicos más se acercan y comienzan a empujarlo y a molestarlo diciendole palabras obscenas.
-Eso no es justo.- Digo a mi amiga que se encuentra igual que yo observando la escena.
Despues de todo lo que yo pasé, me molesta mucho cuando intentan agredir a alguien y más si son tres contra uno.
No me fijo cuando estoy acercándome al desastre de personas y le dejo caer todo el café helado al abusador.
-¿Pero qué es lo que te pasa, loca?
-¿Te crees muy machito por intimidar a alguien con tu grupito de amigos, por que no lo enfrentas tu solo?.- Las palabras salen de mi boca antes de procesarlo todo.
Todos a mi alrededor vitorean y de repente las palabras de mi hermano llegan a mi.
Sé discreta.
-Vamonos de aquí, ya viene el director.- Dice uno de los abusadores alejandose y los demás se van trás el.
-Esta me las pagas mocosa impertinente.- Habla el idiota al que le arrojé el café, antes de irse señalando la mancha en su camisa.
El chico castaño me observa sin decir nada, una especie de molestia en sus facciones.
-¿Estas bien?.- Pregunto cuando los demás se han ido.
-No necesito tu ayuda.- Responde borde alejandose y dejandome como una idiota.
¿Qué esta mal con este chico?
-Un gracias no estaria mal.- Grito mientras camina y veo como me saca el dedo del medio.
-Idiota.- Murmuro.
(...)
-¿Qué fue todo eso?- Pregunta mi amiga.- No sabía que se te daba el papel de la mujer maravilla.
-No me preguntes, que ni siquiera yo se porque lo hice.- Resoplo frustrada.
-¿No te molesta si voy a darle una vuelta a las instalaciones mientras tu hablas con el director?
-¿Vas a observar las instalaciones o los chicos?
-Ambos, no esta mal ejercitar la vista de vez en cuando.- Me guiña un ojo.
-Esta bien.- Me rindo.
Despues de varios minutos en la entrada de la oficina paso las hojas del libro que sostengo, mientras el director termina su reunión.
Me gusta leer, me ayuda a escapar de la realidad de mierda en la que vivo, puedo vivir mil vidas diferentes a través de las páginas gastadas de un libro.
Sonrío al recordar que técnicamente es justo lo que haré de ahora en adelante, vivir una vida diferente.
Decido dejar la lectura para despues, cuando han pasado media hora y nadie sale del despacho.
-¡Oye! ¿Que te pasa? No he terminado de leer esa página.- La voz de un chico me hace saltar del susto en mi asiento.
¿Pero a este que carajos le pasa?
-¿Perdón? .- Llevo la mano a mi corazón y pregunto alzando una ceja.- ¿Es conmigo?
-No veo a nadie más por aquí.- señala la sala vacía.
Su tono de voz es sarcástico y no se por que, pero eso me cabrea muchísimo.
Ni siquiera había percatado la presencia de este chico molesto.
¿En que momento llegó y como es que no me dí cuenta?
Pienso insultarlo, pero ya me gane un enemigo y eso que aún no es mi primer día, así que con todo mi autocontrol decido responder de forma amable.
-Mira, no es normal que estes espiando la lectura de los demás, eso es de muy mal gusto.- Me levanto de mi asiento porque me siento muy incómoda cuando no deja de observarme como si me estuviese estudiando.
-La lectura compartida siempre es más gratificante.- Sonrie de lado sin quitar sus ojos azules de mí.
Estoy a punto de decirle lo imbécil que es, cuando la puerta del director se abre y de ella sale una chica castaña con cara de molestia.
-Vámonos de aquí Alec.- Le dice al chico desconocido y este le lanza una mirada cargada de desprecio al director antes de desaparecer por el pasillo.
-Hola señorita. ¿En que puedo ayudarla?
-Vengo a....formalizar mi inscripción al instituto.
Respondo por inercia, sin poder apartar la mirada del oscuro pasillo por donde desaparecen ambas siluetas.
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¿Algún comentario o duda ?
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