Final
—Precioso, abre esos hermosos ojos.
Él deja escapar un suspiro, tratando de darse la vuelta para envolverse alrededor de Harry, pero el rizado evita que se mueva.
—¿Está despierto? —oye decir a Winston. Louis intenta abrir los ojos, pero se sienten tan pesados.
—Louis, por favor. —los dedos de Harry suben y bajan por su mandíbula.
—Me gusta cuando me llamas precioso. —trata de decir, pero sale en un murmullo.
—Precioso —repite de nuevo, haciéndole sonreír. —Ábrelos para mí.
—Por lo general, te refieres a otra cosa cuando dices eso. —finalmente, Louis abre de a poco sus ojos. Harry se inclina sobre él.
—¿Debería irme? —Winston se ríe.
La cara de Louis se calienta cuando se da cuenta de lo que acaba de decir.
—¿Por qué están todos en nuestra habitación? —susurra.
El castaño intenta mirar hacia abajo para asegurarse de que está vestido. De todas formas, no es como si Harry permitiera que alguien entrara en la habitación si él estuviera sin ropa.
—¿Qué recuerdas? —Harry pregunta, sin responder a lo anterior.
—¿Por qué estoy mojado? —intenta sentarse, pero un mareo lo golpea y se vuelve a acostar.
—Tómalo con calma. Necesitas descansar. —Harry le ayuda a sentarse lentamente. Louis se da cuenta de que está en la oficina y que no es sólo Winston quien está en la habitación con ellos. Hay un puñado de personas con expresiones de preocupación en sus rostros. Y es entonces cuando lo golpean los recuerdos de lo sucedido.
—Becca... ¡ella no era Becca! —jadea Louis y agarra la parte delantera de la camisa de Harry.
Se estremece ante su repentino agarre sobre él. —Ya está resuelto. Ya no tienes que preocuparte por Davis.
—¿Davis? —mira a Harry con confusión—. ¿Qué es esto? —extiende sus dedos para tocar el hombro del rizado donde ve sangre.
—Nada. ¿Cómo te sientes?
Louis sabía que Harry intentaba distraerlo preguntando sobre otra cosa. Pero no iba a dejar que siga eludiendo sus preguntas.
—¡Harry! ¿Por qué estás sangrando?
—Le dispararon. —Winston responde por él.
La boca de Louis se abre.
Harry le envía una mirada asesina a su hermano.
—Es sólo un roce. Tengo un médico en camino para que te revise.
—¿A mí? —el pánico eleva la voz del castaño—. ¡Tú eres el que recibió un disparo!
—¿Pueden dejarnos a solas en la habitación? —Harry dice, sin apartar los ojos verdes de los azules de Louis.
Todos salen de la oficina arrastrando los pies, dejándolos solos.
Harry le agarra el rostro a Louis con ambas manos y lo besa con fuerza. Louis separa sus labios para él mientras profundiza el beso.
—Estoy bien. —trata de tranquilizar al rizado cuando se separan del beso. —Sabía que me salvarías.
—Casi te pierdo. —los ojos de Harry brillan un poco.
El corazón de Louis se derrite.
—No me iré a ninguna parte, Harry.
—¿Qué hay de Las Vegas? ¿Las giras? —sus ojos escuadriñan su rostro. —Yo iría contigo.
Los propios ojos de Louis se llenan de lágrimas porque Harry estaría dispuesto a hacer eso por él.
—Bueno, podría estar convencido de no volver nunca a Las Vegas. Ya sabes, si alguien me hiciera una oferta mejor... una que no podría rechazar. —se lame los labios, aún saboreando la boca de Harry.
—Te quedarás.
—Me encanta esa idea. —se inclina hacia él. —Te amo, Harry.
El nombrado cierra los ojos y apoya la frente en la suya. Estar ahí, ambos, se sienten bien. Como si fuera el lugar donde siempre debieron estar.
—Dilo otra vez. —sus palabras salen llenas de emoción.
—Te amo.
—Yo también te amo, Louis.
—Eres la primera persona que me dice eso sin querer algo a cambio.
Harry lo agarra y lo coloca sobre su regazo.
—¡Oye, Harry! Tu hombro.
Ignora su protesta. —Quiero algo a cambio... A ti.
—Sólo yo. —Louis se inclina para besarlo, pero Winston vuelve a entrar en la habitación.
—El espectáculo debe continuar. —anuncia.
Harry deja escapar un gruñido. —Él no actuará esta noche.
—Si lo haré. —levanta la barbilla y coloca las manos en sus caderas. —Todos estarán aquí en qué, ¿una hora? Muchísimo tiempo. Me siento bien, en serio, Harry. Quiero hacer esto, ¿no es esta mi casa ahora también?
—Y ahí está. Louis lo atrapó. —dice Winston detrás de él.
El rizado le lanza una mirada furiosa.
—Veremos qué dice el médico.
—Está bien. Pero a ti también te deben revisar.
—De acuerdo. —Harry se levanta con Louis en sus brazos.
—Harry. —intenta moverse libremente pero no llega a ninguna parte.
—Envía al médico cuando llegue. —lo lleva escaleras arriba—. ¿Y por qué estás mojado? ¿Qué parte del plan de Davis era eso?
Louis no está seguro de que Harry quiera la respuesta a esa pregunta.
—Louis.
—Dijo que tenía que limpiarme. No sé de qué se trataba, quiero decir, yo...
—Deja de intentar distraerme, Louis. Quiero saber exactamente qué pasó, ¿quería que estuvieras limpio?
—Becca... o Davis, dijo que dejarte tocarme me había ensuciado.
El cuerpo de Harry se pone rígido.
—Estoy bien. Simplemente me empujó en la ducha como un psicópata. Todo este tiempo realmente pensé que Becca... ¡fue convincente! Hizo todo eso sólo para acercarse a mí.
—Sí, lo hizo. —Harry lo sienta en la cama y luego lo ayuda a quitarse la ropa mojada antes de traerle una bata para ponerse.
Suena un golpe en la puerta.
—¿Doc? —Harry llama.
—Culpable de los cargos. —dice una mujer a través de la puerta.
—Adelante.
Entra una mujer con bata blanca, en el cual Louis obviamente supone que es el médico.
—Louis, encantada de conocerte. —ella le tiende la mano. —Soy la doctora Spears.
—Gracias por venir tan rápido. —responde Louis antes de que empiece a revisarlo mientras le cuenta lo que pasó. La principal preocupación es lo que sea que le inyectaron.
—Podemos analizar tu sangre para ver qué te administró.
—Por favor. —se muerde el labio por un momento y luego trata de hacer un gesto casual hacia Harry.
Harry saca su teléfono y se aleja por unos segundos.
Louis y la doctora Spears siguen hablando mientras esta última le coloca una bandita en el cuello, donde había un pequeño corte.
—Fue propofol —Harry vuelve y guarda su teléfono. —Lo tenía encima.
—Eso debería estar más que bien entonces. —esta vez mira a Harry—. ¿Puedo ver tu hombro?
—Sí. —se quita la camisa y ella saca algunas cosas de su bolso para limpiar la herida antes de ponerle unas vendas.
—Estoy bien para actuar esta noche, ¿no? Sólo estaré haciendo algunas canciones. —la médica mira a Harry. —No lo mire, él hará que diga que no lo estoy. —da un paso frente al rizado, haciéndola reír. Harry envuelve su brazo alrededor de Louis por detrás, jalándolo contra él hasta que su espalda golpea su pecho.
—Pienso que debería estar bien.
—¿Por qué no se queda? Creo que estar aquí podría ayudar a Harry a relajarse un poco.
Una sonrisa ilumina su rostro. —Me gustaría eso, soy una gran fan. Afortunadamente, tengo ropa en el auto.
—Perfecto.
Harry la ve salir de la habitación y regresa a Louis.
—Te saliste con la tuya.
—Quizás.
Harry niega con una pequeña sonrisa y besa el dorso de su mano.
—Te quiero, Louis.
—Yo te amo, Harry.
Ambos se besan, encajando sus labios a la perfección.
Algunas personas sueñan con ser estrellas del pop.
Otras sueñan con tener una familia propia.
De alguna manera, Louis tuvo la suerte de tener ambos.
Su carrera lo llevó a Harry.
—Prometo cuidar tu corazón antes que el mío, Louis. Siempre, cada cosa que pase, cada cosa que te lastime, cada cosa que te involucre a ti, siempre intentaré protegerte. Aún así si se trata de perder mi vida, no me importa. Porque todo lo que quiero es estar contigo, solo tú, mi querido Lou.
A Louis se le llenan los ojos de lágrimas, feliz, sabiendo que por fin encontró un lugar en el que realmente quiere estar. Sólo con él.
Con su Harry.
Y por eso siempre estará agradecido.
Fin.
🥀🥀🥀
nota.
hey, ¿cómo están? lamento haber tardado en actualizar. aún no borren el fic de sus bibliotecas, mañana estaré subiendo el epílogo y quizás un extra.
gracias por leer. <3
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