Capítulo 9
La casa es tan asombrosa como solía ser, incluso más grandiosa. Su mamá lo aprobaría, ella provenía de una familia súper ordenada y estaba sumamente decidida a mantener las cosas y a uno mismo sencillos, así que, naturalmente, cuando se alejaba de ellas, le encantaba decorar con un estilo exagerado.
Pisos de mármol blanco en el vestíbulo y un candelabro en lo alto, exagerado e impresionante, pero ahí es donde termina la grandeza extra. El resto de la casa está hecho con pisos de madera y un estilo más hogareño. Todo le recuerda a como era antes de que su mamá y papá murieran, antes del accidente y antes de los incendios.
—¿Estás bien? —Louis le aprieta la mano.
—Sí, lo siento. —Harry se había congelado en la entrada. Demasiados recuerdos y pensamientos.
—Está bien si no estás bien —se apoya en Louis y Kittypuff se aleja trotando, pasa la amplia escalera y recorre el pasillo que conduce a la cocina.
—Estoy bien. Vamos a instalarnos aquí.
—¿Dónde está tu hermano?
—¡Carajos! —Winston llama desde lo alto de las escaleras, luego las baja como un trueno, su cojera apenas se nota—. ¡Estás en casa! Quiero decir, son las dos de la mañana, pero estás en casa. —él sonríe y se lanza hacia adelante, atrapando a Harry en un abrazo que golpea el aire fuera de sí. Una versión un poco más alta de su padre, lleva la misma camiseta que ha tenido durante años y los pantalones de pijama de franela que su mamá les había comprado hace al menos cinco años.
—Deberías cerrar la puerta de tu casa —le dice Harry a Winston a través de sus duras palmaditas en su espalda.
—¿Nuestra puerta? Nah. Siempre está abierta. Especialmente para ti —lo suelta, con la cara ligeramente aturdida, y se vuelve hacia Louis—. ¿Y a quién tenemos aquí?
Por primera vez en casi la historia, los celos estallan dentro de Harry. Celoso de Winston, su hermano pequeño; está mal y está jodido, pero no cambia el sentimiento.
—Soy Louis —él da un paso hacia arriba y pasa su brazo por el de Harry.
Ese pequeño movimiento tranquiliza al rizado de formas que no sabía que existían.
—Bienvenido, Louis. Hazz, podrías haberme dicho que vendrías. Pasó tanto tiempo que comencé a preocuparme de que estuvieras tratando de evitarme. —Winston da un paso atrás y mira a su hermano.
No es extraño la pizca de dolor en su voz. —No estaba evitándote, solo tratando de conseguir suficiente dinero para reiniciar el viñedo.
—Yo también estoy trabajando en eso —se encoge de hombros—, desarrollando una nueva aplicación que creo que Silicon Valley va a desarrollar solo por una vez, yo... —Harry se aclara la garganta y señala con la barbilla a Louis. —Quiero decir, no me refiero a crearse en sí, eso es un... hmm...
—Estoy en el mundo del espectáculo. No hay absolutamente nada que puedas decir que me sorprenda —Louis sonríe, e incluso después de lo que pasó y la forma en que su vida le dio nada más que dolor, la calidez vive en sus ojos y el tono dulce de su voz. —Estoy tan contento de conocerte... —deja de hablar, y Harry se da cuenta que no los ha presentado.
—Winston —completa Harry—. Mi hermano pequeño.
Él sonríe ante eso, pero asiente con la cabeza. —Bienvenido a nuestra casa.
—Gracias.
—¿Puedo preguntar qué los trae a ustedes dos aquí a una hora tan extraña? —ladea la cabeza hacia un lado como solía hacer su papá.
—No tiene sentido preguntar —contesta Harry. No le dice lo que hace en Las Vegas pero está seguro de que su hermano puede adivinarlo.
—Alguien intentó matarme y Harry me está protegiendo.
Cada pequeño rastro de sueño deja su rostro mientras su boca se abre.
—Sí —Louis asiente —Estaba en el escenario y todo. Mi acosador está enojado ahora, supongo. No sé qué lo desencadenó. Antes solo hacía cosas espeluznantes pero ahora está tratando de matarme.
—Estás a salvo aquí —Harry saca su brazo del suyo para envolverlo alrededor de su hombro.
Louis se acurruca contra él, su corazón que late el doble de tiempo ante su cercanía.
Winston mira a Louis, luego a su hermano, luego a Louis, luego a su hermano otra vez. Al menos cierra la boca.
—¿Así que vamos a patearle el trasero a este tipo? —le pregunta a Harry.
—Estoy en eso. Pero por ahora él necesita descansar.
—¡Kittypuff! —Louis llama y la bola de pelos viene corriendo.
—Hay un gato —Winston suena desconcertado.
—Es un gran invitado, lo prometo.
—Por supuesto —se encoge de hombros —Le pediré a Linden que recoja cosas de gatos de la ciudad mañana. ¿Asumo que también necesitarás revisar tu avión?
—Sí, eso sería genial.
—¿Estás seguro de que no me vas a contar más? Quiero decir, un acosador suena un poco pesado. ¿Debería conseguir armas o algo así? —Winston levanta los dedos y va al banco.
—Lo tengo bajo control —responde el rizado, negando con la cabeza.
—Estoy feliz de estar aquí —Louis mira hacia la escalera —Es tan lindo.
—Gracias —el hermano menor sonríe. —Es todo lo que estuvo haciendo Hazz. Simplemente me quedo aquí en el regazo del lujo mientras él lo hace... y, sea lo que sea lo que hace en Las Vegas, ¿seguro que no quieres darme más detalles?
Harry niega.
—Está bien —suspira —Vamos, tenía la intención de mostrarte tu habitación de todos modos. Y las habitaciones de huéspedes están casi terminadas, así que Louis puede quedarse...
—Conmigo —termina por decir Harry.
—Está bien, genial —los lleva escaleras arriba y Louis le da una sonrisa a Harry tan radiante que podría arder.
Kittypuff los sigue por el pasillo y Winston abre dos pesadas puertas francesas.
—Esto... —no puede expresarlo con palabras. Tiene la misma sensación que el antiguo dormitorio de Harry, el que se redujo a cenizas. Las mismas paredes y pisos de madera azul marino, e incluso algunos trofeos que Winston debió haber rescatados de los escombros.
—¿Cómo recuperaste esto? —Harry saca su trofeo de lacrosse de un pequeño estante cerca de las grandes ventanas traseras.
—El metal estaba solo un poco deformado. Conseguí que Linden encontrara a alguien que pudiera volver a martillarlo y agregar la cosita de madera en la parte inferior.
—Lindo —Louis señala otra taza en el estante. —Este dice que fuiste el mejor defensor. Suena bien.
Harry guardó esos recuerdos, los pensamientos de los buenos momentos que Winston y él solían tener. Tenía que hacerlo; de lo contrario la culpa lo habría comido vivo. Si tan solo hubiera actuado más rápido cuando ese tronco los atacó, estaría bien. Sin embargo, debido a que no logró protegerlo, tuvo que aprender a caminar de nuevo. Algún defensor era.
Deja el trofeo en el estante y se aleja.
—Esto lo hará, gracias.
La cara de Winston cae un poco y abre la boca para decir algo, luego se lo piensa mejor. —Regresaré a la cama. Hazme saber si necesitas algo. El baño está surtido y hay mucha comida abajo.
—Gracias, Winston. —Louis se hace cargo y lo acompaña a las puertas. —Lo aprecio.
—Puedes quedarte todo el tiempo que quieras —hace una pausa antes de irse —Y lo digo en serio para los dos.
Harry mantiene la vista en la ventana, en las laderas áridas que deberían estar cubiertas de enredaderas y uvas, pero no lo están. Por todas sus cagadas.
Las puertas se cierran silenciosamente, Louis se quita los zapatos y se acerca a Harry.
—¿Estás bien? —pasa su mano por el brazo de él.
Ese simple toque parece encender todas las emociones dentro de Harry, las que mantenía abrigadas y escondidas. Los que pensó que se estaban convirtiendo en polvo. En cambio, se convirtieron en dinamita, y el chico triste de la historia y los ojos esperanzados es la mecha.
Sin previo aviso, se da la vuelta y toma a Louis en sus brazos.
El castaño hace un sonido agudo de sorpresa mientras Harry lo acuesta en la cama y reclama su boca, continuando su beso de antes y volviendo cada parte de su salvaje emoción hacia Louis, saboreándolo y complaciéndolo.
No pudo salvarse a sí mismo.
No pudo salvar a su hermano.
Pero que lo condenen si no salva a Louis.
—Harry —apenas consigue pronunciar su nombre antes de que vuelva a tomar su boca, adueñándose de ella.
Louis envuelve sus brazos alrededor del cuello del rizado, su cálido cuerpo suave debajo del suyo. Harry necesita más, necesita sentir su piel desnuda. Eso es lo que se dice mientras desliza una mano dentro de la ropa interior de Louis, para posteriormente rodear su entrepierna y que Louis se mueva debajo de él.
Si lo hace venir, se calmará. Hará su trabajo.
Así que acaricia su miembro más rápido y besa su cuello, lamiendo mientras Louis jadea y gime debajo de Harry, su pequeño cuerpo se retuerce con la necesidad. Cuando aprieta el agarre que tiene entre su mano, el castaño se corre y su cuerpo se arquea al mismo tiempo que Harry toma su placer y lame su piel.
Louis es perfecto, confiado e inocente. Su respiración es entrecortada, su cuerpo está tan listo para Harry. Él se deleita en el castaño, en cómo reacciona ante él.
Y como un maldito tonto, pensó que esto le devolvería los sentidos.
En cambio, todo lo que quería Harry era volver a hacerlo. Otra vez.
Y otra, otra, otra vez.
Estaba tan jodido.
🥀🥀🥀
nota.
hi.
hago este apartado para avisarles y me den su respuesta respecto al contenido +18.
¿les gusta y/o se sienten más cómodxs leyendo un smut detallado o simplemente unas cuantas palabras donde sepan que tuvieron relaciones? o sea, con detalles o sin detalles.
necesito saber para que los próximos capítulos sean de esta forma a lo que ustedes me pidieron. :)
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