—¿Qué hiciste? —Winston levanta una ceja mientras Harry camina hacia la sala de estar.

—¿Qué? —se hunde en el sofá de cuero y se recuesta.

—Tienes esa mirada en tu cara. —apunta.

—¿Cuál mirada?

—La que tienes cuando sabes que la has cagado.

—No tengo esa mirada.

Winston frunce el ceño. —¿Recuerdas aquella vez que encontramos a la pequeña familia de erizos en esa pequeña parcela de árboles junto al arroyo?

—No. —miente.

—Yo sí. Tenías como diez años y recogiste a uno de los erizos bebés, y estabas bien hasta que su madre vino corriendo hacia ti. Justo antes de que te atacara en el tobillo, tenías la misma expresión en tu rostro. Sabías que estabas jodido en ese segundo. La misma cara de ahora.

Harry recuerda. Sí, por supuesto; recuerda al erizo bebé, la picadura en su tobillo, la forma en que el agua fresca del arroyo lo hacía sentir mejor.

En este momento, lo único que puede hacerle sentir mejor es Louis, tenerlo en sus brazos, amarlo, ser honesto con él. Pero Louis no es para un chico como Harry, está cansado en el mejor de los casos, arruinado en el peor. Y todavía no espió lo que le pasó a Winston o al viñedo. No se hará hasta que el viñedo vuelva a funcionar completamente, y esa no es una posibilidad a menos que encuentre al acosador de Louis, lo saque y luego lo lleve de regreso a Las Vegas.

Suspira bajo mientras todos esos pensamientos y más forman un rugido entre sus oídos.

—Así de malo, ¿eh? —su hermano sacude la cabeza y toma asiento frente a él.

—Hay mucho.

—Cuéntame sobre eso. —niega con la cabeza y Winston se frota la rodilla. —La lluvia viene pronto —añade.

—¿Puedes decir eso ahora? —hace un gesto hacia su pierna.

—No, lo acabo de escuchar en la radio. —se encoge de hombros y se echa hacia atrás.

Todavía Harry recuerda la forma en que su cuerpo se veía retorcido en ese camino. Sus ojos estaban cerrados y la pierna destrozada. Si tan solo hubiera reaccionado más rápido, estaría completo. Su padre siempre dijo que su trabajo era proteger a su hermano pequeño, ya fuera de los matones de la escuela o de cualquier otra cosa, pero falló.

—Eres tan malditamente pesimista. —patea con los pies sobre la mesa de café entre ellos—. Sé que piensas que me estás protegiendo al no contarme los detalles de la mierda que estás haciendo en Las Vegas para reconstruir este lugar, pero no soy un tonto, ¿de acuerdo? sé que no eres un corista o un jugador de las cartas. No me estás engañando, Harry. Y tampoco estás engañando a ese chico —señala el techo hacia la habitación del rizado, donde probablemente Louis ya no esté en la ducha, quizás está en su cama, acurrucado con su gato.

—No estoy tratando de engañarlo, estoy tratando de protegerlo. —frota el puente de su nariz.

—¿De la misma manera que intentas protegerme? ¿Para compensar los restos del accidente y el incendio de los cuales ninguno fue culpa tuya?

Harry se encoge de hombros ante sus palabras. Puede que no le culpe por sus heridas, pero debería hacerlo.

—Harry, habría muerto si no fuera por ti —la frustración se filtra en su tono—. ¿Por qué no aceptas que hiciste todo lo que pudiste?

—Porque no lo hice.

—¡Lo hiciste! —golpea con la palma de la mano el brazo de su silla. —Me salvaste la vida, pero sigues actuando como si fuera un inútil, como si no pudiera entender lo que estás haciendo.

—No estoy tratando de...

—Sé que no estás tratando de hacerme sentir de ninguna manera pero lo hago. Soy un hombre adulto, Harry, y no te culpo por el accidente, el incendio y todo lo demás. —Winston se lo había dicho tantas veces pero al parecer Harry no podía aceptarlo, no podía dejarlo ir. Se pasa una mano por el pelo. —Amigo, me estás volviendo loco. En serio, sólo detente. Estoy trabajando en algunas aplicaciones, la casa está reconstruida y una vez que consigamos esas vides, las cosas serán de color rosa.

Harry suelta una carcajada por su juego de palabras. —Sé que no me culpas, sin embargo, no puedo dejarlo pasar. No hasta que devuelva el viñedo a donde estaba.

—Conseguiste la casa mucho mejor que antes. ¿Por qué no puedes simplemente dar por terminado el día?

—Porque ese no soy yo.

—Lo sé —suspira. —Sé que eres el miembro más terco de esta familia, pero te diré algo más —se pone de pie—, si no detienes esta basura de mártir, lo mejor que te está pasando es que se te escapará de los dedos. —la mirada del rizado se eleva —Sí, él. La estrella del pop más grande con los mejores movimientos de baile y las canciones más lindas. Él es alucinante, una joya. Y si no sacas de tu trasero la cabeza que te odia a ti mismo, él se escapará. Sé que lo quieres, no juegues.

Y no se equivocaba.

—Me gusta mucho más esa expresión. —empieza a apilar leña en la chimenea para la fresca noche que se avecina.

Quizás lo que su hermano había dicho, tiene algo de verdad. Al menos en un cargo, tiene que disculparse con Louis, y maldición, Harry odia pedir disculpas.

Se pone de pie también y se estira, luego gira hacia las escaleras.

—Arrástrate —dice su hermano por último —Y hazlo bien.

Le hace señas para que se vaya.

En este caso, Harry no necesita un consejo, sabe cómo disculparse con Louis y tiene la intención de hacer lo mejor posible.

🥀🥀🥀

Louis se mira en el espejo, sintiéndose más que molesto. Por un lado, Harry está tratando de ser un buen hombre, pero por el otro, ni siquiera está dando una oportunidad a lo que hay entre ambos. El rizado cree que le hará daño, ¿es porque esto sólo será una aventura para él, o hay algo más que no sabe?

Harry carga con tanta responsabilidad sobre sus hombros. Ojalá dejara que otros compartieran la carga con él, Louis no tenía ninguna duda de que su hermano lo ayudaría. Está tan impulsado a reconstruir este lugar que en el proceso está alejando a todos. Puede verlo con claridad, pero supone que es porque está afuera mirando hacia adentro.

Cuando Harry habló de sus padres mientras estaban montando a caballo, Louis se dio cuenta de que todos eran una familia muy cariñosa. Este lugar tiene que ver con ese vínculo; lo último que sus padres querrían que hiciera es alejar a su hermano, deberían apoyarse el uno en el otro para superar todos los problemas.

Harry no tiene idea de lo que se está perdiendo al tomar todo sobre sí mismo. Durante tanto tiempo Louis había deseado tener una relación como la que Harry tiene con Winston. Alguien en quien pudiera confiar en todo. Alguien a quien realmente le importe una mierda porque simplemente lo ame y no por su dinero o conexiones.

Se entristece, pero más que es eso, si es sincero, Harry no se permita explorar lo que tienen... le enoja.

La gente trató de usarlo de una forma u otra, y otros todavía dictan su vida. Siempre va y hace lo que le dicen. Si no es Frankie, es otro mánager o corredor de set. Es posible que Harry no se dé cuenta, pero está haciendo exactamente lo mismo que todos los demás.

Está harto de eso.

¿Cuándo podrá empezar a tomar decisiones por él mismo?

Ata la parte delantera de su bata antes de poner el cepillo que encontró en el cajón. No está seguro de cómo irá a manejar la situación con Harry, ¿habrá olvidado que comparten cama?

Él quiere presionar, pero ¿cuándo va a luchar alguien por Louis? Harry lucha por todo lo demás, ¿por qué no por él? ¿acaso no vale la pena? Resopla, sabiendo que probablemente está siendo dramático. Después de todo, apenas se conocen, Harry ya tiene tantas cosas en su vida que seguro no necesita también los problemas de Louis.

Había pensado que finalmente había encontrado a alguien con quien podía ser él mismo. Bajar la guardia no fue fácil para el castaño, pero por Harry estaba dispuesto a correr el riesgo. Respira hondo y sale del baño en busca del gato.

Harry entra corriendo por la puerta del dormitorio sin aliento. Hace una pausa por un momento antes de cerrar la puerta de una patada. Estrecha el espacio entre ellos en cuatros largos pasos.

—Soy estúpido —dice Harry antes de besarlo. El corazón de Louis se acelera. —Lo siento, Lou. Soy un increíble estúpido.

El castaño pone los ojos en blanco.

—Ahora ni siquiera puedo estar enojado contigo.

Harry besa su mandíbula y luego el lóbulo de su oreja, tira del cinturón de su bata antes de quitárselo de los hombros, dejándolo desnudo frente a él.

—Adoraré tu cuerpo como debe ser.

—Sí —Louis está de acuerdo mientras Harry arrastra besos por su cuello hasta su pecho. —Deberías mostrarme cuánto te arrepientes por decirme lo que es mejor para mí, por no dejarme tomar mis propias decisiones, por tratar de poner distancia entre... oh.

Agarra los muslos del castaño y lo lleva hacia la cama.

—Te lo voy a compensar.