Capítulo 10
Louis se despierta con los ronroneos demasiados familiares. El cuerpecito de Kittypuff vibrando contra el castaño. Es un bebé peludo tan bueno. Louis se agacha para acariciarlo, sus ojos se abren de par en par cuando siente que una mano ya lo está haciendo.
Harry.
Los ojos de Louis se encuentran con su mirada y su corazón se acelera. Lame sus labios, sin saber muy bien cómo va todo esto del día después. ¿Cuenta lo que pasó? No llegaron hasta el final, pero le hizo llegar al orgasmo con sus manos. Su rostro comienza a calentarse al recordar lo que pasó con Harry.
—Buenos días, precioso —se acerca a Louis y quita un mechón del cabello de este que obstruye su vista.
Debe ser así como se siente Kittypuff cuando Louis le presta atención y se encuentra queriendo apoyarse en el toque de Harry.
—Hola —es todo lo que puede decir. Sus pensamientos están demasiados dispersos para formar una oración completa en ese momento.
Kittypuff se ha sentido como en casa, habiéndose encajado entre Harry y él. A Harry no parece que le importe en absoluto. Está acariciando a su malcriado peludo y Kittypuff se lo permite, Louis está seguro que su gato no es el único enamorado.
—Te desmayaste.
—Oh, Dios —Louis se cubre la cabeza con la manta, escondiéndose. Escucha a Harry soltar una risa profunda que es demasiado sexy antes de quitarle la manta a Louis de la cabeza.
—Eres bueno para mi ego.
—Cállate —golpea el pecho del rizado.
Harry se ríe, agarra su mano y lo pone encima de él. Louis deja escapar un pequeño grito. Kittypuff hace su salida, dando una mirada de desaprobación antes de saltar de la cama.
—Quiero mi beso matutino.
Louis se pregunta cómo fue que Harry pasó del tipo mortalmente silencioso que actuaba como si no le agradara a un chico dulce y encantador en tan poco tiempo. Al castaño le encanta que Harry se sienta lo suficientemente cómodo para compartir este lado de sí mismo con él.
—Aliento matutino.
—No me importa una mierda —su mano agarra el cabello de Louis y lo tira hacia abajo para un beso.
El castaño gime en su boca, devolviéndole el beso. Durante tanto tiempo pensó que los besos estaban sobrevalorados y se equivocó. Harry lo libera después de un momento.
—Si no me detengo, nunca saldremos de esta cama.
—No estoy seguro de ver un problema con eso.
Deja escapar un jadeo pero Harry hace que ambos se den la vuelta para que esta vez el rizado quede sobre el ojiazul, y lo vuelve a besar, haciéndole perderse en él.
Sin embargo, Harry se encuentra levantándose de la cama.
—Necesito alimentarte —se pasa la mano por el pelo. Ese acto lo hace parecer más joven, los ojos de Louis recorren su cuerpo, captando cada línea de su pecho.
—Louis —el aludido levanta los ojos justo antes de que empiecen a bajar. —Te traeré unos pantalones.
Camina hacia un armario y vuelve un momento después con un par de bóxers. Louis se los quita y se los coloca debajo de la camisa que le dio Harry anoche. Tiene que enrollarlos un par de veces para que no se muevan. Se siente más hermoso frente a él con esa ropa de la que nunca se sintió con cualquiera de sus trajes de escenario.
—Nos vemos en la planta baja —dice, luego le da una última mirada antes de salir de la habitación.
Louis podría irse a dormir a un país y despertarse en otro; está acostumbrado a que su vida cambie con el lanzamiento de una moneda. Vivir de esa manera lo convirtió en lo normal para su vida. Esto, sin embargo, con Harry, nunca en un millón de años podría haberlo visto venir.
Hace su trabajo rápido en el baño, queriendo volver a estar cerca de Harry. Posteriormente cuando entra a la cocina, él está de pie junto a la estufa. Su hermano está sentado en la isla de la cocina con una laptop frente a sus narices.
—Buenos días —dice Winston. Su sonrisa surge con facilidad.
—Buenos días —responde Louis.
Saca la silla junto a él con el pie. Louis la toma y nota que Kittypuff se ha sentido como en casa en el mostrador, donde está comiendo algo de un cuenco.
—¿Cómo tomas tu café? —Harry pregunta, alejándose de la estufa. Se puso una estúpida camisa.
—No tomo café, el agua está bien.
—¿No café? —Winston dice en estado de shock.
—Para ser honesto, a veces tomo a escondidas una gaseosa por la mañana.
—¿A escondidas? —esta vez es Harry quien pregunta mientras camina hacia el refrigerador y saca una bebida para Louis.
—Sí, no me dicen abiertamente que no puedo comer esto o aquello, pero la gente hace comentarios. —toma un sorbo y deja escapar un pequeño gemido, cerrando los ojos y disfrutando del ardor. Harry se aclara la garganta. —Lo siento —su cara comienza a calentarse.
Harry vuelve a preparar el desayuno, el estómago de Louis gruñe cuando se da cuenta de que está haciendo panqueques con tocino. No había tenido eso en mucho tiempo, es uno de sus desayunos favoritos en absoluto.
—Todavía necesito una lista de tus ex. Tenemos que empezar a reducir el número de sospechosos —abre un cajón y busca hasta que encuentra un bolígrafo y un papel, se lo entrega a Louis.
—Esa lista va a ser larga —interviene Winston con un silbido bajo—. No te estoy criticando ni nada —se apresura a decir —Pero has salido con lo que mucha gente considera que son algunos de los hombres más atractivos del mundo.
Louis salta cuando una sartén cae con fuerza sobre la encimera.
Vaya boca de Winston. Parece saber demasiado sobre los hombres más atractivos del mundo y también sobre su vida amorosa.
—¿Tú sabes quién soy?
—Louis Tomlinson. Sí, quería que te sintieras relajado aquí, así que no me enloquecí ni nada cuando te reconocí antes. No te preocupes, no voy a pedirte un autógrafo... no hoy de todos modos —le guiña un ojo, haciendo reír a Louis.
—¿Ustedes dos pueden dejar de coquetear y permitir que Louis haga la maldita lista? Parece que puede llevar un tiempo —refunfuña Harry.
Louis se muerde el labio para no reírse. Winston levanta las manos en señal de rendición. Harry se olvidó de él prácticamente admitiendo antes que solo había besado a un chico. Y Louis podía asegurar de que eso es lo último que tiene en mente.
—No estoy detrás de tu chico —le dice a Harry.
—Empezaremos con Brandon —escribe el nombre en el papel que Harry le había dado.
—Fuiste la cumbre de su carrera —aporta Winston, haciéndolo reír.
Harry les da otra mirada.
—Hazz. —dice su nombre suavemente. Su rostro se suaviza—. Esa sería mi lista completa a menos que quieras que ponga todas las relaciones falsas.
—¿Qué? De ninguna manera. ¿Esa mierda no era real? —pregunta su hermano.
—Para nada. Citas falsas y estrenos de películas, todo era parte del juego. Nos damos publicidad unos a otros.
Harry se relaja aún más con esa explicación.
—Todo es humo y espejos, nada real.
—¿Ni siquiera Jameson? Ustedes dos tenían química.
Un gruñido proviene de Harry. No debería encontrar a la vez caliente y adorable que esté celoso por esto, pero Louis lo hace.
—Éramos muy buenos amigos, todavía lo somos pero viaja mucho por trabajo.
—¿Amigos? —Winston arquea las cejas.
—Digamos que no soy su tipo, así que nos facilitó estar cerca.
—Es bueno saber. Ahora tal vez mi hermano deje de descargar su enojo en los utensilios de cocina y haga nuestro desayuno.
Louis se echa a reír y Winston se une a él.
No se pierde la sonrisa en los labios de Harry.
Esto se siente bien.
Normal.
Louis podría acostumbrarse a algo como esto. Incluso si nunca podría ser realmente suyo.
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