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Capítulo 9 - Hablar o pelear (Reescrito)

Dream se encontraba caminando por los pasillos de la escuela para ir directamente hacia a Cross, quien estaba conversando con Killer sobre algo importante. Le jalo la manga de su camisa para llamar su atención, Killer quería ver el resultado del centésimo intento de Dream para que Cross abandonara su grupo.

– ¿Qué quieres? – Pregunto Cross de una manera que se notaba desinteresada.

– Quiero hablar contigo – Respondió Dream con frialdad y con la cara mirando abajo.

– No quiero ha- – Fue interrumpido a gritos.

– ¡¡¡Solo pidió un minuto de tu maldito tiempo!!! ¡¡¡No es opcional!!! – Grito Dream hizo que Killer y Cross se sorprendieran.

– O- Okey, hablaremos – Dijo Cross.

* • * • * • * • * • * • * • *

Cuando llegaron a un lugar perfecto para hablar, Dream volteó con una cara muy fría y decepcionada, cruzada de brazos.

– ¿Por qué estas con ellos? – Pregunto Dream.

– Eso no es tu problema, si quiero estar con ellos es porque quiero – Respondió Cross de mala manera.

Dream ya obtuvo su respuesta, se dio vuelta para irse decepcionada que más nunca en la vida.

– ¿Solo era esa estúpida pregunta? – Pregunto Cross.

En ese entonces, Dream le rasgo el ojo izquierdo para decirle una cosa:

– Si me vuelves a ver o a mi hermana, no será un rasguño lo que tendrás – Dicho eso, se fue más enojada como nunca había estado.

Cross había caído al suelo por el impacto, se limitó a tocar su ojo que estaba rasgado y sangrando, apenas podía ver bien.

* • * • * • * • * • * • * • *

Salió de la enfermería para irse hacia su salón, pero ahora veamos a Fell…

El intentaba de todo para hacer que Raspberry le dijera algo, insistía cuando iban a la casa, insistía cuando entraban a la secundaria y en clases como ahora lo estaba haciendo.

– De verdad quiero hablar contigo, dime algo – Insistía desesperado.

– Pásame el hidrogeno de carbono – Dijo Raspberry que estaba haciendo la fórmula que la clase pidió.

– Por favor, otra cosa que no sea eso – Dijo Fell, le había pasado la fórmula que no era.

– ¿Crees que voy a hablar con alguien que me rompió la pierna? – Pregunto Raspberry enojada, tanto que no le prestó atención al envoltorio del líquido.

Una vez que hecho el líquido hizo que la formula hiciera un extraño humo.

– ¿Debería estar haciendo eso? – Pregunto Fell mientras tocia.

– La verdad es que no – Respondió Raspberry.

A la profesora Alphys y la clase le llamaron la atención aquel humo repentino, en cuanto se desvaneció el humo vieron a una niña de 6 años junto con un niño de 7.

– ¿¡Pero qué ha pasado!? – Se preguntó Raspberry al verse a sí misma.

– Raspberry, sin querer creaste la fórmula equivocada que hizo que te rejuvenecieras – Dijo Alphys al reconocerla – Tranquila, el efecto se va en 12 horas – Agrego.

– Oh, genial – Dijo Raspberry muy enfadada – Esto es una… – Fell le puso la mano en la boca.

– Las niñas buenas, no dicen palabrotas – Dijo Fell burlón.

– Raspberry, te puedo cuidar hasta que el efecto se vaya – Dijo Alphys.

– No, yo lo hago – Dijo Fell, parece que al fin encontró la oportunidad de hablar con Raspberry y no la iba a malgastar.

– Yo no… – Raspberry iba a negarse nuevamente, no pudo debido a que Fell le volvió a tapar la boca.

– Está bien, gracias por ser voluntario, Fell – Dijo Alphys con una sonrisa.

En cuanto Alphys se retiró, dejo que ellos se fueran para no pasar vergüenza en todo el día, para cuando cerró la puerta, Raspberry se cruzó de brazos.

– Te odio más que nada en el mundo – Dijo muy amargada y molesta.

– Ya me lo agradecerás – Dijo Fell con una sonrisa simpática, le daba nostalgia la forma de niña en la que estaba Raspberry.

– Púdrete en el… – Fell la callo.

– Sh… – La silencio – Una niña no debería tener tal vocabulario – Agrego.

– Uy… – Exclamo Raspberry más enojada, se dio media para darle una cachetada con el cabello para irse.

A Fell le costó demasiado seguirla por que cada vez que se acercaba para hablar, ella se aceleraba su paso con una cara de pocos amigos.

* • * • * • * • * • * • * • *

Ambos tuvieron que irse caminando ya que eran muy pequeños, aunque Raspberry no tenía idea de adonde la llevaba Fell, ya que este la estaba cargando en su espalda porque según él iba a llevarla así para que descansara.

– ¿A dónde te crees que me estas llevando? – Pregunto Raspberry enojada.

– A evadirte la vergüenza – Respondió Fell, habían llegado a su casa – Tengo suerte de que mi hermano no estará aquí hasta el Lunes – Agregó sonriendo.

* • * • * • * • * • * • * • *

En cuanto subieron las escaleras, entraron al cuarto de Fell, que le pidió a Raspberry que se sentara y vaya vergüenza que agarro. Se había sentado entre sus pierna, Raspberry quería que probara una cucharada de su propia medicina…

– Y quieres hablar conmigo, pues esta es tu única oportunidad. Tu sabes que esto contará como un secuestro – Dijo Raspberry, hizo que Fell dejara su vergüenza a un lado.

– Déjame contarte una historia… – Dijo Fell, acostó a Raspberry sobre su pecho para comenzar – Hace tiempo, un niño era abusado por otros, iban a continuar lastimándolo de no ser por una niña ágil en sus movimientos, el grupo no podía tocarla ni siquiera un pelo. Cuando el grupo siguió intentando en lastimar al niño, la misma niña siempre los golpeaba para que lo dejaran en paz, el niño le prometió que la protegería – Hizo una pausa para mirar a un lado – Hasta que un día, la niña fue atacada, la golpearon gravemente hasta dejarle una cicatriz. El niño se dio cuenta cuando la llevaron en una ambulancia, los doctores le dijeron que tendría una amnesia leve, el niño hacia todo lo posible para volverla a ver y se rindió creyendo que ya no la volvería a ver. Pasaron los años, el mismo niño se había vuelto un adolecente y conoció a una hermosa chica, cuando pasaron tiempo en su casa vio una foto de cómo era ella cuando era niña. El chico no la reconoció y la chica no lo había recordado…

Raspberry sintió un raro sentimiento al igual que su alma latir muy rápido, Fell hizo que lo miraba a la cara, hizo que su cabello dejara ver su ojo derecho que aún tenía la misma cicatriz.

– Lamento haber roto mi promesa, pero sabes. Te voy a hacer una nueva: “Prometo cuidarte con toda mi alma” – Dijo Fell con una voz muy segura.

Raspberry saco lo que casi nunca sacaba… Una sonrisa, Fell sintió como ella se ponía cerca de su cara para darle un beso en la mejilla.

– Me gusto el besito, pero me gustaría que fuera… – Dijo Fell para apuntar hacia su boca.

– Ya se fue el momento – Dijo Raspberry para acostarse sobre una almohada, sintió como Fell la abrazaba por la espalda.

* • * • * • * • * • * • * • *

La mañana siguiente, Raspberry se despertó en su tamaño normal, había vuelto a ser la adolecente que era. Cuando intento levantarse sintió como si alguien se aseguraba de que no se fuera, cuando volteó a ver lo que la mantenía allí, quedo con toda la cara sonrojada de vergüenza, Fell la abrazaba mientras dormía.

Se las arregló para escabullirse para irse muy avergonzada porque nada de anoche fue un increíble sueño y si había sucedido.

* • * • * • * • * • * • * • *

En la escuela, se encontraba conversaba con Yanberry de un par de cosas, hasta que sintió como le jalaban del brazo para que la voltearan, la siguiente acción la había dejado en tanta vergüenza ya que estaban en el pasillo lleno. La había besado Fell, su cara mostraba que estaba en mucha vergüenza. Fell se separó  con una enorme sonrisa…

– Te fuiste sin decirme nada – Dijo tranquilo Fell.

– Repito, no habló con quién me rompió la pierna – Dijo Raspberry con pose de diva.

– ¿No recuerdas lo que paso ayer? – Pregunto Fell alzando la ceja sin quitar su sonrisa.

– Lo único que recuerdo es el humo que causaste en el laboratorio – Mintió no quería pasar más vergüenza.

– Lo olvidaste, pero no importa… – Dijo Fell para acercar a Raspberry a su cara lo que hizo que sus respiraciones estuvieran cruzadas y le quito el cabello que tapaba su ojo – Hare mi promesa esta vez.

De allí Fell se retiró dejando que todos sorprendidos y celosos a los chicos, Yanberry se aguantaba las carcajadas.

– ¡¡¡JA, JA, JA!!! – Rio fuertemente – Se ve que le gustas mucho – Agregó.

– Cállate, que te importa es nuestro tema – Dijo Raspberry avergonzada.

Pasaron el resto el día muy tranquilo, aunque dejaron tantos hombres con corazones rotos por que la diva y el motociclista empezarían a salir.

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*La radio explota*

Chau x3

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