Las horas pasaron, el cielo se cubrió del manto negro en compañía de las estrellas y la incertidumbre de donde podría estar Serena se hacía cada más desesperante.

Seiya y Yaten, habían tenido que llamar a su madre Lita; avisando que se quedarían en casa de los Tsukino's, porque Serena había desaparecido.

Tal noticia impacto de sobremanera a sus progenitores, que fueron hacia donde estaban sus menores hijos en compañía su otro hijo, Taiki; el mayor de los trillizos.

Cuando tocaron la puerta, jamás imaginaron ver tal escena.

Ya que, Ikuko salió muy desesperada y llorosa a abrir la puerta, pensando que se trataba de su hija.

Pero al momento de darse cuenta que no se trata de ella, se arrodillo en el umbral y rompió en llanto.

Lita al ver la escena, se agacho hasta colocarse a la misma altura que Ikuko, y sin decir nada la abrazo de forma maternal.

Ikuko al sentir aquel abrazo, sollozo más.

-- ¡Cálmese!, .... ¡Vera que su hija volverá sana y salva! _ Comento Lita, en tono dulce.

Ikuko, que aún seguía llorando, solo asentía a las palabras de la mayor.

En otro lado de la sala, se encontraban Taiki, Andrew y Seiya.

Los 03 estaban ideando un plan para poder encontrar a la menor, a partir de las únicas pistas que tenían.

Cuando el sonido de la puerta abriéndose, llamo la atención de todos los presentes.

La primera en salir a ver fue Ikuko, seguida de Lita.

Y cuando se dieron cuenta de quien se trataba, la pelimorada se acerco de forma abrupta hacia su hija y la abrazo de forma desesperada.

Para luego del abrazo, y sin que nadie se lo espere; Ikuko se separo de su hija y la abofeteó un par de veces en ambas mejillas, mientras sus mejillas seguían cubiertas de lágrimas.

Serena que permanecía en silencio desde que entro, no dijo ninguna palabra; solo bajo la mirada al suelo y sus lágrimas comenzaron a caer.

-- ¿Dónde estuviste?, .... ¿Sabes la angustia que me has hecho vivir?, .... ¡Serena!, ¡Respóndeme maldita sea! _ Muy fúrica Ikuko comento a sacudir a su hija, mientras exigía respuestas.

La menor que aun estaba en un estado de shock, no dijo nada, y cuando levanto su vista, solo Lita se dio cuenta que la mente de Serena estaba en otro lugar.

Así que sin importarle nada, separo a la madre de su hija.

-- ¿Qué sucede? _ Pregunto Wiseman, quien recién llegaba, en compañía de Haruka y Darien.

-- ¡Serena! _ Dijeron a una sola voz, los 02 docentes, al ver a la adolescente en brazos de Lita.

-- ¿Dónde estuviste hija?, ¡Estábamos muy preocupados por ti!, .... ¡Hasta fui a tu escuela y pregunté por ti!, .... Pero, ¿Por qué tienes tus mejillas rojas?, .... ¿Qué cosa fue lo que te paso?, ¿Y por que estás con los ojos rojos y el cabello todo revuelto?, .... ¿Serena?, ¿No confías en mí? _ Wiseman, que se había acercado a su sobrina, comenzó a interrogarle, mientras intentaba abrazarla.

Pero la menor no daba indicios de querer ser abrazada por el mayor.

Y como Wiseman, es muy observador, dejo de insistir.

Taiki, Lita y Andrew, que eran muy observadores, también notaron la incomodidad de la menor, pero no dijeron nada. Y se limitaron a observar.

Seiya, Yaten, Mina; por su lado querían acercarse a la menor, pero con las palabras anteriores que Wiseman le había dicho a su hija, no se acercaron, sentían vergüenza.

En cambio, Haruka y Darien; rápidamente se acercaron a Serena, y le comenzaron a hacer las mismas preguntas que el peliplateado les había hecho momentos antes.

Serena que aun estaba en shock, por todo lo que había vivido ese día, no respondía nada; solo se pudo apreciar el fluir libremente de sus lágrimas sobre sus mejillas.

-- ¡Habla Serena!, ¿Dónde demonios estuviste, hasta estas horas? _ Muy enojada, Ikuko volvió a interrogar a su hija, pero ahora de manera muy brusca.

La adolescente, solo cerro los ojos con miedo, cuando sintió el agarre brusco de su madre en ambos brazos.

-- ¡Ya basta Ikuko!, ¿Acaso no vez como esta tu hija?, ¿Acaso no te das cuenta que no puede pronunciar ninguna palabra? _ Muy enojado y separando nuevamente a Serena de su madre, hablo Wiseman, con el ceño muy fruncido.

Serena que no soportaba que la tocaran, comenzó a tener leves temblores corporales.

-- ¿Ahora la defenderás?, .... ¿A sabiendas, sabe Dios con quien habrá estado y que habrá estado haciendo? _ Muy enojada hablo Ikuko sin medir sus palabras.

-- ¡Ya basta Ikuko!, No entiendo que te paso, .... Si hace unas horas estabas muy preocupada por ella, .... Y ahora estas ¡Así!, ¡Toda amargada!, .... ¿Qué te sucede? _ Soltando a la menor, Wiseman, se enfrento a Ikuko, para luego señalarla de forma despectiva.

Ikuko no dijo nada, y se marcho.

Los demás al presentar la actitud de hace unos minutos se preguntaban que es lo que había sucedido con la señora Ikuko, si hasta hace unos minutos ella se mostraba muy desesperada por que aparezca Serena, y ahora reaccionaba muy alterada.

-- ¿Sere?, ¿Prima?, ¿Estas bien?, .... ¿Dónde estuviste?, ¿Y por que tienes tu uniforme así? _ Se acerco Mina a mencionada y comenzó a preguntarle.

Serena que seguía sin decir ninguna palabra, se alejó algunos pasos lentamente, para luego desmayarse ante la mirada de los demás.

Darien y Seiya fueron los primeros en ir a socorrerla, pero fue Darien quien llego primero y la cogió en brazos para luego cargarla al estilo nupcial y dejarla en el sofá.

Y al momento de ponerla sobre el sofá, comenzó a susurrarle palabras de amor y devoción infinita.

Seiya, que estaba muy cerca escucho algunas de las palabras, su rostro cambio al escucharlas y  decidió alejarse de ellos.

Taiki, que estaba estudiando medicina, se acerco hasta la rubia adolescente y comenzó a examinarla ante la mirada de todos.

-- ¡Tal parece que se le bajo la presión!, .... ¿Acaso tiene anemia? _ Pregunto el castaño adolescente, mientras baja los parpados de Serena y observaba lo blanco que estaba.

-- ¡Si!, .... ¡Según nos indico mi madre, Serena estaba pasando por un cuadro de estrés y anemia! _ Respondió Darien, mientras acariciaba el cabello de la rubia.

Taiki asintió en silencio la información recibida, y la observo en silencio.

Pero Wiseman, que también había escuchado la información dada por Darien como los demás, lo observo de forma minuciosa, y le dedico una mirada seria.

El peliplateado mayor, se preguntaba porque sabia tanto ese profesor sobre su sobrina; y ellos que eran su familia, ignoraban tal información.

-- Lo mejor será que Serena, descanse en su habitación _ Sugirió Taiki.

Wiseman asintió en silencio, y le indico con un movimiento de cabeza a Haruka que se encargara de llevar a su sobrina a su habitación.

Y cuando el rubio se alistaba cargar a Serena, se dio con la sorpresa que Darien y Seiya; se pelaban silenciosamente con las miradas, de quien era mejor en llevar a Serena.

Mina que estaba ahí, decidió que lo mejor era decirle a Yaten que llevara a su prima.

El adolescente acepto en silencio la petición de su novia, ya que según veía la situación era lo mejor que se podía hacer, para evitar un enfrentamiento.

Así que, Yaten junto con Mina se acercaron en forma silenciosa hasta donde se encontraba Serena y rápidamente cargo a Serena como si de una princesa se tratara y se fue hacia donde le indicaba Mina.

Wiseman, junto con los padres de Yaten y Haruka; al ver como se llevaban a Serena, no dijeron nada.

Y mientras Serena era recostada en su cama, en la sala Seiya y Darien, seguían con su guerra de miradas; estaban tan concentrados en el contrario, que no se habían dado cuenta que Serena ya no se encontraba.

-- ¡Muy bien!, Gracias a todos por su preocupación para con mi sobrina, .... Pero como bien se dieron cuenta, ya es demasiado tarde, .... Y lo mejor será que cada uno de nosotros nos vayamos a descansar _ Hablo Wiseman, mientras se iba hacia la puerta y la abría.

-- Si, .... Creo que lo mejor será marcharnos, .... ¡Taiki, Seiya!, .... Vámonos ya _ Hablo muy fuerte Andrew.

-- ¡Si papá!, .... Pero primero, debo de llevar a Bombón a su habitación _ Respondió Seiya, sin dejar de mirar a Darien de manera retadora.

-- ¿Quién te dijo que tú la llevarías? _ Hablo muy enojado Darien.

-- ¡Ja!, .... ¡Simple, soy el único que conoce su habitación! _ Hablo en tono victorioso Seiya.

-- ¡Jm!, .... Creo que alguien ya se adelanto a llevarla _ Hablo Haruka en tono tranquilo y mirándolos burlonamente.

-- ¿Qué? _ Dijeron ambos al mismo tiempo.

-- Si, .... Así como lo escuchan, .... Y no me miren así que solo digo la verdad, .... Ya que mientras ustedes peleaban, Yaten aprovecho ese tiempo y llevo a la Gatita a su habitación.

-- ¿Alguien me llamo? _ De pronto el mencionado pregunto, mientras bajaba en compañía de su novia.

-- ¿Tu llevaste a Bombón a su habitación? _ Pregunto muy serio Seiya.

-- Si, .... ¿Por qué?

-- ¿Y lo dices así todo tranquilo?, .... ¿Además, quién te autorizo a hacerlo? _ Pregunto muy enojado Darien, mientras se acercaba al adolescente platinado amenazadoramente.

-- ¿Disculpa?, .... Hasta donde tengo entendido esta no es tu casa, además tenia que llevarla; ya que esta mal y necesitaba reposo _ Respondió enojado Yaten, mientras le hacía frente al mayor.

Darien no conforme con la respuesta, sonrió de medio lado y comenzó a levantar su puño para golpear al menor.

Pero sus intenciones se vieron frustradas ya que Wiseman, al notar las intensiones violentas de Darien, cogió el brazo de este en el aire.

-- ¡Aquí la violencia no esta permitida!, .... ¡Y si quieres comportarte como un cavernícola, será mejor que lo hagas en tu casa! _ Muy enojado, Wiseman, aparto a Darien.

Muy enojado el pelinegro, salió de la casa maldiciendo a todos los presentes.

Los demás, miraron de forma sombrada y reprobatoria la manera en cómo se comportó el educador.

-- Tal parece que ya llegaron a Jubban, los insolentes _ Comento muy serio Andrew, mientras miraba por donde había salido Darien.

Los demás al escucharlos solo asintieron en silencio.

-- ¡Bueno creo que lo mejor, será que nosotros también nos marchemos de aquí!, .... ¡Mi esposa en su condición no puede desvelarse mucho! _ Comento Andrew, mientras acariciaba el vientre casi plano de Lita.

-- ¿Acaso su esposa? _ Pregunto muy curioso Wiseman, mientras señalaba su vientre.

-- ¡Si!, .... Solo tiene 5 meses y no se le nota nada _ Comento muy alegre el rubio, mientras abrazaba a su amada.

-- ¡Andrew, basta!, .... ¡Por favor compórtate, estas dando un espectáculo!, ¡Además que vergüenza con los señores y los niños! _ Comento muy avergonzada Lita, mientras intentaba inútilmente alejarse de su esposo.

-- ¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja!; .... Es normal que su esposo se comporte así, .... Ya que cuando un hombre ama locamente a su esposa, .... Desea mimar y complacerla en todo momento, sobretodo cuando ella esta embarazada _ Comento muy nostálgico Wiseman, y a su mente comenzaron a llegar los recuerdos que paso al lado de su amada Minako, y de cuando se enteró de su embarazo.

-- ¡Lo vez Lita!, .... ¡El Señor me entiende completamente! _ Respondió Andrew.

Su esposa, solo sonrió y movió la cabeza de un lado a otro, al escuchar las locuras de su amado esposo.

Los demás al ver la interacción de los adultos, solo reían.

Luego de unos minutos, la familia Kou se marcharon de la casa Tsukino en compañía de Haruka, debido a que compartían el mismo camino.

Y en la sala solo quedaron, Wiseman y su hija Mina.

Wiseman, que estaba un poco pensativo y analítico con todo lo que estaba pasando, se dedico a observar a su hija y en ello comenzó a preguntarse que era lo que pasaba.

-- ¿Por qué me observas de esa manera papá? _ Pregunto Mina, al darse cuenta del análisis que le hacia su progenitor.

-- ¿Por qué crees tú?

-- ¡Yo lo siento mucho!, .... ¡Se que debí estar mas al pendiente de mi prima!, pero .... ¡La verdad, no sé en qué momento ella se alejó de mí!

-- ¡Eso no minimiza tu responsabilidad!, .... ¡Tú sabias muy bien, cual es la situación de tu prima!, ¡Tú misma, me prometiste que cuidarías de tu prima hoy día!, .... ¿Y qué fue lo que paso?

-- ¡Lo siento!, .... Se que debí de tener más cuidado.

-- ¡Te hice una pregunta!, .... Y no bajes la cabeza Mina, solo responde lo que te pregunte.

-- ¡Me deje llevar!

-- ¿Te dejaste llevar?, O simplemente ¿Preferiste estar en tu mundo, con tu novio?, .... ¡Olvidándote de que tenias que cuidar a tu prima!, .... En verdad Mina, en todo el tiempo que hablamos, tu siempre me dijiste que Serena, jamás te dejo sola cuando tu más la necesitabas, .... Pero tú, .... ¡La abandonaste las 2 veces que ella mas necesito de ti!, .... ¿Qué clase de hija tengo? _ Expuso muy enojado Wiseman, mientras señalaba de forma despectiva a una Mina llorosa y con la cabeza agachada.

-- ¿Qué es lo que esta sucediendo? _ Pregunto de pronto una Ikuko, que, al escuchar los gritos de su cuñado, fue hasta a la sala.

-- ¡Nada que te incumba Ikuko!, Así que por favor vuelve a tu habitación _ Contesto muy serio Wiseman, sin dejar de mirar a su hija.

-- ¡Perdón!, .... Wiseman, te recuerdo que estas en mi casa, .... Y todo lo que pase en mi casa es de mi importancia, .... Así que ¿Qué esta pasando?, ¿Por qué le estas gritando a Mina y ella porque esta llorando? _ Pregunto, muy enojado Ikuko, mientras se acercaba a su sobrina y la abrazaba.

-- ¡Ikuko, no te metas en esto!, .... Este asunto solo nos incumbe a Mina y a mi _ Muy enojado, el peliplateado le hablo.

-- Ya sabes lo que pienso, .... Así que no me hagas repetírtelo _ Respondió la mayor, mientras consolaba a su sobrina.

-- ¡Ja!, ¡Ja!, .... De verdad que, si no viera con mis propios ojos, no lo creería, .... ¡En verdad que eres increíble Ikuko!

-- ¿Qué quieres decir con esas palabras Wiseman?

-- ¡Simple Ikuko!, .... ¡Que, en vez de estar consolando a esta irresponsable de Mina, deberías de estar arriba en el cuarto de Serena, preguntándole que le paso!, .... ¿Quién fue aquella persona que la golpeo?, .... Y lo más importante, ¿Cómo se siente?, .... Y no estar aquí de alcahueta de Mina y sus irresponsabilidades, .... ¡Recuerda que tienes una hija, y esa niña te necesita mas que nunca! _ Y diciendo aquellas duras palabras, Wiseman, prefirió ir a donde se encontraba su sobrina Serena.

Mina que había parado de llorar cuando su tía la abrazo, volvió a derramar más lágrimas, pero de forma desesperada y culposa, por todas las cosas que su progenitor había dicho.

Ikuko, por su parte solo se quedo en shock, ya que las palabras que su cuñado le había dicho en voz alta; su conciencia le había estado repitiendo constantemente después de haberle golpeado a su hija.

Pasaron unos minutos y luego con la voz dolida la menor hablo.

-- ¡Tía!

-- Si pequeña, .... ¿Qué sucede?

-- ¿Estás bien?

-- ¿Por qué me haces esa pregunta?

-- Porque estas llorando.

Y fue en ese momento que la mayor se dio cuenta, que las palabras escuchadas antes, le habían dolido mas de lo que ella misma hubiera imagino.

Sin decir nada, se alejo de su sobrina y limpiándose las lágrimas se fue hacia la cocina.

La menor que recién se estaba calmando, no presto atención a lo que hacía su tía.

Mientras que, en el segundo nivel de la casa, se podía apreciar que afuera de una puerta blanca con imágenes de flores, se encontraba un peliplateado tocando de manera suplicante la puerta.

-- ¡Serena, hija!, .... ¡Por favor abre la puerta!, .... ¡Necesitamos hablar! _ Suplicaba el mayor.

Pero en el otro lado de la puerta, estaba que caminaba por toda la habilitación una muy agitada rubia.

Serena, luego de despertar, decidió que lo mejor era aceptar la oferta de beca extranjera, ya que según había leído muy bien la Universidad a la cual había postulado, brindaban apoyo a las madres jóvenes solteras, para poder cumplir sus metas y sueños estudiantiles.

Así que, sin tener mucho tiempo, la menor comenzó a empacar sus cosas mas importantes, sus documentos, libros, recuerdos y ahorros.

Pasaron los minutos, y la rubia adolescente no terminaba su tarea, y su tío no dejaba de insistir en hablar con ella.

Y así que Serena, aunque le dolía ser cruel y fría con su familia, decidió que lo mejor era alejar a su tío, por ahora.

-- ¡Tío Wiseman!, ¡Por favor!, .... ¡Ahora no tengo aminos de nada! _ Respondió la menor, sin abrir la puerta y cerrando su maleta.

-- ¿Pero?, .... ¿Estas bien hija? _ Pregunto preocupado el mayor.

-- Si tío, .... Y gracias por preocuparte.

-- ¡Si necesitas algo!, ¡No dudes en decírmelo Serena!, .... ¡Sabes que te aprecio mucho pequeña!, ¡Como si fueras mi hija!, .... ¿Si, Serena?

-- Si tío y no te preocupes _ Lo dijo conteniendo su dolor y sufrimiento.

-- ¡De acuerdo! _ Y sin decir más palabras, Wiseman volvió a dirigirse a la sala.

Al llegar observo a su hija Mina, la cual estaba sentada en el mueble y tenía la mirada perdida.

Dio un sonoro suspiro y decidió acercarse a ella.

-- ¿Hija?

-- ¡Papá!, .... ¿Cómo esta mi prima?, ¿Pudiste hablar con ella? _ Pregunto angustiada la joven, mientras limpiaba las lágrimas de sus mejillas.

-- No, .... Serena no desea ver, y mucho menor hablar con alguien en este momento, .... Y es lo mas lógico, .... Ya que según se pudo apreciar, ella esta en un estado critico _ Hablo el mayor, mientras abrazaba a su hija.

-- Es mi culpa papá, .... Jamás debí de descuidarme de ella _ Muy dolida, Mina volvió a llorar.

-- No es todo culpa tuya, .... Creo que todos aquí tenemos la culpa en parte, .... Ya que, nos confiamos mucho.

-- ¡Perdóname papá!

-- No hay nada que perdonar pequeña, .... Soy yo el que debe pedir disculpas, .... Ya que te puse una gran responsabilidad, sin contar primero con tu opinión.

-- ¡No!, .... ¡Tu jamás debiste de haberme pedido eso!, .... Ya que el cuidarla, debió de nacer de mi misma, .... Debí cuidar de Serena, así como ella siempre cuido de mí.

Wiseman, no dijo nada mas y simplemente abrazo con más fuerza a su menor hija.

Mina por su parte, correspondió al abrazo de su progenitor.

Padre e hija, sin ningún esfuerzo se reconciliaron, como era costumbre.

Aquella muestra de cariño y amor de padre e hija, fue vista desde la cocina por Ikuko; que muy en su interior quería estar así con su pequeña.

Pero sabia muy bien, que Serena no le iba a permitir acercarse a ella, por el golpe que antes le había dado.

Así que, con todo el dolor de su corazón, Ikuko simplemente reprimió aquella necesidad de buscar a su hija, y solo se giro nuevamente hacia la cocina, en donde cogió un vaso, para luego llenarlo con agua.

Las horas fueron pasando y durante aquella noche, Mina no pudo descansar bien; a pesar que había solucionado las cosas con su padre, muy en su interior algo le decía que Serena no estaba muy bien.

Y sobretodo, su mente no dejaba a de pensar en la reacción que tuvo su Docente de Literatura con respecto a su prima.

En la casa de al lado, Darien no podía alejar de su mente la forma en como su amada princesa, había llegado a su casa.

Se preguntaba, por el culpable del golpe en la mejilla de su amada.

Estuvo unos momentos pensando en posibles culpables, pero ningún nombre se le pudo ocurrir.

No hasta que en su móvil le llego un mensaje, este al observar el asunto y el remitente, rápidamente una idea comenzó a cobrar fuerza en su mente.

-- ¡Setsuna!, .... ¡Solo tu puedes ser capaz de hacer esto y más! _ Pensó Darien en voz alta, después de leer el mensaje muy promiscuo y sexual, que le envió su jefa.

Sin poder demostrar la culpabilidad de la mayor, el pelinegro arrojo su celular al suelo, el cual, al momento de estrellarse con el suelo, se rompió.

Darien, al ver el resultado de sus actos, hizo una mueca y luego se dio la vuelta para irse hacia su habitación.

Seiya por su parte, no había podido probar bocado alguno durante la cena con su familia.

Su madre, muy preocupada le pregunto él porque estaba así.

A lo que el adolescente, simplemente le dijo que estaba muy cansado por haber ganado el concurso.

Sus padres y su trillizo mayor, al escuchar aquella tan grandiosa noticia, comenzaron a felicitar y abrazar al pelinegro.

-- ¡No es para tanto! _ Dijo el adolescente pelinegro, restándole importancia a sus logros.

-- ¿Qué no es para tanto?, ¿Qué no es para tanto?, .... Seiya, por favor, .... Prácticamente, parecías una estrella conocida mundialmente, cuando estuviste sobre el escenario, .... Hiciste que todos los que estuvieras ahí, solo gritáramos tu nombre, .... Y, por si fuera poco, hiciste que el jurado, disfrutara de tu música, .... Así, que .... ¿No es para tanto? _ Dijo muy emocionado y orgulloso Yaten, mientras abrazada por los hombros a su hermano mayor por minutos.

-- ¿Es verdad? _ Preguntaron sus padres y hermano mayor, al mismo tiempo.

-- ¡Si!, .... ¡Y no solo eso!, .... ¡Si no que recibió un pase directo, al conservatorio que desea asistir! _ Dijo Yaten.

-- ¿Qué? _ Volvieron a preguntar al mismo tiempo los 3.

-- ¡Si!, .... ¡Y por eso, nuestro querido Seiya, al salir del Instituto, se ira al conservatorio y será un gran Idol!

Los demás al escuchar como el peliplateaod había hablado, fueron hacia el mencionado y lo abrazaron.

Seiya que aun estaba pensando en su Bombón, no pudo disfrutar de las felicitaciones de su familia.

Siguieron pasando las horas, y el manto de la noche parecía desaparecer, para dar comienzo a un nuevo día.

Todo estaba tranquilo, y hasta se podría decir que podría ser un gran día para todos; pero aquello no iba a ser posible.

Ya que cerca de la vivienda de los Tsukino's, se podía apreciar a una figura cubierta con una gabardina negra.

Se acerco de forma cauta y veloz a la puerta de acceso de la vivienda, coloco un sobre amarillo al pie de la puerta, sonrió de forma única y luego desapareció del lugar.

Cuando ya estaba muy alejada de la casa, volteo nuevamente a ver la vivienda, la contemplo poco segundos y decidido seguir con su camino.

Nadie en esa casa se había dado cuenta de la presencia de aquella persona, excepto claro está de Darien; que lo había observado, pero cuando este estaba perdiéndose en el horizonte de la calle.

Pero no le dio importancia, ya que su mente solo estaba en saber sobre su amada Serena.

Hi dostys, sé que prometí actualizar mas seguido, pero la verdad no lo pude hacer, debido a que como algunos saben, sufro de depresión desde hace muchos años atrás, debido a ello a veces me sentía sin fuerza y ánimos; y la verdad que luchar para mantenerte bien y no sufrir nuevamente una crisis depresiva como muchas veces lo viví, no es fácil, por eso mil disculpas.

Y también quiero agradecer, el apoyo que le dan a este fic original, leer cada uno de sus comentarios, ver sus votos y leídas, me hacen sentir muy bien.

Sin más; muchas vibras positivas y abrazos de conejitos.