Pov. Tom

A veces...

A veces tengo un presentimiento de que alguien siempre me observa...

Desde hace meses, siento los pasos de alguien a mis espaldas. No he podido conciliar el sueño y desde hace días, en el trabajo, siento como si alguien me mirara desde lejos.

Tal vez suene loco y solo me haga ideas, pero desde hace meses no he podido dejar de pensar que alguien siempre está detrás de mí en todo momento. Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo; a veces llego corriendo a casa solo para voltear y ver el vacío...

Mis compañeros y amigos dicen que son ideas mías, que deje de pensar en ello, y solo a veces dejo de tener miedo...

Lucía, una de mis compañeras, me dijo que tal vez sea un "acosador"... Pero claro que es una broma; ningún enfermo me está acosando... ¿Verdad?

Ante esto, no me he presentado.
Mi nombre es Thomas Reed, tengo treinta años y recientemente me acaban de transferir a la estación de policía en Toronto. Aunque llevo seis meses en esta estación, solo he ayudado a patrullar las calles, dar pláticas en escuelas y atender problemas de grado menor.

El último fue el de una pareja de chicos en un bar conocido de por aquí; por alguna razón, no olvido ese tema, sobre todo por la inquietante mirada que me lanzaba uno de ellos, un chico peliazul que no dejaba de mirarme...

Sin saber que estos serían los últimos momentos antes de que me cruzara con él...

—¿Qué es lo que quieres de mí, Jake?

Pov. Jake

En la ciudad hay un chico que me gusta mucho...

A juzgar por su apariencia, se ve mayor que yo; lo deduje por su trabajo de policía y por cómo la mayoría de sus compañeros le hablan con respeto. Tiene los ojos cian más bonitos que he visto en mi vida.

Hace meses me rescató de una pelea que tuve con mi ex pareja al término de una fiesta, convirtiéndose en mi dulce "salvador".

Siempre me lo topo "accidentalmente" por la estación de policía o en los lugares donde acostumbra ir en su hora de comida, aunque nunca se da cuenta...

Sigo sus pasos de camino a casa, cuidando de mantener distancia para que no me vea. Lo hago de una manera sigilosa; no quiero que me descubra.

Porque si lo hace pensará que lo acoso y me odiará, pero ese no es el único problema...

Yo también soy un hombre.

Mi nombre es Jacob Hamilton, pero prefiero el apodo de "Jake". Tengo veintisiete años y esta es la historia de cómo me convertí en el más grande fan de mi lindo Tom...

—¡Tom, por aquí!— fue lo que le dijo una joven policía al pelinegro al llegar a la patrulla, mientras cierto peliazul miraba de lejos, con enojo, retirándose del lugar.

(...)

(Un impulso incontrolable)

Al llegar a su casa, Jake se dirigió al sótano, encendiendo una pequeña lámpara que iluminaba la habitación, mostrando una pizarra con fotos del mayor...

"Tú, mi amado, me perteneces solo a mí. No me importa qué tan lejos tenga que llegar, pero te obligaré a amarme."

—Tom, te quiero todo para mí...—

Continuará

Advertencia: ⚠️
Esta historia no busca romantizar el acoso, sin embargo si se tratara desde diferentes puntos de vista, solo se trata de una historia de fans para fans de campamento desventura.

La historia tocará temas delicados y serios, con el mayor respeto