Meg

Despierto sobre vomito, me huelo sintiendo el olor del vomito.

<<Mierda Jess, que asco>>

Levanto del suelo entrando en el baño, me ducho sin demorarme demasiado. Porque puedo ser una maldita psicopata que ama la sangre sin embargo, el vomito entra en una categoría. Me coloco la ropa que creo que debe ser de Evelyn, tomo el bisturí guardándolo en la chaqueta. La puerta está cerrada que no me queda de otra, miro la ventana de cristal que se encuentra frente a mí. La abro, me siento en el borde viendo la altura. Bajo con cuidado hasta el pequeño filo que queda afuera dando suaves pasos pegada a la pared alcanzando la otra ventana.

<<El que tenga miedo a dormir que no nazca>>

Abro la otra ventana con cuidado viendo a la sirvienta que limpia escuchando música con sus audífonos, tomo el bisturí con firmeza acercándome despacio a la chica por la espalda.

<<no soy una cobarde, pero debo usar el sigilo>>

Deslizo la hoja filosa por el cuello mientras se retuerce para zafarse de mi agarre. La dejó caer con cuidado de no manchar su ropa. Se la quito colocándomela yo.

Salí por el pasillo como si nada mezclándome entre los empleados, mientras me escabullo en la casa, eliminando uno a uno. No puedo permitirme dejar ninguno de pie.

Erick

Me dejo caer en el rojo después de haber jugado con los hombres que me siguieron, el sudor me cae por el cuerpo. El cansancio y mi respiración agitada me dice que debo descansar. Los cuerpos mutilados a mi alrededor me causan algo en mi interior, mi ropa bañada en sangre pegada a mi cuerpo. Toda una escena de terror y yo pensando en Grace, espero que me haga caso y se quede en casa. No puedo en que algo le pasará. La oscuridad se hace presente fuera de casa, ni rastro de él. Esto me pinta mal, muy mal.

Me dirijo al baño a limpiarme así no puedo salir a la calle.

(...)

En lo que me visto el sonido de coches parqueados e de la puerta abrirse, hace eco en toda la silenciosa casa. Tengo compañía lo sé, mi celular vibra con un mensaje nuevo que miro sin ni siquiera desbloquear el celular:

¡Sal de ahí, ahora!

Me visto rápido pasando el seguro de la puerta. Recorro la habitación con los ojos en busca de una salida, de alguna idea.

Doble mierda.

No puedo pensar bien bajo tanta presión, haber nunca he pensado bien...soy mala cabeza, pero...mierda.

El sonido de los pasos acercándose a la habitación, me pone el corazón a mil, esto parece una caza. Y yo por más jodido que suene, soy la presa. Aunque no contaron con que yo no soy Caperucita y ellos no son el lobo. Yo soy nada menos que jodido leñador que despedaza al lobo, levantado la ventana viendo los autos.

<<son demasiados>>

Me cuelgo dejándome caer sin pensarlo. Caigo encima de los arbustos que yacen bajo la ventana, los cuales amortiguaron la caída. La pequeña pulsación de dolor de mi hombro dislocado por la caída es insoportable, aprieto el puño de la mano sana aguantando el dolor, apresurándome a entrar por la ventana de la cocina de la casa de al lado sin hacer ruido. La cierro detrás de mí con cuidado de no ser detectado, todo sigue igual que como lo recordaba, automáticamente mi mente viaja a ese día donde Kam, Near y yo estábamos juntos limpiando el desastre detrás de la muerte de Logan. Que yo mismo cometí. No todo pudo ser mentira, mi hermana... A pesar de lo insoportable u hija de puta, eso era.

<<Joder...Kam, te extraño>>

Se lo que hizo, nos hizo, que por su culpa casi morimos. Pero la perdí y eso nada cambia que éramos hermanos, que la amo.

Me dejo caer en el suelo quitándome el cinturón colocándomelo en la boca, lo aprieto fuerte con mis dientes. Llevo la mano a mi hombro. Respiro profundo y sin preámbulos me lo coloco en el sitio. Intento calmar mi respiración agitada por el fuerte dolor que aguante en lo profundo de mi garganta.

La ira circula por mis venas, los susurros en mi cabeza. La vena de mi frente se hincha, y yo intento respirar porque me estoy asfixiando.

<<Mátalos>>

Pienso en Grace que me calma. No puedo dejarme vencer ahora por las voces en mi cabeza. Marco a la única persona que me puede ayudar ahora mismo.

-Ya saliste de ahí-la voz fría, pero preocupada de Near suena al otro lado.

-sí, pero estoy en la casa del lado. Son demasiados no puedo yo solo y estoy teniendo un ataque-respondo asomándome por la ventana con cuidado.

-Iré por ti sin embargo, no puedo acercarme. Necesito que te alejes un poco más, ¿crees poder hermano?-noto la frustración en su voz.

-Lo intentaré, y te llamo. Nos vemos luego-cuelgo guardando el celular.

Dariel.

Después de comer lo que una de las sirvientas me preparó, me acosté a dormir sintiéndome algo mal.

(...)

Una llamada me despierta, lo busco con la mano sin despegar los ojos encontrándolo.

-sí- preguntó soñoliento.

-señor, objetivo cumplido. Erick Klein eliminado-confirmó el hombre al otro lado del celular.

Eso me hace feliz, pero aún así me siento demasiado débil. Me duele el cuerpo. Y siento que me desmayaré en cualquier momento.

-muy bien, ya saben que hacer-finalizo, colgando la llamada.

Una sonrisa me deslumbra el rostro. Objetivo cumplido Erick Klein eliminado, solo falta Near y por último ella.

-Te veo contento-me sobre salto al sentir su voz en la habitación.

Abro los ojos viéndola sentada frente a mi, bañada en sangre. Es lo más hermoso que he visto nunca, sus ojos grises con una mirada fría y vacía brilla bajo aquel manto rojo que la cubre me deja fascinado. Me intento mover pero, mi cuerpo está totalmente débil.

<<¿qué me sucede?>>

-Dime que se siente estar bajo el mismo veneno poderoso, que estuvo oscurito. Que Ray estuvo obligado a inyectarle a su propio hermano-preguntó de manera divertida.

-Lo único que puede decir es que estoy asombrado- emito con debilidad.

-Eso me hace feliz, además espero que estés listo para irte por partes-anunció fascinada.

Miro la mesa que está al lado de mi cama que ella se detiene mirando con diversión y malicia. Se acerca atándome manos y pies a la cama, sé lo que hará y nada la detendrá. Debo salvarme como de lugar, la subestimé nuevamente.

Meg

Tomo primero el martillo dándole en sus manos, el increíble sonido de los huesos al romperse. Gritos de insoportable dolor invaden mis aparatos auditivos, es música para mis oídos. Bajo a sus piernas haciendo lo mismo. Taladro cada dedos de sus manos y pies, usó el bisturí en sus ojos arrancándoselos del lugar. Apenas tiene fuerza para quejarse, la sangre se escurre de por el colchón, empapando las sábanas blanca.

-Sa...bes, Erick...-intervengo antes de que termine sin vacilación.

-déjame terminar por ti, muerto-finalizo divirtiéndome con la situación-pues te diré que está vez me adelante, antes de que la historia se repita. Esta historia tendrá un final, ese será el tuyo-verbalizo abriendo su pecho.

Tomo el cuchillo taladro rompiendo sus costillas con trabajo abriéndome pasa hacia el corazón. Cada que grita más diversión me causa, mientras más me enjuago mis manos en sangre más me divierto. Antes de que se desmaye inyecto el medicamento que me indicó Erick para que no se desangre tan rápido. Las partículas rojas en el aire son hermosas, ese olor tan exquisitamente maravilloso. Lo obligó abrir la boca cortándole la lengua, obligándolo a tragar su propia sangre. Taladro sus oídos sin reparos, mientras más destrozado queda mejor. Tomo el ácido puro dejándolo caer en las heridas abiertas, sus débiles forcejeos es algo tan divertirse que lo grabaría. Le dejo caer en su parte buena cantidad de ácido, luego abro su boca llenándola de él mismo líquido que quema como mil demonios. Su cuerpo se pone pálido por la falta de sangre. Lo sé, falta muy poco y eso me enfurece.

-¡Uy!, ¡como me tiemblan las manos!-dejó caer varias gotas en su interior.

Desprende un último grito mientras dejó caer lo que queda de la sustancia en su corazón. Lo veo apagarse poco a poco, como su corazón empieza a dejar de latir. Se apaga dolorosamente y lento su inútil vida, aún no lo paga todo y el dolor sigue en tacto en mí. El odio me posee, nada cambió todo sigue igual, el mismo odio, dolor. Me frustra no poder continuar, me enoja de mala manera. Lo peor de todo es que este odio es hacia el verdadero monstruo de esta historia, ese monstruo es nada más y nada menos que...yo misma.

Tallo con el cuchillo en la cama:

La venganza de los Klein.

Me levante con el odio corriendo por mis venas por no poderle hacer todo lo que merecía. Rasque las paredes y grande con las sangre de mis manos:

Bienvenidos al experimento odio, mi querida obsesión. Donde la vida de nuevo monstruo empieza y termina.

Rasgue, destruí hasta que mi cuerpo no pudo más, hasta que la ira se detuvo. Dejo todo hecho un desastre, me meto en el baño desprendiéndome de cualquier rastro de sangre. En lo que dejó salir todas aquellas lágrimas que tanto tiempo retuve. Lloro por mi oscurito que nunca me permití llorar, por mi ángel.

¿Qué clase de monstruo me convertí?

¿Por qué ser un ser roto me permitió destruir lo que tanto amé?

Ya acabó todo, es el fin...¿Entonces por qué me sigo sintiendo así? Todo me demuestra que hasta que yo no pague por mis pecados jamás estaré en paz.

¿Quién soy?, no me conozco, yo no protegí a nadie por más que creía hacerlo. Ni siquiera mis versiones rotas, no hay peor enemigo y demonio que uno mismo que conoces tus propios puntos débiles.

(...)

Dejó mi celular en la habitación con la despedida para los chicos. Lo mejor que haré será alejándome de la gente que amo. Salgo de aquel lugar montándome en el coche hasta detenerme frente a un edificio. Subo hasta la azotea cerrando detrás de mí la puerta. Acercándome al borde viendo lo diminutas y vulnerables que se ven las personas desde aquí arriba. El frió aire de la tarde mueve mi cabello cubriendo parte de mi rostro, las lágrimas se forman luchando por salir mientras veo el sol cayendo. Es tan hermoso jamás tuve la oportunidad de ver algo así, a veces no apreciamos las pequeñas cosas de que nos brinda la vida hasta que es muy tarde. Las pequeñas cosas son las más hermosas, mucho más si lo compartes con alguien que amas. Eso me recuerda a mi ángel...el cual tuve todo ese tiempo frente a mí, mi verdadero hermano y nunca lo supe. Él llegó con su luz salvándome sin saber que lo mejor que yo pude haber hecho era morir en aquel lugar, ese día. Y la vida de oscurito hubiera sido distinta, con el pasar del tiempo hubiera encontrado a alguien que lo amara. Adriel se hubiera curado de las cicatrices de su pasado. Kayle estaría ahora con mi hermano y sus hijos viviendo felices. Near no tiene la culpa de absolutamente nada, no hubiera tenido que haber venido de un ser tan decadente como yo. Mi cabeza duele tanto cargándose de las imágenes de aquellos días las cosas que tuvo que vivir Jess y Evelyn. Es cruel, doloroso...

¿Por qué esa niña tuvo que sufrir tanto?, ¿Por qué? Ella solo quería ser feliz, nunca pidió un maldito experimento que la hiciera odiarse tanto, que la rompiera en todos esos pedazos. La vista nublada no me permite ver nada con claridad...yo solo lo mismo que ella quiso tanta veces. Dejar de respirar, luchar y solo cerrar sus ojos no volver a despertar, descansar y sentir paz.

<<Hazlo Meg, estamos listas>>

Las voces en mi cabeza necesitan ese descanso.

Sé que mi ángel que te prometí que viviría mucho tiempo. Y lo hice, ahora es tiempo de ir con ustedes.

Veo frente a mi a esas niñas cada una más rota que la otra, como se funden volviéndose una. Invitándome a darle la mano he ir con ella. Tomaré su mano porque ya no quiero más odio, no más dolor. Ahora viene la paz...Mi sonrisa cálida llegó a mi rostro al igual que la mano ensangrentada de aquella niña, que me trajo hacia ella con tanta necesidad. El aire se hace más suave y yo me siento como una pluma.

<<Nada nunca es lo que creía, nada es lo que aparentaba ser. Nunca debí creer nada de lo que vi, porque todo fue un jodido juego de sangre, odio, dolor y soledad de mi jodida y retorcida mente recordándome que siempre seré, fui y soy un experimento odio>>

Esa madrugada la noche pareció perderse, el cielo se pintó de nubarrones y la luna de rojo. Bajo el pie de un sauce mientras una nueva vida llegaba al mundo, otra se va de la mano de un hermoso ángel que la había esperando por tiempo, mientras el chico de ojos avellanas bajo el sauce les sonrío a los dos. Ella los miro y una deslumbrante sonrisa le adornó el rostro.

-Los extrañé-confeso ella con los ojos llenos de lágrimas.

-Nosotros a ti, Luna-confirmó Oscurito acercándose a ella.

-Te amo, enana fue un largo tiempo- besó su cabello su hermano que dio la vida por ella.

Fin.

Espero que les halla gustado, sufro con este final. Me duele mucho terminar pero es tiempo de que llegue al fin.  Los quiero gracias por acompañarme hasta aquí. Quiero dedicarle este capítulo a la mayor fan de esta historia y. a mi gran amiga yariitogimenez

Gracias por todo, gracias también ti que lees esto. Me despido de la historia no de ustedes, nos vemos en la próxima. Los quiero❤️ BESITOS 😘