Capítulo 15 (¡¿No puede ser?!)
Erick
Mis manos están cubiertas de sangre, algo me sujeta del tobillo. Miro encontrándome el cuerpo de Grace despedazado junto al de mi madre.
-¡No!-grito abriendo los ojos de un brinco.
Observo a mi alrededor para verme en una silla atado de manos, busco a Grace encontrándola encadenada. Su ropa está rota, múltiples heridas con lo que defino un cuchillo. La sangre gotea como un trozo de carne colgado, un charco rojo debajo de ella. Sus ojos están cerrados, hay algo raro en su cara que no logro ver bien.
-Bienvenido de nuevo a la vida-su voz hace eco en la habitación.
Recorro la habitación en su buscada, no hay rastro de él. Se atrevió a tocarla. Vuelvo a recorrer la habitación para percatarme que no es la misma en la que estábamos.
-Te diré que fue divertido, intercambiar puestos-en su voz hay un alto nivel de cinismo. Que me altera.
Vuelvo a mirar hacia mi chica viendo que aun respira, quien lo hace con pesar, pero lo hace. Mi mente a un destino cercano donde rompo cada hueso de su cuerpo, donde mis manos juegan con su sangre. Rio como loco al sentir los susurros, al sentir la ira, todo lo que siento en este momento. Me recorro viendo mis heridas están tratadas, ignoro su voz. Las voces en mi cabeza son mas fuertes.
<<¡¡Mata!!, ¡¡Mátalo!!>>
<<venga que esperas>>
<<si la hubieras matado esto no habría pasado>>
-A ella no, a él-hablo para mí mismo.
-A todos-una voz que conozco se hace presente en un punto de la habitación.
Observo de donde proviene la voz, de una de las esquinas oscura a pasos lentos y calmados, con ojos grises que parece que brillan en la oscuridad como si fuera un demonio, un chico de cabellos negros tan negros como la noche camina hasta Grace. Su ropa está cubierta de sangre, al igual que su rostro por algunas gotas de sangre. Un fuerte olor a sangre emana de él, sus manos ensangrentadas toman su rostro machándolo de sangre. Mira con cuidado cuando una prominente quemadura en su mejilla derecha resalta, su mandíbula se tensa. Examina las heridas de su cuerpo con sus puños apretados a cada lado de su cuerpo trancándose la circulación, me observa con ira.
-¡¡Mírala!!-ruge lleno de ira-¡¡se atrevieron a tocarla!!- camina a pasos apresurados hacia mí.
-Yo...-mis palabras se quedan en el aire.
Sus manos me toman de la cabeza obligándome a mirarla.
-¡¡Mírala!!-ordena de manera violenta-Mátalos...a cada uno, que paguen cada gota de sangre que le hicieron derramar-dictamina.
<<¡¡Mata!!...¡¡Mátalos!!>>
Mi cabeza se me quiere reventar, las voces me están volviendo loco. Los murmullos, el gotear de la sangre en el suelo los despierta, los llama. El dulce aroma a metálico, todo da vueltas, siento la temperatura subir. Se siento como si estuviera el mismísimo infierno dentro, los veo rodarme, los puedo sentir tocarme. Los demonios están tomando el control, el monstruo sediento de sangre esta tomando el control. Puedo sentir unas manos tomarme del cuello y apretar, me falta el aire. Todo se esta tornando oscuro, múltiples escenas sangrientas se reproducen.
-Grac...-coloca una mano en mis ojos.
-¡Ssh!-susurra muy cerca de mi oído-Déjate guiar, puedes oírlos-se calla.
<<¡¡Erick, mátalos!!>>
-Los oyes...No hay amor, no hay nada. No hay nadie, solo nosotros-deja escapar un largo suspiro-Nosotros no somos los malos...ellos lo son...No hay peor monstruo que el ser humano-Murmura solo para nosotros dos.
Ahí en el momento en que la oscuridad, la sangre es todo lo que compone. Mis demonios hablaban, susurran y todo parece suspenderse, pude comprender que la realidad es que... A veces te critican por ser el malo, el asesino, el villano. Pero alguna vez se han detenido a pensar... por qué es así, ¿no verdad? Claro que no, es más fácil juzgar, criticar. Donde están esas personas que dicen encontrarle miles de soluciones a todo, cuando muero solo...así que hare lo que se me venga en gana, ya que nunca va a ver nadie para ti, excepto tu mismo. La clave de todo esta en ese sentimiento que ronda en tu corazón, en ese llamado dolor. Porque el dolor es tu amigo, aliado. El te dice cuando has sido herido, pero lo mejor es que te dice que aun estas vivo. Y eso es lo único que necesitas para levantarte y luchar. Que me odien, que lo amo.
Una sonrisa se dibujo en mis labios y al sentir sus pasos abrí mis ojos. Sin apartarme la vista de encima se sienta frente a mí, Grace abre sus ojos y un gemido de dolor se oye en la habitación. Un hilo de sangre sale de su boca, sus ojos débiles me recorren.
-Mini Lex vayamos a lo serio. Imagino que te preguntaras que haces aquí ¿cierto?-lo observo en silencio-No responderás...muy bien-se hurga en los bolsillos de su saco.
Presto más atención a Grace que me seña con sus ojos a sus pies, observo con cuidado sin que se de cuenta. Mueve un poco sus pies mostrándome un bisturí que vuelve a ocultar.
-Esto es más que suficiente para que hables-me muestra un frasco que con cuidado aguanta en sus dedos- es la cura del veneno que le inyecte mientras estaba inconsciente, ese es el hilo de sangre-suelta con diversión.
-¿Tan solo estas, que necesitas obligar a las personas para que hablen contigo?-pregunto.
-Te contaré...mi familia era una familia de mafiosos muy poderosa hasta que se metieron con los Blake, eran enemigos. Un día mi padre decidido acabar con ellos, pero cometió el error de dejar vivos a los hijos. A la niña se la llevo y la dio en adopción a los Smith, que querían otra niña aparte de la que tenían, pero el niño lo dejo a su suerte. Y ahí fue el problema, la niña hubiera crecido sin saber la verdad. Pero el niño ya nunca lo olvidaría, con el pasar de los años a todos se les olvido. Una noche...una que marco mi vida para siempre, fue cuando en la persona que mi padre más confiaba resulto ser ese niño. Nos ato a todos y en la sala que tanto pasaba el tiempo con mi familia, frente a mí los mato a todos uno a uno. De la manera mas horrible y dolorosa, nos dejó vivos a mis hermanos y a mí. Y ahí otro error, el señor Jobs se hizo cargo de nosotros como pudo y por mi tomo venganza hasta donde pudo. Mato a los Smith y tomo a esa niña y con ella descargo toda la ira que sentía, esa niña fue una pieza de arte que me sorprendió. Mato a su torturador y escapo, encontrándose de nuevo con su verdadero hermano. Despertó mi interés y el odio de muchos, nos hicimos aliados.
-Espera...¿estás hablando de mi tía y mi padre?-suelto sin poder crecérmelo.
-Así es, todos querían el mismo objetivo acabar con ellos dos. Pero se ganó cada día más mi interés, tanto que fui capaz de mandarlos a sus manos para que ella misma acabara con ellos. Ya que la única persona que en verdad a mí me interesaba era Lex, ella es tan intocable como mi mas valioso objeto de valor. Esa mujer es mi obsesión, pero a ti no te interesa eso. Lo que te interesa es que luego me entere que Lex tuvo descendencia y esa descendencia es idéntica él. Era como tener un fantasma de él, y ahí es donde entras tú-habla con diversión.
-¿Sabes que es lo que más gracia me causa?-insinuó.
-¿El qué?
-que mi padre te traumo...y que solo eres una cucaracha que le falta una pata-suelto estallando en una sonora carcajada.
-Espero que puedas salvarla-soltó el frasco en el suelo saliendo de la habitación-rio más fuerte tras lo dicho.
-Erick-musita.
La miro para verla patear el bisturí hasta tenerlo frente a mis pies. Lo tomo ocultando bajo uno de mis pies, miro al sentir ruido de agua. De la pared sale agua a gran velocidad, miro a Grace quien observa con horror como la habitación se esta empezando a llenar de agua. Intento ponerme de pie amarrado a la silla, me cuesta trabajo, pero en un par de minutos lo logro. Miro para ver que el agua ya me llega por las rodillas y la presión con la que sale el agua más la abundancia crece. Me pego a una de las paredes y con toda la fuerza comienzo a golpear la silla contra esta, pero nada. La madera es demasiado resistente. Busco el bisturí en el suelo y con mi pie lo arrastro hasta Grace, el ardor de unas cuantas heridas que se volvieron abrir me hace apretar los dientes.
-¡Tómalo!...¡tómalo con tus pies!-ordeno.
-¿Pero...pero que harás?-pregunta nerviosa.
-ya verás...tu solo hazlo-digo desesperado.
Tomo impulso estrellándome contra la pared haciendo que la silla se rompa, quedando libre. El agua sigue aumentando llegándome por la cintura, busco el frasco en el reguero de cosas que han caído al suelo. Me demoro casi una hora, pero lo encuentro. Lo tomo y también unas pinzas para cortar las cadenas.
-¡¡Erick!!-grita Grace a el agua llegarle al cuello.
Nado hasta donde esta, toce y otro hilo de sangre sale de su boca.
-Erick, no lo vamos a lograr-dice entre lágrimas.
-Veras que sí, solo confía en mí-digo con seguridad.
Destapo el frasco dándole a tomar el contenido, lo tiro al suelo y con rapidez rompo las corto la primera cadena, luego la segunda.
-Ya regreso-me hundo buscando el bisturí.
Lo tomo saliendo a tomar aire, miro hacia todos los lados buscando una salida. El agua se detiene casi cuando estamos casi a unos metros del techo, el agua fría hace que la ropa se pegue a mi piel. Las heridas que se me han abierto y las de Grace tiñen el agua.
-Erick, no sientes el agua fría-susurro pegada a mí.
La temperatura crece y me parece que sé qué hará. Intentara matarnos de hipotermia, la miro para verla tornarse pálida.
-Princesa, aguanta ¿si?-susurro atrayéndola a mí.
-Estoy bien-miente.
-Perdóname es mi culpa...-no me deja terminar cuando sus labios impactan contra los míos.
Mis labios la reciben con necesidad, deseo, desesperación. Nuestras lenguas juegan, una lagrima cae por su rostro. Y se separa de mi cuando suelta un coagulo de sangre por sus labios.
-Esta vez...el asesino tendrá que dejar ir a la princesa-otro hilo de sangre sale de sus labios.
-No es necesario...¿sabes por qué?-niega-porque el asesino morirá junto a la princesa-susurro sobre sus labios.
- Te amo, mi asesino -una lagrima corre por su mejilla.
-Yo...te amo más, mi princesa-uno mis labios con los suyos.
...
-señor, tengo que contarle que ella... fue herida-dice bajito y con temor.
-¡¿Qué!?-digo desesperado.
-Lo siento.
-Tráela aquí...¡¡Aquí ahora!!-grito con enojo.
-Si, señor.
Ella no puede morir, esa mujer es muy importante para mí. Más importante que cualquier cosa en el mundo. Ella debe vivir no importa que...Esto deseando verla, porque fue un largo tiempo. Un muy largo tiempo... mi Luna.
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