Capítulo 10 (Somos peligrosos)
Near.
Me aparto de ella de un empujón, sus ojos se centraron en los míos hay mucho enfado en ellos. Con el dorso de su mano limpio sus labios.
<<claro, solo se te ocurre guiarte por Erick>>
-Veras...creo que entendiste mal. Dije que fuéramos a por el café y los dejáramos solos, pero eso no era porque me gustes-explicó con seriedad.
Baja la cabeza intentando volver a coger valor para mirarla a los ojos. Me siento avergonzado, nunca nadie que me gustara tanto me hizo sentirme tan mal. Pero entiendo no le gusto, yo hubiera hecho lo mismo actuado igual. Levanto mi mirada ofreciéndole una sonrisa avergonzada.
-Lo siento, entiendo... solo me de...-no me dejo terminar cuando sus labios impactaron contra los míos.
Me tomo un segundo para procesar lo que está sucediendo, para enredar mis dedos en su cabello tomando el control absoluto del beso. Si me beso, pero primero me avergonzó la hare ver lo que sucede cuando hace eso. Muerdo su labio inferior hasta que arda, para volver a besar desenfrenadamente sus labios tras el quejido bajo que ahogo en mi boca. Abrí paso a mi lengua en su boca torturando la suya, para al final terminar jugando con la suya. Nos separamos en busca de aire para arremeter contra los labios del otro, este es el beso mas largo que he dado en mi vida. A pesar del dolor que se hace presente de los minutos que llevábamos besándonos, no paramos. Hasta que unos golpes fuertes contra la ventanilla de mi coche hicieron que nos despegáramos de golpe. Al ver que sus ojos se encontraron con los del chico enseguida me percate que se conocían. El chico sin duda se vía mayor que yo, en su rostro es atractivo, pelo negro, ojos cafés. Y lo bastante trabajado y alto como para sacarme ventaja. Voltee a verla, pero había salido del coche a encarar al chico. Me quedé dentro viéndolos conversar, hasta que decidí salir al ver que ella le pego con el bolso.
- ¿Pasa algo?, ¿Quién es él? -le pregunte a ella, al estar frente a ambos.
-Un amigo y ya se va, ¿verdad? -sus gestos para que se fuera me da gracia.
-No, no me voy. Tu te vienes conmigo-afirmo, no mas bien parece una orden.
-¿Quién te crees para ordenar?, porque es obvio que ella no quiere irse contigo-suelto, tomándola de su brazo poniéndola al lado mío.
-soy su mejor amigo, tu solo eres...no sé, ni quién eres. Así que hazme el favor y no molestes-respondió, entre dientes.
Espera, pero si es el chico del gato.
<<Erick tenía razón, debería matarlo>>
-Mira dueño de gatos insufribles, si no quieres terminar peor que tu ultimo gato, dejara en paz-informo como una advertencia, ya sin paciencia.
Se quedo un poco descolocado tras lo que dije, la miro para nuevamente mirarme con molestia. Es obvio que ambos queremos caernos a puñetazos.
-No me amenaces, o terminaras peor que el que manejaba el camión-dio un paso hacia adelante encarándome. Solté el brazo de Rocío posicionándome frente a él.
-Quiero verte intentarlo- incité, lo vi levantar la mano para golpearme cuando ella lo detuvo.
-Basta los dos- en su voz hay molestia y cansancio-primero yo se defenderme sola, gracias. Segundo ser mi mejor amigo no te da tal atrevimiento. Y tercera váyanse los dos a la mierda-nos empujó a ambos echa una furia, dando zancadas de camino a su edificio. La observamos desaparecer a su edificio.
<<Tan bien que iba todo, hasta que apareció este>>
Me dan ganas de hacerle caso a Erick, pero no quiero verla sufrir así que me aguantare. Mas le vale no meterse más. Me giro de camino a mi coche.
-¡oye!, ¡no te vayas!-exclamó con molestia.
-Mírame como lo hago-muestro, montándome en el coche.
-¡Oye!-Se apresura a llegar. Arranco el coche.
-¡ni se te ocurra!-grita, en lo que paso por su lado.
-¡Imbécil!-grito con una sonrisa divertida.
Esto para mi solo es una excusa más para llegar a casa. Y mañana ver a Grace y pedirle el número de su amiga. Me acercare a ella poco a poco. Porque de algo que estoy completamente seguro es que esta noche no podrá dormir, pensando en el beso. Cada vez que su labio arda solo se acumularan las ganas de besarme. Y eso no es un tal vez, es un lo sé. Conduzco a casa sin dejar de sonreír.
(...)
Entro a casa encontrándome a una Kami asustada abrazando a mi tía desconsolada. Automáticamente mi sonrisa desaparece, camino a paso apresurado hasta mi tía. Temiendo lo peor. ¿Le habrá pasado algo a alguien?
-¿Qué sucede?- me atrevo a preguntar preocupado.
-Jade esta... ella esta, muerta-balbucea, rompiendo nuevamente en llanto.
Mi cuerpo completo se paraliza al escucharla mencionar su nombre. El vago recuerdo del disparo y su cuerpo inerte delante de mis pies se reproduce haciéndome caer al suelo. El hecho de que lo disfruté que descubrí que me asustaba lo que se sentía, que debía salvar a Erick. El simple hecho que no, nos atormenta a ninguno. Que no, nos removió la conciencia. Porque somos unos putos asesinos, eso es poco... somos unos enfermos. Ninguno previno cuanto sufriría una de las mujeres que más amamos en la vida. Miro a Kami a los ojos viendo que ella entiende lo que siento, me hace entender que somos peligrosos. Lo que mas me asusta y odio ahora mismo es saber ¿Cómo se enteró?, y odio no poder sentirme mal. El tan solo saber que no me conmuevo como debería me indica que ella esta en peligro. Estoy mas preocupado por la idea que cruza mi mente, que late en mis venas. En como decirle a Erick que tuve que matar a su madre, ya que Kami sería muy fácil de manipular.
Kamila.
No ver a Near reaccionar solo mirar como perdido a la nada, preocupado. Se me ocurre que debo hacer algo, tal vez que parezca un accidente. No debe ser nada que sea matarla directamente ya que Erick podría darse cuenta, a ese le dolería. Y le tengo una especie de temor ya que podría matarnos uno a uno, y nadie se daría cuenta. Near se levantó perdiéndose a la cocina, es mi momento. Tampoco puedo confiar en el ya que he visto que últimamente esos dos se llevan de maravilla.
-Venga mamá, vamos al cuarto-subo las escaleras delante de ella.
Ya arriba me giro quedando a pocos centímetros de distancia nuestros rostros. Pierde un poco el equilibrio volviendo a su sitio. La idea cruza mi mente y una sonrisa se dibuja en mi rostro, la empujo haciéndola caer escaleras abajo.
-¡ahh!-grita, en lo que cae.
Su cabeza se golpea contra los escalones. Su cuerpo cae en el suelo. Sus ojos me miran cristalizados, su boca se abre para decir algo, pero sus ojos terminan cerrándose. Bajo a toda prisa las escaleras disimulando ya que Near debió sentir el grito. Me agacho delante de su cuerpo viendo la sangre brotar de su cabeza.
-Mamá, no puedo darme el lujo de dejarte con vida, viste como te empuje. Me mandaras a un psiquiátrico y eso no te lo permitiré-susurro, forzando las lágrimas.
Recuerdo todo lo que pase en aquel sitio, en como ella no creyó en mí. Las lágrimas ruedan por mis mejillas, me dejo caer en el suelo. Tomando su cabeza haciendo presión.
<<Que comience el teatro>>
-¡Near!, ¡Near!-grito desesperada.
Sus pasos apresurados hacen eco, lo veo tirarse al suelo a mi lado evaluándome con la mirada. Se que busca saber si lo hice apropósito, por lo que finjo romper en lágrimas. La expresión y el dolor en sus ojos lo tienen paralizado.
-¿Qué esperas?, llama a una ambulancia-exijo, haciendo que reaccione.
-Cla...claro-asegura, sacando su móvil y marcando.
-tenemos una emergencia- da la dirección. Cuelga.
<<Se lo creyó>>
-Ya llegan, mientras no la movamos y seguir haciendo presión.
(...)
Llegamos al hospital, esperamos en la sala de espera. Near aviso a Erick que dijo que vendría enseguida, esperamos hasta que Erick llego no se si es la confianza o la preocupación, pero no sospecho. El doctor salió y todos nos levantamos en su dirección.
-¿Familia de Kayle?
-Somos sus hijos, y su sobrino-informamos.
-Lamento informales que esta en coma-cada palabra me alegro. Tengo que disimular la sonrisa.
<<Esta muerta como tal>>
-Soy doctor, así que explíqueme.
-Ven por aquí-indico el doctor caminando con él.
-Deberías ir con él, yo voy a entrar a verla.
-Tienes razón-dejo un corto beso en mi cabeza, yendo tras Erick.
Entro en la habitación viéndola ahí en la cama quieta, tan frágil. Me acerco acariciando su cabello.
-Reza por no recordar, y si lo haces morirte-sonrío con ternura, besando su frente.
Dariel
-Hermano, mi hijo no ha regresado.
- ¿Qué quieres que haga? -pregunto sin interés.
-Esa mujer... lo mato seguro, la ultima vez lo vi en su casa.
-Ya, ¿Qué propones?, ¿quieres que la mate? - hablo con interés.
-si-su seguridad me confirma lo que creía.
-A ver si entendí, ¿quieres que la mate a alguien sin pruebas?
-Si e...no la dejo terminar estrellándola contra la pared, en lo que la sostengo del cuello.
-¿Qué haces hermano?-su miedo es tan delicioso que me pone cachondo.
-Como quieres que te explique que no la matare, que antes mueres tu- golpeo su frente con mis dedos.
-¿Por qué?, ¿Por qué todos se vuelven tan ciegos con ella?-expresa con frustración.
-Te vuelve loco, te trastorna. Intentas todo para no sentirte de la manera en que lo haces, la odias...Aun así no pararas de obsesionarte-pronuncio deleitándome con su belleza.
-¡están ciegos!, ¡locos!- grita.
-si a todo, pero por ella.
-¿acaso no recuerdas?
-si, se que mato a nuestro hermano. Pero fue totalmente mi culpa-confieso.
-No es verdad-sus ojos se cristalizan.
.si, vi su interés iba creciendo-me sincero- por eso lo mande a manos de ella, sabia que lo mataría-rio como loco-no lo entenderías, pero ella es mía.
-su corazón nunca pertenecerá a ti, ¡eres un imbécil! -espeta-ella siempre será de él.
Doy un fuerte golpe en su mejilla, haciéndola caer al suelo.
-¡No te atrevas a insultarme!, te diré mas quien dijo que quiero su corazón. Esas estupideces solo se le ocurren a los idiotas como tú, hay algo más fuerte que el amor- me revira los ojos, haciendo que me enfade más dándole otro puñetazo.
Escupe la sangre al suelo riendo en que clava sus ojos en los míos.
-tanto tu como él están locos por esa mujer. Pero saben que ella será su perdición-escupe con rabia.
-Tú lo que estas, es celosa-mascullo-tranquila yo te hare cambiar de parecer.
La tomo de los cabellos arrastrándola. Ella sabe lo que le toca cuando niña le pasaba lo mismo, pero la manipulaba para que se quedara callada.
(...)
Después de rasgar su ropa amarrarla en la camilla y darle con el cinto hasta que su espalda sangrara. Sus gritos me excitaron tanto, el dolor era tan hermoso en ella, sus suplicas era emocionante. Yo hago lo que quiero y nadie podrá jamás, decirme que no. Sus ojos me miran con odio, dolor. Ni siquiera puede moverse y eso me divierte.
-Levanta y vete, ya sabes si hablas lo que te sucederá. Ha y el pago por esto será que te buscare a tu hijo o al responsable. Ahora fuera-Ordeno, marchándome de la habitación.
Entro en mi cuarto dándome un baño, me envuelvo en mi toalla cuando tocan a mi puerta. Tomo mi celular marcando a mi mano derecha.
-Dime.
-Necesito que me busques información de los Klein, sobre todo de Erick Klein hijo de Lex-digo con importancia.
-¿Ese Erick Klein que tiene de especial?
-Que será el primero que quiero ver caer-cuelgo.
Lo mato jajaja
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro