Capítulo 1 (Mi pequeño demonio)
Kami
-!!Kamila Klein,sal de ahí!!-grito, mi madre desde afuera hecha una furia.
-¡¡no voy a salir!!
-¡¿Que te crees?!, eres solo una niña.
-ya te dije, no. voy. a. Salir.
-¡¡si no sales derrumbare esa puerta!!
-¡¡Jodete!!
-muy bien, tú tienes que salir-la siento marcharse.
Me tiro en mi cama con una sonrisa de satisfacción en mi rostro, ganar siempre me hace feliz y saber que nadie puede domarme aún más. Pero rápidamente se me borro del rostro cuando siento su voz desde afuera. Porque si de todas las personas en esta casa que más respeto y me da miedo desobedecerla es mi tía.
-Kami, no voy a pedírtelo amablemente, ni te voy a gritar solo te voy a decir que salgas-la tranquilidad en su voz me asusta.
Porque lo mismo de dulce y buena persona. Puede ser mala y dar mucho miedo.
Me levanto de la cama abriendo la puerta, sus ojos hacen contacto con los míos y puedo jurar que por frialdad qué hay en ellos se me erizo hasta el último vello de mi piel. Rápidamente cambio la mirada de sus ojos a un punto detrás de ella. Porque podré respetarla y perder contra ella, pero jamás bajaré mi cabeza ante nadie.
-me sorprende lo desafiante que eres Kami, pero deberías aprender a respetar a tu madre. Sino quieres verme a mi-comenzó a andar por el pasillo.
Le seguí el paso hasta la sala donde esta mi madre hecha una furia.
-¿sabes lo que es Kamila que me hagas hacer que tu tía te tenga que ir a buscar?, tienes que respetarme. Eres una niña no una mujer para tener ese carácter, y hacer lo que se te venga en gana-dice manoteando en el aire.
-por eso no te respeto, reconozco más a mi tía cómo mi madre que tú. Y no quiero ser una cirujana de mierda cómo tu y pa...-antes de que pudiera terminar la palabra el impacto de su mano en mi cara me hizo girarla.
-no vuelvas hablar así, y mucho menos de tu padre. Mírate no te reconozco tienes solo 13 años, y si nunca estoy en casa es porque estoy trabajando para mantenerlos a tu hermano y a ti-su voz se quebró. Su labio temblaba y las lagrimas desbordan sus ojos.
Ni siquiera siento un poco de dolor por verla llorar, me dio la vida y estoy en deuda con ella por eso la vida entera. Pero yo no soy como las demás personas que por ser familia ya tenemos un hermoso lazo obligatorio, no tú si quieres tener un lazo conmigo debes esforzarte en conocerme. No quiero ser débil como lo es ella y lo fue mi padre. Porque si esta muerto es que lo fue.
-no puedes reconocerme porque nunca te haz dignado a serlo mamá, mi respeto no lo tienes y si eso es todo me voy a mi cuarto-giro sobre mi eje para regresar a mi habitación.
-Kami, pide disculpas-hizo que todo mi cuerpo temblara.
Porque si señores, si algo que había heredado Near Klein de su padre aparte de sus ojos. Y algunos de sus encantos, era su jodida voz gélida y intimidante.
Me volteé a verlo y ahí estaba con su cabello oscuro como la noche, cayéndole en la frente y sus ojos miel. Con su mirada de me da igual el mundo. Se dedicó a retarme con la mirada,pero si algo me encanta de él es lo jodidamente bien que me conoce y nos llevamos.
-Bien, disculpas-digo en fingido tono de arrepentimiento. Poniendo mi mejor cara de arrepentida caminando hasta mi madre abrazándola.
Mi gesto la confundió pero igual me envolvió en los suyos. Mi mirada se dirigió a la de mi primo el cual miraba con una sonrisa divertida. Su mirada cambió a su madre, se lo que espera. Espera un gesto de parte de su madre; Ahí está la debilidad de aquel niño, la atención de su madre. Y lo mejor estaba por comenzar cuando mi querido y angelical hermano cruzaba la puerta de la entrada. La mirada de mi hermano se llenó de emoción al ver a mi tía en el sofá, quieta mirando con atención como descuartizaban a un hombre en la tv.
-buenas-soltó de en alto captando la atención de todos en la sala.
Mi madre de inmediato me soltó corriendo abrazar a su brillante niño. Near se sienta al lado de su madre apoyando la cabeza en su hombro. Y esta lo envuelve con su brazo con una sonrisa en su rostro. Y yo me retiro a mi soledad, que tanto sentimiento y muestras de afecto me revuelve el estómago.
Regrese a mi habitación cerrado la puerta detrás de mi, cierro las cortinas de la habitación quedando completamente a oscuras; Mejor así tanta luz me hace querer deprimirme. Saco la caja debajo de la cama sentándome en el piso abriéndola. Sonrió al ver el contenido, no puedo esperar a ver la cara de la vecina. La cierro volviendo a guardarla debajo de la cama, tirándome en mi cama con mi música favorita a todo volumen. Me quedo dormida esperando con ansias la llegada de la noche.
(...)
Despierto con la idea fija en mi cabeza de entregar el contenido de la caja a su dueña. Una sonrisa cruza mi rostro y sin dejar de pensar en lo mucho que me divertiré.
-esa sonrisa en tu rostro dice mucho, y estoy completamente seguro que no es nada bueno- sale de la esquina oscura de la habitación, para sentarse a mi lado.
-a veces me asusta lo mucho que me conoces primito- digo levantándome de la cama y abrazándolo por la espalda.
-¿quieres que te acompañe verdad?-giro soltándose de mi abrazo mirándome directamente q los ojos.
-si tú quieres, después no te quiero ver llorando como niña-brome
-vamos a ver quien grita como niña-una sonrisa iluminó su rostro.
-vamos entonces-digo en lo que recojo mi cabello.
Me agacho delante de la cama tomando la caja. Lo tomo de la mano tirando de él para salir de la habitación.
-búscame algo con lo que anotar, te espero en la puerta trasera ve sin que te noten.
En lo que hacia lo que le pedí, yo me dirigía a la puerta trasera sin que mi hermano y mi tía me vieran que estaban en la sala. Abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido, esperando en el jardín. Me senté en el suelo mirando con atención la casa de la vecina. Trazando el plan nuevamente de memoria. El ruido de la puerta abrirse hizo que me sobresaltara.
-Aquí está-extendió el bolígrafo. En lo que con la otra mano cerraba la puerta.
La tome escribiendo en el cartón:
Así me veo más hermoso ¿no crees?
K
-así me veo más hermoso, ¿no crees?-leyó con lentitud para mirarme con una sonrisa en sus labios-¿es en serio?, no tienes algo más impactante...mmm-dijo sin dejar de reír.
-no. Si ni siquiera sabes lo que es-me cruzo de abrazos.
-claro que se, eres tan predecible-me rodea en lo que habla-es el perro de la vecina abierto de par en par y degollado ¿verdad?
Debo admitir que no me sorprende en lo más mínimo que lo sepa, ya dije que me conoce demasiado. Ahora lo que me intriga es saber que es lo que planea.
-puede ser-hablo encogiéndome de hombre dándole poca importancia.
-¿y por qué no hacemos algo más divertido ?-propuso.
-¿algo como que?-pregunté haciéndome la tonta.
-venga, deja de hacerte la tonta que no te queda nada. Y mejor haz de mala que eso si que te queda bien-hablo dejando un beso en mi mejilla. Haciendo que me sonrojara.
-¿bien, y que planeas?-sonreí
-te dire que por esta noche seré tuyo y dejare que me guíes a cometer las más grandes atrocidades. My little devil-me tomó de la mano de camino a casa de la vecina.
<<Mi pequeño demonio>>
Debo admitir que me encanta cuando me dice esas cosas y es así de maravilloso. Es mi primo pero es completamente maravilloso. Lo amo y es de verdad, la única persona que quiero de verdad. El único capaz de domarme y controlarme.
Cruzamos la reja saltando al patio de la vecina sin que nos vieran; Porque alguien como yo que planeaba absolutamente, que tenias estos deseos incontrolables de ir contra el peligro y hacer lo prohibido había escogido esta casa. Pues simple, aquí no habían cámaras. Podemos hacer lo que queramos que nadie jamás se enteraría.
Near me guió hasta la ventana de la cocina que estaba abierta. Él entró primero para asegurarse que todo estaba bien, después de asegurarse le pase la caja y él me ayudó a entrar. La vecina se encontraba dormida. Procedí a tomar el contenido de la caja, saque al animal destrozado dentro y con él decoré la mesa. Near se dedicó a mirar con fascinación, luego tome un cuchillo. Y salí desprendida hacia la habitación de arriba en busca de la vecina, pero me sujeto del brazo y con su otra mano libre me quito el cuchillo.
-eso no, aún no es muy pronto-hablo acariciando mi mano donde antes estaba el cuchillo.
-Solo quiero...-me interrumpió.
-mírame, céntrate en mi-me tomo con ambas manos del rostro-aún no. Recuerda que tienes que dejarme ser el policía que te atrape y de la celda te saque-susurró sin apartar sus ojos de los míos.
Al ver que había logrado calmarme me envolvió en sus brazos pegándome el, apoye mi cabeza en su pecho. El jodido para la edad que tenía era bastante alto.
-si quieres hacerle daño a alguien házmelo a mi, pero aún no hagas nada de esto-susurro en lo que acariciaba mi cabello.
-yo...sólo quería divertirme un poco-susurré sin despegarme de él.
-venga, vamos a casa.
Salimos de la casa, sin que nos vieran, saltamos nuevamente la cerca y regresamos a casa. La casa estaba a oscuras completamente. Entramos con cuidado de no hacer ningún ruido, y tan pronto cerramos la puerta la luz se encendió. Me mudo susto nos dimos al ver a mi tía junto al encendedor de la luz.
-Te lo podemos explicar-hablo.
-Buenas noches, se divirtieron.-camino hasta quedar frente a nosotros.
-eh...-Near no sabia que decir.
- hagan lo que quieran. Solo les dire que cuando hagan algo mal, yo no me meteré a ayudarlos-camino hasta quedar frente por frente a mi viéndome a los ojos- lo que luego no te quiero ver rogando por jugo, unas donas y un abrazo.
<<¿esta loca?>>
Near le dedicó una mirada extrañado. Tuvo que haber notado nuestras expresiones.
-solo digo que...-se debatió si decirlo o no-¿saben que? mejor suban y que no se vuelva a repetir.
-mamá, ¿te tomaste las pastillas?-pregunto preocupado.
-claro que no, ahora me las tomo.
-bien,nos iremos a dormir -hablamos a la vez.
-Tú no hijo-lo tomó del brazo.
Near solo se limitó a mirarme, lo observé por un segundo para asegurarme de que no necesitaba mi ayuda. Pero me di cuenta que no cuando se limitó asistir con su cabeza.
-me iré a mi cuarto, si quieres pasa luego-dicho esto salí de la cocina yendo hasta mi habitación.
me mata la curiosidad por saber que es eso tan importante que quiere decirle. Pero me limitaré a dejarlo pasar por esta vez.
Near
-¿Que sucede mamá?-pregunte sin dejar de mirarla a los ojos.
-se que lo que viste aquel día no es algo que puedas sacar de la cabeza, pero te pido de favor que lo olvides-tomo aire y me tomo de los hombros-no es algo que pueda explicar con facilidad.
-mamá... solo hiciste lo que tenías que hacer-su rostro se entristeció-te veías hermosa cubierta de sangre.
Una lágrima cayó de su rostro, sus ojos llenos de tristeza, añoranza me observaban de manera cariñosa.Jamás la había visto así, ver cada parte de ella me encantaba. Para mi es la mujer más hermosa que existe, y debo admitir que verla aquel día cubierta de sangre me dejo algo sorprendido. Pero igual lucia hermosa y en sus ojos había una chispa distinta. Mamá está llena de secretos y misterio.
-No sabes lo que dices, no es bueno para nada.
-lo sé, no soy tan tonto. Creo que tuve que haber heredado más cosas de mi padre y tuya de las que te piensas.
-Venga, a dormir.
-si señora-beso mi mejilla.
Amo cuando me besa la mejilla o acaricia mi cabello. Cualquier cosa, deseo tanto atraer su atención que soy capaz de hacer cualquier cosa. Si tan solo fuera lo suficientemente bueno como para tener siempre su atención, y que me llene siempre de elogio como hace con mi primo. Y hablando del rey de roma hay viene.
-Mom.
Si la llama mamá, odio desde su pelo negro hasta su jodida personalidad. Y lo que más odio es como mi prima es el retrato de mi madre y mi primo es igual a ella. Tienen más parecido que yo me siento tan jodido. Aún así soy su hijo pero no entiendo porque mis primos se parecen más a mi madre que yo. Lo único que heredé fue su pelo negro y según ella algunos rasgos de su personalidad.
-sabes que no deberías llamarme así -dijo cariñosa.
Ella sabe cuánto me molesta que él la llame así.
-primo, verdad que a ti no te molesta.
-jodete Erick-grite en lo que salía de la cocina a toda velocidad.
-¡¡Near !!-Mi madre grito llamándome.
La ignoré yendo a mi habitación trancándome. Sin prender la luz me tire en una esquina del cuarto dejando que las lagrimas caigan. Siempre tiene que llegar a arruinarlo todo a robar la poca atención que mi madre me da. Lo odio. Prometo, no lo juro que cuando sea grande le robare todo que quiera.
-no puedo creer que estés llorando-su voz melódica inundo toda la oscura habitación.
-no estoy llorando-mi voz se quebró y las lagrimas cayeron más fuerte.
Camino hasta quedar al frente de mi, agachándose frente a mi en el suelo. Me tomo de las mejillas obligando a que la mirara.
-Mi brillante policía no llora-sonrió tiernamente.
-solo quiero su atención-llore.
-tienes la mía y eso es un lujo créeme, pero a partir de ahora tu te convertirás en el centro de mi mundo.
No lo entendí hasta que sus labios se pegaron a los míos.
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