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Blue Wonderland (2/?)


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Etiquetas:

Appleradio / Alastor Bottom / Lucifer Top / 18+ (lemon) / Cambio de personalidad en los personajes / Alastor no odia el sex / Alastor doncel / Mpreg / focalizado en Charlie (como ver la relación desde su punto de vista) / Charlie / Vaggie / Alusión directa con el libro de Lewis Carroll / Alusión leve con el videojuego de American Mcgee / Alusión de la película de Tim Burton y de Disney animación / Estoy aprendiendo a colocar etiquetas

Nota de Autor:

Tardé más de lo debido porque resultó que era más largo de lo que pensé xD, así que esto al parecer será un three-shot xD, pero a quién no le gusta que las historias de tu shipp sean más largas jejejej (más notas al final).

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...Ƹ̴Ӂ̴Ʒ...


Verdades entre dichas 2° parte

"En el silencio nadie me responde, pero aun puedo escuchar tu voz"

In silence - Janet Suhh

En el hotel nunca se había sentido tanto silencio. Charlie no había apartado la vista de la ventana viendo cómo su padre volvía a irse del hotel, sobrevolando por la ciudad hasta su palacio, no consiguió detenerlo, después de todo no había podido ayudarlo como debería. Era justo que él se escapara de este suceso. Esperaba al menos que estuviera haciendo algo para bien de él mismo, porque después de esa noche... nada volvió a ser igual.


♠§♠


–¿Charlie? ¿Qué ocurre querida? –la voz de aquel Alastor reconfortaba su tristeza, no podía molestar al Alastor que vivía en su mundo, no ahora que todo había salido tan desastroso, pero no la culpen, ella solo quería que todo pudiera arreglarse, aunque al haberse demorado tanto para ayudar solo empeoró los resultados. Alastor la acarició con vasto afecto al verla tan afectada, mientras que le daba una mirada a Lucifer, su pareja, para que le hicieran un lugar en su casa, el rubio aceptó quitando su sombrero de copa y dispuesto a hacer un té para su invitada.

Podría ser parte del sueño, podría ser un efecto alucinógeno, ¿acaso fue culpa de alguna de las drogas que habían confiscado de la habitación de Angel y que se abrió por error? o es por lo débil que se sentía en este momento, porque el cuerpo de la princesa, que ya era la de una adulta, se fue empequeñeciendo en brazos de Alastor, quedando atrapada en el cuerpo de una chiquita Charlie de ocho años, sollozando con ternura mientras que Alastor la mecía con suavidad, ambos acostados en la cama matrimonial que habitaba la curiosa habitación.

–¿Quién quiere un poco de té con galletas? –mencionó Lucifer entrando a la colorida habitación.

Podría ser muy extraña la situación, pero para Charlie y los dos adultos presentes, habían tomado esto tan normal como si la princesa hubiera sido siempre esa pequeña niña. Charlie, aún con ojos llorosos tomó las galletas comiéndolas pegada en el pecho esponjo del pelirrojo, Alastor sonrió acariciando su cabecita, Lucifer igual lo hizo con cariño y los acompañó en la mullida cama esperando que la pequeña se tranquilizara.

Cuándo las tazas de té yacían vacías en la mesita de noche y las moronas eran las únicas que estaban esparcidas en la bandeja, fue cuando la rubia comenzó a hablar. Su voz sonaba como la de un ratón, seria, pero diminuta, las palabras fueron saliendo de su boquita con más tranquilidad al sentir cómo Alastor le peinaba el cabello con un cepillo de cerdas suaves, que le ayudaron a despejar su mente, mientras que Lucifer sujetaba sus manitas de porcelana para transmitirle seguridad y confianza.

Charlie no pudo evitar pensar que se sentía como un hogar, ver a su padre tan feliz y jugando con sus manos como lo hacía antes, pero nunca había sentido que su madre la peinara, fue realmente reconfortante sentir como el pelirrojo pasaba sus manos con delicadeza y paciencia, mientras trenzaba su cabello.

–Son mi padre y Alastor... los de mi mundo... arruiné todo, me demoré en realizar los consejos que me dieron. Fue mi culpa que todo saliera mal...


♠§♠


Habían pasado unos días para preparar la dichosa reunión, Angel estaba contento de ayudar porque podría conocer a los pecados capitales en persona, o bueno esa era la idea según había oído a Charlie cuando llamó por teléfono a sus "tíos", pero obviamente Husk estaba molesto por todo lo que tendría que trabajar en el bar si resultaba ir tanta gente, pero eso parecía pasar a segundo plano cuando Charlie organizaba las fiestas. Sin embargo, todos estaban haciendo su parte muy contentos, incluso Alastor estaba de buen ánimo, curiosamente.

Charlie estaba tomando nota de su comportamiento, pero tampoco era muy buena suponiendo las mil posibilidades (y mucho menos buenas) que podría poner a Alastor de buen humor, Vaggie había mencionado que de pronto podría ser que su gran amiga Rossie pudiera venir y compartir tiempo de amigos como debería ser (y no tratando de salvar a todos los del hotel porque cierto ciervo quería comerse al rey del infierno), pero lo creía un poco imposible, o sea, sí, era un buen punto, pero tenía dudas realmente de que fuera la causante de esa actitud.

Su padre también había estado colaborando bastante en el hotel... Bueno, después de la charla que tuvieron en esa ocasión, Charlie le había sugerido que era buena idea que tuvieran un tiempo en que las aguas se disiparan entre ellos y que también ella pudiera pensar en una buena solución. Lo había estado haciendo, pero algunas cosas comenzaron a incrementar el trabajo en el hotel, por lo que quizás dejó su "investigación" para otras ocasiones. Aunque trataba que las actividades de confianza fueran individuales, permitiendo expresar mejor los pro y contras de sus residentes. Consiguió buen material de todo y estaba contenta con lograr este avance, que comenzó a centrar su atención de manera más madura, y con ayuda de Vaggie, a presentar actividades que incluyera el gusto de todos, aprendieran de ellos mismos y de los demás, realizando algunas encuestas por igual para que averiguaran sobre sus gustos personales y no solo en lo que solían hacer a diario o que representara mucho de los pecados por los que fueron enviados al infierno, si no también sus gustos sexuales, amorosos, personales entre otras, pero de forma sincera. Claramente, se esperaba, que Angel respondiera a la primera cuestión bastante rápido, pero Vaggie (con la insistencia de su novia) trató de ayudarle a percibir lo que realmente creía necesario cambiar y vivir realmente, así hicieron con cada uno de los residentes, llegando a tener algunos acuerdos que los llevara a mejorar, pero lo importante era que había logrado interactuar adecuadamente con Alastor, haciendo que el pelirrojo sobre pensara las circunstancias de hacía un par de días. Supo más sobre la vida del demonio de la radio y compartió algunos gustos por la literatura, la cocina e incluso a conversar de la música, aunque Charlie no fuera erudita del tema, <<sé algunas cosas gracias a papá>>, había mencionado Charlie con inocencia, haciendo que la sonrisa de Alastor se torciera un poco, pareciendo más una mueca. Charlie ese día se disculpó, pero no paró de hablar de lo bueno que era su padre para muchas cosas, lo buen padre que había sido cuando ella era pequeña a diferencia de su madre que la regañaba por todo, la educaba con dureza y le daba "regalos" por cada buen comportamiento, <<solo su aprobación o una sonrisa, pero nunca sentí que estuviera orgullosa de mi>>, Alastor comprendió aquel sentimiento y desde entonces se tenían mucho más confianza de lo que pudieran haber pensado que se tendrían, pero esto hizo que Lucifer pensara que Alastor tenía algo entre manos. Mientras que él trataba de disculparse, el demonio radio aprovechaba para poner a su hija contra él.

Charlie notó el disgusto en su padre dos días antes de la fiesta, pero pensó que era porque no había podido darle una solución a su problema <<¿Cómo me acerco a él?, ¿qué le digo?, ¿cómo reaccionará?>>, la preocupación de Lucifer era arruinar otra vez todo, porque parecía que el universo iba contra él cada que despertaba en un nuevo día, en una rutina tan homogénea que ni él mismo sabía qué día era. Charlie habló con su estresado padre para poder acordar un buen momento para hablar del tema, pero el más bajo la sorprendió al decirle que él ya había pensado en qué hacer, mintiéndole un poco (más) a su hija de que las actividades y las encuestas que habían estado haciendo le habían generado la mejor manera de acercarse a Alastor, Charlie supo que no era del todo verdad, pero quería saber qué desenlace tendría el intento de su padre, después de todo Lucifer del mundo Blue, lo había hecho por su cuenta... ¿no es verdad?


Todo ocurrió el día de la fiesta.


No muchos pecadores estuvieron presentes, pero de que habían más de diez demonios los había, se encontraban algunos de los overlords, (claramente los vvv no estaban), los demás pecados capitales y sus parejas estaban allí y no se diga de los amigos o familiares de estos, sobre todo el acompañante de Stolas, (uno de los Ars Goetia, cuidador de uno de los grimorios), que curiosamente era un imps y llevaba a tres demonios más, pero para Charlie le era interesante poder conocer a cada una de las parejas de sus tíos y conocer a quienes podía tener una conversación fuera del círculo del orgullo. Cada uno de los presentes parecía divertirse, más que todo gracias a una amiga de Rossie y Angel (fue curioso que ambos la conocieran), una chica de tres ojos, de la altura de Vaggie y piel melocotón, la chica trabajaba en un club donde conoció al demonio araña, pero vive en el barrio caníbal ayudando a Rossie en el emporio, por lo que conocía los gustos de varios demonios, y aprovechando este conocimiento le entregó a la fiesta una divertida mezcla de varios géneros que se intercalaban entre el R&B, Rock, electrónica, música clásica, Jazz a boleros, entre otros, era impresionante. Así que Charlie no estaba preocupada por percibir a Alastor incómodo ni nada, es más, él estaba tranquilo hablando con su amiga y Carmilla, a veces bailaba con la mujer de cuencas negras y con Niffty, que de igual forma estaba muy agusto. Sin embargo, había un problema...

–¿Papá? –Lucifer había estado en el balcón del segundo piso, observando el salón con una mirada aburrida, con ojeras bajo sus ojos y algo decaído. La rubia se preocupó al ver el estado de su padre, pero no sabía por qué, mas... no obligaría a su padre a decírselo. –¿Por qué no estás en la fiesta?, la hice especialmente para todos.

–Gracias manzanita, pero en este momento no me siento bien como para afrontar a los muchachos ahora. –Lucifer había estado evitando a los otros pecados, no era porque hayan tenido algún altercado o que lo incomodaran..., no, no era nada de eso, era porque le preguntarían por Lilith y él no se sentía preparado para contarles los sucesos. Charlie lo comprendió, sobre todo porque su padre había escuchado a Mammon hablar sobre cómo el infierno estaba en las manos de Lucifer y no de Lilith, recalcando la burla en la que veía al rey del infierno y su extraña buena relación con la reina. Ja, era algo que le molestaba a su padre y, a pesar, que se lo hacía saber a su madre, ella nunca hizo nada para defenderlo, solo seguía la burla y decía algo peor para complementar, pero lo negaba y hacía hincapié que ella solo bromeaba para mantener a "raya" al pecado de la avaricia. Y su padre solo caía en la mentira, aunque, bueno, en vez de caer, el rubio solo ignoraba eso, aferrándose al supuesto amor que Lilith le daba para no sentirse solo.


Ese era el gran problema de su padre.


Por esa razón le emocionó de alguna manera ver que en aquel mundo Blue, Lucifer se veía tan alegre, tan brillante y completo con Alastor, creía que podría lograr que su padre estuviera con su socio, por eso había tratado de hablar del buen partido que era su padre a Alastor, claro no directamente, pero había funcionado, solo que faltaba que su padre se disculpara con el pelirrojo, aunque lo resolverían después, el rey se lo hizo saber a su hija y ella iba a esperar el resultado.

Charlie tuvo que disculparse con su padre e ir hacia el vestíbulo para bajar a Niffty del compañero imps de su tío Stolas, porque no paraba de decirle que era "un chico malo", así que dejó a su padre solo esa noche.


Y fue un grave error.


♠§♠


–¡Ey! –reclamó una voz en el pasillo. Alastor volteó algo extrañado. –Si tu... –notando al poco tiempo a un Lucifer borracho (?, aunque le fuera sorprendente, así era su estado, pero Lucifer estaba consciente de lo que hacía, un poco de licor realmente le ayudaba a soltar la perorata que deseaba decirle al pelirrojo, pero esta vez sin filtros.

–Majestad, no creo que se vea muy bien. ¿Le puedo ayudar en algo? –el tono de Alastor le molestó, estaba cansado de que lo vieran como un idiota del cual se podían burlar.

–Solo quería disculparme, eso es todo –comentó ligeramente de forma despectiva, Alastor se alisó el pelo y se apoyó en su bastón esperando ansioso...

–Y... ¿Bien? ¿Qué vas a decir? –incentivó el ciervo.

–¿De qué?

–Acabas de decirme que te disculparías. Estoy esperando. –Alastor sonrió con una ceja levantada, era obvio que Lucifer debía ser el que dijera algo, después de todo, el problema de la otra vez fue su culpa.

–Pero ya te lo dije, ¿qué más quieres? –Alastor rió sin gracia, molestando más al rubio.

–Por favor no digas payasadas, es obvio que tienes algo más que decir. –Sin embargo, después de la palabra "payasadas" Lucifer dejó de oír.

–¿Qué fue lo que dijiste?

–¿Sobre qué exactamente?

–Lo último que dijiste.

–Que tenías algo más que...

–No, lo otro.

–Por favor Lucifer deja de estar...

–Acabas de decirme payaso, parece que soy una broma para ti, todo lo que digo parece hacerte reír sin importar lo que diga. Estás burlándote de mí todo el tiempo.

–Solo estoy diciendo que espero una disculpa verdadera. Lo que acabas de decir no es una disculpa, no voy a aceptar algo tan mediocre como eso, se nota que ni siquiera tuviste un poco de compasión después de lo que me dijiste.

–¿Crees que no tengo compasión?

–Obvio Lucifer, después de todo eres el maldito diablo.

–Pero si eres tú quién no me dejó acercarme a ti desde ese día. Cuando intenté hablar contigo me evitabas y ahora ¿yo soy el culpable?

–Necesitaba un poco de espacio. ¿Pero ahora que puedes hablar conmigo es lo único que me tienes que decir? No te entiendo Lucifer, solo estás inmerso en tu maldita depresión que no estás viendo lo que pasa realmente a tu alrededor, estoy seguro que ni siquiera sabes qué día es cada que despiertas.

–Ya te dije que lo sentía, o ¿acaso quiere que le tienda alfombra roja al miserable demonio de la radio?

–NO, pero al menos quisiera que tuviera el mínimo respeto y sentido de lo que salió esa noche de tu maldita boca.

–Me dices que no tengo compasión, cuando eres tú el que llegó aquí a aprovecharse de mi hija y a ponerla en contra mía.

–Ese es tu problema Lucifer, eres ciego, no entiendes nada, no sientes nada, eres inútil, por eso es que Lilith te dejó de amar y te abandonó.

–No te atrevas a decir su nombre...

–Eres un maldito retrasado al no notar la realidad, ni siquiera soporto cómo es que ignoras todo el esfuerzo que hace tu hija para poder cambiar este maldito lugar. Solo eres un estorbo, lo fuiste para tu esposa y ahora para tu hija, que a diferencia tuya por lo menos se preocupa por ti...

–¿Tanto odio me tienes?

–Si, a decir verdad si, Lucifer.

–Entonces por qué no has acabado conmigo, vamos... ¡HAZLO! pelea conmigo si es que tanto me detestas.

–¿Por qué? para que me vea como el maldito villano de esta historia, gran plan Lucifer, ni siquiera puedes hacer algo para pensar, para usar esa maldita cabeza, si es que la usas. –Alastor quería que esta conversación finalizara aquí, le dio la espalda a Lucifer, pero éste solo siguió añadiendo más leña al fuego.

–Claro, ahora te vas como si estuvieras huyendo. Puede que sea ciego para unas cosas Alastor, pero por lo menos enfrenté todo cara a cara, fue así desde que me desterraron, fue así cuando Lilith me dejó y ahora frente a ti aceptando mi error, que sí hablé de más, abrí la boca como acabas de hacerlo tú contando mis verdades. Yo Lucifer Morningstar acepto que soy un completo inútil que no puede mantener su atención en el infierno, ni la suficiente fuerza para mantener una familia, pero mírame, lo acepté, qué me dices tu Alastor, ni siquiera aceptas el detestable demonio que aceptaste ser y lo malditamente villano que eres para todos aquí, somos tu maldito escenario, desde un inicio lo dejaste claro, te burlaste de mi hija y de mí y sigues aquí como si nada haciéndote la victima en este suceso...

–Eres un ser sin corazón que está vacío por dentro...¡Cómo quisiera que fueras apuñalado una y otra vez con una de esas lanzas angelicales y que murieras!

–Ja, mira quién lo dice Alastor, parece que no te das cuenta, eres el peor pecador que he conocido en mi vida.

–¡Y tu eres la peor persona de la que me he enamorado en la mía...! –ambos abrieron los ojos con sorpresa, Alastor se llevó las manos a la boca como si quisiera borrar lo que acababa de salir de ella, pero era tarde, lo mismo vio Lucifer, era tarde por que no había notado que los ojos de Alastor estaban acuosos, que sus manos temblaban y sus esponjosas orejas estaban pegadas a su cabeza, no había notado la vulnerabilidad que tenían aquellos iris carmín del demonio radio que miraban justo tras su espalda, donde yacía su hija viendo todo con sorpresa.

–Alastor... –pero Lucifer no alcanzó a decir nada antes de que el pelirrojo se desvaneciera en sus sombras –Charlie... y-yo –Lucifer no sabía cómo sentirse en ese momento, comenzó a fallarle la respiración, se apretó el pecho con dureza tratando de recuperar el aliento, dolía, dolía mucho y sus ojos lagrimeaban, Charlie trató de ayudar a su padre, pero éste se apartó con dureza extendiendo sus alas para salir de allí lo más pronto posible.


Nadie sabía lo que acababa de pasar...


♠§♠


Charlie yacía durmiendo en aquella cama en medio de ambos adultos. O eso se supone que debería de estar haciendo. La pequeña rubia, aun en el cuerpo de una niña de ocho, se levantó y se alejó de la cálida sensación, una que no le pertenece y que seguramente le está quitando a la Charlie de Blue. Se dirigió a alguna parte del bosque fuera de la casita, la otra vez había alcanzado a ver una clase de kiosco y esperaba poder arreglar su situación allí, con tranquilidad.

Sus ojos hinchados demostraban el mar de lágrimas que botó hace unas horas atrás mientras contaba lo ocurrido en su mundo, le cogió el sueño poco después por lo que no había podido hablar adecuadamente con ambos adultos de lo que tenía que hacer, hasta que despertó durmiendo en medio de ambos... como lo había querido de niña... en medio de sus padres en un calor similar al de un hogar.

–¿Char? –la chica volteó ante la presencia de la voz de su padre, bueno, del que parecía su padre. –¿Pasa algo? –Lucifer entró al kiosco sentándose en la vieja banca de madera blanca que yacía allí dentro, Charlie no notó hace cuánto había estado allí, pero hizo lo mismo que el mayor, se sentó en silencio a su lado ya en su cuerpo normal, el de una señorita, heredera del infierno.

–Lo que sucede es que no tengo la fuerza para poder enfrentarme a mis padres y decirles lo que pienso... ni siquiera sé si seré escuchada o solo me ignorarán como lo ha hecho el infierno siempre. No importa lo que trate de hacer...

El silencio reinó por unos segundos, Lucifer le dio tiempo a su niña para poder pensar adecuadamente lo que iba a decir.

–Querida... yo no soy una persona que sepa hablar con la gente, si no fuera por Alastor, no sé qué sería de mí, ya que solo hablo sin sentido y locura, pero... Alastor me enseñó que las piezas del ajedrez se pueden mover a mi manera y con mis propias reglas, como si hiciera trampa en el croquet como la reina blanca –se rió al rememorar algo que Charlie no vio, pero cree entender a lo que se refiere su padre –así que no temas si las piezas no obedecen tus órdenes, tienes que darles pie para que ellos procedan por ti, no obligarlos... todo se da en su momento.

–Papá..., perdón, ¿usted cómo se disculpó con Alastor antes que confesaran sus sentimientos?

–¿La verdad? –Charlie asintió a la pregunta, el más bajo miró hacia el frente, viendo como las luciérnagas se juntaban para volar juntas hacia el cielo en un baile glamuroso, acompañando con su luz verde la noche azul, Lucifer sonrió. –Él se confesó primero..., pero fue durante la discusión que tanto nos separaba el uno del otro. Alastor y yo tuvimos muchas diferencias cuando nos conocimos, pero debo confesar que me enamoré de él a penas lo vi en el festival. Vestía tan formal, colorido, pero al mismo tiempo de colores oscuros, su sonrisa era encantadora... Ese día cuando lo vi hablando con la reina roja se sorprendió cuando me pilló viéndolo, se sonrojo aunque lo negara, se veía tan lindo y tímido que no pude evitar presumir su belleza con mi mejor amiga. El problema es que... mi amiga tiene... un semblante bastante pesado, le gusta hacer acertijos y causar problemas con ellos, por lo que fue a molestar a Alastor y a la reina roja cuando le comenté lo llamativo que era mi ciervo, causando la ira de la última, quién mandó a cortar su cabeza. Eso causó que Alastor me señalara como el culpable de ese suceso, no quería causar eso. Traté de solucionar todo con la reina roja, ella me perdonó al igual que a mi amiga, claro, es una mujer muy formal, pero Alastor no estaba feliz con solo la disculpa. Pensé que era muy arrogante por lo que nuestra comunicación era muy escasa desde ese entonces, jamás resolvimos nuestras diferencias y sobre todo ese suceso... bueno, fue por que yo no pregunté qué fue lo que le dijo Lilith a ambos en esa ocasión. –Charlie abrió los ojos ante el nombre de su madre – Alastor es orgulloso, claro que no iba a aceptar que lo que le dijo ella le afectaba, mucho menos cuando...

–¿Qué fue lo que pasó?

–Alastor... se tiene poca autoestima, a pesar de lo lindo que es y las veces que se lo digo él sigue sin creerlo, se considera así mismo una abominación, pero yo le digo que es lo más hermoso que se le ha otorgado.

–No entiendo.

–Alastor puede gestar siendo un hombre... bueno, él en realidad es un doncel y Lilith lo sabía, yo en ese momento no, solo que mi amiga con lo pesada que es le dijo que... –tragó saliva antes de recitarlo– de su cuerpo no iba a poder engendrar hijos si no hacía algo...


"Mucho menos con la persona que quieres. Por que si es chica es imposible y si es chico, ja, suerte con la idea de que acepte."


–Supe de eso cuando peleaba ese día con Alastor, le dije cosas hirientes y él se derrumbó frente mío, comprendí que no era arrogante, solo que su orgullo tapa su verdadera personalidad. Lo rompí, como a una figura de cristal, lo había hecho durante años, pero esas palabras hicieron que cayera todo el pilar de su fuerza. No había notado cuanto corté para hacerlo caer –apretó las manos mirando al piso –Aún ese día pesa en mi pecho, porque cuando hieres con palabras no sana con una cicatriz, el dolor físico se desvanece, pero el verbal sigue quemando en tu cabeza e influye durante el resto de tu vida si no lo superas...

Las lágrimas en sus ojos comenzaron a caer sin detenerse, Charlie notó como Lucifer apretaba su pecho, quizás aún torturándose de lo que había hecho.

–Yo no sabía... que Lilith le había dicho eso... –limpió sus lágrimas con sus manga –En ese tiempo él había estado comiendo de más porque según las cartas podría tener mejor estabilidad para gestar adecuadamente, pero yo como el monstruo que fui le dije que su apariencia solo hacia aborrecerme, que me causaba asco y yo... no lo decía de verdad, pero quería que quitara su arrogancia de sí y me mirara de nuevo, pero cuando le dije aquello me miró... tan sorprendido, le temblaron las manos y se arrodilló como si le hubiera dado un jaque mate, miró al suelo y se miró a sí mismo... n-no sabía qué hacer y no me dejó hacer nada cuando desapareció. Fui con Lilith y le dije lo que pasó, ella me gritó y me regañó.

"Qué hiciste Lucifer, ¿estás demente?, ¿no te das cuenta que él te quiere?, por qué crees que fui a molestarlo en aquella ocasión."

–Tuve la culpa de malinterpretar todo, ella no le había dicho que él fuera un monstruo ni nada parecido, se refería que si seguía con su orgullo y yo con mi cobardía, él no podría estar conmigo si no hacía el primer movimiento... que no podría tener hijos, porque él no gustaba de las mujeres, porque ambos nos gustamos, pero no lo aceptábamos.

Charlie miró hacia la nada comprendiendo realmente el mensaje de su madre hacia Alastor, sí, ahora tenía sentido, pero si no lo podía dejar claro en el primer momento, entonces cómo buscaba solucionar las cosas. La rubia se enojó por eso, cruzando los brazos con molestia.

–Cuando quise hablar con Al... me costó mucho, sobre todo porque solo me miraba con desdén y me evitaba. Traté durante mucho tiempo, hasta que lo comencé a seguir, a ver todo lo que hacía, tratar de conocerlo de verdad, podría parecer acosador, pero valió la pena. Descubrí que le gustan los lirios, las rosas y las violetas, que le gusta tejer y más con la reina roja, que ama que lo alaben incluso si no cree que sea verdad el sentimiento. Cuando lo vi aquí sentado, en este mismo kiosco, con sus muñequitas de tejer, le hablé, con firmeza, incluso si me daba la espalda.


"Ya basta Lucifer, ya hiciste demasiado."

"No, no lo hice. Alastor he intentado hasta lo imposible por tener tu perdón, porque acepto que cometí un grave error, me pesa en el pecho como no tienes idea, pero me duele más que me ignores. Y-yo te amo, te acepto como eres y quiero que tengas a mis hijos, por que sé que serás la persona perfecta para formar una familia de verdad"

–Cuando volteó no creyó en mis palabras, pensó que me burlaba de él y lloró frente a mí.

"¿Por qué juegas conmigo? Basta Lucifer, ya basta... PARA CON ESTO DE UNA VEZ"

"No me hagas esto Alastor... es v-verdad lo que te digo, no estoy jugando"

–Lloré con él, porque... por primera vez me reveló su verdadero yo y lo inseguro que se sentía. Él te lo puede negar ahora, aunque desde ese entonces fue sincero conmigo.


" –Perdóname Al, te suplico que me perdones.

–¿Cómo puedo saber que no me estás mintiendo? –Ambos yacían arrodillados en el pasto, Alastor no podía parar sus abundantes lágrimas, parecía que regaba el jardín con ellas, pero Lucifer logró calmar su llanto cuando lo abrazó y limpió las gotas saladas con sus besos, aquellas acciones fueron más cariñosas a cada paso hasta que sus labios se juntaron besándose con torpeza, inseguridad, pero con pasión cada que pasaban los segundos. Alastor se abrazó al cuello de Lucifer sintiéndose mecer por el más bajo, el rubio beso cada parte de su cuerpo, lamió sus zonas erógenas y degustó su entrada hasta hacer que el pelirrojo llegara a su clímax. Alastor, abrumado por todo lo que Lucifer lo hacía sentir, pidió por él, necesitaba tenerlo solo para él y el pequeño sombrerero rubio se lo concedió, la cola de Alastor se esponjó vivaz al recibir, por primera vez, tal acto de amor. Todo pareció ir tan rápido, pero lento al mismo tiempo. La noche les acompañó en ese momento tan singular, en su danza junto al suelo, que cumplía su función de cama acariciando el cuerpo del gatociervo, mientras este balanceaba su cola con parsimonia por lo feliz que se sentía en ese momento, él se sintió especial, amado y aceptado.

<<Te perdono Lucifer, porque te amo y solo a ti puedo perdonarte todo lo que me hagas.>>

Charlie se quedó mirando al rubio (que se veía como su padre). Estaba inmerso en algún recuerdo viendo el pasto o hacia la nada (?, no lo sabía con exactitud, pero ahora... ¿qué podía hacer?

–Perdóname querida... t-tengo que resolver un problema –La rubia no entendió lo que sucedió, pero debe ser importante al ver lo rápido que corría el hombre de regreso a su hogar. Lucifer entró a la casita y se dirigió escaleras arriba, se deshizo de sus ropas y volvió a la cama abrazando el cuerpo de su amado, quien se despertó por todo el movimiento.

–¿Qué sucede querido? –susurró Alastor que abrió con somnolencia los ojos –¿pasó algo con Charlie?

–Está un poco conmocionada por todo lo que pasa en su mundo. Ahora está en el kiosco, pensando cómo solucionar las cosas.

–De acuerdo...mañana... hablaré con ella –comentó mientras se acomodaba de nuevo en su lado de la cama, pero Lucifer lo apretó más hacia sí permitiéndole sentir el claro deseo de su marido –Lu, lo hicimos esta tarde –se quejó aún con los ojos cerrados.

–Cómo contenerme con el bello cuerpo de mi esposo –comenta acariciando las anchas caderas de su pareja –sobre todo con esa forma tan maternal en que cuidabas a Char. Me hace querer tener otro bebé –Alastor sonrió con los ojos cerrados, pero se giró ligeramente para mirar a Lucifer que se asomaba por su hombro.

–¿Enserio? –Lucifer hace mucho no se lo pedía, realmente a Alastor le emocionó la idea, por lo que se dio la vuelta acariciando el cabello del más bajo mientras éste restregaba su cara en la esponjosa pelusa de su pecho– ...que sea rápido antes de que nuestra invitada regrese –y con bandera verde Lucifer besó al pelirrojo, quién abrió sus piernas para que Lucifer se acomodara entre ellas, gimiendo al sentir los dedos de Lucifer entrando en él, deseando que Lu lo llenara con rapidez. Pero Alastor sintió algo extraño en su pareja, estaba más cariñoso de lo normal, tenía mucho más cuidado y lo atendía como... como su primera vez.

–Lu –jadeo, queriendo llamar su atención, pero el rubio estaba tan inmerso en atender su entrada como su erección que no lo estaba escuchando –L-Lucifer – seguía sin responder, hasta que Alastor tomó su rostro y lo obligó a mirarlo, fue que vio que el rubio tenía algunas lágrimas en sus ojos. –Lu, querido, te he dicho que ya te perdoné todo, no quiero que vuelvas a llorar por eso –Alastor sabe que cuando Lucifer se pone así, es por que se tortura así mismo por el pasado, no le gusta que lo haga y a pesar de las veces que le dice que ya lo perdonó aún sigue haciéndolo. Él ya está mejor, claro que costó al principio, pero lo superó, solo que Lucifer aún le cuesta, pero puede ayudarle, sabe que él puede solucionarlo.

–P-perdóname, yo... quiero demostrarte que te amo –dijo con voz quebrada, se abrazó a su cuerpo esta vez dejando derramar sus lágrimas con libertad –y es enserio.

–Lo sé Luci querido, lo sé. Por eso... –Alastor cambió de lugares, quedando encima del rubio, quién notó lo bello que se veía Al con la luz de la luna brillando sobre sí. Nunca importó lo que dijeran del más alto, su esposo, su gatito de ciervo le era sumamente una musa, pueda que se vea con caderas más anchas, piernas más carnosas y pecho más esponjado que antes cuando lo conoció, pero jamás dejaría de decirle y demostrarle a su pareja lo mucho que lo ama. Alastor sonrió ligeramente sonrojado al verse algo expuesto, pero le fascina que Lucifer lo viera de ese modo, comenzó a mecerse con un suave vaivén mientras guiaba las manos de su pareja por su propio cuerpo, Lucifer se dejó hacer y estimular, besó cada parte expuesta de la piel del pelirrojo, hasta que sintió que Alastor estaba lo suficientemente húmedo, entró en él ayudándole a rebotar encima suyo, ambos se entregaban el uno al otro, juntando sus frentes perladas y besándose con premura y necesidad, Alastor llenaba la habitación con sus dulces gemidos, Lucifer adoraba causar eso en su esposo por lo que cambió lugares para tener el total control de la situación, quería llegar hasta el fondo, lo deseaba, quería ver a Alastor de nuevo con ese bultico en su abdomen, volver a verle cargar a un pequeño que tuviera sus rasgos, volver a verlo en su papel de madre con ese brillo tan vivaz que lo rodeaba con felicidad, ese momento en el que Alastor amaba como él mismo se veía. Pero lo que Lucifer no sabía es que desde que él le entregó su amor incondicional, Alastor se quería así mismo, por lo que era, lo que podía hacer y claramente por lo que Lucifer le hizo creer.

–Te amo –fue el clamor susurrado de sus palabras, esa noche terminó así, donde las verdades se revelaban junto con los rayos de sol... Al igual que ayudaba a despejar la mente de Charlie, sonriendo al nuevo amanecer.



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...Ƹ̴Ӂ̴Ʒ...


Hola mis queridísimas almas lectoras.

¿Qué les está pareciendo este especial? Me encantaría leer su opinión

También saber si les gustaría la idea que siga haciendo especiales basados en los cuentos que ya conocemos, tipo: caperuza roja, la bella y la bestia, pulgarcito, entre otras. Me van comentando por aquí→ 

Sin más espero les vaya muy bien en la vida, gócenla, recuerden no fumar, no tomar tantas bebidas alcohólicas, ni tomar drogas, porque la vida es corta y es una sola.

VLB Cambio y fuera


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